Liga de la Justicia: Sin Justicia

 

Edición original: Justice League: No Justice núm. 1, 2, 3 y 4 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: James Tynion IV, Joshua Williamson, Scott Snyder.
Dibujo: Francis Manapul, Marcus To, Riley Rossmo.
Entintado: Francis Manapul, Marcus To, Riley Rossmo.
Color: Hi-Fi Design.
Formato: Grapa, 24-32 páginas.
Precio: 1,95-2,75 €

 

Metal ha sido uno de los eventos más polémicos de los últimos tiempos. No tanto por lo que plantea o sus consecuencias, si no por la división de los lectores en torno al mismo. La locura planteada por Scott Snyder, que, aunque al principio empieza bien, pronto se desata y se olvida de todo para desparramar por todas las páginas sus locas ideas sin complejos, no ha acabado de convencer a todo el mundo. Y es comprensible, puesto que, como siempre, Snyder toma demasiados riesgos, y eso es algo que no siempre te puede salir perfecto. No obstante, para bien o para mal, Snyder tiene la confianza de los mandamases de DC Comics, y Metal ha supuesto un punto de inflexión por el que el universo DC ha emprendido un nuevo camino a priori algo diferente del que llevaba, dejando a un lado la trama del Dr. Manhattan y las ideas de Geoff Johns que venían desde Renacimiento, y empezando a explorar otras como el Multiverso Oscuro, el muro de la fuente o los Titanes Omega.

Un evento al que le sigue Sin Justicia, la miniserie que hoy analizamos publicada en grapa por ECC Ediciones, y que le da un empujón nuevo y fresco a estos conceptos mediante los cuales Snyder sigue configurando y marcando el nuevo rumbo del universo DC, y que se materializa en nuevas y diferentes ligas de la justicia. No sabemos dónde nos llevará esto, si se retomarán las tramas de Renacimiento, o si se opta por continuar con este loco y diferente rumbo, que tiene sus pros y sus contras, pero hasta entonces, aquí estaremos para contarlo, analizarlo y comentarlo con vosotros.

Al final de Metal, los héroes se unen para salvar el Multiverso e impedir la invasión del Multiverso Oscuro y la amenaza de Barbatos, pero, a consecuencia de esto, fragmentan el muro de la fuente, que libera a los Titanes Omega, unas fuerzas creadoras de las energías principales del universo y que ahora amenazan con consumir y destruir a éste por un extraño juego y ritual de estos cuatro todopoderosos entes divinos. A esta amenaza tendrán que hacer frente la Liga de la Justicia y otros personajes variopintos como Brainiac, Starro, Demon, Lobo o Beast Boy, entre otros. Héroes, villanos y antihéroes unidos para salvar el universo y divididos en varios equipos con un plan liderado por el mismísimo Brainiac. Ésta es la loca premisa de esta historia ideada por Snyder, Joshua Williamson y James Tynion IV, que, como no podía ser de otra manera, introduce toda una amalgama de nuevos conceptos cósmicos que se unen a la mitología del universo DC.

Aunque el principio pudiera parecer algo pesado, por la cantidad de conceptos, textos y explicaciones, lo cierto es que rápidamente la trama adquiere un ritmo frenético que se intercala nuevamente con períodos más densos en los que los guionistas nos van explicando cómo funcionan estos nuevos conceptos introducidos. La idea de dividir los héroes y villanos en cuatro equipos distintos es a priori atractiva y potente, sin embargo, al igual que en otros aspectos, es un tanto incoherente. No se acaba de entender cómo y por qué Beast Boy está en el mismo equipo que Batman, o Deathstroke, por poner un ejemplo, y de hecho el propio personaje lo explicita en un momento determinado, en lo que parece un tanto autoparódico por parte de los guionistas. No obstante, la sensación tras terminar su lectura es algo extraña. Por un lado, estás exhausto por todo lo que ha ocurrido, y especialmente por lo bronco y denso de su narración, que provoca una lectura más larga de lo habitual en un cómic de superhéroes de hoy en día, y por el otro, deja al lector con buenas sensaciones e impaciencia ante lo que deja planteado y está por llegar. Por lo tanto, podemos decir que, a pesar de sus fallos e incoherencia, y de no ser la lectura más divertida y entretenido del mundo, sí que es interesante por todo lo que supone para el universo DC y lo que aporta al mismo.

En el apartado artístico tenemos a Francis Manapul, Marcus To y Riley Rossmo en los dibujos y entintado, y a Hi-Fi en el color. De Manapul no podemos decir nada que no sepamos ya, pero de Marcus To sí, al ser un dibujante canadiense menos conocido, que hemos podido verle trabajando anteriormente en DC Comics en Batman, Tierra 2 o el número 6 de Multiverso, que es en concreto la guía de esta serie. Con respecto a Riley Rossmo, que cierra la tríada de artistas canadienses, ya hablamos de él en una ocasión anterior, con la reseña de una serie nueva de Vertigo y de la miniserie Batman/La Sombra, y actualmente está de plena actualidad, ya que es el dibujante de la nueva serie de Martian Manhunter. El dibujante principal es Francis Manapul, que cuenta con el apoyo de To en varios números y de Rossmo en el número 3. Es cierto que hay una coherencia entre los diferentes estilos de los tres, pero se nota el cambio de calidad entre Manapul y el los otros dos, especialmente To. Siendo todos ellos buenos artistas, quizás el error está la elección de estos, que tienen un estilo muy particular, especialmente Rossmo. No obstante, paradójicamente ese mismo aspecto le da un carácter de originalidad que no cabría esperar en principio de una miniserie con una importancia como la que tiene Sin Justicia para el universo DC. Así que, aunque personalmente no me acabe de encajar, reconozco la valentía y la originalidad, que además viene perfectamente acompasado con un excelente color de Hi-Fi.