Lo mejor de DC Comics 2014: Guionistas

Si hay que ponerle un nombre al éxito en DC Comics a lo largo de 2014, ese es el de Scott Snyder. Tras su irrupción con fuerza en Detective Comics un año antes del reinicio editorial le sirvió como carta de presentación ante un fandom entusiasmado que le abrió las puertas a ser una de las cabezas de la editorial. Y si bien ese ligero paso que separa al buen guionista del guionista estrella es complicado de dar, Snyder lo dio con firmeza. Y ahora es una de las grandes estrellas del cómic americano. Tras el reinicio, Scott Snyder ha sido el encargado de llevar a Batman hasta lo más alto de los puestos de ventas, tanto de la propia grapa en sí como de tomos recopilatorios. Su forma de escribir, por arcos argumentales claramente diferenciados, no se ha visto alterada ni un ápice y goza de una confianza brutal por parte de los editores, que ven gran facilidad de acercamiento por parte de nuevos lectores.

Fruto de esa separación por arcos, a 2014 le ha caído el más gordo de todos ellos: Zero Year (Origen en España). Un arco argumental que ha recibido más críticas que los dos anteriores (La Noche de los Búhos y La muerte en la familia) pero cuya grandeza se puede oler desde el minuto uno. La colección de Batman se ha consolidado con una historia del pasado que le ha servido a Snyder para indagar en uno de los villanos más conflictivos del hombre murciélago, Enigma, y haciendo a su vez realistas los primeros pasos de Bruce Wayne como el superhéroe que todos conocemos. También ha traído de vuelta al Joker, que no puede estar alejado del Universo DC demasiado tiempo y nos ha ofrecido una buena racha de acción en Superman Unchained (una colección que ya tenía escrita desde hace tiempo pero que ha tenido que ser finalizada este mismo año). Denostado y alabado por partes iguales, está claro que todo lo que Scott Snyder toca es oro. Así que lo tendremos por aquí durante bastante tiempo.

Cuando se anunció que Jeff Lemire tomaría las riendas de Green Arrow, los aplausos fueron unánimes. Cuando a los 17 números se anunció que abandonaría la serie junto a su compañero de batallas Andrea Sorrentino las lágrimas también lo fueron. Y es que su Green Arrow ha llegado al corazón de los lectores. Un Green Arrow capaz de pelear en los suburbios de Seattle contra los personajes más rastreros de la ciudad y a la vez codearse con un misticismo intrínseco mientras libraba una peculiar guerra contra los Outsiders. Su Green Arrow es, en definitiva, historia del medio. Y por eso la redacción lo ha colocado aquí, en un merecido cuarto puesto que lo aúpa como uno de los mejores guionistas del año.

Pero no todo queda en Green Arrow. Este prolífico guionista se ha dejado notar muy mucho en este 2014 y de su pluma hemos visto los últimos coletazos de otra etapa para la historia: su Animal Man, una de esas series cuyo final aún sigue grabada a fuego en nuestra retina. También destaca Trillium, obra en exclusiva para Vertigo en formato de miniserie que el guionista también se ha encargado de dibujar y que se desmarca como una de las obras más importantes del año. Y tampoco hay que desmerecer los trabajos para DC con los que el guionista canadiense se ha saldado con un valor positivo: la peculiar Justice League United, que sin destacar en demasía se está convirtiendo en un grupo de superhéroes peculiar al que es fácil coger cariño y donde acoge a sus personajes fetiche Green Arrow y Animal Man y como co autor en Futures End, elaborando la trama de sus queridos Green Arrow y Frankenstein, entre otros.

The Multiversity por fin ha salido publicada tras años en estado letárgico. ¿Y cual es el resultado? Pues fácil: su guionista, Grant Morrison, erigido como el tercer mejor guionista de la editorial. Y no le falta mérito. La historia de múltiples universos dentro del multiverso DC es digna de enmarcar. Su estudio concienzudo de la historia del cómic, su peculiar forma de narrar y las continuas vuelcas de tuerca que el guionista escocés imprime en todas y cada una de sus obras son rasgos distintivos que vemos una y otra vez en este Multiversity. Distintos One-Shots que han ido explorando universos que homenajean una y otra vez al medio, desde el The Society of Super-Heroes y su fascinante exploración de la Golden Age hasta el Pax Americana, con ciertas reminiscencias a Watchmen de su odiado Alan Moore. También hay mucho de las distintas Crisis en el número 1 de Multiversity, que abrió la veda y parte del metalenguaje de viñeta del que tira una y otr avez el guionistas, metiendo cómics dentor de cómics y dotándoles de fuerza argumental.

