Los Pitufos Negros

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Edición original: Les Schtroumpfs noir (Spirou 1107, 1959), Le Schtroumpf volant (Spirou 1303, 1963), Le Voleur de Schtroumpfs (Spirou 1130, 1959).
Edición nacional/ España: Norma Editorial. Agosto 2013.
Guión: Yvan Delporte, Peyo.
Dibujo: Peyo.
Formato: Cartoné. 64 págs.
Precio: 11€.

 

Hay obras que por su carácter de clásicos imperecederos deberían estar siempre disponibles para los aficionados al cómic y Los Pitufos, la obra más conocida del artista belga Peyo, es una de ellas. Muestra del mejor cómic infantil y juvenil de la escuela francobelga, esta obra de fantasía y humor sigue tan fresca como hace 50 años y la nueva edición que está haciendo Norma es una buena ocasión para comprobarlo.

Publicada originalmente en la revista Spirou, Los Pitufos Negros es la primera aventura en solitario de estos entrañables personajes azules. Anteriormente habían hecho su aparición en la historia La Flauta de los Seis Agujeros (también conocida como La Flauta de los Seis Pitufos) de Johan y Pirluit y la buena acogida que tuvieron hicieron que empezaran a protagonizar sus propias aventuras y a superar en popularidad al resto de creaciones de Peyo.

La trama nos presenta a los pitufos en un día cualquiera cuando uno de ellos es mordido por una mosca y se transforma en un pitufo negro, furioso y con ganas de morder a cuantos pitufos se crucen en su camino. A partir de ahí la epidemia se extiende entre los pitufos mientras confían en que Papá Pitufo encuentre una solución a la crisis antes de que no quede ninguno de ellos sin infectar.

Peyo demuestra un gran dominio del tiempo en esta historia, gestionando muy bien las 20 páginas de las que dispone para narrar la historia: una breve introducción para situar al lector con los personajes y el escenario y a continuación la acción se desarrolla sin pausa hasta su resolución. Durante la acción el artista aprovecha para ir presentando algunos de los rasgos más característicos de los Pitufos, pero perfectamente integrado en el desarrollo de la trama. De esta forma es fácil ir conociendo como son estos pequeños seres azules pero no se interrumpe el hilo de la historia en ningún momento ganado en agilidad y sensación de urgencia.

Así es como empieza la infección de los pitufos negros
Así es como empieza la infección de los pitufos negros

Alrededor de esta historia hay algunas anécdotas curiosas como la de su azarosa publicación en el mercado anglosajón donde el título y el contenido no fueron considerados políticamente correctos y obligó a realizar una revisión en la que los pitufos negros se convirtieron en pitufos morados para evitar herir susceptibilidades. Sin duda una medida exagerada ya que revisando la obra es difícil encontrar algún elemento que se pueda considerar xenófobo exceptuando el color de los infectados (la versión anglosajona demuestra que la historia funciona igual de bien cambiando el color de los personajes) y no estaríamos ante un caso tan delicado como es, por ejemplo, el de Tintín en el Congo.

Otra curiosidad sobre esta historia es la teoría que apuntaba nuestro compañero Ivan Rivas cuando recomendó esta obra en las novedades del mes de Agosto por la que se sitúa a esta historia como una precursora de las historias de zombis, ya que su publicación fue cinco años anterior al estreno de La Noche de los Muertos Vivientes de George Romero, considerada la madre de todas las películas de zombis, y contiene muchos de los elementos que caracterizan este tipo de películas: la infección que se trasmite por los mordiscos, los seres que tras ser mordidos se transforman en seres descerebrados y agresivos, el grupo que intenta sobrevivir a la epidemia,… La idea tiene su atractivo y sin duda los paralelismos existen pero Romero nunca ha mencionado esta obra entre sus influencias como sí que lo ha hecho con otras como el Soy Leyenda de Richard Matheson.

La aldea pitufa sitiada por los pitufos negros
La aldea pitufa sitiada por los pitufos negros

Este álbum también contiene las historias El Pitufo Volador y El Ladrón de Pitufos. La primera es una historia de corte humorístico en la que un pitufo se empeña en volar y para ello prueba distintos métodos (pegarse plumas para tener alas, una cometa, una catapulta, pompas de jabón, un cohete,…) con resultado desastroso. Esta es la más cómica de las tres aventuras incluidas en este tomo y marca la tendencia de lo que serán muchas de las aventuras de los personajes en las que un pitufo adopta un rol o profesión (rey, ladrón, financiero, …) que justifica la aventura. La historia es sencilla y lineal pero lo que llama la atención es la calidad del humor que despliega, más sutil de lo que cabría esperar en una publicación supuestamente infantil y que mezcla con mucho acierto gags de slapstick y humor absurdo. Se trata de un humor completamente blanco, para todos los públicos, pero que sigue funcionando igual de bien que hace 50 años.

