Y a ella le apetecía que viniera ya el Apocalipsis. Mejor eso que este futuro incierto.
Anthony Pastor ha vuelto a la primera línea del cómic franco belga gracias a un western de protagonismo femenino titulado La femme à L’étoile. El autor francés ha sabido combinar clasicismo y modernidad en una obra que está teniendo un amplio reconocimiento de la crítica. Pero no es la primera vez que este creador experimenta con el cómic de género, sin ir más lejos su serie Los casos de Sally Salinger es una muestra de esta querencia a buscar los límites argumentales del cómic negro para fusionarlo con el melodrama y el costumbrismo. Esta serie, de repercusión casi clandestina, demuestra que en clave de género se puede abordar cualquier temática sin que se vea afectada por los condicionantes del mismo. Los casos de Sally Salinger es un cómic negro muy interesante como muchos otros; original como bastantes menos y apasionante como pocos.
Esta saga está compuesta por tres casos, el primero se titula Castilla Drive, el segundo Caramelos atómicos y finalmente tenemos Un caso para dos, un relato mucho más breve, pero tremendamente revelador. Sally, la protagonista que da nombre a la serie, vive en un curioso pueblo ficticio, norteamericano, llamado Trituro donde intenta ejercer de detective privado usando la licencia de su marido que los ha abandonado, a ella y a sus dos hijos comunes. La situación económica de Sally no es boyante y la personal es bastante peor. Está casi arruinada, está tan rabiosa como deprimida por la inexplicable huida de su compañero y se siente estresada por la carga de criar a una pareja de hijos adolescentes. Sus apoyos son escasos y se centran en Pat, la manicura que comparte un edificio de oficinas con ella; el policía Raimundo Rayo, antiguo compañero de instituto y academia de Robert Salinger y, finalmente, Osvaldo Brown, un cliente asustado que poco a poco abandonará la condición de empleador y dejará de estar tan atemorizado.
La sombra de Robert Salinger está siempre presente en todas las historias de la serie. Sobrevuela sobre Sally y su familia como una tormenta de infortunio, como la inaudita ola de frio que se ha abatido sobre la localidad de Trituro en la primera historia de la saga… La serie recorre un camino tortuoso y doloroso, el de la ruptura de una pareja. Este es el principal misterio a resolver; descubrir las razones de la súbita huida de Robert Salinger y asimilar las consecuencias de una acción que ha causado y sigue causando tanto dolor a terceras personas.
Los casos
Castilla drive (2013) La Cúpula. 164 páginas
En este primer caso, Anthony Pastor sienta las bases de su serie. Osvaldo Brown quiere contratar a un detective para que averigüe quien ha intentado matarle y, sobre todo, busca saber el porqué. El sinsentido de la agresión lo tiene obsesionado. En la oficina de Robert Salinger, el detective local, se encuentra con que sólo ejerce su mujer, sin licencia – usando la de su marido ausente – y que la investigadora no parece dispuesta a aceptar un caso donde aparecen implicadas algunas pistolas. Pero, a Osvaldo Sally le gusta y ella no puede resistirse a un misterio tan singular por lo que, lentamente, los dos van tejiendo complicidades para ir resolviendo un asunto que cada vez se revela como más absurdo…
Caramelos atómicos (2014) La Cúpula. 260 páginas
El segundo caso publicado de Sally Salinger tiene como protagonistas especiales a sus hijos, a Jason y a Lynn. La chica está preparando un concierto organizado por una joven llamada Gabriela. El festival está patrocinado por unos adictivos caramelos que fabrica el poderoso magnate local. La mujer del patrocinador sospecha que éste la engaña con Gabriela y contrata a Sally para que lo confirme. Mientras tanto el hijo de la detective pasea su crisis adolescente por una central atómica abandonada junto a un mago del skate que acaba convirtiéndose en el centro de todas las intrigas. En Trituro todos se conocen y todos tienen un pasado…
Caso para dos (2014) La Cúpula. 36 páginas
Unos años antes, cuando Robert Salinger vivía con su familia y ejercía de detective privado aceptó el encargo de buscar al desaparecido Mortimer Buenaventura por parte de su angustiada mujer. Aparentemente esta pareja de sexagenarios no tenía grandes problemas, pero al adentrarse en su trayectoria en común Robert empezó a descubrir que en el seno de esta pareja se escondía toda una vida de engaños, traiciones y resentimiento. El detective no puede dejar de sentirse identificado con sus clientes, principalmente por una de sus principales características; la cobardía, que su esposa Sally carece completamente…
En Francia, Affaire de couple (Caso para dos) solo apareció publicada en el número 2 de la revista Citrus, de octubre de 2014. En castellano ha aparecido en un ligero álbum en rústica publicado por La Cúpula.
