Cuanto más buena es la obra más cuesta encontrar las palabras correctas para hablar de ella, y si hablamos del género superheróico hay pocas etapas tan gloriosas como Los 4 Fantásticos de John Byrne, o para ser más concreto, su segunda etapa en la serie ya como autor completo donde se encargaría del guión y el dibujo, y es que un par de años antes, entre 1979 y 1980 había tenido su primera toma de contacto con la primera familia de Marvel dibujando los guiones de Marv Wolfman. Esa segunda etapa se iniciaría en Fantastic Four #232 publicado en julio de 1981 y llevaría el premonitorio título de Back to the Basics! y es que si por muchos, la mejor etapa de Los 4 Fantásticos es la de Stan Lee y Jack Kirby ¿porque no recuperar su esencia fijándose en lo que hizo grande a esa etapa? Con la ventaja que nos da el tiempo transcurrido podemos decir que John Byrne consiguió su propósito y si hay una etapa capaz de hablarle de tú a tú a la de sus creadores esa es la que llevó a cabo el autor canadiense.
Esta maravillosa etapa ha contado con al menos dos ediciones en España, primero dentro de la colección en grapa que publicaba Forum y posteriormente en un coleccionable de 25 entregas publicada por la misma editorial, por desgracia, ambas ediciones – algo menos el coleccionable – eran complicadas de encontrar a día de hoy con lo que la nueva edición anunciada por Panini Comics para este año fue recibida con aplausos, se trata de una edición cronológica en cuatro volúmenes en tapa dura plagados de artículos exquisitamente escritos y de los que realmente aportan valor con detalles poco conocidos o que sirven para poner en contexto al lector, el hecho de tener toda su etapa, más esos artículos y toda una serie de extras le otorgan ese status de edición definitiva para una etapa espectacular e imprescindible.
Hay varias razones de peso para que hoy me detenga en el segundo volumen de esta edición, por un lado poner un foco sobre un trabajo bien hecho, y es que creo que hay que ser agradecido cuando una editorial lleva a cabo una edición tan cuidada como esta, y en segundo lugar, porque en este volumen se incluye una auténtica obra maestra del cómic de superhéroes, y es que aunque habría que catalogar toda la etapa del canadiense como excelente, si hay una historia a la que tengo un especial cariño y que he leído en las últimas dos décadas hasta la saciedad esa es El juicio de Reed Richards. No es la historia que porcentualmente más ocupa de este volumen, esa nominación le corresponde al viaje del equipo a la Zona Negativa, pero por su importancia, su trascendencia, y por cómo fue ejecutada se podría definir como su historia más ambiciosa e importante. Pero antes de llegar al juicio permitidme que me detenga en el lugar que da nombre a nuestra página web para hablaros de esa magnífica saga.
Los 4 Fantásticos de John Byrne hay que entenderlo como un todo, es decir, eso que tan bien supo hacer Chris Claremont durante su andadura en la Patrulla-X que de forma natural se iban abriendo hilos argumentales que servían para crear grandes historias, y así de forma sucesiva. Esta forma de entender el cómic lo supo aprovechar a la perfección John y es algo que se ve a la perfección en este volumen que arranca con los cuatro miembros siguiendo a Reed Richards en lo que se podría definir como un ejercicio a modo de viaje cartográfico y de descubrimiento, el autor quiere demostrar a los lectores que la Zona Negativa es mucho más que Annihilus y Blastaar, estamos ante un universo inmenso como el nuestro plagado de pequeños mundos y por tanto de infinitas historias que contar, y eso es justamente lo que hace llevando al cuarteto de aventura en aventura viéndose inmersos en varios conflictos, en algunos deberán mediar, en otros sin darse cuenta serán utilizados en favor del gobernante de turno, con todo ello lo que consigue Byrne es demostrarnos que si se quiere aquí tienen su lugar para ejercer de Imaginautas, esa palabra usada tan a la ligereza y que tan pocos guionistas aprovechan. Esta inmensa aventura esconde además varias sorpresas, por un lado el anuncio del embarazo de Sue Richards del que sería su segundo hijo, por otro lado, la llegada de Annihilus a la tierra aprovechando la puerta abierta por Reed Richards, y claro, si os indicaba que este viaje lo emprendieron los cuatro fantásticos significa que el pequeño de los Richards se quedó en el edificio Baxter mientras tanto al cargo de Alicia Master, a fin de cuentas, sabemos por historias pasadas y futuras que el tiempo en la Zona Negativa transcurre más lentamente que en nuestro universo con lo que lo que para ellos iba ser un viaje de exploración de varias semanas, para Franklin y Alicia iba a ser cosa de horas, ¿que podía pasar mal? Pues sucedió, vaya si sucedió. Esta saga además esconde en su segundo capítulo un ejercicio artístico de lo más interesante, y es que todo el capítulo además de la cubierta estaba dibujado en formato Cinerama, es decir, en formato apaisado como si de una película que el dibujante canadiense proyectase al lector consiguiendo un resultado final tan interesante como espectacular. Estamos ante una historia inmensa, intensa como pocas en las que en 160 páginas da una auténtica lección tanto de guión como de dibujo y sobretodo, del uso de los vastos recursos que dejaron Stan Lee y Jack Kirby, las ideas estaban ahí, tan sólo hacía falta un guionista inteligente y sobretodo valiente capaz de darle uso.