Grant Morrison es leyenda ya en DC Comics. No sabemos si lo veremos pronto de nuevo tras la conclusión en pocos meses de su fascinante Multiversity, pero desde luego la editorial necesita guionistas como él. Necesita explorar su pasado tras un reboot al que nadie encuentra el setndio y necesita añadir profundidad a las historias que cuenta. Grant Morrison ha aportado muchísimo con esta obra al cómic en 2014 y lo seguirá haciendo a comienzos de 2015. Su futuro es desconocido pero, desde luego, su pasado más reciente es para enmarcar.

A veces los guionistas más conocidos del medio no aciertan y son otros más desconocidos los que dan en el clavo. Cuando Scott Snyder abandonó Swamp Thing y se anunció que un guionista-abogado-músico llamado Charles Soule ocuparía su cargo nadie en su sano juicio imaginó que estábamos ante una de las revelaciones más interesantes en el mundo del cómic de los últimos años. Tal ha sido su ascenso que ha firmado en exclusiva para Marvel y dedicarse a explorar el pasado, presente y pasado de la muerte de uno de sus personajes más icónicos de la historia. Pero ese es otro tema. Si hemos considerado que Charles Soule es uno de los guionistas más destacados de DC Comics en 2014 es porque su Swamp Thing ha sido una de las obras más destacadas del año. Desde que tomó el testigo de la colección ésta no ha hecho más que subir y subir al calor de unos dibujantes maravillosos (uno de los cuales se encuentra en el top de dibujantes) y gracias a la labor de un Charles Soule cuyos guiones brillan como Los Ángeles, dotando al personaje de una profundidad y de una amalgama de secundarios que brillan con luz propias y que han llevado a Alec Holland a ver una de las mejores etapas de su historia, pudiendo mirar con la cabeza bien alta a la excelsa etapa de Alan Moore al frente del personaje.

También ha sido el encargado de dos series menores que han gozado de gran calidad bajo su pluma. Por un lado Red Lanterns, donde se decidió también por cambiar las reglas del juego tras una etapa desastrosa de Peter Milligan y donde hemos visto al mejor Guy Gardner de los últimos años. Su Superman / Wonder Woman se ha visto ensombrecida por los delirios editoriales de Scott Lobdell y su séquito de editores bajo la sombra de un evento sin sal –Doomed–, pero no hay que desmerecer para nada la labor del guionista en la cabecera y su intento de dotar de frescura y originalidad a la pareja formada por Clark Kent y Diana Prince. Ahora, lejos de DC Comics, más de uno debe de estar dándose de cabezazos contra la pared al haber perdido al que está llamado a ser uno de los mejores guionistas de la década.

Era de ley que el guionista de una de las mejores series de los últimos tiempos, cuyo apoteósico final tenemos más que reciente, estuviera en lo mas alto de este top. El bueno de Brian Azzarello –con cuya presencia contamos en el último Salón de Barcelona– se desmarcó totalmente del resto del universo y sin crossovers de por medio pudo contar una de las historias más apasionantes jamás contadas sobre un superhéroe, en este caso Wonder Woman. Una colección con cierta trampa, si uno se para a pensarlo, puesto que si bien Diana Prince se erigía como protagonista de la colección, el peso de la misma recayó sobre una cantidad de personajes secundarios fascinantes –unos creados por el guionista, otros no– a medio camino entre la mitología griega y el culebrón familiar más elaborado de todos cuantos se hayan hecho.

Brian Azzarello, encastrado en otros géneros completamente diferentes al de la amazona hasta que tomó su mando, aceptó el reto y este año ha terminado la historia que él quería terminar con respeto a su propia concepción y con grandeza, cerrando de forma completa su trama y dejando el camino liso para el siguiente. Difícil será olvidarse de personajes como El Primogénito, Zola, Zeke, Hades, Apolo o Guerra. Será complicado deshacerse fácilmente en la memoria de una colección para la historia. Su futuro en la editorial es incierto, pero está claro que Azzarello es una pieza indispensable en el enorme puzzle que es el Universo DC. Sin él, un pedazo de nuestro amor por los cómics se iría para siempre.