Liefeld entrevistado por Millar

El otro día teníamos a Mark Millar entrevistando a Stan Lee, y hoy le toca el turno a Rob Liefeld, de cuyas respuestas al conocido guionista escocés (quien encuentra fascinante la polarización de opiniones que causa Rob) se obtienen perlas y apuntes como los siguientes:

-Rob Liefeld creció en el seno de una familia cariñosa y conservadora. Su padre era un ministro baptista y su madre una feliz ama de casa.
Dada la obsesión de Rob con La Fuerza de Star Wars (filme que vio más de 30 veces con 9 años), su padre mantuvo una charla con él para que a su joven hijo no le ocurriese como a Tom Cruise con La Iglesia de la Cienciología.

-Como Rob se aburría en clase…dibujaba.

-Millar le pregunta cuando lo hizo por primera vez (no dibujar, sino lo otro), y Rob contesta que cuando ella estuvo lista y dispuesta.

-Debido a su radical estilo de dibujo, DC le mandó redibujar páginas de Halcón y Paloma para que tuviesen un aspecto más conservador, al menos hasta que le fichó Marvel y se permitió negarse a hacerlo.

-El editor Bob Harras fue un gran guía para él, porque le animaba a experimentar con el dibujo y a romper las normas preestablecidas.

-El formar parte del sello Image fue para él una oportunidad de explotarse a sí mismo según sus propios términos, de triunfar por méritos propios.

-En la época Image , Todd McFarlane fue su mejor amigo, y de él aprendió muchas cosas sobre el negocio de los cómics y su funcionamiento. Añade además que nunca sintió que estuviese compitiendo con Todd.

–Millar le pregunta que si es cierto que en 1992 ganó 20 millones de dólares, a lo que Rob contesta que es cierto, y que le quedaron 12 tras el paso por los impuestos.
Se compró 4 casa, 4 coches, un estudio, un jeep, 2 SUV´s, un deportivo y toneladas de páginas originales (de cómic, se supone). También le dió dinero a su familia, a la Iglesia, a sus amigos, y vivió una vida divertida (chicos de ADLO, de aquí podéis sacar mucho).
Afirma que la riqueza no le cambió y que trató siempre de mantener los pies en la tierra.

-Según Rob, la vieja generación de autores, de la que cita a John Byrne, le tenían envidia por ganar tanto dinero, llevarse a tantas chicas y demás, algo que le confirmó en persona su amigo Jeph Loeb.

-Por lo visto el spot de Levis en el que Rob salió durante 2 años también le reportó buenos beneficios y popularidad, y aunque fue emitido con posterioridad a las ventas millonarias de Youngblood, algunos achacan esa cantidad de ventas al impacto de dicho spot. Comenta que ese spot le convirtió en un blanco para las críticas.

-Lo mejor para él de Image fue la libertad que tenía, y lo peor las mentiras que fueron esparcidas. Insiste en que no le echaron de Image, sino que se fue por su propia voluntad. Sin embargo, como no le permitían irse en sus propios términos, comenzó la contienda legal y las peleas entre los miembros fundadores.
Aún así, a día de hoy les desea lo mejor a sus ex-compañeros.

-No le preocupan las críticas hacia la curiosa anatomía de los personajes que dibuja, porque tiene una fiel base de aficionados que le apoyado durante 17 años.

-Es un optimista respecto al futuro de los cómics, aunque es una industria que encuentra ahora más limitada que cuando él entró en ella. Cree que habrá una nueva explosión dentro de poco, y es un negocio que encuentra ahora más sano que hace unos años.

–Rob Liefeld llora mucho, es un gran llorón. De hecho tuvo que contener las lágrimas cuando llevó a sus 2 hijos a ver el Episodio III de Star Wars. Ni en sus más salvajes sueños imaginó que ser padre iba a ser tan divertido.
Cuando no contuvo las lágrimas fue con la reciente pérdida del hijo de Jeph Loeb, Sam, que murió de cáncer hace unas semanas.

-De los muchos últimos buenos cómics que ha leído destaca el Superman/Batman de su amigo Loeb, el Lobezno de Millar y Romita Jr., Los Muertos Vivientes, Los Ultimates, Teen Titans y House of M.

-La última buena película que ha visto es Batman Begins, a la que aplica un adjetivo que le será muy familiar: Awesome.

-El Rob de ahora es más relajado, trata de ser mejor persona debido a la existencia de su familia, ama la vida y considera que ha sido bendecido más allá de cualquier creencia.