Edición original: The Walking Dead # 109-114 (Image comics).
Edición nacional/ España: Marzo 2013 (Planeta DeAgostini).
Guión: Robert Kirkman.
Dibujo: Charlie Adlard.
Entintado: Charlie Adlard.
Formato: Cliff Rathburn.
Precio: 7,50€.
En vísperas de su décimo aniversario, la serie de Los muertos vivientes prepara el terreno para una de sus sagas más importantes. Rick y los suyos se preparan para la guerra en un mundo donde los vivos son tan peligrosos como los muertos. Robert Kirkman, junto a Charlie Adlard, continúa narrando su epopeya con nuevos e inesperados giros argumentales.
Es difícil suponer que alguien, hace diez años, se imaginara que una serie sobre zombis, en blanco y negro, y realizada por un equipo creativo poco conocido se acabaría convirtiendo en todo un fenómeno capaz de trascender el medio en el que nació y se acabara convirtiendo, diez años después, en una de las series de cómics más vendida del momento, superando a series protagonizadas por personajes populares de las dos grandes, y en una serie de televisión seguida con expectación por millones de espectadores por todo el mundo. La aproximación al género zombi que ha realizado Kirkman ha conseguido enganchar y seducir a miles de lectores que siguen fielmente las aventuras de Rick Grimes y su grupo de supervivientes en un mundo devastado por el apocalipsis zombi. Para celebrar el décimo aniversario de la serie, Kirkman ha planeado un gran arco argumental en el que desembocarán las tramas que ha ido preparando durante el último par de años y que han tenido como principal elemento argumental el enfrentamiento entre el grupo de Rick y el despiadado Negan, el enemigo más temible que se han encontrado hasta el momento.
Tras decidir que no puede tolerar que Negan y los suyos sigan extorsionando y amenazando a la comunidad de Alejandría para robarles la mitad de sus suministros, Rick ha conseguido convencer a miembros destacados de la Colina y del Reino, las otras dos comunidades de supervivientes con las que su grupo tiene contacto, para que se unan a él en su campaña contra Negan. Para preparar el asalto al campamento de Negan, Rick se lleva de Alejandría a un grupo de los más aptos para el combate y los reúne en el reino para que entrenen a los habitantes de allí y los preparen para la lucha. Mientras están fuera, Negan decide adelantar su visita a Alejandría, lo que desencadenará una tensa situación que puede acabar con los planes de Rick antes incluso de comenzar.
Siguiendo la línea establecida desde el principio de la serie, Kirkman sigue preocupado por explorar las consecuencias de tener que vivir en un mundo lleno de riesgos en el que el pasado ya no sirve y se tiene que establecer un nuevo orden. A modo de extensa metáfora sobre el camino del ser humano hasta la civilización, Kirkman ha ido explorando diferentes estadios del progreso humano, partiendo del hombre aislado enfrentado al medio (Rick despertando solo en el hospital), pasando por el grupo familiar (la reunión de Rick con su familia), la reunión de familias (el encuentro de la familia de Herschel, Michone), el enfrentamiento con otros grupos por los escasos recursos para la supervivencia (la cárcel y la lucha contra el Gobernador), llegando al establecimiento de un grupo más complejo que ya se puede considerar un pueblo (la comunidad de Alejandría). Siguiendo esta senda, es lógico que Kirkman plantee ahora un escenario lamentablemente natural a la naturaleza del ser humano: la guerra. La diferencia entre el conflicto presente y el que planteó Kirkman con el Gobernador, es que la lucha contra éste último era más primaria, de un grupo contra otro por un recurso que no podían compartir, mientras que en el caso de Negan entran en juego otros factores de mayor complejidad que afectan a otras comunidades y en el que es imprescindible establecer alianzas para poder llevarlo adelante. Kirkman, plantea un escenario más político, por decirlo de alguna manera, en el que no vale actuar por impulso (como queda patente en este tomo) y en el que las estrategias a seguir son fundamentales para alcanzar el éxito.
Este tomo se puede llegar a ver como de transición antes de la gran guerra que está por llegar, pero cumple un propósito al plantear un escenario más complejo del que a primera vista se podía prever, mostrando los diferentes puntos de vista de las comunidades implicadas en la guerra. De todas formas, hay que reconocer el estilo manipulador de Kirkman a la hora de construir sus tramas y su tendencia a alargar algunas situaciones de forma no del todo necesaria pero sí muy bien construida, manejando como pocos los resortes de la tensión y la intriga, jugando siempre con la carta de que en su mundo cualquier personaje puede morir en cualquier momento. Lo que podría ser un recurso agotado por su exceso de repetición, en manos de Kirkman se convierte en una hábil herramienta para enganchar al lector y hacer que éste se preocupe realmente por el destino de los personajes. Sin duda esta es una de las bazas de la serie, y una de las claves de su éxito.
