UNA NUEVA ERA
«Mantén tus garras fuera, y a tus amigos cerca.»
Echamos la vista atrás para analizar la etapa de Lobezno en la era Krakoana de la Patrulla-X y los mutantes. Después de que Dinastía de X y Potencias de X dieran pistoletazo de salida de dicha era en 2019 era sólo cuestión de tiempo que el mutante de las garras de adamántium gozara una vez más de una cabecera propia, y así llegó la ocasión en febrero de 2020. El encargado de encabezar esta nueva etapa para el personaje fue Benjamin Percy, el estadounidense venía de firmar etapas cortas aunque de largo recorrido en la Distinguida Competencia Flecha Verde y en sus años en Marvel ha scontinuando trabajando en etapas largas en las cabeceras de Lobezno, X-Force y Motorista Fantasma.
Lo que nos encontramos en este inicio son dos historias. En la primera se explora el papel de Logan en la isla de Krakoa y explora su relación con el resto de sus habitantes, cuando empiezan a desaparecer cargamentos de una de las flores medicinales que Krakoa proporciona al mundo y como resultado aparezca un mercado negro de drogas mutantes Lobezno es el encargado de descubrir y frenar a quién está detrás. La segunda historia es mucho más clásica para el personaje y saca menos partido del recién instaurado status quo mutante, en ella Lobezno se verá enfrentado a la Nación Vampiro, después de que cruce uno de los portales de Krakoa un antiguo enemigo.
La primera historia que propone Percy es sin duda la más interesante, situando a Logan en el papel de director de la CIA mutante. Como responsable de la seguridad de la isla llevará a cabo el trabajo sucio, neutralizando las amenazas a la nación mutante. Percy además presenta a un nuevo personaje, el agente Bannister de la CIA estadounidense, que actúa como compañero y en parte como reflejo de Logan. Bannister, además de ser un tributo muy poco sutil al personaje de El Gran Lebowski, es una vieja gloria amante de la bebida que ha aprendido una lección que Lobezno aún no, la de reconocer su propia bondad. Jugar con la imagen de sí mismo de Logan no es una novedad, pero la combinación de personajes e ideas nuevas hace que se sienta menos manido. La segunda historia presenta ideas interesantes y comparte en cierto modo la temática de la primera, con un Logan al que la nueva realidad de Krakoa le hace plantearse su pasado y su naturaleza, sin embargo estos aspectos se dejan de lado muy pronto en favor de una trama que se diluye fácilmente en el amplio mar que es la trayectoria editorial del personaje y que llega a su fin sin una conclusión apropiada. Aquí encontramos una multitud de elementos reconocibles, un bar desolado en mitad de la nieve, una chica Logan al estilo de chica Bond que tantas veces han aparecido, unos villanos dando caza al personaje…
El apartado artístico está igual de diferenciado que el narrativo, Adam Kubert con colores de Frank Martin se encargan de la primera y Viktor Bogdanovic con colores de Matthew Wilson de la segunda. El trabajo de los dos primeros es notable, un estilo dinámico y con personalidad con una estética muy limpia. El trabajo de Bogdanovic es más inconsistente, aún con buenas secuencias el estilo del suizo, algo más sucio y con más líneas irregulares, pasa más dificultades para mantener un nivel notable.
En definitiva, Percy relanzó la cabecera de Lobezno con un comienzo algo irregular, trayendo a la serie un tono gamberro muy característico y que le sienta bien al personaje de Lobezno pero intentando hacer mucho en tan sólo 5 números y en consecuencia encontrando problemas para desarrollar al máximo sus ideas. Por otro lado, el ritmo de lectura se resiente por el uso de las páginas blancas llenas de prosa que tanto proliferaron en el comienzo de Krakoa y que aquí, a diferencia de en Dinastía de X y Potencias de X donde cumplían un papel de caracterización del mundo, se limitan a dar pequeños detalles sin demasiada importancia. A la hora de revisitar esta etapa, si no se puede tirar de las grapas de Panini, la única opción es recurrir a los tomos Marvel Premiere que recogen toda la línea mutante y en los que la colección de Lobezno aparece de forma muy esporádica.
Lo mejor
• La inclusión de personajes humanos.
• El arte de Kubert.
Lo peor
• Las páginas blancas marca Hickman llenas de prosa.
• Las calidad de las dos historias varía bastante.