Little Nemo, de Frank Pé

Hoy os traemos a nuestra casa Little Nemo según Winsor McCay, del autor Frank Pé. En ella encontraremos al clásico Little Nemo, pero también al moderno, hallaremos a personajes habituales, pero también novedosos. Aquí encontraremos a Winsor McCay, pero quien nos guiará de principio a fin será su autor; Frank Pé.

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Edición original: Little Nemo, Wake Up. Tome 1 (Éditions Toth, enero de 2014) Little Nemo, keep on dreaming. Tome 2 (Éditions Toth, Enero de 2016)
Edición nacional/España:Little Nemo, según Winsor McCay (Nuevo nueve, 17 mayo 2021)
Guion: Frank Pé
Dibujo: Frank Pé
Traducción: Lorenzo F. Díaz
Formato: Cartoné. 79 páginas. 35€

Frank Pé y su universo particular

«Somos como ideas impresas en papel, Nemo, ni más ni menos…»

En contadas ocasiones, el público asiste a la consolidación de un autor que tiene su propia esencia, que por sí mismo se sostiene y que su estilo es la mayor evidencia de su firma. Hay autores que deciden adaptar alguna historia ajena y ya conocida, pero otorgándoles su propio estilo y convirtiéndolos en algo casi genuino. Sin embargo, lo que no se suele dar, es que un mismo autor recoja el testigo generacional de varios personajes icónicos, para darles una nueva vida, volviéndolos más accesibles a un público mucho más exigente en lo gráfico, pero manteniendo el espíritu que hizo de aquellos personajes ser lo que hoy en día son: Símbolos. En esta ocasión os traemos a nuestra casa una de esas rarezas, uno de esos ocasionales milagros autorales, en los que el estilo del autor es la firma, pero el espíritu de la obra queda intacto, y cuyo contenido se adapta para hacer de estos símbolos unos personajes actuales, manteniendo así su estatus de imperecederos.

Frank Pé, que a menudo firmaba únicamente como Frank, nació el 15 de julio de 1956, en Ixelles, Bélgica. Tras haber estudiado escultura en el instituto de Saint-Luc de Bruselas, junto a personajes como Bernard Hislaire, comenzó su carrera como dibujante de cómics. Lo hizo de la mano de la revista Spirou, especializándose en artículos con los animales como protagonistas, donde aprendería la anatomía de muchos de ellos. El personaje que presentaba la serie, un adolescente llamado Broussaille, pasó a tener una serie principal, logrando con aquello que Frank pasase a la primera fila de los autores en la revista. Mientras trabajaba para la revista, creó L’élan, una tira cómica en la que un alce tenía como objetivo vital tener sus propios cómics y álbumes. Cosa que logró en el one-shot Comme un animal en cage, escrito por Thierry Martens, el entonces editor en jefe de la revista Spirou. Desde 1994, ha trabajado en sus dos series principales: Zoo, planificada como trilogía y que pronto verá la luz en nuestro país de la mano de Norma, y Broussaille . Zoo es una serie romántica y nostálgica con los animales como elemento principal, mientras que Broussaille es contemporánea, lo que permite al autor entrelazarla con su propia vida, presentando aventuras en Bruselas y en países que ha visitado, como Japón .

Frank es considerado, incluso por él mismo, como un trabajador lento, ya que solo ha publicado 10 álbumes en 22 años. Aunque durante ese tiempo también ha contribuido a la película de animación de Warner Bros, La espada mágica: En busca de Camelot, pero gran parte de su trabajo no se mantuvo en la película final. Como también hace esculturas en bronce, y ha criado 50 reptiles, incluidos 16 cocodrilos. Contribuyó con ilustraciones a Entre Chats, un libro de 1989 con otros dibujos de André Franquin, René Hausman, André Juillard y Max Cabanès, publicado por Delcourt, y en 1993, desarrolló la serie Matur para la revista japonesa Kodansha. Ganó varios premios entre los años 1985-1996, como el Premio del Público en el Festival Internacional de Cómics de Angulema en 1990. Pero si por algo el nombre de Frank Pé, entre sus muchas intervenciones, vuelve a estar en boca de todos, ha sido por sus últimos tres proyectos. En los tres daba una pincelada de nueva vida, a unos personajes que habían marcado a muchos lectores del cómic. En 2014 la primera de las entregas de su particular Little Nemo, que finalizaría en 2016 y que sería publicada por ediciones Toth en dos álbumes de lujo con una tirada de 550 ejemplares numerados y firmados por el autor. El mismo año saldría el álbum de Spirou que dibujó junto al guion de Zidrou, y en el 2020 haría aparición su particular Marsupilami, personaje que hace una timidísima intervención en una ilustración de su Little Nemo. Esta última obra, esperemos poder recibirla en nuestro país a no mucho tardar. Pero por ahora vayamos con lo que sí tenemos, y con lo que sí disfrutaremos.

