Guión: Robert Kirkman
Dibujo: Charlie Adlard
Correspondencia Original: The Walking Dead #49-54
136 páginas – 7,50€
Hacer un arco argumental como Creados para sufrir acarrea problemas a corto y medio plazo. Creados para sufrir dejó tan mal sabor de boca (en el buen sentido, es decir, por su brutal contenido y consecuencias, no por una mala ejecución) y tan mal cuerpo en los lectores de Los Muertos Vivientes que… ¿a dónde se dirigía ahora Kirkman? ¿Cómo conseguiría mantener la tensión o aumentar el “shock”, el impacto en el lector? Tenía una tarea harto complicada por delante, pero ha sabido salir al paso de forma más que aceptable.
Antes de entrar en harina, os remito a la reseña de este mismo tomo de David Fernández. ¡Leedla!
Aquí permanecemos podría definirse como un arco argumental de transición, en el que después de la borrachera de sangre que fue Creados para sufrir se tiende un puente hasta el próximo estatus quo de la serie indagando en la nueva situación de los personajes, sugiriendo los derroteros por los que irá la colección, creando nuevos aspectos, etc. Es evidente que el ritmo es más pausado, más tranquilo y más lento, con énfasis en recrear sensaciones ambientales (opresión, miedo, paranoia, angustia) que en la acción. Sigue habiendo momento algún que otro momento puramente tenso, pero se nota que Kirkman quería bajar la intensidad, lo cual es digno de elogio y demuestra bastante cabeza por dos motivos: en primer lugar, es el ritmo adecuado para presentar a los nuevos personajes y situaciones, que se perderían en la acción y el terror de una historia más rápida. En segundo lugar, un arco lleno de acción o violencia estaría bajo la enorme sombra de Creados para sufrir, condenado irremisiblemente a saber a poco si intentase competir con éste. Así pues, Kirkman pone sobre la mesa otra prueba de que sabe cómo conducir la colección, cómo imprimir un tempo en cada uno de los arcos de modo que cada uno desempeñe su papel en la gran historia de Los Muertos Vivientes.
Cabe la posibilidad, eso sí, de que algunos momentos de Aquí Permanecemos resulten algo más tediosos o peor ejecutados. En algunos casos se trata de una cierta torpeza por parte de Kirkman a la hora de transmitir un mensaje y en otros a la propia situación, que invita al agobio, a la lentitud. Un ejemplo prístinamente claro del primer escenario es el monólogo de Carl, el hijo de Rick, durante la enfermedad de éste. Kirkman mete la pata hasta la cintura en un error corriente, y es convertir al personaje en un muñeco de calcetín, poniendo en la boca de éste sus propias palabras: se trata de una tendencia frecuente cuando un guionista quiere poner de manifiesto y expresar con claridad un punto de vista, una idea o un nuevo enfoque de un personaje. La idea es buena, pero el resultado suele ser como el que vemos aquí: un niño hablando como lo haría Robert Kirkman en una entrevista en la que detallase cuál sería que fuese el nuevo estatus quo del chaval. Y llama la atención. En la viñeta ves a Carl y en tu mente ves al guionista, con barba y todo, respondiendo a la pregunta de un aficionado durante una convención. Pese a no ser ni de lejos un desastre, se trata de uno de los puntos más flojos del tomo. El segundo escenario sería la escena plúmbea, lenta, que arrastra al lector a una situación en la que el tiempo transcurre con agobiante parsimonia. ¿Tedio garantizado o habilidad narrativa? ¿Pérdida de interés o inmersión en la historia? Un ejemplo interesante con el que compararlo sería la película bélica Jarhead, que hace de la expectativa constante y la pesadez su sello distintivo. ¿Se trata de un tostón o de una atrevida perspectiva que permite empatizar con los personajes? Cada lector lo verá de una forma. ¿Personalmente? Kirkman hace un muy buen trabajo en líneas generales, sobre todo hacia la mitad del tomo. Aunque odié Jarhead. Con todas mis fuerzas.
