Lex Luthor

Lex Luthor, el villano por excelencia del mayor superhéroe de todos los tiempos: Superman. No estoy seguro de si Jerry Siegel y Joe Shuster eran realmente conscientes del personaje que estaban creando cuando surgió de sus mentes Lex Luthor. La mayor némesis terrestre del Hombre de Acero es un hombre sin poderes, muy vulnerable físicamente, pero con una inteligencia tan excepcional como enorme su egolatría, en contraste con la solidaridad del kryptoniano. Polos opuestos el uno del otro. El paso del tiempo y los haceres de los distintos guionistas han ido moldeando a Lex Luthor hasta convertirlo en uno de los villanos más carismáticos y peligrosos del universo DC. Tal es su importancia que el calvo más famoso de Metrópolis ha protagonizado algunos cómics, entre ellos Lex Luthor (Hombre de Acero), una serie limitada de 2005 escrita por Brian Azzarello y dibujada por Lee Bermejo que ECC Ediciones ha querido reeditar recientemente en un tomo recopilatorio.

El dúo de autores se propuso contar en las cinco entregas de las que se compone Lex Luthor: Man of Steel cómo piensa y actúa el archienemigo de Superman. Por qué es un hombre tan inteligente y por qué le provoca tanta animadversión el héroe kryptoniano. Lo que nos encontramos es el día a día de un hombre de negocios de mucho éxito. Lex (como quiere que le llamen los que le conocen) es un tipo que se muestra humanitario, ayuda a sus empleados, mejora la ciudad en la que vive, hace crecer a su compañía y cree que puede hacer mucho por el mundo. De hecho está convencido de que podría acabar con muchos de los males que lo azotan, pero tiene un problema: Superman.

Lex considera a Superman un escollo para el desarrollo y avance de la humanidad. Pero para que se logre ese avance debe haber siempre problemas y luego soluciones. Él mismo también tiene sus problemas y siempre busca la solución a cada uno de ellos, así que va a buscar una para el obstáculo de Superman. Luthor considera que la llegada del alienígena con súper poderes ha relajado las expectativas de la humanidad, acostumbrada a sobreponerse a situaciones críticas. Es ahora Superman quien arregla esos problemas y por tanto la gente ha dejado de preocuparse por mejorar. Por tanto, Luthor se autoproclama salvador de la especie y prepara una estrategia para acabar con la amenaza del que lleva el falso nombre de Súper Hombre.

Sin embargo, ésta no va a ser una tarea fácil y limpia. Lex hará lo que sea con tal de conseguir su propósito y es aquí dónde veremos la verdadera cara del protagonista. Porque detrás de ese hombre de éxito y simpático en las distancias cortas, existe un tipo calculador y cruel, capaz de hacer lo que sea por cumplir sus objetivos, así que “el fin justifica los medios” se convertirá en el leit motiv del villano. Y si alguien se interpone en su camino, ya sea un líder sindical o un periodista del Daily Planet, habrá que encontrar la manera más efectiva de salvar el obstáculo.

Lex juega una partida de ajedrez en la que casi no vemos al rival, porque ciertamente Superman aparece poco en este cómic, pero sí al villano jugar sus fichas y sacrificarlas sin miramientos en pos de un jaque mate. Luthor utiliza incluso sus sentimientos para conseguir sus propósitos, por eso el título de Luthor: Hombre de Acero no puede venirle mejor al personaje y que de paso sirve para darle una doble interpretación al sobrenombre que siempre ha acompañado a Superman (y que por algún motivo inexplicable ECC ha decidido obviar en el título traducido de la obra).

LO BUENO

Este viaje interior a la mente de uno de los villanos más importantes del Universo DC sirve para entender mejor su manera de pensar. El lector puede sentir cierta simpatía y acercamiento hacia Luthor, hay algo su razonamiento que tiene mucho sentido. ¿Que pasaría si Superman y su buenas intenciones fueran una pose? ¿Y si un día decide cambiar de idea y poner a la Tierra bajo sus órdenes? Alguien tendría que controlarlo. Pero por otro lado ¿Realmente Lex se cree esta deducción? ¿O es una manera de autoconvencerse? Si es muy difícil que él mismo abandone su egoísmo galopante, del mismo modo e igual de complicado será que Superman se convierta en un dictador mundial. Así que a poco que escarbemos en la psique de Luthor nos damos cuenta de que tiene un serio problema.

Además, es interesante ver cómo Luthor, por ejemplo, acusa a Superman de ver a la humanidad como insectos, cuando él realmente utiliza a la gente para sus propósitos y con frialdad, extorsionando o asesinando a los inocentes que hagan falta con tal de lograr sus objetivos. Otro caso de la manipulación de Luthor es el de las mujeres que lo acompañan. Por un lado tenemos a Mona, su ayudante, quien claramente está enamorada de su jefe pero quien la trata como si fuera una máquina porque no reacciona ni ante sus encantos, ni a sus insinuaciones. De hecho la deja en evidencia cuando le cuenta que sabe cuales son sus sentimientos pero que jamás será correspondida. Por el otro lado tenemos a Hope, el ser que ha creado Lex para rivalizar con Superman, que es tratada como si fuera una humana normal y corriente y por la que siente cierto afecto, aunque luego demuestre que en el fondo es un hombre frío como el acero. Por tanto, tenemos aquí una inversión de roles femeninos.

Contar también que el arte de Lee Bermejo le viene bien a este cómic, aunque no tiene demasiadas escenas de acción para lucirse como podría hacerlo en otra obra con Superman como protagonista. Pero precisamente la caracterización de este personaje es, personalmente, lo que más me ha gustado. Siendo un cómic con Luthor como eje central, parece adecuado que el superhéroe sea presentado con carácter amenazador, como si fuera realmente el villano visualizado a través de los ojos de Lex.

LO MALO

Hay un momento en la trama del cómic que aparece Batman enfrentándose a Superman. No desvelaré los motivos del enfrentamiento, pero sí que Luthor está de por medio. Lo confuso de este encuentro es que no queda muy claro si Batman y Superman se conocen, en qué momento de la historia DC sucede todo esto y cómo es que Kal-El sabe del encuentro entre Luthor y Bruce Wayne. Hay una serie de elipsis en esta parte de la narración que no ayudan a entender la narración.

Hay otro aspecto de los personajes femeninos que no me termina de convencer, y es que tanto la secretaria de Lex como la superheroína artificial son personajes que se desarrollan dependiendo de Luthor y por tanto parece que la existencia de ambas depende de él. Personajes interesantes pero que flojean en este aspecto.

En conclusión, para Azzarello Luthor podría pasar por una persona remarcable que mira por el bien de la humanidad. Sin embargo, tiene un problema muy grave que lo transforma: Superman. Si no fuera por la existencia del kryptoniano, tal vez esta mente iluminada no sería el ser insensible y despreciable que es. Por tanto no sería descabellado pensar que Superman también es su propio enemigo. Si él no estuviera en la Tierra, tal vez Luthor se dedicaría a otros asuntos más constructivos y convertirse en el héroe salvador que tanto le gustaría ser.