Hoy se estrena Logan, la última película en la que veremos a Hugh Jackman encarnando a Lobezno, el personaje que tanta popularidad le ha reportado. Logan también supondrá el debut cinematográfico de otro importante personaje Marvel al que interpretará la jovencísima Dafne Keen: Laura Kinney, cuya historia en las viñetas ya se encargó de repasar con todo detalle nuestro compañero Igor Álvarez en su artículo De X-23 a Lobezna: la vida de Laura Kinney. Su lectura puede ser complementada con este otro texto de Arturo Porras titulado El futuro de Logan, en el que se rememoran las distintas versiones futuras de Lobezno que nos han ofrecido los cómics. Teniendo a los principales protagonistas cubiertos, vamos a centrarnos en el resto de personajes que tendrán un papel en la cinta, en concreto Calibán y los Cosechadores. En el artículo que publicamos ayer rememoramos la historia de Calibán, el Morlock rastreador de mutantes, por lo que hoy pasaremos a hablar sobre los Cosechadores (Reavers en el original), la banda de cyborgs dirigida por Donald Pierce.
El Club Fuego Infernal
Uno de los nombres que siempre ha estado vinculado a la historia de los Cosechadores es el de Donald Pierce, un personaje que hizo su primera aparición durante la célebre Saga de Fénix Oscura de Chris Claremont y John Byrne. Pierce era un industrial multimillonario que pertenecía al Club Fuego Infernal, una sociedad formada por ricos decadentes que disfrutaban vistiéndose con ropas decimonónicas y celebrando fiestas con bailarinas semidesnudas. En el seno de aquel club se ocultaba en secreto el Círculo Interno, un grupo de mutantes que usaban sus recursos e influencia para amasar poder. Pierce ocupaba el puesto de Alfil Blanco, aunque aspiraba a convertirse en Rey Blanco y no dudaba en mostrarse abiertamente desafiante hacia Sebastian Shaw, el Rey Negro. Quizá esto se debía a que Pierce era el único miembro no mutante del Círculo Interno, aunque eso no quiere decir que estuviese indefenso. Sus miembros orgánicos habían sido sustituidos por prótesis mecánicas después de haber sido herido en extrañas circunstancias (muchos años después se nos contaría por retrocontinuidad que sus heridas las había provocado el mutante Cable en su época de mercenario, mucho antes de convertirse en maestro de los Nuevos Mutantes).
Durante el primer enfrentamiento entre estos villanos y la Patrulla X, Lobezno usó sus garras contra Pierce, descubriendo que se trataba de un cyborg (Uncanny X-Men Vol. 1 #132 USA, abril de 1980). Los héroes fueron derrotados con facilidad en un primer momento, pero Lobezno regresó con ansias de venganza inmediatamente, ascendiendo por las alcantarillas hasta la sede del Club Fuego Infernal y llevándose por delante a buena parte de los guardias de seguridad (Uncanny X-Men Vol. 1 #133 USA, mayo de 1980). Algunos de esos desafortunados secuaces volverían más tarde transformados en cyborgs a las órdenes de Pierce. Sin embargo, en aquella ocasión el Círculo Interno fue derrotado. La Patrulla X tuvo que ocuparse poco después de la amenaza de Fénix Oscura, por lo que las actividades de estos peculiares villanos quedaron en un discreto segundo plano. Shaw fue la cabeza visible del Círculo Interno durante sus posteriores apariciones, con la sombra de Pierce siempre amenazando con deponerle para convertirse en Rey Blanco.
Pierce fue el primer enemigo contra el que tuvo que enfrentarse la encarnación original de los Nuevos Mutantes que reunió el Profesor Xavier. De hecho, Bala de Cañón fue uno de sus reclutas antes de pasar a la Escuela de Xavier (Marvel Graphic Novel Vol. 1 #4 USA, septiembre de 1982).
