LEONES, TIGRES Y OSOS, de Mike Bullock y Jack Lawrence

 

Edición original: Lions, Tigers and Bears, núms. 1 a 4; Image Comics.
Edición España: agosto de 2006; Norma Editorial.
Guión: Mike Bullock.
Dibujos, entintado y color: Jack Lawrence.
Formato: tomo recopilatorio de 96 págs.
Precio: 10 €.

 

En la convención de Cómics de San Diego de 2004, un par de jóvenes e ilusionados autores llamados Mike Bullock y Jack Lawrence comenzaron a hacer circular una preview de 8 páginas de un proyecto titulado Leones, Tigres y Osos. La intención era captar la atención de alguno de los muchos editores presentes en el evento para lograr publicar la historia en forma de miniserie, con la fortuna de que la iniciativa causó una grata impresión entre los profesionales del medio. De entre todos ellos, el que mostró más entusiasmo fue Erik Larsen, quien ejerciendo funciones de editor de Image Comics cumplió el sueño de Bullock y Lawrence: ver publicada una serie que no parecía reunir los requisitos necesarios para augurar grandes cifras de ventas, principalmente por contar con dos autores semidesconocidos, y por situarse temática y estilísticamente en las antípodas del cómic mainstream contemporáneo. Por fortuna, aunque muy de vez en cuando, los milagros existen. Pequeños milagros fruto de la conjunción del talento, ilusión y entusiasmo de dos autores unidos por una visión común de la narrativa y el entretenimiento.

La historia de cómo se conoció el equipo creativo de esta serie no deja de ser la suma de un cúmulo de casualidades. Antes de recibir un cálido e inesperado respaldo de los lectores por su trabajo en Leones, Tigres y Osos, Mike Bullock compaginaba su pasión por el mundo de la música (ejerciendo tareas de promotor y periodista especializado en la materia) con la de columnista de la web Broken Frontier, centrada en el mundo del cómic. Esta ocupación propició su primer encuentro con Lawrence, con motivo de una entrevista concedida por el dibujante para comentar diversos aspectos acerca de uno de sus primeros trabajos: la serie Darkam Vale. Al parecer, la conexión y el entendimiento fueron totales, de forma que entrevistador y entrevistado llegaron a mostrar su predisposición a trabajar juntos en un futuro no muy lejano. Pero lo que no dejaba de ser un comentario formulado en un tono muy hipotético, terminó por plasmarse en la realidad cuando tras abandonar la serie en la que trabajaba, Lawrence se unió a Bullock y a Frederik Hautain para fundar la compañía Runemaster Studio, especializada en el desarrollo de historias para videojuegos, cintas de animación, cómics, y todo medio en el que tuvieran cabida historias imaginativas para todos los públicos. Precisamente fruto de esta iniciativa vio la luz Leones, Tigres y Osos, publicada por Norma Editorial en el presente mes de agosto.

En la contraportada de la edición española podemos leer la siguiente…

SINOPSIS: “Cuando la abuela de Joey le regala a su nieto unos peluches muy especiales, la vida del chiquillo cambiará para siempre, porque los leones y tigres que forman parte de La Manada Nocturna cobran vida al oscurecer y pueden llevar a Joel a un mundo de fantasía…donde el peligro acecha en cada esquina”.

Tras disfrutar con la lectura de este cómic, lo primero que me vino a la mente es que no deja de resultar curioso el hecho de que partiendo de un planteamiento argumental clásico, elementos comunes y recurrentes del género fantástico, y personajes en buena medida arquetípicos, Leones, Tigres y Osos representa todo un soplo de aire fresco. Acostumbrados a crossovers y grandes eventos, líneas argumentales rocambolescas, muertes, resurrecciones, y la indiscriminada utilización de la violencia, la aparente sencillez de esta obra resulta tan conmovedora como meritoria.

La Manada Nocturna, integrada por Ares, Pallo, Minerva y Venus, acompañarán tanto a Joey como al lector en un viaje por un mundo plagado de fantasía, imaginación y grandes peligros, que sirve como reivindicación de la sensibilidad, la inocencia y la honestidad en la industria del entretenimiento.

Con reminiscencias de grandes clásicos del género fantástico como Alicia en el País de las Maravillas, El Mago de Oz, o incluso La Historia Interminable, y guardando similitudes más que razonables cómics como Leave it to Chance o Tellos, Bullock y Lawrence narran de forma sutil y pausada un relato en el que se indaga a conciencia acerca de temas que nos han acompañado durante nuestra infancia (y buena parte de la madurez): la necesidad de seguridad y atención, el aislamiento y el sentimiento de pérdida, el valor de la amistad, el compañerismo, los terrores y miedos personales, en ocasiones manifestación de la soledad, y por encima de todo, el poder de la imaginación.

En este sentido, los guiones de Bullock sorprenden al lector por su concisión y originalidad, logrando que ésta resulte una lectura muy amena y agradable, apta para todos los públicos. Pero a primera vista, lo primero que llama la atención de este cómic es el trabajo realizado por Jack Lawrence, quien muestra un estilo limpio, claro y caricaturesco, con indisimuladas influencias tomadas del mundo de la animación. Su expresividad, dinamismo y la aplicación de un impresionante coloreado dotan al Reino de los Peluches del grado de fantasía y viveza necesario para lograr que el lector empatice con los personajes, hasta el punto de retrotraerlo a momentos de su infancia en los que, haciendo uso de la imaginación, todo era posible.

En resumidas cuentas, estamos ante una obra perfecta tanto para propiciar el acercamiento de los más jovenes al mundo del comic, como para que los menos jóvenes rememoremos nuestra infancia esbozando una sonrisa de complicidad y satisfacción.

Enlaces de interés:

– Artículo acerca de la colección, escrito por Alberto Benavente.

Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)