La primera temporada de Loki dejó impresiones desiguales entre los aficionados (y nuestros redactores), pero al mismo tiempo fue un éxito de Disney Plus que muy pronto confirmó que nuestro querido dios de las mentiras regresaría en una segunda temporada de su serie. Ha llovido mucho desde entonces, pero el día señalado ha llegado y las aventuras de Loki y su nueva relación con la Agencia de Variación Temporal son ya una realidad.
Esta segunda temporada ahondará en el concepto de multiverso que ya vimos en su primera tanda de episodios y supondrá el regreso estelar de Tom Hiddleston y el de otros compañeros de reparto como Sophia Di Martino que remota su papel en la producción como Sylvie, Owen Wilson que hace lo propio con el entrañable Mobius y Jonathan Majors que asume una vez más el manto de Kang después de su pequeño papel en la anterior temporada y en la posterior Ant-Man y la Avispa: Quantumanía. Esta temporada cuenta con seis únicos episodios en los que Eric Martin ejerce como guionista principal y Justin Benson y Aaron Moorhead se sitúan frente del equipo de dirección. El primer episodio de la temporada tiene por título 1893 y a continuación podéis leer nuestras impresiones sobre él. ¿Qué os ha parecido el episodio de Loki de la semana?
Loki.Temporada 2. Episodio 3 – 1893
Miss Minutes 2: El juicio final, por Jordi T. Pardo
El tercer episodio de Loki parece un auténtico homenaje a la filmografía de James Cameron. Las idas y venidas del propio Loki y Mobius para intentar proteger a Victor Timely (la variante clave de Kang para el futuro), una Sylvie unineuronal empeñada en acabar con él y una Miss Minutes a un paso de convertirse en prima hermana de Skynet. Por si esto no fuese suficiente en este episodio regresa Ravonna y arma temporal cargada al hombro nos deja alguna estampa en la que resulta difícil no relacionarla con la Teniente Ripley en Aliens. Podríamos incluso forzar la máquina y decir que la situación en la que se ven envueltos todos estos personajes a lo largo del episodio tiene mucho de Mentiras arriesgadas, esa genial comedia de espías firmada en 1994 por el director de Titanic.
Esta influencia -si realmente está ahí- no tiene porque ser buena ni mala, pero lo cierto es que parece que los guionistas de serie están empezando a tantear caminos muy trillados en lo que a viajes en el tiempo se refiere y también en lo relativo al origen del gran villano actual de las producciones de Marvel Studios: Kang el Conquistador. Jonathan Majors retoma su papel que nuevamente muta para ofrecernos otra de sus multiversales facetas. Nos trasladamos para ello al Chicago de finales del siglo XIX , en un momento marcado por los grandes avances científicos y la carrera de patentes por la comercialización de la energía eléctrica. Son los tiempos de Thomas Alva Edison y de un Nikola Tesla que aunque no es mencionado en el episodio claramente es una inspiración para el personaje de Victor Timely.
Hay que decir que en la recreación de Chicago ha invertido mucho más la serie de lo que lo hizo toda la primera temporada en sus localizaciones, especialmente cuando recordamos aquella triste Pompeya vista desde el dintel de una puerta… Pero esto posiblemente sea lo mejor de un episodio que juega mucho con su contexto, con la comedia de situación y con dilemas morales apenas esbozados. Este punto carece especialmente de fuerza para que nada de lo narrado nos resulte trascendente. Se suma a ello la deriva de un Loki que en este episodio no parece ni mucho menos el protagonista de su propia serie, dando que pensar sobre cuáles son sus motivaciones actuales y porque sigue haciendo lo que hace a estas alturas.
El personaje de Sylvie no sale mejor parado en lo que llevamos de temporada. En la anterior tanda de episodios era un personaje con cierto misterio y atractivo y, pese a estar movida por la venganza, cabían muchos matices en su relación con su variante más popular. En estos tres episodios que llevamos por ahora de la segunda temporada, Sylvie se ha convertido en una sombra de lo que había sido y en una mera excusa a la que recurrir cuando la trama necesita algo de tensión. Como un T-1000 de toda la vida… Las paradojas, los bucles temporales y toda esa mandanga están tratados de forma tan anodina que no nos pillan con la guardia baja en ningún momento.