Bandidos australianos
Los Cosechadores originales no tenían nada que ver con Pierce ni con el Club Fuego Infernal, aunque también eran cyborgs. Sus miembros más destacados eran Rompehuesos (el hecho de que la parte inferior de su cuerpo estuviese compuesta por las ruedas de oruga de un tanque en lugar de por una piernas lo convertía en un personaje muy reconocible), Niño Bonito y Abrecráneos. Con su base situada en un poblado de Cooterman’s Creek, en pleno desierto australiano, estos Cosechadores usaban los poderes de un aborigen mutante llamado Pórtico para teletransportarse por todo el sudeste asiático y cometer robos. Nunca se supo la razón por la que Pórtico había accedido a colaborar con ellos, aunque hemos de suponer que había sido coaccionado de alguna forma.
La primera actuación de estos ladrones cyborgs de la que tenemos constancia se produjo en Uncanny X-Men Vol. 1 #229 USA (mayo de 1988), por Chris Claremont y Marc Silvestri, cuando fueron desplazados por Pórtico hasta Singapur para robar el Banco Internacional Hoan dirigido por Jessan Hoan. Aquel golpe había sido organizado por un banco rival, que había contratado los servicios de los Cosechadores por mediación de Roche, un poderoso señor del crimen de Madripur. Durante el golpe, Niño Bonito trató de usar sus implantes cibernéticos para sobrescribir la mente de Hoan y convertirla en su aliada. La Patrulla X, que en aquel momento había sido dada por muerta mientras luchaba contra el Adversario en Dallas, fue enviada por Roma, la guardiana de la realidad, para detener a los Cosechadores y rescatar a la directora del banco. Incapaces de plantar cara a los mutantes, los cyborgs ordenaron a Pórtico que les permitiese escapar a través de uno de sus portales a cambio de que considerasen saldada la deuda que les unía. Así fue como la Patrulla X heredó su base de operaciones en el desierto australiano, donde podía recurrir a los poderes de Pórtico para viajar a cualquier parte del mundo en cuestión de segundos. Jessan Hoan, por su parte, fue liberada por Roma de la influencia de los Cosechadores y acabó viajando a Madripur, donde desbancó a Roche y formó su propio imperio criminal bajo el nombre de Tyger Tigre.
Dio así comienzo la etapa australiana de la Patrulla X, en la que la mansión de Xavier fue sustituida por unas polvorientas barracas en mitad del desierto. Sin Sala de Peligro ni Pájaro Negro y con todo el mundo creyendo que habían muerto delante de las cámaras en Dallas, las aventuras del grupo adquirieron cierto regusto a western crepuscular. No obstante, si bien los Cosechadores habían jugado un papel importante en el inicio de esta etapa, también jugarían otro igual de importante en su final.
El regreso de Pierce
A lo largo de su vida, Lobezno se ha granjeado el odio de muchos personajes del Universo Marvel. Entre ellos podríamos mencionar a Wade Cole, Angelo Macon y Murray Reese, tres supervivientes de aquellos mercenarios del Club Fuego Infernal que habían sufrido el salvaje ataque del mutante de las garras de adamantium cuando la Patrulla X asaltó la sede del club en Nueva York. También podríamos mencionar a Yuriko Oyama, una mujer convencida de que el proceso que había creado los huesos irrompibles de Lobezno había sido ideado por su fallecido padre. Cole, Macon y Resse se habían visto obligados a incorporar partes mecánicas a su organismo para sobrevivir al brutal ataque, pero Yuriko decidió convertirse en cyborg voluntariamente para poner fin al rencor que sentía. La mujer recurrió a la villana interdimensional conocida como Espiral, que realizó la modificación de su forma física en su Tienda de Cuerpos. Adoptando el alias de Dama Mortal, Yuriko trató de acabar con Lobezno junto a sus tres compañeros. Aunque en primera instancia fue tomado por sorpresa y herido, el mutante recibió la inesperada ayuda de Katie Power, la más pequeña del grupo de héroes infantiles Power Pack. Finalmente, Dama Mortal y los suyos fueron derrotados y sus cuerpos mecánicos sufrieron importantes daños (Uncanny X-Men Vol. 1 #205 USA, mayo de 1986).