La última historia es más relevante para la trayectoria de los personajes, ya que cuenta con la primera aparición del que será el gran antagonista de los pitufos, el mago Gargamel, acompañado de su fiel gato Azrael. En esta historia conoceremos la motivación de Gargamel para perseguir a los pitufos: éstos forman parte de la receta mágica para conseguir la piedra filosofal capaz de convertir cualquier material en oro. La historia recupera el tono más aventurero de Los Pitufos Negros aderezado con los toques de humor habituales de la serie y en ella Peyo demuestra una vez más como domina el tempo de la narración en una historia corta.

En una época donde el cómic infantil y juvenil escasea y está dominado por propuestas psicotrópicas es bueno comprobar cómo un producto como los Pitufos sigue manteniendo su vigencia después de más de medio siglo de vida. Esta es una gran opción para que los lectores más pequeños disfruten leyendo una gran obra y para que los no tan pequeños redescubran un clásico del noveno arte.

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NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
28 septiembre, 2013 12:32

Que mal rollo me daban los pitufos negros estos de crío…y si, el mismo mal rollo que me dieron más adelante los zombies, yo también vi el paralelismo 😉

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 12:51

«… mientras confían en que Papá Pitufo encuentre…»

El Gran Pitufo. No perpetuemos la estúpida traducción de los dibujos de los 80. En otros medios que digan lo que quieran, pero en el comic es Gran Pitufo.

Khonshu
Khonshu
Lector
28 septiembre, 2013 13:51

Pues juraría que en mis ejemplares de colección Olé de Bruguera también le llamaban Papá Pitufo.

Y lo siento, pero ya es muchio bagaje cultural con el papá pitufo (sketchs de Martes y 13, películas de imagen real, el padre Abraham y los pitufos) como para cambiarle el nombre. Creo que esa es una batalla perdida en España.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 14:05

Lo que me jode es que lo de Papa Pitufo viene de una serie de dibujos animados que llega doblada de Mexico, o Puerto Rico, o algún sitio de por allá, y luego se asienta con un chascarrillo de Martes y trece.
¿Papá Pitufo? ¿De quién es padre?
Y ahora llega la edición de Norma y sigue con la tontería.
En cambio los Johan y Pirluit de Dolmen, que cuentan con asesores que de esto saben un rato, recuperan el Gran Pitufo. Como debe ser.

Puta Norma que además está perpetuando «El Rey Pitufo» en vez de la traducción «El Pitufísimo», que no solo es mas fiel al original sino que además tiene el prestigio de haberse empleado en tiempos de nuestro amado generalísimo. Eso sí fué echarle cojones.

inicus
inicus
Lector
28 septiembre, 2013 14:21

En Bruguera era «Gran Pitufo».

Khonshu
Khonshu
Lector
28 septiembre, 2013 14:41

«¿Papá Pitufo? ¿De quién es padre?»

Yo siempre he pensado que era un rollo en plan Papá Noel, si hasta comparte color de ropa y barba. De chiquitín sí que pensaba que era el padre de todos ellos, igual no literalmente, sino una especie de padre adoptivo comunal.

A todas estas, se explicaba el origen de los pitufos en algún lado? No los había creado Papá Pitufo de forma similar a la que usó Gargamel para crear a la pitufina? De dónde salieron los bebés pitufos, que nunca leí esos álbumes?

«Puta Norma que además está perpetuando “El Rey Pitufo” en vez de la traducción “El Pitufísimo”»

Ahí de acuerdo, el pitufísimo es mejor título y más fiel al original.

«En cambio los Johan y Pirluit de Dolmen, que cuentan con asesores que de esto saben un rato, recuperan el Gran Pitufo. Como debe ser.»

Pues debieron buscar también asesores de cómo imprimir correctamente un cómic a color.

«En Bruguera era “Gran Pitufo”.»

Puede ser. Cuando lo escribí me quedé en la duda de si sería «Gran» y yo lo recordaba como «Papá» por los dibujos. Alguien sabe cómo lo ponían en Fuera Borda?

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 15:00

Khonshu ha comentado: Pues debieron buscar también asesores de cómo imprimir correctamente un cómic a color.

