Los procesos neuronales son algo que por mucho que se esté avanzando en la materia, siempre nos pueden volver a sorprender. Hace un año empezó la andadura de Renacimiento en España de la mano de ECC y desde entonces se han ido reseñando un buen número de esos comics con los que los aficionados a DC Comics recuperamos la esperanza. Un año de reseñas que estamos recopilando en una entrada a modo de conmemoración, de resumen, de almanaque al que poder recurrir a la hora de consultar el parecer sobre alguna obra que se haya podido quedar pendiente de descubrir. Durante el proceso de indexado afloró un error, relacionado con la Liga de la Justicia, uno que tiene su explicación y que con esta entrada esperamos solventar.
Durante los Nuevos 52 DC lanzó una serie dedicada a la JLA escrita y dibujada por Bryan Hitch. El trabajo de este dibujante como autor completo en la serie se reseñó puntualmente a su salida en USA y cuando la serie concluyo, también en España. Hasta aquí todo normal. Pero llegó Renacimiento y la Liga de la Justicia arrancó serie nueva escrita y dibujada, parcialmente, por Bryan Hitch. Entre la tormenta de colecciones nuevas y los planes de publicación, el encargado de reseñar esta obra, es decir un humilde servidor, cruzó en su cabeza la información y dio por sentado que el primer arco argumental de la Liga de la Justica ya estaba adecuadamente reseñado, cuando se trataba de un cruce entre la JL y la JLA de Hitch.
Y como los errores están para ser solventados, aquí os dejamos la reseña de ese primer arco argumental de la Liga. Perdonar la demora.
Quien haya leído el trabajo de Hitch en la JLA de los Nuevos 52 se va a encontrar con una continuación fiel tanto en el tono, el estilo y la forma. Hitch sigue a lo suyo y nos monta todo un espectáculo visual donde más grande parece, o intenta, ser sinónimo de mejor. Hitch construye una epopeya donde mezcla varios conceptos cósmicos y los unifica en una amenaza planetaria a la que la Liga debe hacer frente con especial énfasis por la magnitud del peligro que corre la humanidad.
Hitch parece empeñado en escribir arcos argumentales con amenazas de enorme calado, en magnitud, pero pobres en su forma, pues cuesta mucho llegar a sentir de verdad tensión a lo largo de toda la historia. Un error que vuelve a cometer tras su paso por la JLA, donde las similitudes entre lo que nos cuenta en la JL y la JLA son más que evidentes. Aquí, en la serie de la JL, ya no siente la necesidad de adornarlo con una trama religiosa y centra su atención tan solo un solo frente con el que dar unos minutos de cancha a cada uno de los miembros para que se justifique su membresía en la Liga.
La Liga de Hitch es un cómic que se lee rápido y se olvida igual de rápido, entreteniendo, pero no solidificándose en el lector de forma que perdure en su recuerdo. Hitch ha asumido que en la colección de la Liga han de pasar cosas, muchas y grandes, y en eso cumple con creces, pero esas cosas no nos llevan a ningún sitio en concreto, siendo solo cosas que ocurren para que la Liga actúe. Y ese es el problema de este primer arco argumental. Hitch se esfuerza, y mucho, para que cada personaje tenga su espacio y su voz dentro del grupo, pero olvida que para que eso funcione de verdad hay que quitar el pie del acelerador y permitir que los personajes interactúen en un entorno que no sea hostil, como la Atalaya, haciendo que sus personalidades se manifiesten fuera de la acción central de la historia. Un cómic no puede ni debe ser solo acción desmedida y en eso Hitch se deja llevar por el dibujante que lleva dentro, tanto como si dibuja él mismo como si lo dibuja otro artista.
Esta Liga necesita historias más intimas, más cercanas, menos grandilocuentes con las que podamos ver a estos personajes de forma más humana y Hitch, en este primer arco no lo logra en absoluto. Hitch está lastrado por sus vicios artísticos y demuestra ser incapaz de controlarse a la hora de contarnos la historia. Su aventura contiene buenas ideas, pero son muchas y todas acaban por ponerse a zancadilla las unas a las otras. Una dosificación de conceptos, un desarrollo más cercano y una narrativa menos veloz hubieran conseguido que este primer arco hubiera brillado por sí mismo.
Los primeros números de la Liga no convences a nivel intimo por tratarse de una historia demasiado grande para el talento de un dibujante crecido a guionista. Una lástima que esperemos se pueda enmendar en los próximos arcos argumentales.
Guion - 5
Dibujo - 8
Interés - 5
6
Decepcionante.
Hitch no es capaz de hacer que la Liga resulte interesante. Su grandilocuencia juega en su contra y no convence. Necesita reducir sus aspiraciones para lograr ganar efectividad.
Llegué a leer algo y me pareció que, a su forma, trata de emular los Avengers de Hickman
Yo creo que trata más bien de emular la JL de Morrison.
Una colección que va de flojo a infumable.