Tras su larga ausencia, Donald Pierce regresó para reunir a una nueva formación de Cosechadores en la que militarían tanto los viejos miembros (Rompehuesos, Niño Bonito y Abrecráneos) como otros nuevos reclutados por él (Cole, Macon, Reese y Dama Mortal). Pierce pretendía vengarse de la Patrulla X, pero también de Sebastian Shaw, ya que aún deseaba convertirse en Rey Blanco del Club Fuego Infernal (Uncanny X-Men Vol. 1 #247 USA, agosto de 1989). Estos nuevos Cosechadores demostraron sus habilidades derrotando a unas versiones robóticas de la Patrulla X creadas para servir como entrenamiento. Tras ser testigos del peligro que representaban los cyborgs, Nanny y su aliado el Creahuérfanos planearon una forma de ocultar a la Patrulla X para mantenerla a salvo. Nanny era una científica atrapada en el interior de una armadura con forma de huevo y estaba obsesionada con rescatar a jóvenes mutantes. Para salvar a Tormenta del inminente ataque de los Cosechadores, engañó a sus amigos para que pensasen que había muerto y la secuestró, devolviendo su cuerpo a un estado infantil (Uncanny X-Men Vol. 1 #248 USA, septiembre de 1989).
Nanny no fue la única que temía que estos nuevos Cosechadores acabasen con la Patrulla X. Después de regresar de una misión en la Tierra Salvaje, Mariposa Mental tuvo una premonición en la que tanto ella como sus compañeros eran asesinados por la banda de cyborgs. Su base en el desierto australiano había sido tomada por los villanos para entonces, por lo que su única salida fue recurrir al Lugar Peligroso, un portal que había recibido de Roma. El Lugar Peligroso era una prueba para los más valientes, pues se decía que transformaba a todos aquellos que lo atravesaban. Usando sus poderes telepáticos, Mariposa sugestionó a la Patrulla X para que entrase en el portal, evitando así que su premonición se hiciese realidad. Pierce llegó poco después y se enfureció cuando supo que sus subordinados habían dejado escapar a sus objetivos. Sin embargo, aún estaba a tiempo de hacerse con un trofeo mucho más valioso: Lobezno (Uncanny X-Men Vol. 1 #251 USA, noviembre de 1989).
El canadiense había estado actuando al margen de la Patrulla X y regresaba a su base cuando fue asaltado y apresado por los Cosechadores, que le crucificaron en un trozo de madera con forma de X. Aquella tortura hizo que Lobezno comenzase a alucinar, por lo que no estaba en plena posesión de sus facultades cuando fue liberado por la única persona que quedaba en el pueblo de Cooterman’s Creek además de los villanos: Júbilo, una joven mutante que se había colado allí sin que la Patrulla X lo supiese. Con la ayuda de la muchacha, Lobezno logró escapar de la persecución de los Cosechadores. Aunque Dama Mortal los tenía en su punto de mira, decidió dejar que escapasen porque consideraba que su rival merecía morir con honor (Uncanny X-Men Vol. 1 #253 USA, noviembre de 1989).
En ese momento los Cosechadores decidieron poner rumbo a la Isla Muir por ser el destino más probable al que podría dirigirse cualquier miembro de la Patrulla X. La isla no se encontraba desprotegida, ya que un grupo de mutantes formado por Forja, Kaos, Polaris, Fortachón, Banshee y Legión custodiaba la base donde se encontraba la Doctora Moira MacTaggart. No obstante, estos “Hombres-X de la Isla Muir”, como serían conocidos más adelante, no eran rivales para los cyborgs de Pierce. La llegada de la Fuerza de la Libertad, el grupo gubernamental en el que se encontraban los viejos villanos de la Hermandad de Mutantes Diabólicos de Mística, se unió al combate, pagando un alto precio: Avalancha fue herido de gravedad por Dama Mortal y Pierce ejecutó a Muro de Piedra, mientras que un perturbado Legión asesinó a sangre fría a la vidente Destino. Todo habría acabado en desastre de no ser por Forja, que logró improvisar un rifle capaz de destruir las partes mecánicas de los Cosechadores. Tras ver cómo le volaban la cabeza a Abrecráneos, los demás cyborgs decidieron retirarse (Uncanny X-Men Vol. 1 #254 – 255 USA, diciembre de 1989).
