Lazarus, Vol. 1: Family

 

Edición original: Lazarus #1-4 / Lazarus, Vol. 1 (Image Comics).
Guión: Greg Rucka.
Dibujo: Michael Lark.
Color: Santi Arcas.
Formato: Trade Paperback, 96 páginas.
Precio: $9.99.

 

¿Imagináis un mundo en el que las fronteras no la marcasen la política ni la geografía, sino el poder financiero? Sí, en el mundo real no andamos demasiado desencaminados, pero en el ficticio en el que se desarrolla Lazarus es ya una realidad: el poder recae en manos de las Familias, los que les sirven pueden vivir en paz a cambio de unas migajas, y el resto es simple y llanamente escoria, y por ese nombre se les conoce. Para proteger a cada Familia de éstos, y de las maquinaciones y las ansias de poder de las demás Familias, cada una de ellas destina a uno de sus hijos todos sus esfuerzos económicos, tecnológicos y científicos, incluyendo implantes con mejoras físicas y el entrenamiento necesario para pasar a ser defensores y arma definitivos. A éstos, se los conoce como Lazarus, y ésta es la historia de uno de ellos, Forever Carlyle.

Carrie Stetko. Tara Chace. Renée Montoya. Kathy Kane. Si hay algo que destaca sobre todo lo demás en la carrera de Greg Rucka, es la cantidad de imprescindibles personajes femeninos que ha creado o desarrollado en ella. El guionista estadounidense afincado en Portland ha convertido los personajes femeninos complejos y de fuerte carácter en marca de la casa, y no ha podido evitar hacer a una de “sus mujeres” protagonista ni tan siquiera al encargarse de las colecciones del murciélago para DC: primero, en la cabecera Batman, dándole un rol importante a Sasha Bordeaux (guardaespaldas de Bruce Wayne, a la que volveria a retomar en Jaque Mate), y después en su prematuramente extinta etapa en Detective Comics, donde la estrella principal sería su re-creación para la serie semanal 52 (con ayuda de la inestimable colaboración de Grant Morrison, Mark Waid y Geoff Johns), Batwoman, el alias superheroico de Katherine Kane. Era imposible, pues, encontrarnos en Lazarus ante una situación distinta.

Forever (o Eve, como cariñosamente la llama su padre) es el Lazarus de la familia Carlyle. Los autores, de nuevo, nos presentan a una mujer real, alejada de lo que muchas veces hemos visto en el género superheroico: Forever tiene una fuerza fuera de lo común gracias a sus implantes, pero también una agilidad y una destreza fruto de su dedicación a un duro entrenamiento; por ello, su retrato, tanto literario como gráfico, nos muestra a una mujer que ejercita su cuerpo para determinado tipo de actividad o competición, sexy pero atlética, de espalda ancha, musculada de forma realista, y casi metro noventa de altura. Es atractiva, pero no es un reclamo sexual, y así lo dejan claro desde el principio, para el que busque otro tipo de “alicientes” en un cómic protagonizado por una mujer se marche rápidamente a otro título. En este primer arco argumental, pues, nos pondrán rápidamente en situación sobre Eve y sus habilidades, asistiremos sobre todo a la presentación de éstas con una potente escena de apertura, y se irá preparando el terreno sobre el que jugar en el futuro, presentando las intrigas de rigor que darán forma a la trama argumental, y poniendo en situación al lector sobre lo acontecido hasta llegar a la actual situación mundial, a lo que ayudará una cronología anterior al presente de la serie que relatará el desarrollo de la historia desde el “punto de ruptura” hasta el presente, por desgracia no incluida en el TPB (a cambio, tenemos un prólogo que nos descubrirá un aspecto del padre de Eve no desvelado durante la historia).

Estamos en un mundo post-apocalíptico, en el que dicha situación llega a darse por una hecatombe que se parece sospechosamente a la actual crisis económica, cuya consecuencia fue la acumulación de poder que los distintos países dieron a los agentes financieros y económicos que pueden sacarlos de su insostenible situación. Sí, ese 1%, responsable en gran parte del actual escenario mundial, ha pasado a acumular aún más poder para poder formar el ente definitivo, el 0,000000001% que va a controlar todo el planeta en forma de “clanes” o “familias” con su parte del pastel en forma de territorio en el que pueden hacer y deshacer a su antojo. Así, Rucka y Lark nos presentan una nueva distopía (o incluso ucronía, por lo cercano de las fechas en las que se desarrolla la trama y las similitudes con su inicio con la crisis que explotó en 2008), otra vuelta de tuerca a uno de los escenarios más recurrentes de la ciencia ficción como punto de partida, para realizar su particular visión, mezcla de típica intriga noir (esta vez menos presente en el escrito de Rucka que en el dibujo de Lark) con tintes superheroicos, como no podía ser de otra manera visto el currículo de ambos autores, y tomando como ingredientes para sazonar la mezcla los avances tecnológicos más rupturistas del mundo real, siendo la plausibilidad muy importante para el guionista, añadiendo así toques de hard sci-fi a la receta . El resultado, si bien es completamente disfrutable, no ofrece nada fuera de lo convencional ni en desarrollo ni en resultado, aunque como ya decía antes, este primer arco no es más que una mera puesta en escena de lo que nos deparará Lazarus.

Para acabar, es imposible no dedicar un pequeño párrafo para alabar en solitario el trabajo de Michael Lark, dibujante del que poco hay que añadir si se conoce su carrera: reconocido por su inmenso trabajo en series de corte noir y policial (La escena del crimen, Daredevil, Gotham Central), también ha dejado muestras de su particular trazo, más camaleónico de lo que pudiera aparecer a primera vista, en la ciencia ficción (Terminal City) e incluso en las cabeceras más superheroicas para DC y Marvel (The Pulse, Superman: La guerra de los mundos). Aquí se moverá en un espectro en el que tocará todas estas temáticas que le son tan familiares, con su conocido trazo que oscilará siempre entre sus conocidos puntos fuertes y flacos, con lo que ello conlleva; éstos son, el manejo de las sombras y el encuadre cinematográfico como puesta en escena del guión, frente a una narrativa demasiado estática marca de la casa, que aún así no resta ni una pizca de disfrute de sus planchas. Destaca, además, un diseño de personajes muy atractivo que nos hará fácilmente reconocibles a todos desde un primer momento, uno de los problemas que más suelen abundar en los dibujantes de trazo oscuro que disfrutamos en el noir y adyacentes actual, pero que no acusa para nada Michael Lark.

En definitiva, un trabajo con dos grandes nombres de la industria, que no rompe moldes con su irrupción en el mercado, pero que presenta los suficientes alicientes y los mimbres necesarios para empezar a despuntar a nada que se empiecen a desarrollar tramas tan jugosas como las que pueden surgir de explorar las consecuencias de los actos de la familia Carlyle respecto a Forever, o las posibilidades de un mundo en el que la mayor parte de habitantes del planeta viven en suburbios de las migajas que les dejan los poderosos. Hay muchos caminos para seguir, y el próximo arco ya pinta muy atractivo con el pasado de Eve, así que esperaremos nuevas entregas a ver qué nos ofrecen Rucka y Lark.

Firma Invitada: Christian Garrido