Donde Lena salva el mundo, manteniendo la calma
«Y sepa, por si le interesa, que ciertos países, si supieran lo que ha hecho, le levantarían una estatua…»
En el pasado, Hélène Desrosières perdió a su marido y a su hijo en un atentado. Ahora está colaborando con los servicios secretos franceses realizando misiones de enlace de las que casi siempre desconoce el resultado final. Son encargos que le ayudan a desconectar de su vida cotidiana, que consiguen que pueda adoptar otra personalidad, pero, sobre todo, que le permiten huir de sus emociones y de sus recuerdos. Por su capacidad mnemotécnica, por su formación diplomática y por su inteligencia natural es la candidata ideal para realizar estas actividades secretas y las acaba ejerciendo a la perfección. Pero está empezando a cansarse de esta forma de vida…
Si se acercan por primera vez a Lena, no esperen encontrarse con una obra llena de persecuciones rápidas ni furiosas, tampoco busquen corporaciones secretas creando poderosos asesinos que luego acaban rebelándose. Pero que los autores no usen fuegos artificiales no significa que la serie esté exenta de intensidad. La escalofriante escena del adoctrinamiento de las mujeres suicidas, las mártires como las llaman ellos, por parte del jeque Sagheb demuestra que se puede ser riguroso con la realidad, comedido en las formas y ofrecer una terrible y perfecta descripción del fanatismo religioso, del machismo más desaforado y de la cobardía más extrema. Christin y Juillard nos enseñan de una forma cristalina como los fanáticos retuercen cualquier aspecto de la vida, incluso sus propias sagradas escrituras, para justificar y expandir sus criminales argumentos, para dar una cobertura moral a sus asesinatos suicidas que, evidentemente, no perpetran ellos.
En las tres historias recopiladas en esta edición integral vemos a la protagonista viajando por el todo mundo repartiendo paquetes misteriosos a misteriosos destinatarios, también la encontramos infiltrada en una célula terrorista o ejerciendo de maestra de ceremonias en una conferencia de paz sobre el Oriente Medio. Todos estos cometidos los realiza con una profesionalidad absoluta mientras, poco a poco, va reconstruyendo su propia existencia.
En Lena podemos encontrar algunas de las mejores características que definen la escritura del guionista de Las leyendas de hoy; como son el exhaustivo conocimiento de los temas tratados, incluso los más herméticos y desconocidos; una ausencia total de demagogia; la insistencia en los pequeños detalles que acaban conformando un relato rico en matices y lleno de verdad; una visión social de la historia y un interés casi enfermizo por la política estratégica mundial, por los grandes conflictos internacionales contemporáneos. Resulta curioso comprobar como el tercer tomo de esta serie nos recuerda, en algunos aspectos, a una de las mejores historias que Christin ha escrito, la titulada Partida de caza, que narró y pintó de manera magistral el gran Enki Bilal.
Así mismo, el lector más versado en la obra de este guionista puede encontrar un velado homenaje que el artista le brinda en la secuencia inicial del tercer tomo, muy parecida a la maravillosa obertura del álbum de la serie Valerian, titulado Los espectros de Inverloch. Una página prodigiosamente coreografiada y dibujada por Jean-Claude Mézières.
En el apartado artístico y narrativo, la labor de André Juillard se merece un enorme aplauso. Pese a que asociamos su estilo al de la aventura histórica e incluso a la crónica sentimental, en Lena realiza un trabajo muy solvente, con momentos hermosos y con escenas de gran una complicación narrativa resueltas de una manera brillante. Podemos destacar, por ejemplo, la secuencia del atentado fallido en el mercado parisino donde se entrecruzan tres líneas de acción y donde todo está perfectamente explicado, incluso una terrible novedad – al menos para el que escribe estas líneas – que consiste en que las mochilas bomba no solo tienen un dispositivo manual para accionar el detonador, sino que también incluye uno de remoto para accionar a distancia mediante telefonía móvil, por si el terrorista suicida se arrepiente en el último instante…
Juillard parte de un esquema rígido de página que comprende tres tiras con dos o tres viñetas irregulares cada una. Esta división estructural la rompe en contadas ocasiones, especialmente en la última página de cada tomo. Con esta parrilla estable consigue mantener un ritmo sostenido de la narración, un flujo constante de los acontecimientos que acentúa el carácter monótono y cotidiano de la mayoría de situaciones descritas en la serie.
La definición de los personajes es correcta. El artista francés camufla su propensión a las figuras estáticas con oficio y recursos narrativos. Sus personajes son perfectamente reconocibles y poseen una gran riqueza de registros faciales con las que el artista acentúa las escenas y nos acerca a los protagonistas. Los decorados y los paisajes son hermosos, exactos y no entorpecen la lectura y el color es funcional, centrado en los tonos más suaves del naranja, el verde y el azul.
Este integral incluye los siguientes álbumes:
Le long voyage de Léna/El largo viaje de Lena (2006)
Léna et les trois femmes/Lena y las tres mujeres (2009)
Léna dans le brasier/Lena en el brasero (2019)
La realización física y el diseño general del álbum a cargo de Norma Editorial es muy buena. El tomo es en cartoné, tiene un tamaño generoso, un papel adecuado y buena impresión. No ofrece ningún tipo de contenido extra, ni escrito ni gráfico, ni tan solo incluye las portadas originales. El precio es razonable.
Lena es una serie muy interesante, realizada con una gran solvencia artística, que nos enseña un aspecto sórdido de las relaciones internacionales sin sensacionalismos ni absurdas dosis de espectáculo. El guionista Pierre Christin y el artista André Juillard se esfuerzan para ofrecernos un relato veraz, riguroso y al mismo tiempo emocionante. Y en bastantes momentos lo consiguen. Pero su propósito principal es darnos a conocer a un personaje lleno de matices, torturado por el pasado, pero que consigue salir adelante gracias a una gran determinación y a una profunda humanidad.
Al final de la segunda historia Hélène reflexiona y nos obsequia con una frase que resume de una manera perfecta el sentido general de la serie: “Contemplo el Volga inmenso, y sigo sin saber si debo sentir vergüenza u orgullo por lo que he hecho”. Pero, en realidad, esta no es la principal de sus preocupaciones…
Salut!
Lo mejor
• Un personaje protagonista de gran calado.
• Una historias bien documentadas y sin artificios.
• Un aspecto formal y artístico muy hermoso.
Lo peor
• La sobriedad de la edición de Norma.
• Cierto estatismo en los personajes.
Guion - 9
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8.5
Contenida
Una edición integral que nos permite apreciar la obra en su conjunto de una manera mucho más intensa y satisfactoria
Gracias por tu reseña. Creo que estos tres albumes incluyen algunos de los mejores guiones de Pierre Christin. En cuanto a Julliard, soy un absoluto devoto de su trabajo. Solo hay que ver la expresividad del rostro de Lena en la primera imagen de esta reseña, para comprobar que es uno de los más grandes dibujantes
Excelente reseña Tristan. Tengo muchas ganas de leer este integral. Soy muy fan del arte de Juillard, para mi, uno de los mayores exponentes del estilo de línea clara del cómic francobelga
Línea clara yo lo veo más próximo al estilo naturalista, con más detalle y más realista aunque quizás si tiene un toque.
Coincido plenamente con tu análisis de la obra, guión y dibujo solidos, el dibujante se luce mostrando numerosas localizaciones y la protagonista resulta interesante sin necesidad de mostrar mucha acción, un guión que se recrea más en el camino que en el desenlace y lo hace muy bien.