Poco después, Pierce reclutó a una mujer llamada Cylla Markham para que sustituyese al fallecido Abrecráneos. Cylla era una piloto que ayudaba a Forja en la búsqueda de sus aliados cuando su avión fue derribado, sufriendo horribles heridas en el proceso. Por tanto, no dudó en convertirse en cyborg para poder salir del hospital (Uncanny X-Men Vol. 1 #261 USA, mayo de 1990). Con la Patrulla X desaparecida y sus miembros dispersos por todo el mundo, Pierce desplazó su atención hacia el Club Fuego Infernal. Pronto sus Cosechadores comenzaron a atacar instalaciones propiedad de miembros del club, empezando por una factoría de Emma Frost, la Reina Blanca (Uncanny X-Men Vol. 1 #262 USA, junio de 1990).
El Castigador y la venganza de Dama Mortal
Los villanos se habían asentado de nuevo en su base de Cooterman’s Creed cuando Microchip, el experto en ordenadores que asistía al Castigador en su cruzada contra el crimen, pirateó por accidente sus sistemas informáticos y robó sus planos para construir un robot de combate apodado “Dalek” (suponemos que en homenaje a los clásicos enemigos de la serie de televisión británica Doctor Who, con los que compartía cierto parecido). En represalia, los Cosechadores enviaron a Rompehuesos, Reese y Niño Bonito para asaltar el refugio del Castigador. El justiciero consiguió derrotarles gracias a una exo-armadura diseñada por Microchip (Punisher Vol. 2 #33 – 34 USA, mayo – junio de 1990). Si alguna vez habéis jugado a la famosa recreativa del Castigador de Capcom y os habéis preguntado por qué Rompehuesos era uno de los jefes finales siendo un villano de la Patrulla X y teniendo tan poco que ver con Frank Castle, probablemente estos dos números sean el motivo de su presencia en el juego.
En Uncanny X-Men Vol. 1 #269 USA (octubre de 1990), Pícara regresó de su paso por el Lugar Peligroso para encontrar que el refugio australiano de la Patrulla X había sido retomado por sus habitantes originales. Los Cosechadores se lanzaron a por ella, aunque consiguió escapar gracias a los poderes teletransportadores de Pórtico. No era la primera vez que uno de los mutantes de Xavier se escapa en el último momento cuando ya parecían tenerlo en sus garras, lo que empezó a agotar la escasa paciencia de algunos miembros del grupo de villanos.
Dama Mortal, ansiosa por enfrentarse a Lobezno tras perderle la pista en Madripur, ordenó a Pórtico que abriese un portal hacia el lugar al que estuviese mirando su enemigo en ese mismo momento, ignorando que justo entonces el canadiense estaba visitando a su viejo amigo Puck y observando viejas fotografías de la Guerra Civil Española. El vórtice temporal creado por Pórtico trasladó a Dama Mortal, Lobezno y Puck a la España de 1937, durante el bombardeo de Guernica. Aquella historia, titulada Sangre y Garras, fue bastante popular en España por motivos obvios. No obstante, Dama Mortal y Lobezno regresaron de su viaje en el tiempo sin haber podido concluir su visceral pelea (Wolverine Vol. 2 #35 – 37 USA, enero – marzo de 1991).
Derrotados y reconstruidos
Unos años después surgió un grupo conocido como los Arribistas, formado en su mayoría por jóvenes mutantes que participaban en un juego de poder que consistía en derribar a objetivos difíciles, como por ejemplo aquellos que habían formado parte del Club Fuego Infernal. El mutante procedente del futuro Trevor Fitzroy trató de ganar ventaja en el juego atacando a Emma Frost y a Donald Pierce, usando para ello a los robots Centinelas como arma. Como consecuencia, Emma acabó en coma y Fitzroy decidió encargarse de tomar las vidas de sus estudiantes, los Infernales, con sus propias manos. Mientras tanto, los Centinelas viajaron hasta la base de los Cosechadores en Australia, arrasándola y acabando con todos los cyborgs que se cruzaron en su camino. Sólo Cylla y Dama Mortal lograron escapar a la masacre, pues se percataron de que el verdadero objetivo de los robots no era otro que Pierce. Transportado por Pórtico hasta el responsable del ataque, el antiguo miembro del Club Fuego Infernal se encontró con Fitzroy y aparentemente murió a sus manos. Poco después, Bishop llegaría desde el futuro con la intención de apresar a Fitzroy para que fuese devuelto a su periodo temporal, aunque esa ya es otra historia (Uncanny X-Men Vol. 1 281 – 283 USA, octubre – diciembre de 1991).
