Perdiendo el norte
«… a fuerza de fornicar con las mujeres, agotaron toda su energía vital, hasta morir»
Los Caballeros de Heliópolis, la serie fantástica de Alejandro Jodorowsky y Jéremy llega a su conclusión con este cuarto álbum que lleva por subtítulo Citritinitas, la obra en amarillo. Con esta entrega llegamos al final del viaje de su protagonista y descubriremos realmente de qué nos estaba hablando Jodorowsky durante toda la serie.
Recordemos que la serie es una ucronía que mezcla acontecimientos y personajes históricos con una trama fantástica protagonizada por una sociedad secreta, los Caballeros de Heliópolis, que luchan por preservar el destino de la humanidad luchando contra sus enemigos. Todos ellos están dotados de habilidades sobre humanas y de una gran longevidad. En esta entrega, nos encontramos en 1888, las calles de Londres están asoladas por los crímenes de un misterioso asesino que destripa a sus víctimas, todas ellas prostitutas. Los caballeros quieren aprovechar la intersexualidad de Asiamar para capturar al Destripador, pero éste, que ha superado el siglo de vida, debe afrontar la última prueba antes de convertirse completamente en un Caballero y conseguir la gran longevidad de sus compañeros. Pero esta prueba irá acompañada de una serie de revelaciones que alterará para siempre su percepción de los Caballeros y del mundo.
El concepto de Citrinitas en alquimia hace referencia a la trasmutación de plata en oro, el paso final de una obra maestra alquímica. Lo que ha conseguido Jodorowsky con Los Caballeros de Heliópolis no es precisamente una obra maestra, y este cuarto álbum no se puede decir que haya convertido la serie en algo mejor de lo que ya era. En esta última entrega nos encontramos con un aluvión de revelaciones que no solo rompen con lo visto hasta ahora sino que llevan a la propuesta por senderos totalmente inesperados. Puede que Jodorowsky y Jérémy tuvieran está idea desde el principio, pero el desarrollo de los álbumes anteriores no lo hacían intuir y más de un lector se sentirá descolocado con lo que se encuentre aquí.
El principal problema de este desenlace no lo encontramos en que haya un giro sorprendente sino en la forma de ejecutarlo, apresurada y confusa, lanzando ideas descabelladas sin solución de continuidad y centrando el tramo final en un mensaje, aunque importante, presentado de forma balbuceante y torpe.
¿Y qué es lo que nos quieren contar Jodorowsky y Jérémy? ¿Cuál es la revelación para salvar el futuro de la humanidad? Pues la necesidad de dejar de lado la confrontación de los opuestos y cooperar aunando las fortalezas de cada uno para construir un mundo y una sociedad mejores. Una confrontación representada aquí por el choque entre la mujer y el hombre, lo femenino y lo masculino, la fuerza frente a la flexibilidad, el amor patriarcal frente a la fraternidad matriarcal. Una serie de opuestos condenados a enfrentarse y aniquilarse mutuamente a los que solo puede detener la dualidad intersexual de Asiamar que aúna las cualidades de ambas partes y marca el camino de cooperación a seguir. Un mensaje loable pero que los autores son incapaces de presentar de forma orgánica en la trama y que lleva a secuencias demenciales (el desenlace de la trama del Destripador) y diálogos sonrojantes (cualquiera relacionado con Sirius).
En el apartado gráfico Jérémy mantiene el nivel mostrado en los álbumes anteriores combinando una buena ambientación histórica con notables secuencias de acción. En esta ocasión introduce un nuevo elemento de ciencia ficción, que se ve muy condicionado por las necesidades del guion, que afectan a algunos diseños ciertamente cuestionables. El coloreado de Fidelius ayuda a resaltar el dibujo de Jérémy y juega bien con las tonalidades ocres y amarillentas del tramo final del relato que enlazan con el título del álbum.
Uno de los defectos habituales que encontramos en la trayectoria de Alejandro Jodorowsky es ofrecer unos desenlaces que no suelen estar a la altura de sus planteamientos. En Los caballeros de Heliópolis volvemos a encontrar este problema con un final precipitado y abrupto, presentado con trazo grueso, que hace que el lector se pregunte si realmente estaba planteado así desde el principio o si es fruto de la improvisación. Una lástima ya que la obra había presentado varios elementos interesantes que abrían la puerta un desarrollo muy diferente al presentado finalmente.
Lo mejor
• El dibujo de Jérémy.
• Es un final tan delirante como cabría esperar de Jodorowsky.
Lo peor
• La inclusión de personajes y tramas que rompen con lo visto hasta ahora.
• La precipitación del relato en mucho momentos.
• Ciertos elementos y diálogos que dan vergüenza ajena.
Guión - 6
Dibujo - 7.5
Interés - 6
6.5
Lisérgico
Jodorowsky pone punto final a esta saga de aventuras con una trama delirante que puede descolocar a más de un lector por la introducción de elementos y personajes nuevos que trastocan todo lo visto hasta el momento. Solo Jérémy mantiene el pulso en el apartado gráfico
El dibujo es lo mejor estoy deacuerdo para mi un 9, en cuanto al guion es verdad que se precipita y le falta desarrollo pero no me ha parecido tan desastre como leo por ahí, es Jodo en estado puro para lo bueno y para lo malo, me ha parecido entretenido y desde luego con un apartado grafico de lujo, a ver si Jeremy tiene más suerte con su próxima propuesta donde se encarga del guion también.