El segundo les ha quedado cojonudo. A pesar de ser papel poroso los negros son negros y los colores son nítidos y brillantes. Mira que con los años me he ido volviendo pejigero con estos temas y este tomo me parece perfecto.
Ahora lo suyo sería que Panini les copiara el papel para que le queden los Tochogolds como dios manda.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 15:01

Por cierto, el papel que está usando Norma para Los Pitufos no me gusta nada. Demasiado satinado y brillante.

Khonshu
Khonshu
Lector
28 septiembre, 2013 15:13

«El segundo les ha quedado cojonudo. A pesar de ser papel poroso los negros son negros y los colores son nítidos y brillantes. Mira que con los años me he ido volviendo pejigero con estos temas y este tomo me parece perfecto.»

Pues me quitas un gran peso de encima. Aún no lo he visto por Canarias. Imagino que llegará esta semana.

Con el primero me llevé tal disgusto que no me lo compré esperando a ver si la edición mejoraba. De hecho, pillaré antes el segundo para empezar con algo que me deje buen sabor de boca.

A mí el papel satinado de Norma para los pitufos no me parece malo. Los colores no quedan chillones estilo Marvel Gold.

Jordi Molinari
Autor
28 septiembre, 2013 16:14

Los pitufos eran nazis, y el pobre Gargamel un judío oprimido. O eso dicen los conspiranoicos. Y encima la aventura esta de los «negritos»…

Franz
Franz
Lector
28 septiembre, 2013 16:23

Los Pitufos, al igual que los Transformers, es una de esas franquicias tan «nobles» y queridas por todos los fans que dan buena recaudación en los cines aunque sean «atacadas» con adaptaciones calamitosas. Algun dia, harán películas con ellas que si les hagan justicia.
Yo recomiendo muchísimo leer los primeros números de Los Pitufos, son un canto a la creatividad y a la diversión.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
28 septiembre, 2013 16:31

Khonshu: el padre Abraham cantaba con el GRAN pitufo. Los tebeos franceses cuentan con el GRAND Schtroumph. LAs ediciones de bruguera (tu memoria te juega malas pasadas) contaban con el GRAN pitufo. La película de la LA FLAUTA DE LOS PITUFOS, en su doblaje original (no recuerdo el nuevo dobaje que han incluido en el DVD), tiene al GRAN pitufo. Es más, recordemos el comentario de Pirluit cuando lo conoce: «Si tu eres el gran pitufo, yo debo de ser el inmenso Pirluit». PAPÁ pitufo, en los ochenta, sólo aparecía en las traducciones de la serie de dibujos norteamericana…y por desgracia, hoy día, cuando decidieron reeditarlos (y doblar dos años después la película en imagen real), Planeta prefirió mantener los nombres norteamericanos en lugar de los originales, algo que no ha hecho (para BIEN)Dolmen en su traducción para la serie de Johan y Pirluit, cuya segunda entrega ya está disponible y que, a diferencia del primer tomo, esta vez sí es una maravilla de edición.

Khonshu
Khonshu
Lector
28 septiembre, 2013 17:31

Pues mira, eso refuerza mi teoría de que por algún motivo Papá Pitufo caló más que Gran Pitufo. A mí todo eso me pillo muy niño, pero me lo gocé todo (incluso al Padre Abraham lo recuerdo vagamente).

Me gustaban mucho los dibujos, pero aún más los cómics y me chiflaba Johan y Pirluit. Y aún así, ni me acordaba de lo de Gran Pitufo, realmente estaba convencido de que siempre se había llamado así en nuestro país. Será por oír una y otra vez las vocecitas chillonas de la serie y por los chistes posteriores. Esos dibujos tuvieron un gran impacto social, creo que va a costar erradicar a «Papá» Pitufo.

Sierra
Sierra
Lector
28 septiembre, 2013 18:31

Yo lo siento, pero creo que Papá Pitufo queda mejor que Gran Pitufo… y así es mayormente conocido…
(no lo veo tan mal, es como la patrulla-x /x-men )

Forager
Forager
Lector
28 septiembre, 2013 18:37

Recuerdo la llegada de esos dibujos animados, fue inútil tratar de explicar a los demás que no tenían nada que ver con los tebeos. Supongo que ese fracaso que me preparó para la era de fracasos sin fin de la adolescencia. «Papá Pitufo», ptsch.

