Boca de diablo. Lecturas de verano (01)

Boca de diablo es un relato apasionante que mezcla historia, espionaje y elementos paranormales. Yuri – luego conocido como Billy Budd – se adentra en la sociedad norteamericana de la década de los setenta para destapar sus debilidades. Su falta de apego a cualquier bando le obliga a buscar una salida arriesgada y personal.

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Edición original: Bouche du Diable (Casterman. Enero, 1990)
Edición nacional/ España: Boca de diablo. Norma Cómics. Abril, 2015
Guion: Jerome Charyn
Dibujo: François Boucq
Color: François Boucq
Formato: Cartoné. 128 páginas
Precio: 20€

Boca de diablo de Jerome Charyn y François Boucq es uno de los cómics más injustamente ignorados del panorama europeo de las últimas décadas. Quizás el ninguneo se deba a su final abierto, quizás a su extraña mezcla de géneros y sensibilidades, quizás porque al tratarse de una historia cerrada y no de una serie ha sido más fácil que pasase desapercibido… En todo caso me gustaría reivindicar este excelente thriller de espionaje, con toques místicos, ligeras ráfagas sobrenaturales y espíritu ecléctico.

La historia se centra en Yuri, un huérfano ucraniano adoptado por una familia campesina rusa que le propina un trato cruel. Yuri tiene problemas con sus numerosos hermanastros que se burlan de su malformación en el labio superior. Al escaparse es recogido por el ejército ruso que lo interna en un campo de adiestramiento para futuros espías. Allí le operan el labio y lo entrenan en numerosas disciplinas militares y sobre la cultura del enemigo. Cuando está preparado, tras varios años de duro entrenamiento, Yuri se convierte en William Budd y es destinado, como agente encubierto, a la ciudad de Nueva York donde trabajará como peón en la construcción de rascacielos. Estamos en la década de los setenta del siglo pasado y la Guerra Fría está en su máximo apogeo…

Charyn nos muestra la profunda deshumanización que imperaba tanto en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas con su sociedad ultra regulada y paranoica, como en los Estados Unidos de América donde el ultra liberalismo conservador aplastaba sin piedad a la mayoría de sus ciudadanos, en detrimento de las élites económicas y sociales.

Los únicos momentos de liberación que Yuri experimenta realmente son los que pasa en lo alto de las estructuras esqueléticas de los rascacielos en construcción. Allí conoce a Águila Roja, un jefe indio que trabaja de peón como él. Allí arriba entablan amistad y consolidan lealtades. Es interesante como tanto un cabecilla indígena que ha perdido su familia, sus territorios, su cultura y su identidad como un joven ucraniano que no ha tenido nada de eso en toda su vida, se encuentran cómodos por encima de la vorágine humana, a cientos de metros de altura donde casi no les llega el eco de la sociedad moderna ni tampoco de sus integrantes.
Yuri se encuentra el mismo panorama en cada uno de los bloques en conflicto. En la URSS se enfrenta al fanatismo político y a la represión indiscriminada que lo anula como persona. En los Estados Unidos a una jungla despiadada y la marginación social. Sus únicos sostenes son el profesor Grigori en su etapa de formación y Aguila Roja en la de infiltrado. Son los que le enseñarán que existe algo más que la simple lucha por la supervivencia y la guerra por la supremacía mundial. En cambio el coronel Stavroguine de la NKVD – el primero que advierte el potencial de Yuri – representa su sometimiento, las fuerzas que lo han convertido en un ser casi sin voluntad ni esperanza.
Por esto el poético final ideado por Charyn y Boucq es el único posible. Desesperado y con un punto de incertidumbre.

En Boca de diablo este gran artista llamado Boucq hace uno de sus mejores trabajos y esto son palabras mayores. Su estilo proveniente de la caricatura se vuelve más realista que al inicio de su carrera y a pesar de ello consigue aprehender el hálito mágico que Charyn le introduce en la historia. Divide su página en tres tiras de dos o tres viñetas aunque a menudo usa el cuadro panorámico para ocupar toda la tira. Alterna secuencias descriptivas, elegantes y eficaces, con otras de acción mucho más espectaculares. Su visión de la cumbre de los rascacielos en construcción es asombrosa, de una veracidad y belleza que cortan el aliento y también se luce en pasajes más claustrofóbicos como los del alcantarillado de Nueva York o sus calles más degradadas. El color, aplicado por el propio Boucq, presenta una paleta de verdes, naranjas y azules de tonalidades apagadas que delimitan los escenarios y que contrastan con los rojos intensos de incendios o explosiones y sobre todo con el azul intenso y límpido del cielo por encima de la polución de la Gran Manzana. Su diseño de personajes es eficaz y original aunque tiene cierta tendencia al feísmo y su descripción del entorno natural y urbano es asombrosa, llena de detalles pero que nunca entorpecen la narración.