Tras una simpática historias de semi terror con los Skrulls como protagonista llega el turno de la que insisto es para mi una de las mejores sagas de John Byrne al frente de la primera familia, en sí estamos hablando de una historia de poco más de 150 páginas – incluyendo el cruce de un episodio con Alpha Flight incluído en el volumen y necesario sino para la historia principal si para entender a donde va Sue Richards -, y visto en perspectiva sorprende la gran cantidad de tramas y subtramas que en tan pocas páginas es capaz de incluir. La historia arranca con un interludio protagonizado por el Doctor Muerte, y puedo afirmar sin rubor que probablemente sea una de sus mejores historias, en ella vemos no sólo su amor por Latveria sino su particular visión de esta y su forma de gobernar además de su relación con Kristoff el niño que adoptó después de que su madre muriera estando en protección de Victor. No sería una historia de Muerte si no apareciésen los muertebots y obviamente viésemos su lado más manipulado y planificador, de hecho, es su deseo de poder usar el poder que robó a Estela Plateada (Fantastic Four #57-60 USA) el que desencadena los sucesos que llevarán al antiguo heraldo de Galactus a enfrentarse a Los 4 Fantásticos tras hacerse con el poder del heraldo plateado. Esa batalla se trasladará a las calles de New York convirtiéndose en una auténtica zona de guerra, un camino de destrucción por el que tendrán que pasar Ben, Johnny y Alicia.
Estamos ante una de esas batallas que marcan época, Byrne realiza un derroche artístico digno de mención y Terrax en sus manos se antoja como una amenaza casi insuperable. Decir que los tres integrantes consiguen vencerlo con la ayuda de cierto ser espacial no es desvelar acontecimientos porque sino a estas alturas no estaríamos hablando de sus aventuras, lo que sí conviene desvelar es el porqué de la ausencia de Reed Richards en esta cruenta batalla, y es que como descubriremos ha sido abducido por un consejo espacial liderado por Lilandra para llevarle a juicio por acudir en rescate de Galactus cuando éste agonizaba en la tierra como se vió en el primer volumen recopilatorio de esta etapa. Obviamente lo que se lleva a juicio es la responsabilidad civil que tiene Reed en las muertes posteriores de Galactus, y es que si este hubiese muerto en ese instante en vez de socorrerlo los mundos de los que se alimentó a posteriori y sus habitantes seguirían vivos. Lo que sigue a continuación en el episodio que cierra esta aventura es propiamente el juicio de Reed Richards, con una sucesión de interesadas declaraciones de testigos, y la aparición de testigos de auténtico renombre con el único objetivo de salvarle la vida, y es que ya sabemos cómo se las gasta Lilandra y sino que le pregunten a Jean Grey. Si con el segundo episodio de este volumen Byrne sorprende con el recurso artístico de contarnos la historia en formato apaisado, para esta aventura se guarda otro as en la manga, y es nada más y nada menos que su propia aparición en la historia como futuro narrador de la misma, recurso que posteriormente hemos visto en mentes lúcidas del cómic y que aquí el canadiense ejecuta a la perfección para que no chirríe y al contrario sea un elemento más de la historia. Sólo por todo lo que se cuenta en esta historia, y sobretodo por como se cuenta ya justifica los casi cuarenta euros que vale el volumen.