La labor de Adlard en el apartado gráfico merece la misma consideración que el trabajo en los guiones de Kirkman, sus limitaciones y recursos gráficos son bien conocidos por los seguidores de la serie, pero sigue sabiendo como plasmar en imágenes momentos la brutalidad y crudeza del mundo ideado por Kirkman siendo tan efectivo como el primer día. La estabilidad y solidez gráfica que aporta Adlard a la serie es otra de las virtudes de la misma y, creo yo, otro de los factores clave para fidelizar a sus seguidores.
Estamos ante un tomo de preparación para un gran acontecimiento que ayuda a aumentar el nivel de anticipación y de hype para la que puede ser una de las sagas más intensas de una serie que ya cuenta con un buen puñado de grandes momentos a sus espaldas y para la que su creador aun tiene preparadas muchas sorpresas.
¿10 años llevo leyendo este cómic? Dios mio, y eso que ni siquiera me gustan los dibujantes (si me gustasen ya seria la hostia), pero necesito saber como muere Rick, y mientras tanto disfruto como un cochino viendo como le tortura Kirkman. La verdad es que hace unos años que se hace repetitiva, y con este arco argumental actual, recuerda a la formula Dragon Ball, de que cada nuevo malo es mas chungo y mas cabrón que el anterior, pero son malos que enganchan, al menos a mi.
Veo un cierto paralelismo en estos últimos cómics con la guerra de independencia americana, y creo que en el siguiente arco argumental se centrara en la escasez de recursos básicos, vamos, lo que vendría siendo una crisis, o al menos eso creo, en cualquier caso ojala todos los cómics yanquis me enganchasen tanto como este.
A mi este cómic me enganchó tan rapidamente como (a base de repertir lo mismo una y otra vez)me aburrió.
tengo este tomo (y el anterior) sin leer pero, en cuanto termine lo que tengo entre manos (estoy releyendo el predicador de ennis), daré buena cuenta de ellos.
muy interesante el paralelismo que estableces en el artículo, alejandro, sobre lo narrado en el comic con la evolución de la sociedad humana; no lo había visto antes de ese modo, pero me parece una comparación de lo más acertada.
en cuanto al tebeo (a falta, como digo, de leerme los dos últimos tomos), y pese al tiempo que lleva ‘en cartelera’, a mi me sigue enganchando tanto o más que al principio y, como ya he dicho en otras ocasiones, el trabajo de adlard, criticado por muchos, a mi me parece cojonudo.
esta serie el la mejor demostración que la mejor forma de obtener un buen producto es disponer de un equipo creativo competente y dejarle trabajar sin prisas, injerencias ni cambios de alineación (y esto se puede aplicar no sólo al comic, sino a cualquier otra disciplina -véase la soberbia primera temporada de true detective, de la que se está hablando aquí al lado-); ojalá otros se aplicasen el cuento.
Pues precisamente el otro día leí el 20 y tengo que decir que cada vez me aburre más esta serie, que para mi tiene síntomas claros de agotamiento. Veremos que pasa cuando acabe el muy estirado arco de Negan.
«muy interesante el paralelismo que estableces en el artículo, alejandro, sobre lo narrado en el comic con la evolución de la sociedad humana; no lo había visto antes de ese modo, pero me parece una comparación de lo más acertada.»
Sería más cojonudo si la evolución hubiera sido realmente así.
6 tomos en los que he llegado a odiar la serie, el anterior me pareció terrible con una muerte muy, muy gratuita … igual por resignación o yo qué sé, este tomo me ha gustado, aunque lo que suelta el malo por la boca es tan ‘para qué’ que pocas ganas dan de leerlo
Pues yo debo ser un simple pero a mi «la saga de Negan» me ha parecido una vuelta a lo mejor de la serie y no se me está haciendo larga. Negan en si es un personaje exagerado pero teniendo en cuenta el mundo en el que se desarrolla en cómic tampoco es de extrañar que un perturbado de esas características triunfe, me parece más cogido por los pelos el rollete que se traen en «el reino» y nadie parece quejarse de eso.
Yo contento de que ahora vayan al doble de velocidad durante unos cuantos números.
Las peores etapas de la serie seguían siendo mejores que la gran mayoría del material con el que compartían estanterías, y toda esta última parte de Negan es de lo mejor de la serie.
19 tomos después sigo leyendo con los güevos encogidos por miedo a lo que me pueda encontrar.
El problema está en que Kirkman le saca tanta pasta a esta serie que no la dejará morir jamás.
Ennis con Predicador, Gaiman con Sandman, y Ellis con Transmetropolitan (y con todas las series que hace), y todos los que escribieron series propias para Vértigo, entendieron que nada es eterno y que para contar buenos comics debes hacerlo en tiempo reducido, cuyo resultado, guste o no, es el fin del viaje de los protagonistas.