La imagen más potente de este episodio -y de lo que llevamos de temporada- es la que nos ofrece Sylvie al mandar a la Ciudadela del Final del Tiempo a Ravonna donde permanece el cadáver de El que permanece. Lo repetimos cada semana: el episodio es entretenido, se digiere bien y Tom Hiddleston y compañía nos mantienen hipnotizados hasta cierto punto, pero la historia peca de falta de ambición y ni siquiera el recuperar a Jonathan Majors y conocer el origen de todo nos produce especial emoción. Puede que lo que queda de serie sea todo lo contrario y nos tengamos que comer nuestras palabras, pero por ahora, y aún a riesgo de sonar algo fatalistas, puede que el mayor homenaje que incluye este episodio a la filmografía de James Cameron sea precisamente Titanic… porque todo empieza a hacer aguas.
P.D: Un fuck you para Disney Plus y su nueva política de cuentas compartidas. Con mucho cariño 🙂
Con él llegó esKangdalo, por Juan Luis Daza
Tercera entrega de la segunda temporada de Loki, titulada 1893, en la que por fin los guionistas Eric Martin, Kasra Farahani o Jason O’Leary y el director Kasra Farahani despliegan todo un abanico de posibilidades para llevar al terreno de la aventura la serie ideada por Marvel Studios para Disney Plus. Algo que ya se apuntaba en la anterior temporada y que se corrobora más que nunca en el presente capítulo son las muchas e ¿involuntarias? coincidencias con la serie española El ministerio del tiempo a la que en su momento también se acuso prematuramente de ser un plagio de Doctor Who. Este episodio también supone el regreso del personaje de He Who Remains, o lo que es lo mismo, Kang el conquistador, interpretado por el actor Jonathan Majors y cuyo futuro no era del todo cierto en el UCM después de sus escándalos personales.
De hecho a este episodio podíamos llamarlo “El show de Victor Timley”, porque es el personaje de Majors la estrella y epicentro del relato. Los ecos de Regreso al futuro III también se hacen notar, ya que el tono cómico y cartoonesco no escasea en la hora de duración de este tercer.capítulo que luce un diseño de producción a la altura de las circunstancias. Aquella escena post créditos de la injustamente vapuleada Ant-Man y la Avispa: Quantumania ya apuntaba al tono insuflado a este nueva entrega, ligero y muy en consonancia con la idiosincrasia de Loki como producto audiovisual. El tratamiento de personajes es adecuado y su desarrollo a lo largo de la trama cumple su cometido sin llegar en ningún momento a la excelencia, pero configurándose como un digno entretenimiento.
La semana que viene llegaremos al ecuador de la temporada y ya sabiendo lo que ofrece, que como ya he dicho en ocasiones anteriores no es la serie de Loki que yo hubiera esperado, puede disfrutarse como un divertimento al servicio de un Tom Hiddleston siempre excelente pese a lo alejado que está de la versión primigenia del personaje que recordamos del cine. Un apartado técnico competente, una narrativa adecuada y un reparto muy mimetizado con sus roles hacen de Loki una experiencia que me está resultando más grata que su primera temporada, pero que queda lejos de ser una de mis series favoritas facturadas por la compañía comandada de Kevin Feige que con productos como Wandavision, Ojo de Halcón, Caballero Luna, What If? e incluso She-Hulk me hizo disfrutar más de las aventuras audiovisuales de los superéroes de Marvel Cómics.
Quién engañó a Ravonna Renslayer, por Samuel Secades
Si hay algo que lo que no podemos quejarnos, de momento, con esta segunda temporada de Loki es de que esté siendo previsible. Y es que en este tercer capítulo volvemos a irnos de viaje con esos Holmes y Watson de la TVA que son Loki y Mobius, en esta ocasión a buscar en el tiempo a Ms. Minutes para encontrarse de carambola con Ravonna (a la que echábamos de menos desde la primera temporada) y ni más ni menos que a una variante de El Que Prevalece; un episodio importante, no sólo por lo que hace avanzar la trama de la catástrofe temporal que azota a la TVA, sino porque nos llega a contar la historia de origen del mismísimo He Who Remains, y lo hace a la vez dejando muchos interrogantes en el aire, tanto del propio Timely en sí como del papel de Miss Minutes y Ravonna en toda la historia. Con tanto protagonismo repartido (y eso sin contar la aparición de una Sylvie, como siempre con navaja albaceteña en mano y con ganas de darle uso), es de admirar que una serie con Loki de protagonista y en el título (y siendo Tom Hiddleston la estrella que es), haya sabido construir una historia que se apoye en un reparto coral que complementa más que arropa a su protagonista. En este tercer episodio lo vemos perfectamente con la trama de Ms. Minutes, el reloj animado (y aparición fantasmal en la Feria) al que podemos poner en contexto su relación con El Que Prevalece, conformando toda una mitología del origen del villano creador de la TVA muy interesante.