Un punto clave de la historia es la evolución de Rick. ¡Pobre Rick! Después de haber perdido a un buen número de amigos, a su mujer, su hija y una mano, ¿qué más le podía pasar? Uno ya espera que en cualquier momento le caiga una caja de caudales marca ACME encima. El comentario común que he oído de todos los lectores de Los Muertos Vivientes es “pero éste *sustantivo peyorativo dirigido al guionista*… ¿no va a dejar a Rick en paz?”. La respuesta, por si no había quedado claro hasta ahora, es un “no” que no cabría en una carpa de circo. Kirkman piensa seguir machacando a nuestro protagonista hasta el infinito, y puede que más allá. Sin embargo, lo hace con cierta elegancia. El anterior tomo indagaba en la pérdida brutal, violenta, imprevisible, atroz; éste se centra en el lento – tan lento que se vuelve inapreciable – descenso a la locura. No obstante, y es importante insistir, Kirkman demuestra mucho estilo a la hora de presentarlo: está muy bien conducido, es impactante cuando lo descubrimos (brutal la escena del cable del teléfono, te pega como una bola de derribo) y enternecedor cuando descubrimos cómo piensa sobrellevarlo Rick.
Otro de los aspectos clave de este tomo es presentar a los nuevos personajes, que sirven de motor para mantener al grupo en movimiento y plantear nuevos puntos de vista con respecto al apocalipsis zombie (aportando amplitud de miras y yendo más allá de la supervivencia día a día). Tienen algo de genérico pero también potencial, suponen una adición interesante y con posibilidades de interacción con el grupo. También abren la puerta a ofrecer una explicación a la situación que ha consumido el mundo, un terreno extraordinariamente resbaladizo en el que, generalmente, hay mucho que perder y poco que ganar. Veremos.
El dibujo de Adlard, correcto como hasta ahora, aprovecha los momentos intimistas para jugar con la perspectiva o la distribución de la viñeta, pero el resto es exactamente aquello a lo que nos tiene acostumbrados: un estilo aceptable, sencillo, crudo, de sombras abundantes y negros pesados que refuerzan el ambiente opresivo que se pretende recrear en varias secuencias, por lo que resulta adecuado.
En suma, Aquí permanecemos es un arco con un ritmo razonablemente más bajo, cubierto por una atmósfera angustiosa de corte más personal y basada en menor medida en los zombies, lo que permite explorar la naturaleza de los personajes y plantearles nuevos retos más allá de la supervivencia básica. Arroja algunas ideas buenas y deja entrever en qué dirección irá la serie a partir de ahora. Es, por lo tanto, un buen arco de transición, humilde en sus objetivos y de ejecución notable, en el que algún que otro momento poco memorable no empaña una lectura muy interesante y recomendable de esta imprescindible colección.
De acuerdo en todo. Había que bajar el ritmo que sino nos quedabamos sin personajes XDD. Lo del teléfono sobrecoje tanto o mas que cualquier ataque de zombies. Lo bueno, que sólo nos quedan ya un par de meses para que salga el siguiente tomo.
Este tomo desde mi punto de vista es como una transición argumental, tras la burrada de Creados Para Sufrir en la que no quedó vivo ni el apuntador.
También abren la puerta a ofrecer una explicación a la situación que ha consumido el mundo, un terreno extraordinariamente resbaladizo en el que, generalmente, hay mucho que perder y poco que ganar.
Bueno, eso de que explican como han surgido los Zombies
es un poco como cuando el Dr. Heinz Doosfenshmirtz trata de hacer cosas malvadas y al final Perry el ornitorrinco desbarata su plan
asi que no veo mutivo de alarma.
Pues a mí me parece un buen tomo después de digerirlo.