Pese a que muchos de los Cosechadores habían muerto, su naturaleza cibernética les permitió escapar del olvido. Como se descubriría más adelante, sus consciencias podían ser almacenadas en soportes informáticos y trasladadas a nuevos cuerpos, por lo que podían resucitar sin problema tras ser destruidos. Lo mismo podía aplicarse a Donald Pierce, que no tardaría mucho en volver de la muerte para atormentar a la Patrulla X y a sus aliados.
En esa época Dama Mortal secuestró a Milo Thurman, el genio ex-marido de Dominó, de unas instalaciones del gobierno. Siguiendo su pista, la mutante de X-Force se encontró con un resucitado Pierce que pretendía convertir a Milo en un cyborg para poder hacer uso de su inteligencia privilegiada. Dominó no tuvo más remedio que dejar morir a su ex-marido para evitar que el villano se saliesen con la suya. Esto se relató en la primera miniserie protagonizada por el personaje (Domino Vol. 1 #1 – 3 USA, octubre – diciembre de 1993). Al mismo tiempo, otros Cosechadores como Rompehuesos y Reese regresaron de su aparente muerte en las páginas de una miniserie que reunió a Lobezno y al Castigador (Wolverine and the Punisher: Damaging Evidence 1 – 3 USA, octubre – diciembre de 1993).
De nuevo en su base australiana, Pierce fue poseído por la entidad psíquica conocida como Rey Sombra. La intención del villano era atraer a Pícara hasta una trampa para usarla como anfitrión y poder absorber así los poderes de Pórtico, que le permitirían extender su influencia de forma ilimitada. El equipo X-Tremo en el que militaba Pícara en ese momento se encargó de derrotar a los Cosechadores, mientras que ella puso contra las cuerdas al poseído Pierce. La promesa del Rey Sombra de convertirla en su consorte no evitó que la mutante le diese una paliza y liberase a Pórtico. Finalmente, los cyborgs fueron arrestados por las autoridades australianas (X-Treme X-Men Annual 2001, febrero de 2002).
Los nuevos Cosechadores
Tras liberarse, sus derrotas pasadas no impidieron que Pierce formase un nuevo grupo de Cosechadores; en esta ocasión compuesto por fanáticos antimutantes. Entre ellos se encontraba el joven Josh Foley, ignorante del hecho de que él mismo era un mutante con poderes curativos. Estos nuevos Cosechadores pretendían atacar a las últimas incorporaciones de la Escuela de Xavier a través de su familia. Su objetivo fue Sofia Mantega, alias Danza del Viento, ya que su identidad era de dominio público al ser su padre el propietario de una importante cadena de supermercados. Al descubrir que su padre había sido secuestrado, Danza del Viento y sus compañeros de escuadrón acudieron al rescate junto a sus maestras Espejismo y Karma. Durante el conflicto entre los Cosechadores y los mutantes, Laurie Collins, Alhelí, fue herida de muerte y Josh recurrió a sus poderes para salvarla, por lo que fue repudiado por el grupo del que formaba parte. Mientras tanto, otro de los mutantes, Kevin Ford, alias Ruina, usó su poder para corromper la materia orgánica sobre un derrotado Pierce, que sobrevivió gracias a que gran parte de su cuerpo era mecánica. Con el villano de nuevo en prisión, Josh ingresó en la Escuela de Xavier, donde recibiría el nombre código de Elixir (New Mutants Vol. 2 #5 – 6 USA, noviembre – diciembre de 2003).
Sus seguidores provocarían la fuga de Pierce mientras era trasladado a unas instalaciones de contención no mucho después. Con la intención de hacer que Josh pagase cara su traición, prepararon un nuevo ataque sobre la Escuela de Xavier, pero sus planes fueron frustrados una vez más (New Mutants Vol. 2 # 13 USA, junio de 2004).
