Back to the Basics con Mark Waid
«Eso es lo que te pasa por meterte con el Hombre Elemento»
El regreso de Mark Waid a DC supuso una declaración de intenciones de la compañía. Los planes de la editorial que iban a desembocar en Dawn of DC (pasando por la inevitable Crisis) tenían un marcado sabor retro, una cierta sensación de deja vu. Y es que el autor que convirtió a Wally en el Flash de una generación, no volvía para hacer un par de encargos, ni escribir una miniserie como invitado, la idea de DC era permitir que Waid dejara huella.
La mejor manera de conseguirlo, de recuperar al mejor Waid (posible), era dejarle hacer lo que mejor saber hacer, darle libertad y margen, que fuera él mismo.
La idea era clara para el Amanecer de DC y el guionista ideal para esta etapa era Waid, al menos de los que seguían en activo. Waid de lejos conservaba parte de su toque.
World’s Finest iba a ser además la cabecera más prototípica el guionista en este regreso, el juguete que le dejaba DC (fuera de continuidad, enmarcado en otra época) para que se vaciara y volcara todas sus ideas e inquietudes.
World Finest’s empezó con un arco protagonizado por Nezha como antagonista. Fueron los cinco primeros números de a serie.
El sexto fue un fill-in en el que Batman y Superman resuelven un misterio en un circo. Se trata de un número de mero entretenimiento en el que Waid teje con soltura los hilos de la trama. Un cómic en el que se recrea con el que va a ser el principal factor de su etapa, un aroma clásico, pura edad de plata.
En el siguiente arco (del seis al once) conoceremos al enigmático David Sikela. Un alienígena que ha llegado a la Tierra mediante una nave en la que lo metieron sus padres para salvarlo de un planeta moribundo. Superman no puede dejar de sentir empatía por este huérfano que en contacto con el sol desarrolla unos poderes ardientes y letales. La curiosidad es que la primera aparición de David Sikela fue en Kingdom Come como Magog.
Los antagonistas de Superman, Batman y Robin en este caso son Llave y el Joker. El primero tuvo una destacada aparición en la JLA de Morrison. Waid exhibe otras de sus principales características como son la erudición enciclopédica de DC y su capacidad para usar conceptos viejos y presentarlos como frescos.
Esta trama nos permite profundizar en los traumas no resueltos de Superman y su capacidad como mentor, su empatía distorsionada por su situación personal.
Por otra parte, están los villanos. Llave poderoso e implacable y un Joker más contenido de lo habitual y por lo tanto mucho mejor personaje.
La trama avanza a través del misterio que esconde Sikela y de la incógnita que supone su personalidad. ¿Es de fiar? (parece que el chico aún dará que hablar en el futuro).
El número doce de la serie resuelve otro enigma que nos plantea Waid y es que ocurrió entre Supergirl y Robin. En este one-shot asistimos a la cita entre ambos héroes y en cómo sus personalidades bien definidas provocan roces y malentendidos, demostrando que ambos personajes son algo más que side-kicks o mini versiones de los héroes titulares. El dibujo es eficiente y correcto, por parte de Travis Moore.
Nos acercamos al último arco que es el que compone el tomo Los Mejores del Mundo: Elemental (números del 13 al 17 USA). Aquí Waid juega con el título. Elemental se refiere al protagonista que acompaña a los héroes (aquí son muchos) y al tópico de las novelas de misterio de Sherlock Holmes (¿o es cosa mía?), ya que Metamorfo es el personaje en el que se centra la trama y esta se despliega como la investigación de un asesinato, el de su suegro, Simon Stagg.
Es en este arco en el que Waid más se embarra en conceptos precrisis como son el Batman puramente detectivesco y racional. Sin embargo, este tomo es más que eso y es que el misterio rapidamente pasa a ser una trama puramente superheroica sección ciencia ficción con personajes reciclados, mezclados y evolucionados como Ultramorfo, la armadura de Batman hecha con los Metalmen o el androide brutal Amazo.
(Amazon como villano, Mark lo hemos pillado)
Y es que este arco es una enumeración de las fortalezas de Waid como guionista, la edad de plata, los héroes en su pureza e inocencia precrisis, la trama avanzando mediante un misterio, los versiones evolucionadas y puntuales de los protagonistas, el reciclaje de personajes, los giros constantes de la trama, el factor culebronesco de los héroes, el humor buen rollista y dosificado.
Todo esto está en las mejores etapas de Waid. Desde Flash hasta la JLA pasando por Daredevil.
A Waid le han dado un juguete para que se esbrabe, para que disfrute y nos haga disfrutar y… lo consigue. Las grapas son entretenidas, trepidantes y divertidas, se leen con una sonrisa y un aroma de nostalgia, de voz decrépita en la que se nos dice “ya no se hacen cómics como estos”.
Le acompaña al dibujo el costarricense Dan Mora, uno de los mejores ilustradores del cómic de superhéroes actual. Éste cumple sus entregas mensuales (excepto en los fill-ins) de forma regular, sin fisuras. Su representación de los héroes aúna clasicismo y modernidad, dándoles el empaque y la grandeza que requieren los principales personajes de la editorial. La narrativa del dibujante cabalga con un ritmo rápido, eficaz y al servicio del guion. En alguno momento nos recuerda a un moderno García-López.
Sin embargo, es difícil mantener un ritmo alto, regular y de tanta calidad. Se intuyen trucos y algunos elementos que demuestran que el dibujante acorta caminos por atajos que suelen pasar desapercibidos por el lector más superficial. Los gigantescos planos reducen el número de viñetas y por tanto de personajes (al revés de lo que siempre hacía Perez y en la línea de Byrne). El hecho de que los héroes ocupen tanto espacio del plano permite ahorrarse algunos fondos, no en vano son alguno de los efectos de las fechas de entrega, auténtico supertacañón del cómic americano que tanto daño ha hecho a grandes autores hayan sudado para llegar a tiempo.
