Edición original: DC Comics – agosto-noviembre 1998
Edición España: ECC Editorial – octubre 2013
Guión: Alan Davis
Dibujo: Alan Davis
Entintado: Mark Farmer
Color: Patricia Mulvihill
Portada: Alan Davis, Mark Farmer
Precio: 14,95 euros (tomo en tapa blanda de 160 páginas)
Dos años después de la inauguración de la nueva DC y sus cincuenta y dos partes, todavía corren caudalosos ríos de tinta (sobre todo digital) en torno a las bondades y maldades de este cambio. Mientras los meses se convierten en años y Dan Didio sigue al frente de una nave deceera que no termina de convertir sus franquicias en películas tan exitosas como las de antaño o las de su más directa competidora (con la gran excepción de la trilogía batmaniana dirigida por Christopher Nolan), no son pocos los lectores que ansían girar en modo reverso la moviola del cinexín deceíta y deshacer todo cuanto Flashpoint hizo (o rehacer todo lo que deshizo, que no lo tengo yo muy claro). Para quienes añoren los días anteriores a New 52 o, más aún, la inocente edad de plata de los años previos a Crisis en Tierras infinitas, aquí llega una nueva edición de El clavo, el homenaje que Alan Davis brindó a la Liga de la Justicia o, más bien, a todo el panteón de DC hace ya quince años.
El clavo se publicó originalmente como una miniserie de tres números en formato prestigio dentro del sello Elseworlds u Otrosmundos. Bajo esta etiqueta DC presentaba historias alternativas de sus personajes o versiones diferentes de los mismos en las que autores de primer orden experimentaban con total libertad con unos caracteres que en sus apariciones regulares estaban bien controlados por la editorial. El punto de partida de la historia es algo tan nimio como el clavo de la rima infantil que, en lugar de soltarse de la herradura de un caballo, pincha las ruedas del coche del matrimonio Kent justo en el día en el que la pareja va a conocer a un jovencísimo visitante venido del espacio. Jonathan y Martha deciden quedarse en casita haciendo las labores propias de su sexo y como consecuencia de ello, se desarrolla un mundo en el que Superman no es el primero, más poderoso y más reverenciado de los superhéroes. Ello no impide, sin embargo, que otros luchadores contra el crimen aparezcan, tomando el estandarte de la Sociedad de la Justicia de América y fundando a su vez la Liga de la Justicia. Tenemos a Batman, Wonder Woman, Flash (Barry Allen), Linterna Verde (Hal Jordan), Aquaman, Átomo y Detective Marciano, pero su imagen dista mucho de ser tan buena como la que conocemos (o conocíamos). Sin el contrapeso de su némesis, Lex Luthor ha desarrollado una brillante carrera política en la que no ha jugado poco peso precisamente su mensaje de hostilidad hacia los metahumanos, las personas dotadas de superpoderes. Este mantra es reproducido de forma corregida y ampliada por comunicadores como Perry White, cuyo prestigio mediático refuerza un mensaje negativo al que los superhéroes no parecen saber cómo responder. Diana, Barry y Ray pueden ser humanos pero Aquaman es un anfibio, Hawkgirl y J´onn son extraterrestres y Batman puede ser tanto alienígena como demonio. Ni siquiera el fichaje de Lois Lane como jefa de comunicación del equipo parece ser garantía de que vayan a revertir la creciente tendencia de odio hacia los metahumanos (esos presuntos marcianos) que crece como la espuma.
Mientras la espiral de odio contra los empijamados crece, otros extraños sucesos se producen y dividen la atención de los miembros de la Liga. Alguien da al Joker armas de factura desconocida y éste toma el asilo Arkham, provocando una terrible masacre en el proceso. Linterna Verde intenta responder a una llamada de socorro de otro planeta y descubre que el suyo propio está aislado del resto del cosmos por una barrera que nadie parece poder flanquear. Grupos como los Outsiders o la Patrulla Condenada son derrotados y capturados por una fuerza expeditiva. ¿Hay relación entre todos estos sucesos? ¿Quién podría tener tanto poder de entre los enemigos individuales o colectivos de la Liga de la Justicia de América? También los supervillanos reciben lo suyo, como demuestra un acelerado examen de Flash de las guaridas de los más poderosos de aquéllos. Ataques, ataques y más ataques en todos los frentes minan la confianza de los héroes, hasta el punto de que algunos, los que más profundamente sienten el rechazo de la humanidad, se plantean el abandono.
El clavo constituye un delicioso homenaje de Alan Davis a los comics de DC de su infancia en la Gran Bretaña de los sesenta del siglo pasado que, por extensión, acaba abarcando a todo el universo deceero. No es exagerado afirmar que prácticamente todo personaje que ha tenido cierta importancia en la dilatada historia de la empresa estadounidense tiene su momento o, mejor dicho, su viñeta. La historia presenta un desarrollo del movimiento superheroico más próximo en concepto a lo que es habitual en tebeos de la competencia como los dedicados a la Patrulla-X. En esta ocasión, los luminosos, bizarros y aguerridos héroes son temidos y odiados por las gentes a quienes han jurado proteger y ese desprecio es jaleado desde las instituciones (por obra y gracia de Luthor) y desde los medios de comunicación (merced al trabajo de White). Hasta el tradicional amiguito coñete de Superman, Jimmy Olsen, se convierte en mantenedor de esa caza de brujas, abjurando de su pasado como tipo con unos poderes tirando a penosos. El talento como guionista del británico se mantiene corregido y aumentado en su labor como dibujante, pues desarrolla uno de sus trabajos más destacables, bien acompañado por uno de sus colaboradores habituales, el entintador Mark Farmer.