Esconde mucho más en sus más de quinientas páginas, esconde el complicado embarazo de Sue y su reemplazo por Hulka, con su correspondiente y triste desenlace, esconde esa búsqueda de la cotidianidad, hay mucho de desarrollo de sus personalidades, de sus relaciones, de esos personajes secundarios tan importantes, tenemos momentos de relax y divertimento como el intento de ataque al edificio Baxter del Trampero y su divertido desenlace, tantos y tantos pequeños y grandes momentos que se antoja como una relectura obligada cada pocos años para disfrutar de una forma de entender los cómics que jamás debió perderse, ¿estamos ante el mejor John Byrne y Los mejores 4 Fantásticos? Para mi claramente si, pero claro, siempre he sido un fanático de ambos por separado así que imagínate verlos juntos. Y lo mejor de todo es que aún quedan dos volúmenes más por publicar con lo que tan sólo estamos en el equinoccio de la más grandes de las historias jamás creadas.
Nunca me lo he pasado tan bien con un cómic como con los 4 fantásticos de Byrne.
Por cierto, releyéndolo me encuentro con que la cápsula en la que viajan los 4 a la zona negativa, tipo vaina, son similares a las que usan en la película esa que se hace llamar4 fantásticos, con la diferencia que en la película son individuales y aquí van todos en una sola vaina. Será lo poco que recogerá la película de su fuente original.
Lo he dicho y lo seguiré diciendo todo lo que tocó Byrne en los ochenta y principio de los noventas lo convirtió en oro puro. Sus X-Men; Su Spiderman (reedición ya); sus 4 Fantásticos; su Superman; su Hulka, su Alpha Flight y sus Next Men; tienen un nivel muy pocas veces visto.
Un sólo número te hacía enganchar de manera inmediata con su talento. El derroche de ideas con un dibujo muy bien cuidado y excelentes historias te envolvía que era imposible que alguien viera un producto infantil en ellos.
Aún guardo y leo el especial que hizo para Silver Surfer (si la misma historia que iba a ser una película y que acabó convertida en un cómic); donde una de sus viñetas acabó por convertirse en portada del disco de Joe Satriani.
Te referirás solo al Spidey de Marvel Team-Up, ¿no? Que el que realizó en los 90 en su serie regular y el horroroso Chapter One es de juzgado de guardia….
Venía a poner lo mismo, pero entiendo que sí, su etapa noventera ya es de mediados de la década cuando John se había empeñado en quemar la fórmula del back to the basics.
De esta etapa, decir que yo empecé a leer comics de superheroes con el coleccionable de Planeta que la recogía, así que le tengo bastante cariño. Galactus en el mundo-trono de los skrulls, eso no se me va a olvidar fácilmente.
sí,yo tengo ese número en un viejo retapado.aunque,creo,que ese byrne estaba muy «tapado» por las tintas del buscema,¿no?.¿o me confundo?.
y,espero,que lo siguiente sea la reedición de HULKA(empezando con la estupenda novela gráfica que transcurria en el helitransporte de shield).
y,finalmente,ya si acaso,su namor noventero(que daño hiciste con las tramas mecanicas,howard chaykin).pero,vamos,esta ya sin prisas.
esta vá por flashpoint. 🙂
https://www.youtube.com/watch?v=-miLbYrpdvQ
(aunque la que mola de verdad es la de sevilla 92).
Totalmente de acuerdo. Una obra maestra. Un hito de los tebeos de superhéroes y del cómic en general…con todas las letras. Aún recuerdo que tenía que negociar con mis hermanos la lectura de la grapa de Fórum: yo empiezo con los 4F, tú lees primero Thor de Simonson mientras tu le das un tiento a los X-Men de Claremont. Ah, los 80…
La edición de Panini es portentosa. Saldrá cara, pero no duele, porque vale cada céntimo. Espectacular.
A mi juicio, los tomos 3 y 4 abarcarán el declive de la etapa Byrne, pero esos extras: The Last Galactus Story y los primeros episodios del cuarteto que escribió y dibujó el genio barbudo… son razón más que suficiente para ejercer de completistas.
Frankbanner49… gracias por Surfing With the Alien, gran tema y lejos el mejor disco de Satriani.