En cambio los muertos vivientes, siguen el camino de las otras colecciones del medio, lo que acabará por aburrir a los lectores una vez que dejen de emitir la serie por TV.
No es mala, pero luego de la saga de la cárcel irremediablemente perdió fuerza.
Yo es una de las series que con más ganas espero cada vez que sale un tomo nuevo y siempre lo leo del tirón, normalmente en tensión constante.
Pocos comics hay en los que, tras más de 100 números, sigue siendo impredecible lo que va a pasar en la página siguiente.
El arco de Negan me está pareciendo que alcanza los mejores niveles de la serie, en este tomo reseñado hay varios momentos de leer con el corazón en un puño, y todavía quedán 12 números de enfrentamiento, esperemos que no se haga largo.
Mientras mantenga este nivel, por mi que dure 100 números más.
Por cierto, ¿soy el único al que le jodidamente encanta la puta forma de hablar del puto Negan?
Jorge lo ha clavado, me pasa lo mismo.
A veces me cansa, a veces me aburre, pero no dejo de leer la serie. Y la leo con una especie de tensión que no encuentro en muchos sitios, deseando que pasen cosas que no pasan y temiendo que pasen cosas que sabes que el cabrón de Kirkman puede hacer de buenas a primeras si le viene en gana. Yo es que no descarto que un día se quite de en medio a Rick y sea capaz de sacar la serie adelante con Andrea o Michone (por ejemplo).
Y a ver si de una santa vez alguien le hace algo muy feo a Negan y nos libramos de ese mal bicho! Coñoya!
Hay que volver a recordar que Robert Kirkman siempre definió la obra como «la película de zombies que nunca acaba». Dicho esto, los que han llegado a este punto creo que saben de sobra cuál es la propuesta de este cómic, una obra que sí puede ser repetitiva, simplemente porque su contexto y premisa sigue siendo el mismo, pero Robert Kirman en ningún momento deja de sorprendernos, no puedes decir que el relato sea predecible y sus personajes siguen estando muy bien construidos.
A mí me extraña que la gente tenga tan «poco aguante» con un producto de este tipo cuando seguro que, en muchos casos, llevan leyendo Spider-man, Batman o cualquier otro personaje que se han repetido hasta lo impensable durante décadas (y, muchas veces, sin la calidad que destila la creación de Robert Kirkman).
Esto no quita para que el cómic haya tenido sus bajones, con un grupo creativo limitado y con tanto tiempo a las espaldas en la serie, lo normal, no se puede rendir al 100% siempre aunque ahora mismo la cabecera está en uno de sus mejores momentos (en mi opinión). Por ejemplo, unos tomos atrás yo notaba a Charlie Adlard especialmente agotado, me parece lógico, pero ahora mismo me parece que está en una etapa más dulce e inspirada.
Truvor ha comentado: Y a ver si de una santa vez alguien le hace algo muy feo a Negan
Tenemos un bate y tenemos un culo. Creo que la cosa está clara.
El único problema de esta serie es que se publica en tomos, cada varios meses y ya se sabe que la distancia estropea las relaciones. Sobretodo de los lectores desmemoriados como yo.
Los bajones de calidad son perfectamente normales, ocurren desde Increíble hasta… donde queráis.
Es compra obligada y si algún es más flojillo pues te aguantas y por lo menos has leído un tomo bien narrado sobretodo a nivel visual.
Yo no considero que Adlar tenga tantas limitaciones como se dice, que no es Sienkiewicz vale, pero creo es un autor apropiado para la historia, que cumple y consigue dramatismo de manera magistral en las expresiones. El único pero, es que tal vez por lo de la separación de tiempo entre tomos el parecido aspecto de las muejeres/chicas hacia que no supiera quien era quien, salvo Andrea.
Si Adlar es un mal dibujante porque no se diferencian bien las caras, la inmensa mayoría de los dibujantes de supers también lo son.
El problema al que se enfrenta Adlar es que no puede contar con disfraces de colorines para
distinguir a los personajes.
Con el comentario de Ocioso en la mano le daba un bofetón a todos los defensores de Hitch y se lo dejaba marcado.
Yo no digo que Adlard sea mal dibujante, a mi me gusta. Pero que no se diferencien las caras es señal de no dar suficiente personalidad al personaje, por tiempo o ganas. . Por ejemplo,ya que sueltas lo de los superhéroes, coges un Gen 13 en la época Campbell y con un estilo de cara casi iguales entre personajes, se diferencian entre ellos en blanco y negro o en color.
Si un dibujante necesita de disfraces para diferenciar sus personajes mal está la cosa
HenryJones ha comentado: Si un dibujante necesita de disfraces para diferenciar sus personajes mal está la cosa
Kirby, los Buscema, Romita, Byrne, Lee… les pasa a todos.