Little Nemo en el país de las maravillas de Frank Pé

En esta obra se nos cuentan las historias de Nemo, un niño que parece haberse quedado despierto demasiado tiempo, ¿o era dormido? En cualquier caso, nos vamos con él y unos personajes de lo más variopintos que le acompañan, a vivir unas aventuras, que normalmente terminan con el niño, o con el adulto que se lo imagina, o con el niño que se imagina al adulto imaginándose ser niño… despertándose del sueño.

En este volumen el autor sigue manteniendo muchos elementos metatextuales que hicieron grande al original Little Nemo. También hace aparecer a Winsor McCay, creador del personaje original, como el hombre que sueña la aventura de Nemo en varias ocasiones, dándole entidad de personaje, cosa que ya es desde hace mucho tiempo gracias a su legado. Incluso nos cierra el tomo con una historia corta en la que Winsor tiene el aspecto de este renovado Nemo, y vemos el momento exacto en el que se decide a dar el paso de mezclar lo onírico con lo real. El momento ficcionado en el que se crea el germen de lo que sería Little Nemo, en el que su madre le revela de forma inconsciente el camino que le llevaría al Olimpo de los cómics: “Tienes que vivir en el mundo real, si quieres llegar a ser adulto alguna vez, Winsor. Si quieres llegar a tener una buena vida, deberás dejar atrás las ensoñaciones e incorporarte a la realidad…”. Y tanto que lo hizo, pero no como ella esperaba.

Nos encontramos con que hace varias historias seguidas en las que Nemo no se despierta al final de la página, sino que es su madre acurrucando a Nemo, o la situación, lo que se deja ver en la famosa viñeta final, así consigue poder mantener una coherencia narrativa en una historia más amplia que la que ocupa una página, pero conservando el estilo estructural del clásico. También la extensión de las historias contadas, dependen del lugar o propósito al que fueron destinadas. En ese sentido vemos que estos fueron algunos de los destinos para sus páginas.

Páginas 8 y 9: Fueron realizadas para la ciudad de Cherburgo.
Páginas 16-17, 26-27, 52-53 y 66: Fueron utilizadas para el festival de cómic de Estrasburgo.
Páginas 40-41: Se idearon para el festival de Fort-Mardyck.
Páginas 48-49: Se realizaron para el Museo de la BD de Bruselas.
Páginas 70-75: Son dibujos relacionados con la piscina de Roubaix.

Hay cosas que diferencian a este Nemo del clásico, más allá del estilo y la forma. El autor hace referencia a temas clásicos, ya sea la búsqueda de la felicidad como meta, conseguir un trabajo que te haga feliz para no trabajar jamás, o el nunca suficientemente tratado amor por la naturaleza. Pero los temas, aunque sean igual de extravagantes y disparatados en el tratamiento, se han modernizado en el mensaje. Cuestiones como el reciclaje, las cada vez más aceptadas formas de amor, o la nueva era con el paso del papel a la pantalla, son sacadas a la palestra, permitiendo al personaje de Nemo actualizarse tanto en fondo como en forma.