La primera lectura parece bastante sosa, pero cuando te paras a pensar en toda la trama… es lógico pensar en un número más flojo a nivel de acción y zombis. Uno necesita un poco de respiro de vez en cuando. Lo veo correcto y abre nuevas posibilidades a explotar así como recuperar veijos personajes queridos por todos 🙂
A mí también me parece muy bueno, es más, diría incluso que Creados Para Sufrir es la leche, pero para mí peca de efectista con respecto a las muertes de los personajes.
la mejor colección de la línea Vertigo desde Fábulas
jorgenexo ha dicho:
15 Marzo, 2010 a las 17:55h
la mejor colección de la línea Vertigo desde Fábulas
Lo seria… si no fuese porque no es de vertigo.
¡No me digas!
_Carmen_
Gracias por la referencia cultural a Phineas y Ferb del dia.
Una vez lei que alguien decia que Kirkman se toma en serio eso de que la serie se llama Los Muertos Vivientes y no «Las aventuras del heroico Rick en una tierra de zombies». Osea, Rick es tan prescindible como cualquiera de los personajes que el escritor se saque de la manga. Y eso quedo patente en el tomo anterior.
Por ahora y como va la serie me queda claro que tiene para rato. Y que no le va a bajar la velocidad. Ni las vueltas de tuerca
Aún gustandome el análisis hecho por el Alberto Morán y compartir gran parte de lo que dice, siento que diseccionar esta obra hasta tal punto la devalua un poco el trabajo trabajo tanto de Kirkman y Charlie Adlar.
Si diseccionamos a Rihanna o Megan Fox seguro que les encontramos pegas a sus cercenados miembros 🙂
Por cierto discrepo con «el yamer», esta obra sin Rick ni sería lo mismo ni funcionaría… No dudo que pueda «desaparecer» en unos 50 números pero si algo da sentido a todo lo que aquí acontece son las decisiones que Rick toma y que hacen evolucionar en paralelo la historia y su personalidad como un salto desesperado al vacio.
Recomiendo encarecidamente a cualquier lector esta obra. La considero con diferencia la mejor obra de «continuidad mensual» de todas las que se publican en los USA.
Accesible para todos los publicos, ya sean lectores mainstream, independiente, underground, francobelga, manga e incluso no lectores de comic.
IMPRESCINDIBLE
Saludos
Ha sido un número excelente, sí señor.
¡Y muy dificil!
Después del crescendo de los tomos anteriores, con ese desenlace que nos hizo sudar adrenalina, a ver quien es el guapo que consigue hacer emocionante un arco de transición.
Está guay la serie, pero personalmente, creo que el dibujo de Adlard es flojillo. Otro tipo de dibujante de línea más dinámica o de mancha iría mejor.
En cuanto a Fábulas…no creo que sea la mejor serie de Vértigo. No es muy original, Es como releer Shrek (si fuera un comic), pero para adultos (eso si, el dibujo de Buckinham es la leche). Yo daría ese puesto a Sandman o 100 Balas, pero para gustos los colores.
@Lions
Solo repeti lo que escuché. No dije que concordara. Personalmente no me gustó mucho la masacre del penal. Pero bueno, fue recurso suficiente comopara que el WTF! no se salga de mi rostro por varios dias… incluso ahora no me lo trago todavia.
Sobre Vertigo, y tomando en cuenta la cantidad de comics que salen, creo que todo Vertigo puede considerarse lo mejor del comic, si no estadounidense, por lo menos del comercial (esto es ya si se quieren poner criticos de comic)
Quizás lo que voy a decir suena a blasfemia, pero…
Kirkman jumped the shark and he doesn’t know how to go back.
Es que llegado a cierto punto en el genero zombie la historia deviene un Mad Max donde la reconstrucción de la civilización y la lucha entre las comunidades tiene mas peso que los propios zombies. Kirkman se dio cuenta de esto y por ello llevo a cabo la masacre, intentando recuperar el status quo narrativo con una torpeza imperdonable.
Gracias el yamper, asi es como yo lo veo.
Pq estan tan atrasados en españa? yo acabo d leer el numero 70 usa y concuerdo q es una d las tres series mensuales q m dejan con ganas d seguir leyendo. Como dato el numero 67 da una vuelta completa a la historia.