Liga de la Justicia 3000 #03

 

Edición original: Justice League 3000 núms. 9 a 12 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: J.M. DeMatteis, Keith Giffen
Dibujo: Chris Batista, Howard Porter, Keith Giffen
Entintado: Howard Porter
Color: HIFI
Formato: Rústica, 96 págs. A color.
Precio: 8,95 euros

 

En toda historia debe haber un momento para la consolidación de los personajes y de los propios conceptos que se quieren desarrollar en la trama. Tras la obligatoria parte de presentación de los protagonistas, de su entorno, su situación inicial y plantear el conflicto que hace que todo se ponga en marcha, es también de obligado cumplimiento la necesidad de asentar todo lo expuesto, tomarse un descanso, sembrar nuevas tramas y plantear una nueva línea que permita definir adecuadamente el camino a seguir a partir de ese momento. De esta forma, bajo este estricto esquema, se construye esta serie en la que Keith Giffen, J.M. De Matteis y Howard Porter ha demostrado lo que se puede hacer con talento y espacio para trabajar con libertad. A fin de cuentas no hay nada mejor que disponer de todo un Universo a tu disposición sin las trabas de la continuidad, en el que además puedes versionar a los héroes más grandes como mejor te parezca y precises para contar tu historia.

Y es que estamos ante un número de transición, de planificación y de asentamiento tras lo acontecido en los dos números anteriores. Se trata entonces de volver a colocar la piezas de este ajedrez, de esta peculiar, diferente y a la vez conocida Liga de la Justicia de modo que volvamos a tener los conceptos de siempre vistos desde una nueva perspectiva.

Ha llegado el momento de avanzar y liberar a los personajes de sus ataduras iniciales y que mejor forma para hacerlo que tomándose unos números en los que los protagonistas tengan un momento para autodefinirse a sí mismos, encontrar su sitio en la historia general y especificarse a partir de este momento con identidad propia. Si inicialmente se nos presentaron de manera algo estereotipada, sin que ello resultara un hándicap, ahora llega el momento de adentrarnos más en sus personalidades y mostrarnos sus matices más interesantes. No se trata de recrear a Batman o Superman, se trata de reinterpretar a Batman y Superman dotándoles de nuevas y frescas personalidades que permitan disfrutar de toda la imaginación que destilan Giffen y DeMatteis.

En este número la Liga debe huir de los Cinco para poder sobrevivir. Las nanobombas que llevan en sus cuerpos son una amenaza lo suficientemente importante como para escapar a la otra punta del universo y tener un momento de respiro que les permita valorar su opciones. Sus enemigos atesoran un enorme potencial de destrucción y precisan de un nuevo enfoque para poder derrotarlos. Para ello piden asilo en Camelot Nueve, un planeta artúrico, que les permite poder diseñar un plan con el que verse libres de sus perseguidores de manera definitiva. O al menos eso es lo que ellos creen, ya que nuevos enemigos empiezan a aparecer en el horizonte con intenciones que distan mucho de ser amistosas.

Giffen y DeMatteis demuestran estar en plena forma y estar divirtiéndose plenamente escribiendo esta colección. En ella no dejan de seguir trayendo viejos conceptos para retorcerlos y amoldarlos a esta peculiar visión de su Liga de la Justicia Internacional. Ya no hacen uso continuado del humor, sino que lo reservan, como si de un néctar escaso y caro se tratara, para ir destilándolo progresivamente a lo largo de la historia. Un humor fresco y bien medido, que aporta y no resulta forzado, que ayuda a definir a los personajes y que demuestra quienes son los mejores escribiendo comedias de situación con superhéroes.

Giffen y DeMatteis nos regalan momentos de innegable calidad, como las carreras entre Flash y Superman, al más puro estilo de los años 70 y 80, pero con peculiar resultado, mientras podemos asistir a una de las mejores conversaciones entre Flash, Superman y Green Lantern que hayamos podido leer en mucho tiempo. La fuerza del diálogo, su contundencia y sobre todo el humor que hay detrás hacen que pasar las páginas sea todo un placer.

Como la portada del tomo no deja sombra de duda alguna sobre a quién tenemos de vuelta en la Liga, es de justicia hablar de dos de los personajes que mejor han sabido tratar y usar Giffen y DeMatteis a lo largo de toda su trayectoria en la JLI. Blue Bettle y Booster Gold, Azul y Oro, dos amigos de verdad capaces de hacer frente a cualquier cosa, inseparables por definición y que por alguna decisión editorial acabaron separados de la peor de la maneras posibles. Booster añorando a su amigo muerto. Pero sin entrar en detalles vuelven y vuelven por la puerta grande, dando lo mejor de sí mismos y dotando a la serie del punto que le faltaba para ser redonda. Giffen y DeMatteis son dos ingenieros de las palabras, de las situaciones épicas, el humor elegante y la locura y es por eso por lo que todos los aficionados disfrutamos de su trabajo conjunto en esta serie.

Por la parte gráfica solo se puede decir que Howard Porter no solo asienta su estilo, muy mejorado, sino que consigue darle un toque mucho más elegante a sus líneas rectas, ganando en expresividad, aunque aún deba trabajar más algunos rostros, sin perder espectacularidad y narrativa en el proceso. Todo un espectáculo visual que se ve mejorado por una aplicación de color, por el excelente trabajo que hace HIFI a modo de acuarelas, con difuminados y aguadas que hacen que el dibujo de Porter se potencie viñeta a viñeta. También es reseñable la labor de continuidad que aportan el propio Giffen y Chris Batista, que consiguen que resultado global resulte tremendamente homogéneo a nivel gráfico.

Una serie muy divertida, muy entretenida, con un claro sabor clásico pero fresca y novedosa. Un acercamiento que nadie debe perderse, ni los seguidores de antaño, ni los recién llegados, porque volver a leer al tándem Giffen y DeMatteis es todo un lujo que no abunda hoy en día. La serie perfecta para devolvernos la fe en los comics que consiguen mantenernos interesados de principio a fin y en los que al final lo que importa es lo bien que nos lo hemos pasado.