Pero cuando hablo de la etapa de Spider-Man me refiero a la que hizo con Claremont
http://www.amazon.com/Spider-Man-Marvel-Team-Up-Claremont-Byrne/dp/0785158669
En los 90s hizo cosas para suicidarse y lamentarse. Su Patrulla X los años perdidos y su Wonder Woman fueron terribles; pero también tuvo sus momentos como el Cuarto Mundo que estuvo muy a la altura de los que se esperaba de él.
La única recomendación que les doy a los nuevos lectores, lean las obras de Byrne, como el Thor de Simonson, o los Daredevil de Miller, o el Spiderman de Stern, o DC luego de las Crisis Infinitas donde las series se volvieron realmente cautivantes y surgieron el Question de ONeil, la Patrulla Condenada de Morrison, y el Escuadrón Suicida de Ostrander.
Por estas reediciones de material clásico, uno no es capaz de desprenderse de este mundillo, porque lo que es el interés de las tramas modernas es cero.
Los 4F han tenido varios autores que han desarrollado muy buenas aventuras, y amí en particular una de las etapas que más me han gustado es la de Tom Defalco y ¿Paul? Ryan, puesto que crecí leyendo los tomos anuales que publicaba Forum. Ojalá Panini se anime a editar de nuevo esa época.
Yo si me tuviese que quedar con una etapa de los últimos veinte años creo que me decantaría por la que hicieron Mark Waid y el inolvidable Mike Wieringo, de hecho creo q entraría en mi top 3 después de la de Stan Lee y Kirby y la de Byrne.
DeFalco convirtiendo a Alicia en una skrull porque no le gustaba el matrimonio con Johnny. No, gracias. Yo me quedo con la etapa de Simonson.
Imposible que editen la etapa de DeFalco, yo la encuentro muy entretenida y con un cliffhanger muy bien hecho, pero en realidad a muy poca gente le gusta y muchos la consideran la peor etapa de los 4F, aunque yo creo que la peor es la de Millar con Hitch… Nunca supe que quisieron contar.
«¿Estamos ante el mejor John Byrne y Los mejores 4 Fantásticos?»
Obviamente, ni lo uno ni lo otro. Hay consenso en que los mejores 4F llegan hasta el año 70. Y (esto ya sería más debatible) el mejor John Byrne era, con diferencia, un dibujante que ‘muere’ justo antes de empezar su etapa de autor completo en los 4F, es decir, nada más dejar los X-Men.
Un dibujante con un estilo personalísimo, de trazo detallista (en la línea de su inspirador, Neal Adams), laborioso y que aún estaba tratando de consolidar una reputación en Marvel, por lo que se curraba duro cada página, queriendo destacar sobre el resto del plantel de dibujantes de la época (que ya era destacar).
El Byrne que se hace cargo durante cinco años de los 4F es un Byrne cada vez más endiosado, vago y autocomplaciente. Como dibujante, estos cómics que reseña Raúl son de la misma época que los primeros Alpha Flight, y allí se aprecia claramente su relajación: viñetas sin casi fondos, tintas de trazo apresurado, rostros (aún) más cuadrados y planos de lo normal con las mismas poses repetidas una y otra vez… Y esto no lo digo yo, se podía leer hasta en el internet de la época: los correos de los lectores. Si hoy estos tebeos pueden equiparse a un ‘clásico’ es porque, considerando las simas hasta las que el Byrne dibujante iba a bajar en los siguientes quince años, es casi una maravilla, claro. A ver, es un Byrne todavía gráficamente interesante, pero que ya enfilaba la decadencia.
Y, si entramos al detalle, decir que un cómic, por estar dibujado en formato apaisado es «un ejercicio artístico de lo más interesante (…), como si de una película que el dibujante canadiense proyectase al lector consiguiendo un resultado final tan interesante como espectacular»… es, dejémoslo en, un pelín exagerado. Sobre todo considerando lo que en esas mismas fechas y sin salir siquiera de Marvel estaban haciendo Frank Miller o Walt Simonson en términos de experimentación gráfica (vamos, que tebeos apaisados podemos encontrarlos ya en la España de los años cuarenta).