Gráficamente, Anthony Pastor posee un estilo muy particular en el que prima la eficacia narrativa al lucimiento artístico. Su estructura de página es sencilla, elegante y muy clara. Privilegia una parrilla de tres tiras con una o dos viñetas en cada una, pero no le hace ascos a usar cuadros más grandes e incluso unas espectaculares viñetas de una sola página como introducción algunos capítulos o para recalcar escenas importantes.
Narrativamente la obra es espectacular. El autor francés consigue, con una enorme economía de medios, transmitirnos situaciones complicadas y sentimientos sutiles usando solo el encuadre exacto, la secuenciación adecuada, un ritmo preciso. Sus páginas mudas son maravillosas, perfectamente medidas, coreografiadas con fluidez y claridad.
Su definición de los personajes es tremendamente personal, utiliza cuatro trazos para componer su estructura corporal, sus rasgos definitorios y su personalidad, sin embargo el autor de Las Rosas tiene un don especial para dotar de alma cada una de las miradas de los protagonistas, desde la asustada de Oswaldo a la tremendamente triste de Sally. Además, no se queda en un solo sentimiento si no que consigue que evolucionen, de la pena al amor; de la rabia a la asunción.
Quizás el aspecto más distintivo del arte de esta serie sea el coloreado. Anthony Pastor usa una paleta arriesgada pero totalmente efectiva. En el primer caso usa los malvas y los ocres para describir los cielos de la ola de frío que se abate sobre Trituro. Esto lo contrasta con los verdes tenues de la nieva para componer un ambiente dramático e irreal. Los marrones y naranjas los reserva para las escena de interior.
En la segunda historia, de ambiente mucho más caluroso dominan los tonos del naranja, del amarillo y un inquietante rojo sanguíneo para las escenas nocturnas. Finalmente en el tercer episodio el verde toma posesión de las páginas tanto en las escenas diurnas como en las nocturnas, siempre contrastado por marrones y rosas.
Sin renunciar al naturalismo, Pastor experimenta con su particular paleta para aportar un valor narrativo añadido a cada página, para subrayar el momento anímico de los personajes con cada tono de color.
Las dos historias principales cuentan con un arte homogéneo que se trunca en la tercera entrega donde el estilo gráfico varía significativamente. Pastor limita el predominio de la mancha para usar unos rayados y cuadrículas manuales que dominan las escena nocturnas o sombreadas. Además en los fondos aplica un color directo, aguado y ligero para dotar al conjunto de un tono más onírico y retro, en consonancia con lo que está narrando.
BIOGRAFÍA DE UN AUTOR
El año siguiente publica el primer álbum de la serie Los casos de Sally Salinger que se titula Castilla Drive (2012) al que seguirán Bonbons atomiques (2014) y el relato corto Affaire de couple que se publicó en la revista Citrus de octubre de 2014.
Entre 2013 y 2015 dibuja tres volúmenes de la colección de libros ilustrados en blanco y negro titulada Les petits Polars, en concreto se encarga de Dix doigts dans l’engrenage (2013) escrito por Christian Roux; Le cri de la fiancée (2014) con textos del mismo Pastor y Le soleil se couche parfois à Montpellier (2015) con una historia de Antoine Chainas.
Posteriormente inicia su segunda serie, una suerte de road-movie situada en la década de los veinte del siglo pasado, compuesta por dos álbumes titulados Le sentier des reines (2015) y La Vallée du Diable (2017). No War (2019-2021) es su siguiente proyecto, una serie en 6 capítulos que a causa de la pandemia se editó en solo 5 álbumes, siendo el último doble. En 2021 firma el guion de Par la forêt, un one shot dibujado por Jean-Christophe Chauzy y finalmente en 2023 publica La femme de L’étoile (La mujer de la estrella) que firma en solitario y que lo devuelve al primer plano del mercado de la bande dessinée. Actualmente vive y trabaja en Aviñón.
Anthony Pastor es el prototipo y el precursor del autor independiente europeo contemporáneo. Con su serie Los casos de Sally Salinger, el creador francés – con una carrera profesional a caballo entre el teatro y la historieta – ha conseguido ganarse el respeto de una gran parte de los aficionados al género negro. Algún día le llegará el reconocimiento del gran público.
Los Casos de Sally Salinger es una obra cerrada, prodigiosamente clausurada con una última viñeta a toda página hermosa, reveladora y muy imitada. Con un solo dibujo final entendemos la cobardía; todo el hastío, todo el terror y la insoportable angustia de Robert que se ha erigido finalmente en el único caso que la detective Sally Salinger debe resolver.
Salut!
