Durante el primer volumen de la colección 100% Marvel Los Nuevos Invasores, se echó en falta un miembro de la alineación del legendario grupo de superhéroes de la Segunda Guerra Mundial, aunque es un personaje que ha sido maltratado por guionistas y dibujantes por igual: Thomas «Toro» Raymond, el joven compañero de la Antorcha Humana. Y decimos que fue maltratado porque ha muerto y revivido de maneras rocambolescas y sin ningún respeto por lo que representa, nada más y nada menos que un tiempo en el que la todopoderosa Marvel no era más que la humilde Timely Comics, en el que la Segunda Guerra Mundial se había llegado a meter en las páginas de los cómics y éstos eran un símbolo de esperanza para los jóvenes lectores de la época, que se identificaban con él y con el compañero del Capitán América, James Buchanan «Bucky» Barnes. Pero centrarnos tan rápidamente en Toro es ir demasiado deprisa, dado que es el motor principal de la segunda mitad del volumen que nos ocupa.
La protagonista de la primera mitad del segundo volumen de Los Nuevos Invasores, Ryoko Sabuki, es además también heredera de un legado heroico de la Segunda Guerra Mundial. Esta superheroína de origen japonés, que es conocida como Resplandor en Estados Unidos, es la más querida en su país, concretamente por encima de Fuego Solar o los Big Hero 6, que nada tienen que ver con sus versiones animadas. Resulta que es la nieta de una heroína de la Segunda Guerra Mundial que colaboró en su día con los Invasores: Chica Dorada, Gwenny Lou Sabuki.
Creada para el número 26 de la colección original de los Invasores, la Chica Dorada era la hija de un cirujano que era el único capaz de operar y salvar la vida de Toro, por lo que Bucky fue a buscarle. Sin embargo, todos ellos acabaron siendo capturados por el Agente Eje, junto al joven David «Davey» Mitchell, para que el buen Doctor Sabuki utilizara sus habilidades médicas para poder separar a los tres nazis que conformaban el cuerpo y la mente del villano. Toro y Bucky acabaron por liberarse y se enfrentaron al Agente Eje, lo que provocó que la máquina que retenía a los otros dos jóvenes fallase y les bañase con una extraña energía que les dotaría de superpoderes. Así, Gwenny obtuvo la capacidad de controlar la energía radiactiva y junto a sus tres amigos formaría los Comandos Juveniles durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de sus reticencias al ver como los estadounidenses trataban a los descendientes de japoneses que habitaban en el país.
La nieta de Chica Dorada se ve involucrada en un conflicto que nunca había deseado con S.H.I.E.L.D., cuerpo de seguridad internacional del que ahora forma parte la Antorcha Humana original, después de que el Orbe desvelase todos los secretos que el ojo de Uatu el Vigilante había observado durante todos los años que se había encontrado en la Luna. Por supuesto, los Invasores no iban a ser menos que el resto de los héroes y villanos del Universo Marvel, y es Ryoko la que se ve afectada por esta peculiar manera de actuar del Orbe. Tras reclamar la presencia de Namor, Spitfire o Jim Hammond en una de las instalaciones de S.H.I.E.L.D. que había asaltado, la historia se funde con una de las aventuras de los Invasores durante la Segunda Guerra Mundial, un día antes del lanzamiento de la bomba atómica que arrasó Hiroshima.
Es curioso ver en la alineación de estos Invasores al Capitán América y a Bucky, aunque pronto es solucionado este momento para aquellos que quieran tener cada momento de la cronología Marvel atado y bien apuntado: nos encontramos con William Naslund y Fred Davis Jr como miembros del grupo y sustitutos de los desaparecidos héroes, que por aquel entonces habían sido dados por muertos tras un asalto al castillo del Barón Zemo, al que todos sabemos ahora que ambos habían sobrevivido. Un pequeño detalle sin más importancia que ver en los siguientes capítulos como, en otro flashback, Namor pone en su sitio al segundo Capitán América.
Thomas Raymond es el motor central de la segunda parte del segundo volumen de Los Nuevos Invasores, y debemos decir que parece que cada vez que deciden recuperarle, se debe aplicar un retcon sobre su origen. Hasta ahora, todos creímos que los poderes de Toro venían de una mutación provocada por el trabajo de su padre en el laboratorio del profesor Phineas T. Horton, el creador de la Antorcha Humana. Además, se supone que la primera vez que se activaron sus poderes fue porque había interactuado con Jim Hammond de alguna manera y que había adquirido control sobre las llamas porque la presencia del héroe había desvelado su origen mutante. Pero aquí ha venido James Robinson, aliado con la plana mayor de Marvel, para decirnos que no, que Thomas «Toro» Raymond no es un mutante, si no que en realidad es un inhumano. Así, sin preparativos ni dejarnos ni siquiera pensar sobre todas las veces que se han hecho y deshecho del mejor amigo de Bucky en la Casa de las Ideas, Quizás tener tantos personajes con control sobre las llamas sea demasiado para los guionistas, dibujantes y editores de la editorial, pero esta reconversión es demasiado para los aficionados que han continuado la trayectoria de tantos personajes, aunque en este caso sea uno ya demasiado olvidado por muchos de ellos.
Los Nuevos Invasores decrece en calidad y se convierten en el enésimo intento de colocar a este supergrupo en la época actual, a pesar de que se podría haber hecho un buen trabajo. Quizás sólo se puedan escribir aventuras sobre ellos en la época pulp, como se hizo en El Proyecto Marvels. Pero de una cosa sí se puede estar seguro al hablar de ellos: los Invasores regresarán con otra colección tarde o temprano.
Un poco pesados sí se están poniendo en Disney con todo este asunto de los Inhumanos, ¿no? Voy a acabar cogiéndoles tirria, oye.
Ay, que pena me da ver los últimos trabajos «mainstream» de James Robinson, uno de mis escritores favoritos. No pierdo la esperanza de leer un trabajo suyo que se pueda comparar a Starman, Leave it to chance o La Edad de Oro. Sí, lo sé, soy un ingenuo.
O Grendel Tales, Firearm, WildCATS, Capt. America, Bats LOTDK… Lo cierto es que salen un buen montón de trabajos sobresalientes. A mí me sigue gustando como escribe. Ya sonará la tecla.
Muy de acuerdo !!
No creo que a un tío tan bueno de repente se le haya olvidado escribir. A ver si sus próximos encargos encajan más con sus puntos fuertes…
Macdonald: Échale un ojo al Airboy de Robinson (image). El primer número fue legendario.
Y el 2º provocó un boicott de la comunidad gay de los USA y que se viera obligado a pedir disculpas…
En la pila de «pendientes» está esperando.