Lobezno: Rahne de Terra

 

Edición original: Marvel Comics – agosto 1991
Edición España: Comics Forum – mayo 1992
Guión: Peter David
Dibujo: Andy Kubert
Entintado: Andy Kubert
Color: Sherilyn van Valkenburgh
Portada: Andy Kubert
Precio: 650 pesetas (tomo en formato prestigio de sesenta y cuatro páginas)

 

Resulta ocioso recordar que Lobezno ha sido, con diferencia, la franquicia individual más rentable de todas cuantas componen la nutrida escudería mutante. Cuesta creer que en sus primeras apariciones fuera denostado por la parroquia lectora, pero el trabajo desarrollado por Chris Claremont y, sobre todo, por John Byrne (Dave Cockrum era más de Rondador Nocturno) contribuyó a cambiar el sentido de la afición, hasta hacerle acreedor de una de las primeras series limitadas de la editorial. Desde ese momento, la presencia del garrudo en portadas, proyectos especiales y demás aventuras de postín se convirtió en gancho seguro; esta tendencia se hizo exagerada en los noventa, cuando la burbuja especulativa y la pelea empresarial con Image promovieron una multiplicación exacerbada de tebeos con los que copar las estanterías de las librerías especializadas. Rahne de Terra es uno de los más presentables de aquellos días.

La historia contenida en el tomo demuestra en primer lugar que el protagonismo de Lobezno se debía más a los inescrutables designios de la mercadotecnia que a un peso determinante en el relato en cuestión. Los auténticos titulares del tomo son los Nuevos Mutantes y, más específicamente Rahne Sinclair, Loba Venenosa. La joven escocesa parece haber perdido completamente la chaveta: proclama a los cuatro vientos que no es quien ellos creen, sino la princesa y heredera al trono de un reino del que ninguno de sus camaradas ha oído hablar. Su mentor, el profesor Charles Xavier, podría averiguar qué es lo que sucede echando un ojo mental al atribulado cacumen de su discípula, pero el ilustre calvo no está allí. En su lugar tenemos a un recién llegado que proclama a los cuatro vientos su intención de convertir a los jóvenes mutantes en soldados para una guerra: Cable. Después de la amarga experiencia de tener a Magneto como director de escuela, este paramilitar de rudos modales parece todavía más alejado del sueño fundacional de la venerable institución-x. Los Nuevos Mutantes viven sus últimos días en medio de una crisis que afecta a uno de sus miembros más vulnerables, y las fricciones entre el jefe y sus desconfiados pupilos se hacen evidentes cuando aquél parece incapaz de resolver el problema de Sinclair. Pegar tiros a todo lo que se mueva no es la solución.

En otro lugar, la princesa Rain de Geshem se despierta en su castillo. Está próximo el día de su décimo sexto cumpleaños y eso anuncia un destino aciago a manos de una mítica bestia. La joven está rodeada de personas que la protegen y la quieren, pero cuando las mira, cree percibir otras imágenes que poco tienen que ver con el ambiente medieval fantástico en el que parece haberse criado. Mientras tanto, una bestia con unos colores muy familiares se enfrenta a las defensas del reino para alcanzar el objetivo de asesinar a la futura reina.

Como puede comprobarse, la historia va en definitiva de realidades alternativas en las que hay versiones de los mismos personajes a ambos lados de la barrera interdimensional. Rahne / Rain es el nexo de unión entre dos universos que tienen semejanzas y diferencias. Unas premisas tan manidas como éstas pueden servir lo mismo para un roto que para un descosido y para una historia entretenida que para una olvidable. Afortunadamente, el guionista no era otro que don Peter David, que ya llevaba varios años demostrando sus capacidades en la franquicia de Spider-Man y en la colección del Increíble Hulk. Poco después haría una grata incursión en la escudería mutante, en la forma de la etapa definitiva de Factor-X. A los lápices y pinceles, un caballero que pronto se haría célebre en la misma franquicia: Andy Kubert. Hijo de su padre y hermano de su hermano, este buen señor se encargaría de los lápices de la segunda colección de la Patrulla-X durante varios años, ocupando el puesto que había dejado Jim Lee. Por su parte, los Nuevos Mutantes derivarían, merced a la presencia en el equipo creativo de Rob Liefeld, hacia X-Force. Sin embargo, Loba Venenosa no les acompañaría en esa transición. Proyecto X-Terminio sería la excusa para que Rahne cambiara de equipo y viera sus andanzas contadas por David.

El resultado final es una historia entretenida, marca de casa Peter (con broma lingüística para expertos en lengua hebráica incluida), que tendría una secuela más olvidable de la que ya tocará hablar un día de éstos.