Edición original: Kadokawa Shoten Publishing Co.
Edición nacional/ España: Planeta DeAgostini.
Guión: Yua Kotegawa.
Dibujo: Yua Kotegawa.
Formato: 184 páginas,B/N, tapa blanda.
Precio: 7,95 €.
¿Qué hace que una niña pija, obsesionada con ir a la última, adulada por sus compañeros por su belleza y que parece que no tiene más que eso; de repente dé un giro radical para empatizar con personas que ni conoce pero quiera salvar sus vidas de unos posibles asesinatos? El punto de inflexión de esta historia, se centra en un teléfono móvil, que más tarde veremos qué papel desempeña. Esta obra es un intento pretencioso por parte de su autora, Yua Kotegawa, de la creación de un thriller adolescente, que ya no solo hace aguas a nivel narrativo o en la construcción de los personajes, sino que además está acompañado con un dibujo bastante simplista y una edición en español bastante penosa, en la que caben destacar varias faltas de ortografía o incluso errores gramaticales en las construcciones de las frases y despistes tan grandes como nombrar en la contraportada del tomo que existen una serie de “secuestros”, cuando en la historia no hay ni uno. No por ello quiero desprestigiar la idea de la autora, que a mi parecer es buena, pero la trama se centra más en los elementos de cambio de la protagonista principal, que en discernir toda la historia que hay detrás de los “asesinatos”, lo que convierte al manga en una herramienta adoctrinadora cuyo fin parece ser que te quedes con la moraleja de “debes ser buena persona, no debes prejuzgar, hay que intentar las cosas aunque parezcan imposibles…”. ¡Ojo!, que no me parece una mala moraleja, lo único que es de esas historias en las que la trama poco importa, que es a mi parecer donde está todo el peso (quiénes son las víctimas, los motivos del asesino…).
La historia comienza cuando Chiko, una de las protagonistas o sobre la que recae la mayoria de atención; se encuentra un móvil en la estación de tren de camino al instituto. Al tener el tiempo justo para llegar a clase, decide quedárselo para más tarde dárselo al jefe de estación. Una vez en clase, se nos muestra como Chiko, es una niña popular y mona, que se rodea con los chicos más malos y las chicas más fashion. A su vez, como contrapunto, esta Bando, la típica chica introspectiva, de pocos amigos, aventajada intelectualmente y que no hace más que leer libros, perdiendose con ello, todas las experiencias vitales. Donde Bando triunfa, Chiko no. Y viceversa. Al final de clase, las dos coinciden en la estación, momento justo en el cual, el teléfono que se encontró Chiko suena. La voz al otro lado del teléfono comenta que puede ver el futuro y que necesita que Chiko se desplace al tejado de la estación. En ese momento, una chica muere. La voz misteriosa continua explicándola que muchas más personas van a morir si ella no hace nada. Aquí empieza una carrera contrarreloj para salvar las vidas anónimas de posibles asesinatos. Bando y Chiko se alían, comentan que podría tratarse de la broma macabra de un asesino, pero más tarde descubren que se tratan de suicidios alentados por la voz misteriosa que se hace llamar Tasuku.
Kotegawa nació el 12 de Enero de 1975, y se dio a conocer en el mundo del manga al ganar el segundo lugar en un concurso de manga de la editorial Mankatsu. Inició su carrera con varias historias cortas, hasta que su primera gran obra Ottori Sousa ganó el segundo lugar de jóvenes artistas de la revista Young Jump’s Monthly. Su primera obra llegó a los 10 tomos entre 1996 y el 2000, lo cual nos da que esta autora se inició profesionalmente con apenas 20 años. Posteriormente empezó Anne Freaks junto a otra llamada Arcana. Tras finalizar éstas, se embarcó en Shikeishuu 042 y Line.
Respecto al dibujo, es de trazo fino, plano y poco llamativo, de poco detalle tanto en los fondos como en los personajes, con perspectivas comunes y poquísimo dinamismo en la viñeta para ser un trhiller en el que correr es parte imprescindible de la tensión narrativa.
En cuanto a la narrativa, pasa de un ritmo pausado en casi la mitad del tomo, a una lluvia de sucesos rápidos y por encima, con un final un tanto brusco que denota prisas o falta de ideas para resolver la historia. Por otro lado, el motivo por el que la gente se suicida no se sostiene por sí mismo, ni tampoco es creible el cambio injustificado de la protagonista ni de sus traumas que meten con calzador. También esa ligereza que usa para hablar de una tema tan espinoso como el suicido y esa simplificación que queda patente en el manga.
En cuanto a la construcción de las viñetas, demasiado caos en ellas, muchas veces un exceso de bocadillos y una mala planificación que no te hace saber quién habla.
En resumen, una serie de despropósitos que sirven de ejemplo de cómo se puede tener una buena idea pero realizarla de manera desastrosa. Un one shoot que atrae por el argumento, pero que ni es oro todo lo que reluce, ni su estructura está clara, ni tiene una justificación de peso para las cosas que pasan y que sobran ideas accesorias que no hacen más que añadir confusión a lo ya expuesto.
Guión - 5
Dibujo - 5
Interés - 5
5
Historia mediocre. La intención es buena, pero el resultado pésimo. La edición igual de mala. Un desastre por donde se vea