Esta miniserie recopilada aquí constituye la primera parte de un tríptico que Davis ha dedicado a la exploración de un universo DC en el que la nave que transportaba a Kal El sufrió sutiles cambios en su trayecto y cambió la historia que conocíamos… o creíamos conocer. Tiempo después visitaría el futuro en La Legión de Superboy (2001, publicado en España en 2003 por Norma Editorial) y volvería al pasado en la menos impactante Otro clavo (2004, ya publicada por aquí en los tiempos de Planeta DeAgostini).
Muy chula la mini, vale la pena leerse este Elseworlds, y más aún por el trabajo de Alan Davis. Ah, y a mi me moló también «Otro clavo», tal vez porque por esos azares de la vida la leí antes que esta.
Aunque el primer tercio no me parecía que terminase de arrancar, al final, como todo lo de Davis(mi dibujante favorito de supers) me terminó encantando, muy en concreto el momento en el que
Jimmy Olsen le dice a Superman tó enloquecido «¡Deberíamos haber sido amigos!» ya es de mis momentos favoritos de DC
.
Muy Silver Age, muy Davis, muy recomendable.
Me lo leí en su momento cuando lo sacó Norma -aún tengo los prestigios por casa- y me acuerdo que empezo a gustarme mucho para luego casi casi aburrirme. El dibujo de Davis es muy bueno, pero el guión es más flojo.
También me leí «El Otro Clavo» y pienso que pasa más o menos lo mismo que con este primer tomo, empieza bien y se va desinflando.
Creo que toca repasarlos porque no los he vuelto a tocar desde entonces.
La Legión de Superboy publicado en España en 2003 por Norma Editorial no sabía que también formaba parte de esta «serie». Creo que lo he visto en varios sitios a precio de saldo. Si lo veo me lo compraré para releerme todo del tirón.
A mí me pareció al revés, la primera parte me pareció bastante lenta. Creo que el último tercio es el mejor y dónde se pone el peso de la historia. Es entretenido y recomendable.
Maravilloso como, en mi opinión, todo lo que hace Alan Davis. El guión es brillante en su sencillez pero ofrece ideas muy originales sobre algunos personajes como, por ejemplo, Batman y el motivo de que siempre se oculte en las sombras. Es verdad que la segunda parte es más floja pero es que a Davis le encanta cerrar cabos sueltos y es eso a lo que la dedica.
Coincido con Fábula del Mundo, a mí si algún tercio me parece flojo es claramente el primero, los siguientes me parecen bastante potentes y con sus momentazos. Que puede pecar de dar más importancia a atar cabos que a dar un gran final, no lo niego, pero esa es una de las cosas que me encantan de Alan Davis(siempre recordaré ese annual de X-Man que fue el primer tebeo que leí, y del que no me enteré de nothing. Posteriormente ya conociendo el percal me molo mil).
Si Otro Clavo va del mismo palo y lo saca ECC será compra segura.
El Clavo genial, Otro Clavo flojo, Superboy muy flojo (pero es que el guión no era de Davis).
Y bueno, después está Los 4 F: El Fin, que es básicamente El Clavo otra vez, pero adaptado al Universo Marvel.
A mí me parece uno de los mejores trabajos de ALAN DAVIS, que ya es decir, tanto en el guión con en el dibujo. Una delicia de principio a fin. En ningún momento se me hizo nada aburrido.
OTRO CLAVO sí que peca de algo liosa, abarcando más de lo que puede…para mí, una obra innecesaria en el que DAVIS quiere hacer el más difícil todavía y no le acaba de salir.
4F; el fin me pareció una obra en la línea de OTRO CLAVO. Un DAVIS siempre es un DAVIS, así que por poco acertado que esté le da mil vueltas a cualquiera de sus contemporáneos, pero ojalá siempre se centrase en la sencillez de obras como EL CLAVO O CLANDESTINE (sencillez aparente, claro está)
Ah, y me encantó esa imagen del Joker despellejando lentamente (o algo así) a Batgirl y Robin…
Muy de acuerdo con Jerónimo Thompson y Spirit, El Clavo genial, Otro Clavo bastante peor, Legión de Superboy todavía algo peor, 4F el Fin, lo mismo pero en Marvel. Pero vamos, que aún siendo peores, son mejores que muchas obras consideradas como buenas.
La del Clavo es cojonuda, el que no lo tenga que no lo dude y se lo pille.
De los mejores elseworlds que recuerdo, buena historia con su racion misterio y excepcional dibujo del maestro Alan Davis.
Un must read
Si, la verdad es que le tengo ganas y al final acabará en la saca.
Los buenos Elseworlds es de lo poco que me interesa a estas alturas de DC. Y sé que este es uno de ellos.
Por cierto: ¿Para cuando una buena reedición de «Batman, Luz de Gas», Sres. de ECC?