En resumen, el trabajo de ambos autores casa a la perfección. Nadie mejor que Waid para aprovechar las ventajas de un dibujante solvente y polivalente como Mora con el que poder destilar la más pura esencia de cómic superheroico tradicional, edadplatense… el de tooooda la vida.
Lo mejor
• Puro Mark Waid.
• El aroma clásico con virutas de modernidad.
• El trabajo de Dan Mora.
Lo peor
• Que no haya más cómics como este en el mercado.
• Los fans de la grapa están muy alicaidos con que esta colección haya pasado a tomo.
Un remanso de clasicismo
Guion - 8.5
Dibujo - 8.2
Interés - 8.5
8.4
Waid y Mora perpetran un oasis de cómics superheróico con todo lo bueno de la old school.
Magnífica y muy divertida serie, que dejé de comprar en cuanto Ecc la pasó a tomo. Ya sólo les compro Batman y las Tortugas Ninja, cuando hace dos o tres años el 90% de mis compras eran DC.
A ver que nueva me lían para que tenga que dejar las dos únicas series que les sigo.
Por cierto, me hace gracia ese «Obra completa» que sale en la portada del tomo de esta reseña, cuando es una recopilación de los nros 13 al 17.
Sí la verdad es que la «estratagema» de «Obra completa» da un poco de cosa, me recuerda a esas «tácticas» raras de meter como crossover un tomo cuando simplemente hay una grapa dentro donde se cruzan dos personajes (el primero que me viene a la cabeza es Aquaman vs Lobo de Zinco).
El tema de la grapa dalo por finiquitado por lo que respecta a DC. A medida que se cierran series no se abren de nuevas y vamos a quedar con Batman porque NW a la que se vaya Taylor (y es que algún día se irá) tiene pinta de que caduca rápido.
Lo que indica esto de la grapa es lo poco q deben vender algunas de las colecciones porque dudo que ECC lo haga para fastidiar y sea todo un tema de rendibilidad económica, a fin de cuentas es una empresa.
Gracias por comentar y feliz año.
Justo me leí ayer el tomito y sigue siendo una de mis series de confort actuales. No me va a volar la cabeza, pero qué bien me lo paso siempre y qué me gusta que Waid meta tantos personajes, de primera y de segunda fila.
Un saludo y feliz año.
Pues sí, una serie sencilla pero bien hecha, solida, confortable y luminosa (que también es algo original)… se le be cómodo a Waid y se lee con placer.
Gracias por comentar y feliz año a ti también.
Gracias por la reseña, una gran serie en donde los autores se sienten muy cómodos y sin presiones para desarrollar su trabajo, y la calidad no se resiente en ningún momento.
Curioso que la editorial decidiera darle una oportunidad, porque en el momento en que la iniciaron uno suponia que ya no tenía cabida una obra de este estilo y la apuesta salió muy bien.
Respecto al tema grapas pienso que ya salvo muy honrosas excepciones esta acabado ese formato.
Estoy de acuerdo con que las grapas están en vías de extinción. La prueba es que las editoriales hay material que no lo sacan en grapa, si no en tomo. Eso significa que es más rentable y seguro publicarlo en tomo. Por mucho que sorprenda, dudo que ECC se pase al tomo para fastidiar.
Gracias por comentar, feliz año.
Es tal cual comentas, incluso por seguridad prefiero el formato tomo para evitar dejar colgada un título que se edite en grapa como ocurrió en varias ocasiones.
Feliz año para ti también, saludos!
Lamentablemente Dan Mora no sólo usa el truco de los planos gigantescos, los fondos se los curra cada vez menos, por ejemplo me dejó llamó la atención un plano general aéreo del campo en el que los árboles y montañas los ha dibujado en 2 segundos con un trazo excesivamente suelto, que aunque es marca suya en este caso se echa de menos un poquito más de detalle, igual que el prominente abuso de SketchUp o generador de fondos en 3D (de uso generalizado en muchos artistas, sobre el que luego se dibuja encima para disimular pero que él prácticamente ni disimula ya). Yo esta colección me la empecé a hacer básicamente por su dibujo y la he disfrutado bastante, pero esos detalles me hacen ver a un dibujante que como aquí se comenta aligera con recursos para llegar a tiempo pero que a mí ya me saca de la lectura por cosas como esta, y ponerlo al lado del maestro JL García López son palabras mayores, un señor que se curraba los fondos de una forma apabullante (si acaso Pérez), pero claro, que no tenía ni podía tener la velocidad de este señor.
Supongo que la culpa es de las fechas de entrega, de la presión, de no querer decir que no… La relación con García-López es más por el estilo de corte clásico que por el «ahorro» de fondos. Coincido en que G-L es mucho mejor dibujante no solo que Mora si no que la mayoría de los actuales, pero es que estamos hablando de una leyenda.
Gracias por comentar y feliz año.
¿Cómo no va a estar acabada la grapa? Si las mismas editoriales se la han ido cargando poco a poco. Yo llevaba toda la vida comprando mucho de Marvel y bastante de DC, hasta la subida escandalosa de precios que hizo Panini hace unos años (que, viendo los precios actuales, ahora hasta los ves baratos); en ese momento decidí ir dejando poco a poco todas las series. ECC mantuvo los precios un poco más y, cuando empleó la misma táctica de subidas, también fui abandonando todas las grapas. Ahora sólo les compro algún tomo puntual que me interese por los autores implicados (esta serie es uno de ellos), y siempre de segunda mano. Hay que comer y esas cosas…