Poco después, Pierce trató de derribar a Sebastian Shaw para apoderarse del Club Fuego Infernal, aunque sería detenido por la Patrulla X. Puesto que Shaw había sido herido, el liderazgo del club recayó sobre Roberto Da Costa, Mancha Solar de los Nuevos Mutantes, que pasó a ser el nuevo Rey Negro (Uncanny X-Men Vol. 1 #452 – 454 USA, enero – marzo de 2005). Empeñado en recuperar su posición, Pierce se hizo pasar por Cíclope y reclutó a un grupo de jóvenes mutantes para que acabasen con la vida de Mancha Solar (Young X-Men #1 USA, junio de 2008). Al final fue descubierto, pero no antes de provocar la muerte de uno de los estudiantes: Nicholas Gleason, Cachorro (Young X-Men #5 USA, octubre de 2008). Pierce quedó entonces prisionero en las instalaciones de la Patrulla X en la isla de Utopía. Sus intentos para convencer a la mutante Arena de que le liberase a cambio de que le proporcionase la cura para la degeneración celular que estaba experimentando en ese momento fueron infructuosos (Young X-Men #11 – 12 USA, abril – mayo de 2009).
Alianzas inciertas
En ausencia de su líder, Dama Mortal fue la responsable de reunir de nuevo a los Cosechadores cyborg. Por una promesa que la había hecho al Reverendo William Stryker, el fundador de los Purificadores, Dama Mortal y sus Cosechadores se aliaron con este grupo de fanáticos religiosos antimutantes. Cuando se supo del nacimiento del primer bebé portador del gen-X tras el llamado Día-M en el que la gran mayoría de mutantes del planeta habían perdido sus poderes, los Cosechadores y los Purificadores se lanzaron a perseguir a la niña, que se encontraba bajo la protección de Cable. Por su parte, Cíclope reclutó a una nueva encarnación de X-Force formada por Lobezno, X-23, Loba Venenosa, Sendero de Guerra, Hepzibah y Calibán para que pusiesen a salvo al bebé. Calibán murió para proteger a Sendero de Guerra de un disparo de los Purificadores, mientras que Dama Mortal sufrió una contundente derrota a manos de X-23 (New X-Men Vol. 2 #45 USA, febrero de 2008). Finalmente, Cable consiguió poner a salvo a la niña recién nacida, salvaguardando así el futuro de la especie mutante.
Algún tiempo después, se descubrió que Donald Pierce estaba actuando bajo las órdenes de Bastión, el ser artificial cazador de mutantes (X-Force Vol. 3 #3 USA, junio de 2008). Su captura había sido intencionada, para que pudiese debilitar a la Patrulla X desde dentro en el momento en que el bebé, ya convertido en una adolescente llamada Hope Summers, regresase con los demás miembros de su especie. Cuando al fin se produjo esta circunstancia, Pierce se las ingenió para deshabilitar las defensas de Utopía y destruir las naves de la Patrulla X, dejando a los mutantes incomunicados e indefensos ante el ataque de Bastión. Cíclope atacó a Pierce después de aquello, destrozando su cuerpo mecánico con su rayo óptico y produciendo su aparente muerte (New Mutants Vol. 3 #13 USA, julio de 2010). Bastión acabó siendo derrotado por Hope y Pierce se cree muerto desde entonces. Si bien es cierto que su naturaleza cyborg ya le ha permitido escapar de la muerte en anteriores ocasiones, el antiguo miembro del Club Fuego Infernal no ha vuelto a ser visto en el Universo Marvel.
Pese a su pérdida, los Cosechadores siguieron actuando y pretendieron atacar la isla de Utopía convirtiéndose a sí mismos en bombas suicidas. X-Force viajó hasta su base de operaciones en Australia para evitarlo, aunque ya era demasiado tarde. Abrecráneos se detonó para dejar fuera de combate a Lobezno, Fantomex y Masacre, mientras Macon y Reese entraban en un portal con destino a Utopía. Arcángel y Mariposa Mental pudieron detenerlos a tiempo mientras un herido Lobezno luchaba contra Dama Mortal. Sabiendo que estaba derrotada, la villana abandonó su cuerpo cyborg y trasladó su consciencia a través de la red para escapar (Uncanny X-Force #5.1 USA, mayo de 2011).