Como guionista, Byrne estaba entonces casi estrenándose como tal y sin la tutela de Claremont se hace patente la bisoñez de alguien que siempre ha sido más un argumentista ocurrente que un gran escritor. Sus primeros números como guionista de los 4F son aburridos y muy muy bajitos en cuanto a tensión dramática. De nuevo, si lo comparamos con la revolución en la narrativa que el comic-book estadounidense está viviendo entonces (Moore, Miller, etc.), el contraste duele. Quizás, si el endiosamiento de Byrne no hubiera sido tan rápido podría haber ido puliendo sus defectos, pero eso nunca ocurrió y, en vez de ello, se dedicó a querer enmendar la plana (es decir, los guiones) a media plantilla de Marvel, empezando por Claremont, y acabar peleado con todos. Si luego DeFalco convirtió a Alicia en una skrull porque no le gustaba el matrimonio, desde luego, no se le puede reprochar el ‘feo’: es lo que Byrne llevaba haciendo una década con las ideas de lo demás.
Sé que meterse con el Byrne de los 80 es para muchos casi como mentarle al padre, quizás porque la mayoría de los que escriben y comentan empezaron a leer cómics justo en esa década, con Fórum, y el factor cariño-nostalgia-«yo lo descubrí entonces» puede mucho. Pero el Byrne de siete u ocho años, el de los Team-Up, el de Power Fist, el de X-Men, era muy muy superior.
Por no enrollarme: la semana pasada, Zona Negativa se enconaba casi como en los viejos tiempos con el debate sobre las reseñas y su puntuación en la web. Bueno, allí se mezclaron muchas cosas e intereses. Pero, desde luego, si esto es un 10, ¿qué dejamos para las obras maestras de verdad?
Muchas gracias por tu comentario, se agradece y más cuando es tan elaborado y detallado. Comienzo por el final si me lo permites, he dicho no pocas veces que la puntuación de la reseña en primer lugar es algo subjetivo del redactor que la valora y la puntúa, y que la puntuación jamás se hace pensando en contra punto con Born Again o Watchmen, se valora esa obra y lo que significa para el redactor. Para mi es un 10 como para otro redactor puede ser un 9 o un 8, y no le discutiré esa puntuación. El otro día, y me va a perdonar Javier que lo haga público, debatíamos por chat sobre el tema de las puntuaciones, y me ponía como ejemplo el trabajo de Spiegelman en Maus, casi sin darle tiempo a exponerme su punto de vista yo le dije que para mi Maus es un 10 de dibujo porque es el estilo que creo mejor encaja con esa obra maestra y no asocio otro tipo de estilo a esa historia, Javier me decía que el le pondría la misma nota pero que entendía que seria una nota polémica porque si nos basamos propiamente en el trazo se encuentran obras mucho mejores a nivel artístico. Que quiero decir con esto, que cojamos esas notas que tanto revuelo arman con una valoración del lector y lo que de verdad debería servir para para entender la visión del redactor de la obra es el texto que le acompaña.
Y sobre Byrne, es una debilidad personal, entiendo lo que dices que a nivel artístico quizás su trabajo en Uncanny X-Men sea mejor, y quizás si sea así superandolo ligeramente, quizás pequé de entusiasta al decir que este era uno de los mejores trabajos de Byrne y de los 4F – Stan Lee y Kirby me perdonen -, pero estoy valorando su trabajo en esta serie y a mi me parece casi insuperable, quizás también influya que cuando me estaba iniciando en el mundo del comic ya como coleccionista una de las primeras historias que leí fue el Obras maestras del Juicio de Reed Richards, yo tendría como 12 o 13 años y sencillamente me dejó boquiabierto, aun conservo ese volumen y como decía en mi articulo lo habré leído varias docenas de veces y tengo que decir que me sigue gustando tanto o más que entonces, síntoma que ha resistido bien el paso de los años.
«Si luego DeFalco convirtió a Alicia en una skrull porque no le gustaba el matrimonio, desde luego, no se le puede reprochar el ‘feo’: es lo que Byrne llevaba haciendo una década con las ideas de lo demás.»
Estoy de acuerdo, pero a mí lo que me jode no es que le hagan un feo a Byrne sino que se elimine una situación interesante de una forma cutre (pienso por ejemplo en lo que hizo Simonson con Doom en su etapa y eso sí es hacer las cosas de forma correcta). Desde luego John es el campeón en ese aspecto.