Hay personajes que tienen alguna característica especial que los hace distinguibles: las canas de Mr Fantastico, el bigotón del Dr Extraño o el pelo rojo de Matt Murdock, pero ninguno de los dibujantes que acabo de citar ha sabido diseñar unos rasgos específicos para Steve Rogers, Hank Pym o Clint Barton, tres vengadores de primera fila que nunca han podido ir de copas en un tebeo en sus identidades civiles porque a los lectores nos habría resultado imposible diferenciarlos.
Los chavales de Gen 13 se distinguen unos de otros porque ya fueron diseñados para tener aspectos muy distintos: un enano moreno, uno rubio, una giganta pelirroja, una chica morena y otra chica morena, que para evitar confusiones se pone una mecha morada en el pelo. Eso sí, si le vistes de civiles en una escena con mas personajes al menos dos de ellos «desaparecen» al confundirse con los nuevos. Evidentemente la giganta y el enano seguirán destacando, pero también lo hacen el hijo de Rick o el negraco de las rastas blancas.
A Adlard se le pueden achacar cosas, pero uno de sus puntos fuertes es que se esfuerza en hacer reconocibles a la inmensa mayoría de los personajes. E incluso se molesta en cosas como hacer crecer al hijo, cambiar peinados, barbas, etc.
Vamos, su estilo no es que me enamore, pero lo veo como un gran dibujante, la verdad.
Al hilo de lo que dice Oci, recuerdo cuando empezó a irritarme la moda de todos hipermusculados y todas hiperdesarrolladas. Por dios, Lobezno igual de alto que Coloso? Rondador igual de cachas que Lobezno? Kitty con las mismas tetas que Jean? Sí, ya sé que seguimos igual, pero grandes como Byrne o Davis se esforzaban más en estas cosas, dentro de sus standard masculino y femenino.
De los 90 para acá, todos hechos para anunciar aparatos de fitness. Vamos, hasta los extras que pasean por la calle.
Esto no solamente pasa con los supers. Milo Manara, sin ir más lejos dibuja siempre la misma tía buena, cambiándole el pelo.
Una cosa es el estilo de cada dibujante, otra que en el cómic se diferencien los personajes.
Manara es cierto que tiene una misma musa pero en sus cómics, pongamos el Click,raramente verás a dos tias iguales. Va con el estilo y maneras de hacer las caras. Yo no pido un catálogo entero de gente del planeta, sino que se sepa quien es quien, ya sea por caraterización o contexto.
La mayoría de los dibujantes, digamos comerciales, tiran de dos o tres tipos básicos a los que van cambiando el pelo, la barba, las gafas…. Vamos, como los Playmobil.
Adlard lleva mas de 115 números a sus espaldas sin fallar en uno solo (y fijo que se queda hasta el final, que a este no se le hecha ni aceite hirviendo), ¿cuantos dibujantes de cómic books de los últimos 25 años lo han hecho? solo por eso, ya se merece estar en un pedestal, o en el guinness de dibujantes de cómic books
Yo a esta serie tardé en arrimarme. De hecho, empecé a leerla con los tochales. Y me tiene enganchadísimo. Una muestra cojonuda de que lo importante en una historia, sobre lo que tiene que girar por encima de todo, son los personajes. A estas alturas…¿importan ya los zombis? ¿O el cómo y por qué de estos? No. Lo que importa, lo que mola, lo que atrae y engancha es saber qué es lo que le ocurre a este puñado de supervivientes.
Y me encanta cómo Kirkman maneja el suspense y el drama. Y Adlard (aunque Javié se me eche al cuello -o sufra un sarpullido-) me parece un dibujante estupendo para esta historia. Y, además, cumple más que sobradamente.
entro aqui directamente sin pasar ni por la reseña,ni por los comentarios.y no,no es una falta de respeto.no lo considereis tal,xd¡.
¡es que yo me quede en el numero 50¡.
y,logicamente,no quiero comerme un spoiler.
pero,eso si,quiero declarar que a mi me gusta tanto la serie como el comic.que ya se que no suele ser lo normal,pero es asi.
primero pique con la serie,para despues empezar con el comic.y,aunque te cuesta algo acostumbrarte a la diferencia fisica de los protagonistas de una y otra,al final te haces con ello.
el comic lleva una ligera ventaja.es mas agil,y es mucho mas brutal.la serie,pese a todo,se «corta» un poco.pero ambas tienen sus momentos de impacto,y molan bastante.
en fin,que tarde o temprano,me volvere a pasar por este post,que seguro que es bastante interesante,tanto por el articulo,como por los comentarios.
todo es cuestion de «liberar mi agenda»,y retomar alla donde me quede,y darle un buen repaso a la serie,hasta llegar al punto en el que estais.
lo mismo,despues de que termine la presente temporada televisiva.para aliviar el «mono»,y tal…