Jerome Charyn nació en el barrio del Bronx en Nueva York en 1937. Es novelista, ensayista y escribe guiones de cómics. Especializado en novela negra su serie más conocida está protagonizada por Isaac Sidel de la que ha escrito más de una docena de novelas entre 1997 y 2017. Es autor de numerosos ensayos sobre la cultura norteamericana como Metropolis (1986), Movieland (1989) o Gangsters and Gold Diggers (2003) además de algunas biografías.
En el campo del cómic debuta en 1986 junto al dibujante Jacques Loustal para realizar el álbum Les frères Adamov. Otras de sus obras son: La mujer del mago (1986) y Boca de diablo (1989) con arte de François Boucq, Margot in Badtown (1991) y Margot queen of the night (1995) con Massimiliano Frezzato, El colmillo de la serpiente (1997) con dibujos de José Muñoz o Marylin la dingue (2009) con dibujos de Frédéric Rebéna. En 2014 vuelve a colaborar con François Boucq con la obra Little Tulip, publicada por Le Lombard.
En 1986 el Festival Internacional de Angoulême otorgó el Premio a la Mejor Obra a La mujer del mago, un álbum realizado junto a François Boucq.
Sigue viviendo en Nueva York donde sigue escribiendo y cultivando pasiones como el baseball y el tenis de mesa.

Escena onírica con un curioso homenaje a Mort Cinder

François Boucq realizó el arte de Boca de diablo con 34 años. El dibujante nació en la ciudad francesa de Lille en 1955, donde reside actualmente. Estudió Bellas Artes y en 1974 viaja a París para dar a conocer sus trabajos humorísticos. Recibe encargos de Le Point, L’Expansion, Le Matin de Paris o la versión francesa de la revista Playboy. Otra vez en Lille, empieza a colaborar en revistas de cómics como Mormoil, Pilote y Fluide Glacial en colaboración con guionistas como Delan o Pierre Christin. Es en otra de estas revistas mensuales – (A Suivre) – que obtiene su primer éxito con una serie de historias cortas con guion propio agrupadas bajo el título genérico de Pioneros de la aventura humana. En esta época empieza también la colaboración con el novelista y escritor Jerome Charyn con obras como La mujer del mago (1986) y la extraordinaria Boca de diablo (1989) donde adopta un estilo más realista cercano al de uno de sus maestros; Alexis.
Realiza numerosos trabajos de ilustración entre los que destacan las portadas para la saga de novelas San-Antonio del escritor Fréderic Dard. En 1991 empieza su colaboración con otro de sus guionistas habituales, Alejandro Jodorowsky con el que firma Cara de luna y más tarde El tesoro de la sombra (1999) y la serie Bouncer, un western original del que han realizado conjuntamente 9 historias y que a partir del décimo álbum es responsabilidad exclusiva de Boucq, tanto en el guion como en el dibujo. En 2018 se publicó en Francia el undécimo tomo con el título de L’échine du dragon.

Otros trabajos de François Boucq son la serie El Janitor con guion de Yves Sente, con 5 álbumes realizados entre 2007 y 2017 o Colonel Amos (2011) con guion de Alcante.
François Boucq combina sus trabajos en la BD con la ilustración de carteles, portadas de libros o discos y como dibujante del juicio del caso del Hotel Carlton de Lille.

La edición de esta obra a cargo de Norma Editorial es impecable. El álbum es en tapa dura, en un tamaño más grande que el clásico tomo europeo, con papel de calidad y excelente reproducción. En las últimas páginas se incluyen algunos bocetos preparatorios de la obra y breves biografías de los autores. El precio es bastante competitivo para la cantidad y calidad de producto que se ofrece.

Ahora que los rigores del verano aprietan como nunca es un buen momento para recuperar algunas obras como Boca de diablo, un thriller de espionaje apasionante y de una calidad gráfico-narrativa insuperable. El perfecto entendimiento profesional entre el guionista y el dibujante, entre Jerome Charyn y François Boucq nos acaba regalando una historia emocionante, llena de momentos extraordinarios y que cuestiona con acierto la deriva autoritaria que desde la década de los sesenta del siglo pasado está tomando sin remisión la sociedad occidental. La cultura y la espiritualidad pueden ser unas de las pocas vías de escape frente a la imposición de los bloques dominantes. Yuri y Águila Roja emprenden un camino desconocido y sin retorno con el único equipaje de la confianza y la lealtad; y van hacia él, como el águila moteada…

Salut!

Edición original: Bouche du Diable (Casterman. Enero, 1990) Edición nacional/ España: Boca de diablo. Norma Cómics. Abril, 2015 Guion: Jerome Charyn Dibujo: François Boucq Color: François Boucq Formato: Cartoné. 128 páginas Precio: 20€ Boca de diablo de Jerome Charyn y François Boucq es uno de los cómics más injustamente ignorados…
Guión - 9
Dibujo - 10
Interés - 10

9.7

Superlativa

Una historia diferente y apasionante, dibujada de manera maravillosa

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sibaix
sibaix
Lector
1 agosto, 2019 13:50

Totalmente de acuerdo para mi la mejor obra del dibujante que esta magistral.