Por lo demás, comparto bastante tu visión de Byrne. Aunque a mí sin parecerme una obra maestra sí me parece un gran cómic de entretenimiento.
Sin querer hacer polémica y queriendo que haya variedad…
Yo he leído hace poco algo suelto de los 4F de Byrne más su Juicio de Galactus a pesar de que leo cómics de superhéroes desde los 80. Como no me puede la nostalgia ni soy fan del canediense he de decir que esto está MUY sobrevalorado. Por lo que he podido leer esta obra se ha quedado muy rancia y gráficamente está muy por detrás de la Patru y de la Hulka de Byrne. Estoy muy de acuerdo con el Imparcial. Su Doom es super ridículo, las historias están llenas de fallos y contradicciones, los bots de Muerte se cuelan en un hospital para salir de él reventando una ventana y volando?, sus diálogos transcedentales son muy chorras y el juicio de tan breve y superficial es una broma. Si el Juicio es una buena muestra de los 4F de Byrne entonces sólo se puede concluir que no ha superado la prueba del tiempo porque para entonces ya era rancio y pueril. Sólo puede tener un pase si se es un niño en los 80 porque los villanos son de risa y la transcendentalidad es lamentable..
En cuanto a las puntuaciones, si es así entonces sólo es un ejercicio de megalomanía por lo que estaría bien quitarlas. Yo nunca las hago caso ya que como pocas veces he visto menos de un notable no me parecen serias, así que me da igual que estén, pero si son puramente subjetivas no sirven para nada. Aunque tampoco es que una puntuación sirva para calificar lo incuantificable.
No hay polémica en expresar la opinión y mas cuando es razonada y desde el respeto. Yo creo que a la hora de valorar una obra hay dos aspectos predominantes, uno es los parámetros que sirven para evaluar el producto, creo que el concepto obra maestra lo tenemos todos muy claro y aunque con alguna obra podríamos entrar en debate creo que en su mayoría coincidiríamos la mayoría de los lectores, el otro factor que creo relevante a la hora de hablar una obra es que lugar ocupa esa obra en nuestra memoria o más bien en nuestro corazón, y ese factor es el que nos puede llevar a sobrepuntuar una obra si nos dejamos llevar por lo que sentimos, en mi caso particular, y supongo que será similar al que leyeron estas historias siendo adolescentes, el factor nostalgia y lo mucho que significaron estas historias para mi hacen que la puntuación pase de un notable alto a un excelente. Como parto de una re-re-relectura no puedo ponerme en la piel de alguien que la lea por primera vez, yo he aprovechado la reedición de Panini para volver a leer estas historias y me parecen excelentes, pero claro es mi opinión que puede ser igual a la de otros lectores o diferente, lo importante creo que es que cada lector/redactor deje su opinión para entre todos alguien que llegue a la reseña y entre el texto y los comentarios pueda formarse una primera impresión que le lleve a la compra o el descarte de la obra, creo que es la función de las reseñas o al menos es lo que yo hago cuando dudo si comprar un cómic o no.
Respecto la puntuación, creedme si no fuese requisito de Google de cara a una mejor indexación de las reseñas en su buscador probablemente prescindiríamos de ella, suele ser un punto de conflicto y en ocasiones se discute casi más la nota que las bondades (o maldades) de la obra analizada. Sigo diciendo que la puntuación es opinión del redactor analizando esa única obra y nunca en comparación con otras, podríamos aplicar el simil del profesor que revisa un examen, dudo mucho que las notas las pongan en comparación con otros exámenes de otros estudiantes sino en función del trabajo que se ha encontrado, pues aquí lo mismo. Podremos estar más o menos de acuerdo pero es el criterio que hemos acordado.
No sabía lo de Google. Si es así me quedo sin razones para criticarlo pero esta tendencia estadounidense a medir todo…
Es triste pero Google ha marcado un camino a seguir de lo que para ellos es unas buenas practicas a la hora de hacer una página web y están priorizando en las busquedas las webs que lo cumplen, de ahí que otra medida que tomasemos fue prescindir de la app de movil que tampoco tolera Google, es triste pero cuando la mitad del trafico te lo suministran ellos o pasas por el aro o has de asumir que puede que mucha gente termine no llegando a tu web mediante búsquedas.