Y llegando al gran elemento de reclamo, el apartado gráfico, dejando a un lado el nombre del mítico personaje, Fran Pé nos vuelve a maravillar con su maestría. Si en algún sentido Nemo es evidentemente rejuvenecido, ese sería en el gráfico. El autor, como ya es costumbre en su obra, nos introduce en un universo de carácter desenfadado, en las que el sutil y elegante carboncillo de sus líneas, dan vida a los entrañables personajes y a los fantásticos espacios amplios que recorren. Los refinados trazos logran dotar de mucha presencia y personalidad a cada uno de los muchos animales, dioses o personificaciones, haciendo de todos ellos seres con los que es muy fácil empatizar. Los colores pastel de sus pinceles recorren todas las páginas saltando a los ojos de los lectores, logrando una textura aterciopelada pero nada cargada. Quizás este componente cromático sea el que más relación tenga con el clásico Little Nemo, que ya dejaba en los ojos aquella sensación de esponjosidad en sus colores. En términos generales, el aspecto queda actualizado para las nuevas generaciones que lo agradecerán, pero mantiene su espíritu amable y onírico.

Nuevo Nueve hace una edición ideal, con buen tamaño y una fiel reproducción de la obra original, consiguiendo hacer una recopilación total de la obra, y ofreciendo al lector la posibilidad de leer el primer texto con el que Frank Pé prologaba la primera entrega de este trabajo. Si hubiese que ponerle alguna pega, aunque ésta sea simplemente anecdótica, sería que, en algunas historias, parte del componente cómico desaparece por la traducción o por la falta de la misa, pues hay juegos de palabras que pierden el sentido. Algo inevitable en cuanto conviertes elementos narrativos basados en el lenguaje a un lenguaje diferente. Pero aún con todo, las pocas historias que adolecen de esto mantienen el nivel, y no se ven afectadas más allá de la anécdota. También hay que mencionar que el volumen viene con un poster desplegable de regalo, el cual por un lado tiene a Little Nemo en su cama andante perseguido y rodeado por animales estrafalarios, y por el otro la gran doble splahspage del tigre, mostrada más arriba. Un obsequio de agradecer.

Frank Pé ha creado este pequeño universo particular, que en esta ocasión se concreta en el personaje de Little Nemo, en el que todo cabe, pero solo unos pocos privilegiados entran. Un universo en el que todos sus personajes son de Frank Pé aunque vengan de otros lugares, un país en el que cada uno de sus habitantes tiene ganada la nacionalidad por su genuinidad. En conclusión, un lugar en el que cualquiera que ame el noveno arte se sentirá como en casa, tratado con cariño, honestidad y respeto, y en el que siempre tendrá un refugio al que regresar. Un hogar hecho de maravillosas historias.

Lo mejor

• El universo que Frank Pé está creando, y que en un futuro, cuando sea recopilado, será digno de estar en la cima del noveno arte.
• El estilo rejuvenecedor del autor, que devuelve a la vida a un personaje que podrán disfrutar las nuevas generaciones, y al que gracias a su tratamiento gráfico se querrán acercar.
• Lo genuino del tratamiento en los temas, pero respetando la obra original, manteniendo el espíritu que hizo a Little Nemo llegar a nuestros tiempos como un hito de este medio.

Lo peor

• Hay algún juego de palabras que por el cambio de idioma se ve inevitablemente invalidado.
• Que no hay más. ¡Todo el mundo quiere más!

Edición original: Little Nemo, Wake Up. Tome 1 (Éditions Toth, enero de 2014) Little Nemo, keep on dreaming. Tome 2 (Éditions Toth, Enero de 2016) Edición nacional/España:Little Nemo, según Winsor McCay (Nuevo nueve, 17 mayo 2021) Guion: Frank Pé Dibujo: Frank Pé Traducción: Lorenzo F. Díaz Formato: Cartoné. 79 páginas.…
Guión - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 10

9.5

Onírico

Little Nemo según Winsor McCay se nos presenta como una obra rejuvenecedora del clásico, que actualiza el personaje haciéndolo accesible al público moderno, y que mantiene el estilo canónico del universo particular del autor. Con unas historias que conservan el espíritu pero que se modernizan en su contenido, y un dibujo que hace las delicias de los amantes del clásico y lo moderno, Frank Pé hace un espléndido homenaje a este mito del noveno arte. Una obra llena de respeto, amor y mucha, mucha maestría.

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