Una de las claves fundamentales de la Legión de Superhéroes es la de tener en sus historias un claro componente de saga de ciencia ficción. Traicionar ese concepto base, es probablemente uno de los errores más recurrentes en los que se ha tropezado a la hora de escribir a este grupo (maldito por su posición temporal dentro del Universo DC) en los sucesivos relanzamientos que ha sufrido (no disfrutado) a lo largo de las últimas dos décadas. Fruto de ellos es que de alguna forma existe la ley, no escrita, de tener que narrar el origen de la Legión, con el firme propósito de intentar cuadrarla dentro de la continuidad. El fracaso ha sido la norma a estos intentos.
La frustración que esos cinco (podría debatirse que incluso seis) reinicios generan entre los aficionados, no hace que la esperanza se pierda, siendo un grupo querido y seguido por unos fieles lectores que apoyan de forma incondicional a sus personajes preferidos cada vez que llega un nuevo intento por conciliarlos en el Universo DC.
En la primera entrega de la serie (sin contar el cero) ya se comentó de forma clara y directa que Bendis se hacia cargo del grupo haciendo gala de una narrativa descompresiva elevada a la enésima potencia, capaz de poner a prueba al lector más paciente. Las primera tres entregas de Bendis esconden retazos de lucidez que invitaban a seguir apostando por su propuesta y es por ello por lo que le dedicamos una nueva reseña al grupo, aprovechando la llegada de la segunda entrega de la serie por parte de ECC.
El saber y oficio de Bendis es grande. No reconocerle dichas cualidades sería menospreciar a uno de los guionistas más relevantes del siglo XXI. Conocedor del medio como pocos, encara la escritura de estos números a sabiendas de que es necesario hilvanar adecuadamente algunos de los conceptos que lanzó al lector en la primera entrega o, de lo contrario, se expone a la perdida de este. Ha llegado el momento de dar respuesta a algunas de las cuestiones ocultas de esta nueva Legión y para ello hace uso (de nuevo) de Jon Kent, al que sienta frente a Computo para descubrir que mecanismos activaron la creación por parte de Planetas Unidos, de un grupo de héroes.
Bendis pone en marcha los resortes necesarios para que los lectores conozcan a estos nuevos legionarios, al grupo central, Saturn Girl, Relámpago y Cósmico, pilar fundador de la Legión. Y lo hace mediante una vieja treta, que es contar algo nuevo con el sabor de antaño. Los lectores más curtidos sabrán reconocer a la perfección como el guionista de Superman, mueve los hilos para que su historia resulte distinta, pero en el fondo narre lo mismo que se contó hace ya muchas décadas sobre la fundación de la Legión de Superhéroes. Los cambios son evidentes, pero no generan asperezas, pues funcionan bien y su inclusión resulta más orgánica. Tan orgánica como que satisface a los veteranos y los novatos de la Legión (siempre y cuando no se sea profundamente estricto con los temas de continuidad, claro).
Bendis en esta entrega profundiza en cada uno de los legionarios fundadores, en su vida antes de la Legión de Superhéroes, su “fichaje” y su evolución dentro de una idea que nace con el propósito de inspirar. Son páginas que demuestran el buen hacer del guionista que cuando es necesario concentra al máximo la esencia de lo que desea narrar y compacta la narración de tal forma que logra contar mucho en apenas cuatro páginas. Si había dudas al respecto sobre si Bendis iba a ser capaz de saber moverse en la colección, con esta entrega quedan muchas disipadas (otras siguen en el aire)
El guionista de Naomi no desaprovecha la ocasión para ir colocándose las fichas en la posición adecuada, de tal forma que en un futuro más o menos cercano, disponga de las semillas necesarias para hacer crecer el bosque. Ahí queda el soliloquio de Brainiac 5 como palpable muestra de ello, lo que es sin duda toda una declaración de intenciones que bien vale tener en mente a lo largo de los próximos meses.
En lo visual tenemos dibujante de lujo con el habitual Ryan Sook, que se ve respaldado por otro dibujante de lujo, de los grandes, Mikel Janin, que se encarga de cubrir a Sook de forma magistral en dos de los tres números que comprenden esta segunda entrega. Janin, fiel a su estilo regala al lector su característico estilo limpio, con una narrativa casi cinematográfica, amoldándose a las exigencias de la historia de Bendis. Janin sabe a la perfección como hacer que el lector no añore a Sook. Su trabajo brilla y lo hace de forma clara. Si Sook necesita ayuda para poder llegara las fechas de entrega, con Janin como lugarteniente lo que tiene es más un rival con cualidades para encargarse de la serie. Janin y Sook, con la ayuda de Scott Godlewski, logran plasmar a la perfección un entorno moderno, que destila ciencia ficción por los cuatro costados, con una narrativa que juega con la posición de las viñetas de forma original, pero sin caer en estridencias. Los tres dibujantes logran hacerse con su espacio y adaptarse bien a las necesidades de Bendis.
En definitiva, una segunda entrega que convence más y mejor que su predecesora, con un tono más cercano al que la Legión debe tener y que parece abrir un elegante y prometedor futuro a la Legión de Superhéroes. Bendis es fiel a si mismo, pero sabe también que debe plegarse a las necesidades de la historia que plantea, por lo que no juega a desesperar, sino a complacer al lector que se verá recompensado en la lectura.
Guion - 6
Dibujo - 8
Interés - 8
7.3
Mejorando.
Con esta segunda entrega la serie da un paso a delante en conceptos e ideas. Resuelve mejor el conflicto planteado en la primera entrega donde el guionista apenas contaba nada, para avanzar de forma clara y poner las bases de los que espera a los Legionarios en el futuro.
Justo la semana pasada me leí al fin un pendiente de una década: Legión de 3 Mundos de Johns y George Perez. La verdad después de terminar esa obra maestra (para mi la definitiva de Johns, cuando estaba en punto caramelo, y con un Perez dando sus últimos coletazos en lo que mejor sabía hacer), que en vez de ignorar lo pasado unía todas las versiones, me parece difícil de superar. Leí el primer número de esta Legión, y la verdad creo que me quedo afuera. Veremos en 10 años…