MALDITA OSCURIDAD
«No vuelvas a decir que no eres creativo.»
Le echamos un vistazo a un nuevo capítulo de Los 4 Fantásticos de Ryan North, que prosigue por su camino lleno de nuevas ideas, buen humor y un entorno familiar. En esta tanda de tres números encontramos un número 20 que continúa la tradición de la cabecera de historias autocontenidas pero está dominada por los dos números (recogidos en uno solo en la edición española) que cubren el cruce de la serie con el evento del año, Caza Sangrienta. Una situación que tiende a suponer un reto para todo equipo creativo y que veremos si North y compañía superan indemnes.
Como comentaba, la vigésima entrega de la serie presenta una trama autocontenida como podríamos esperar de la cabecera llegado este punto. La diferencia es que en este caso dejamos de lado los principios científicos misteriosos y la ciencia ficción estrafalaria para centrarnos en lo que siempre se encuentra en el núcleo de los guiones de North, lo mundano y fraternal de la vida familiar. En este número La Cosa y la Antorcha Humana exhiben su afectiva rivalidad compitiendo entre sí por ver quién es el mejor desempeñando un oficio normal y corriente. El arte de Carlos Gómez con colores realizados por Jesús Aburtov y Fer Sifuentes-Sujo produce una entrega muy atractiva en lo gráfico y el madrileño se está convirtiendo en uno de mis artistas preferidos para la colección. El resultado es un cómic excelente, que pone de manifiesto una vez más una de las mayores virtudes de este volumen con un tratamiento sublime de las relaciones entre los protagonistas.
El evento Marvel de cada año normalmente brilla por motivos distintos a las fortalezas de la serie, en vez de los cotidiano y familiar el foco está en la acción palomitera a raudales e historias complicadas que se extienden por múltiples series. Desde esta perspectiva queda a simple vista lo difícil que puede resultar hacer que amos acercamientos casen adecuadamente. La solución de North aprovecha el hecho de que los 4 fantásticos no son jugadores esenciales en la trama de este evento y logra así que la cabecera se mantenga fiel a sí misma. Los protagonistas, ajenos a las tribulaciones de otros héroes, afrontan la amenaza como un problema más que es necesario resolver. Esta reducción de escala se puede interpretar como una forma de ver las consecuencias del evento más cerca de los habitantes más corrientes del universo. En el centro de la trama está la relación entre Reed Richards y Alicia Masters, la escultora esposa de La Cosa, que sirve para explorar diferencias entre el arte y la ciencia y entre las personas que las llevan a cabo por medio de conversaciones entre dos personajes que no interactúan a menudo.
En lo gráfico contamos con el equipo ya conocido de Ivan Fiorelli con colores de Jesús Aburtov, cuya presencia en la serie es imperturbable. Considero que el resultado final no alcanza el nivel de los mejores instantes de los números que cuentan con arte de Carlos Gómez, pero entrega un trabajo portador de la consistencia y la categoría que hemos disfrutado en números anteriores.
En definitiva y una vez más, North no muestra signos de agotamiento y nos regala los que son los cruces con Caza Sangrienta que más he disfrutado. El estupendo manejo del autor canadiense de las dinámicas presentes entre los integrantes de la Primera Familia ha demostrado ser un núcleo sólido, capaz de soportar el peso de la cabecera incluso con la ausencia de ideas pintorescas y ciencia ficción estrambótica que han venido caracterizando a la serie.
Lo mejor
• La excelente caracterización de los protagonistas, como siempre.
Lo peor
• Que haya un cambio tan constante de dibujantes.
Guión - 8.5
Dibujo - 7
Interés - 7.5
7.7
North no muestra signos de agotamiento y nos regala los que son los cruces con Caza Sangrienta que más he disfrutado.