Últimos avistamientos
Las desapariciones de Pierce y Dama Mortal no supusieron el fin para el grupo de mercenarios cyborg. Los Cosechadores veteranos reunieron a un grupo de nuevos reclutas a los que pretendían mejorar con su tecnología. Forja descubrió que el grupo había robado una bomba y envió a la última encarnación de X-Force para desmantelarla y acabar con el campamento de los Cosechadores mientras Rompehuesos, Niño Bonito y Abrecráneos estaban ausentes.
Cable y Hope se encargaron de la misión, pero Hope fracasó al intentar deshabilitar el explosivo antes de que regresasen los cyborgs veteranos. Usando un dispositivo que fusionó a sus nuevos reclutas en una masa amorfa de miembros cibernéticos, los Cosechadores estuvieron a punto de acabar con Cable. Por suerte, Hope pudo derrotar a la criatura y deshacer la fusión. Los villanos acabaron apalizados y desmembrados, con sus organismos mecánicos necesitados de serias reparaciones (Cable and X-Force Vol. 1 #15 – 17 USA, diciembre de 2013 – febrero de 2014).
En su última aparición hasta la fecha, los Cosechadores volvieron a actuar bajo el mando de una reconstruida Dama Mortal. Tras haber escuchado rumores de que el fallecido Lobezno volvía a estar en activo, los villanos trataron de seguirle la pista sin saber que en realidad se trataba del Viejo Logan, su contrapartida de un futuro alternativo. Los Cosechadores le encontraron tratando de vivir una vida pacífica en la pequeña ciudad de Killhorn Falls, en Canadá. El ataque de los despiadados cyborgs arrasó la localidad y diezmó a sus habitantes, obligando al Viejo Logan a enfrentarse a ellos. El mutante acabó con todos a excepción de Dama Mortal, que pudo escapar pese a la gravedad de sus heridas (Old Man Logan Vol. 2 #5 – 7 USA, junio – agosto de 2016).
Dama Mortal volvió a encontrarse con el Viejo Logan más adelante, aunque no se ha vuelto a ver en activo a ninguno de los Cosechadores. Es difícil considerarlos muertos teniendo en cuenta las veces que han conseguido regresar tras ser destruidos en el pasado, por lo que no deberíamos descartar la posibilidad de que Donald Pierce o cualquier otro miembro de esta banda de villanos vuelvan en algún momento. Después de todo, se han convertido en una espina clavada en el costado de la especie mutante; una de la que ha resultado imposible librarse del todo hasta la fecha.
Terminamos aquí el repaso a la trayectoria de estos villanos, que actuarán como antagonistas en Logan, la cinta dirigida por James Mangold que se estrena hoy. En esta ocasión no veremos a Dama Mortal, que ya estuvo presente en X-Men 2 (Bryan Singer, 2003), pero sí tendremos a Donald Pierce haciendo su debut en la gran pantalla. Será Boy Holbrook el encargado de interpretar al líder de los Cosechadores en el largometraje. Otros personajes como Rompehuesos (Daniel Bernhardt), Niño Bonito (Ryan Sturz) y Macon (Stephen Dunlevy) también están confirmados. Pronto tendremos ocasión de comentar con más detalle en Zona Negativa esta esperada película.
A los Cosechadores los recuerdo muy bien de la etapa de la Patrulla-X en Australia y de cómo les levantaron la base a los muy pringaus. Creo que es lo último que leí de la Patrulla antes de que empezara a pensar que la cosa se estaba enredando mucho (y no me quedaba nada) y dejara de leerla.
No sabéis lo que agradecemos estos artículos recopilatorios, muchísimas gracias por el currazo. Para mí personalmente éste es especialmente chulo: el primer tebeo que compré es el de ese Lobezno robótico destrozado por los Cosechadores… Claremont en su máxima expresión, gravedad por los 4 costados y Jim Lee cuando se curraba cada página. Desde entonces, unos… no sé, 25 años después, sigo comprando la patrulla x y tengo todo lo anteriormente publicado, así que sí, me ha gustado mucho este repaso a unos villanos que me molaban pero mucho mucho con 10 añitos
Vale, ya esta vista la peli de Logan, que esta sea la peli de Super heroes que NO te Spolien
Vista la peli, he de decir que la versión cinematográfica de los Cosechadores es bastante descafeinada. Con lo que mola el Pierce con la capa y el tío que es medio tanque 😉