Mientras tanto, Loki y Mobius siguen de turismo regalándonos grandes momentos, como si estuviesen en su serie propia, y regalándonos deliciosos guiños como esa afrenta de Loki ante su ausencia frente a las figuras de Odín, Thor y Balder el Bravo (que se llevó un escalofrío por mi parte similar a aquella mención a Stephen Extraño en El Soldado de Invierno, demostrando que Marvel Studios aún tiene fondo de armario de sobra para provocar ese tipo de emociones en el lector de cómics); pero, en este caso, es Mobius quien se lleva la palma de nuestro interés con una referencia más velada a su relación con Ravonna y el posible pasado oculto de su personaje dentro de la TVA. Todo un acierto ir dándonos pinceladas de los personajes más allá de la consabida trama de Loki y Sylvie que copó la primera temporada, y que culmina en el gran interrogante relacionado con Ravonna que Miss Minutes suelta cual bomba al final del episodio.
Pero ya está bien de andarnos por las ramas con los detalles de este notable tercer episodio, de su potente apartado visual (superando todo lo visto esta temporada en cuanto a puesta en escena con la recreación de la Feria Mundial de 1893) y sonoro (con esa Natalie Holt superándose a sí misma versioneando el tema central de la serie al estilo siglo XIX); y es que es el momento de hablar del elefante en la habitación con la presencia de Jonathan Majors y su El Que Prevalece (no confundir con Kang el Conquistador, en un lío de identidades que más le vale ir dejando claro a Feige y compañía antes que el espectador casual se dé por vencido); Majors se separa aquí de su convencional aparición como villano en la tercera entrega de Ant-Man para traernos un personaje mucho más cercano en su aspecto juguetón al que conocimos en el último episodio de la primera temporada de Loki, llevando a He Who Remains a un lado más cartoon que no será del gusto de todos, pero que al menos se nota más libre a la hora de abordar al personaje. Ojalá las polémicas del actor fuera de cámara no nos hubieran estropeado en parte la experiencia de disfrutar de su inclusión en un MCU que aún no sabemos qué hará con él de cara a todos los acontecimientos que vienen en el futuro y en los que Kang será parte vital, aunque la variedad de universos e identidades puede darle fácilmente una vía de escape a Feige y compañía. De momento, nos queda por ver cómo soluciona esta segunda temporada de Loki la papeleta de tener en su reparto al tipo más peligroso del MCU (en el sentido narrativo y corporativo), pero lo que está claro es que Loki sigue siendo de lo más interesante que nos ha dado la Marvel Studios televisiva.
Loki hago en Chicago, por Sergio Fernández
Uno de los aspectos que más critiqué en la primera temporada de Loki fue lo poco que supieron aprovechar los distintos saltos temporales. Sin embargo, el hecho de que el título de esta semana hiciera una referencia específica a un momento puntual de finales del siglo XIX me hacía ser moderadamente optimista con este asunto. Una vez visto el episodio, puedo afirmar que he quedado complacido en este aspecto tras visitar Chicago en 1868 y 1893. Mucho antes de que Michael Jordan situase a la ciudad del viento en la cúspide de mundial, la era del turrón más caro del mundo ha quedado marcada por su buena ambientación. Ya fuera por los decorados, por el vestuario o por la Exposición Mundial, sin Curro, que tuvo lugar en la tercera ciudad más poblada de los Estados Unidos, nos creemos ese salto temporal ejecutado por el hermanastro de Thor y compañía.
