CAZAVAMPIROS
«El mundo se va al infierno»
Como es costumbre en la industria del cómic superheroico moderna, todo gran evento veraniego llega acompañado de una amplia variedad de tie-ins que exploran el alcance del evento en todo el universo Marvel. Este año es el turno de Caza Sangrienta, que enfrenta a los héroes marvelitas contra legiones de vampiros presentándose como el evento más sangriento de la historia de la editorial. En este marco, el uso del personaje de Lobezno parece encajar a la perfección y aunque se le ha dejado al margen de la serie principal sí se le ha dado el protagonismo de este tie-in de cuatro números que promete acción violenta y a raudales y que reseñamos a continuación.
La trama que se nos presenta está completamente desligada de una etapa del personaje propiamente dicha, y es que llegó a las librerías norteamericanas entre el final de la etapa de Benjamin Percy y el comienzo de la de Saladin Ahmed. Un vacío que Marvel se ha preocupado por llenar por medio de miniseries como esta, Lobezno: Venganza, Lobezno: Inferbezno y la aún inédita en España Wolverine: Deep cut. La historia que hoy nos ocupa sigue la estructura de otras cabeceras secundarias del evento, que han aprovechado la oportunidad para desempolvar algunos personajes vampíricos de la editorial y despertar viejas rivalidades con los héroes protagonistas. Aquí Lobezno se reencontrará con Louise y tendrá que hacer frente a oleadas de vampiros mientras un viejo enemigo intenta reclutarle para la causa de los bebedores de sangre.
El guionista Tom Waltz se estrena en Marvel después de su extenso trabajo en la aclamada colección de Las Tortugas Ninja en la editorial IDW. Su labor aquí por desgracia no va más allá de ser complaciente. Sin ningún peso en el argumento general del evento, la narrativa que presenta se reduce a una serie de escenas de acción con poca conexión entre sí. Aunque el autor estadounidense se preocupa por encontrar variedad en los desafíos que pone en el camino del protagonista se siente que está siguiendo una fórmula que repite a lo largo de la serie. Sin dejarnos momentos memorables y con diálogos que abusan de las frases hechas y los one-liners el trabajo de Waltz en esta miniserie queda lejos de la calidad que alcanzó a cargo de las Tortugas Ninja.
En el apartado artístico encontramos a Juan José Ryp, un artista que conoce de cerca al personaje tras haber colaborado con Benjamin Percy en varios números de la etapa que antes mencionaba. Su estilo se caracteriza por un trazo muy fino y la inclusión de un nivel intrincado de detalle, reduciendo la importancia del entintado y evitando el uso de tintas sólidas. Esto último resulta en dejar mucho trabajo de sombras al color, aquí a cargo de Guru eFX. El resultado final es decepcionante, parece haber pocos instantes en los que el dibujante se acerque a su mejor versión que vimos en la serie regular del personaje, a pesar de que el guion parece jugar para sus fortalezas con la elección de personajes y escenarios y que no aprovecha la aparente carta blanca que ha dado Marvel a los creadores con respecto a la violencia en este evento. La pareja del español con Guru eFX también parece funcionar mucho peor que sus colaboraciones con otros coloristas como Frank D’Armata.
En definitiva, la obra es decepcionante. Lejos de un status de superestrella, Tom Waltz llegaba con expectativas tras haber firmado obras notables pero la trama de este cómic parece haberse ideado únicamente para rellenar las páginas y sin tener una idea clara sobre qué hacer con el personaje. En el apartado artístico encontramos a su vez que los responsables no entregan su mejor trabajo. La conclusión es que el cómic se queda corto en todos los aspectos y resulta en una aventura poco memorable.
Lo mejor
• Las escenas bajo el agua dibujadas por Juan José Ryp.
Lo peor
• La historia es muy simple.
• No hay ningún momento memorable en toda la obra.
Decepcionante
Guión - 4.5
Dibujo - 5.5
Interés - 5
5
El cómic se queda corto en todos los aspectos y resulta en una aventura poco memorable.