En los dos episodios precedentes teníamos tres personajes a los que se nombraba frecuentemente pero que, por el momento, no habían enseñado vuelto a enseñar la patita. A saber: Ravonna Renslayer, El hombre que nunca estuvo allí permanece y Miss Minutes. Ha hecho falta cambiar de siglo para que los antagonistas fueran protagonistas. Al más puro estilo Dark, Ravonna (Gugu Mbatha-Raw) entrega el libro de la AVT a Victor Timely para que, paradojas mediante, este se vaya fraguando en las nobles artes del control temporal. Ya lo cantaba Fernando Esteso. La Ravonna se ha fugado con el hijo del cartero…
Hablemos del personaje al que presta voz Tara Strong. Más allá de su eterno parecido con la Marbú Dorada, Miss Minutes ha mutado a blanco y negro para estar más acorde con los tiempos de este tercer episodio. No solo eso, sino que se ha permitido moldear su figura para aterrorizar a los visitantes de la Expo. Álex de la Iglesia: Tienes un spinoff. Aunque para sorpresas, la que ha dado a muchos espectadores Jonathan Majors apareciendo en pantalla. Si bien esta segunda temporada fue grabada antes de que el protagonista de Territorio Lovecraft fuese arrestado, choca que en una época de tolerancia cero con ese tipo de conductas, Kevin Feige y asociados se agarren al plan establecido. Poderoso caballero es Don Dinero. Veremos como termina este asunto y si la variante tiene que ser variada en un futuro.
Dejando de lado al actor y centrándonos en Kang/Victor, da la sensación de que Marvel Studios no acaba de dar con la tecla para presentarnos un villano de categoría. La sombra de Thanos es alargada y quien tenía que recoger su testigo ya ha salido lo suficiente en pantalla como para no parecer un pelele de tres al cuarto. Con un look a medio camino entre Don King y Marshal Bass, Timely recuerda más a El Profesor Chiflado de Eddie Murphy que a la némesis de cualquier superhéroe. Por otra parte, la química entre Tom Hiddleston y Owen Wilson funciona a las mil maravillas sin ser explotada en exceso a riesgo de parecer una buddy movie.
Al más puro estilo del gato y el ratón, 1893 ha sido un capítulo de persecuciones aderezado con música de salón. Con un acabado casi cartoonesco (ojo a cierta transición…), esta nueva entrega de El Ministerio del Tiempo ha resultado tremendamente entretenida, pero sin pisar a fondo el acelerador. Siempre se repite esta misma historia ¡Ya no puedo más! Estoy harto de rodar como una noria. Como en toda buena feria que se precie, el momento cúspide de acción tiene lugar en esta atracción. Sylvie y Loki siguen enfrentándose por el destino de la variante. El ego por delante para que no se espante. Victor ha demostrado a Ravonna que le pone ojitos siempre y cuando no tengan que compartir reconocimiento. Love is in the air… aunque cierto anuncio de revelación final amenaza con romper el canon comiquero. It’s the end at the world as we know it.
En capítulos anteriores…
Loki. Temporada 1. Episodio 1 – Glorioso propósito
Loki. Temporada 1. Episodio 2 – La variante
Loki. Temporada 1. Episodio 3 – Lamentis-1
Loki. Temporada 1. Episodio 4 – El evento en el nexo
Loki. Temporada 1. Episodio 5 – Viaje al misterio
Loki. Temporada 1. Episodio 6 – Todo el tiempo. Siempre
Loki. Temporada 2. Episodio 1 – Ouroboros
Loki. Temporada 2. Episodio 2 – De Brad en peor
Jordi T. Pardo - 6.5
Juan Luis Daza - 7
Samuel Secades - 7.5
Sergio Fernández - 7
7
Esta semana seguimos disfrutando de un nuevo episodio de Loki que mantiene el nivel de esta segunda temporada, sin grandes entusiasmos pero ofreciendo un divertimento semanal del que nuestros redactores siguen disfrutando (sin tirar cohetes, eso sí).
A mí los capítulos me están empezando a parecer rutinarios. La aparición de Timely, ni friio ni calor.
Espero que esta temporada no se quede en una historia de origen sui géneris de Kang con esa Mrs. MInutes que parece más una versión naive de Jane de la saga de Ender que otra cosa.
Quedan tres capítulos. A ver si empieza a coger velocidad porque se me está pareciendo cada vez más a la primera temporada. Y no es un elogio.
Siempre me llama la atención la diferencia de valoraciones entre los redactores de ZN y los lectores. En los 3 capitulos, los redactores puntúan entre 2 y 3 puntos más de media.