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
28 septiembre, 2013 18:44

‘Gran Pitufo’ es un oxímoron. Prefiero también Papá Pitufo, que luego los niños se lían con la gramática.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
28 septiembre, 2013 18:44

Khonshu, ¿Pretendes decirme que las grandes compañías multimedia norteamericanas tienen más poder de persuasión que las editoriales de comic belga? Pues entonces te doy la razón, aunque no sé que se gana con ello. Reconozco que en el fondo es una cuestión de orgullo herido. Todos los que conocimos a los pitufos a través de los tebeos, los conocimos como Gran pitufo, pitufo gafitas, el pitufísimo, etc. Nombres que, además, eran traducciones respetuosas con los originales. Papá pitufo, rey pitufo, pitufo filosofo, son los nombres de una traducción latina para una adaptación norteamericana mediocre cuando no rematadamente mala, cuyos últimos estertores han sido dos abominables películas que sodomizan y envilecen todo lo que de bueno tenían los originales de Peyo, proyectando una imagen a la mayoría de la gente muy poco favorable sobre la obra y los personajes originales. No es de extrañar que los amantes del original francés y de la tradición tebeística en España tengamos tendencia a asociar los nombres con la versión correspondiente. Por eso, que Planeta decidiese hace cinco años retraducir a los personajes con los nombres televisivos u no con los nombres tebeísticos, un poco de rabia sí que daba, sobre todo porque muestra un evidente desprecio hacia el propio medio que se publica (repito: la ediorial de tebeos prefiere los nombres televisivos a los nombres del tebeo), especialmente porque cuando los publicó la influencia de la serie ya estaba bastante desgastada. Luego llegan las nuevas peliculas y las reposiciones de las serie, y puesto que en la última traducción editorial se ha optado por los nombres televisivos…pues se multiplica la presencia de esos nombres (como ya he dicho, en el antiguo doblaje de La flauta…, se habla del gran pitufo, pero en la edición en dvd de hace un año se incluyó un doblaje nuevo que vuelve a utilizar a Papaíto). Cuando hace doce años Norma publicó La flauta… y El pitufo salvaje, curiosamente, utilizó los nombres originales. No debía de ser tan poderosa la influencia de la tradición multimedia. Por tanto no es una cuestión de costumbre ni de popularidad, es una decisión editorial. Y es una decisión editorial basada en la desconfianza o el desprecio hacia el propio medio al que uno se dedica.

Fin del tocho fan-taliban. Salgan a la calle y manifiestense.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
28 septiembre, 2013 18:50

¿Se imaginan que zinco -o Norma- decide llamar a Batman Bruno Díaz? A fin de cuentas, así es como es conocido en la mayor parte del mundo hispanohablante.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 18:51

Lo siento por vuestras infancias, pero la serie de dibujos era una mierda, y el doblaje con el que nos llegó la convirtió en una puta mierda.
Pero eso es algo que pasa casi siempre: un personaje de comic destinado a un público infantil o familiar se simplifica y edulcora en su adaptación a los dibus haciendo que el gran público tenga una idea distorsionada del original. Pitufos, pero también Penauts, Garfield o el mismo Mortadelo. Cualquier arista que pudiera tener el original se lima no sea que los niños se traumaticen y los padres dejen de comprar el merchandising.

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
28 septiembre, 2013 19:00

«Pero eso es algo que pasa casi siempre: un personaje de comic destinado a un público infantil o familiar se simplifica y edulcora en su adaptación a los dibus haciendo que el gran público tenga una idea distorsionada del original».

Joder, caso más claro que Popeye no lo hay, que en las tiras de hace 80 años de Segar destilaba una mala baba y crítica social que no veas, y en los dibujos se convirtió en un simpático marinero que comía espinacas, cortejaba a Olivia y hacía Puh!Puh! con la pipa.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 19:15

Imaginemos que en la adaptación televisiva de Juego de Tronos hubieran españolizado los nombres. Mala cosa. Luego llega José Mota y se inventa una de sus frases pegajosas y los consolida entre el gran público. Peor cosa.

Lo que sería la pera es que a partir de entonces los nuevos libros de la saga y las reediciones de los anteriores adoptaran esos nuevos nombres para no despistar al lector.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
28 septiembre, 2013 19:32

Siguiendo su extraña lógica conceptual, PLANETA y NORMA deberían haber publicado «Los Pitufos morados» y no «Los Pitufos negros».

Forager
Forager
Lector
28 septiembre, 2013 19:33

También puede ser que, simplemente, los trasvases a otros medios no logren la fuerza de la versión original, sobre todo si ese original es genial. Lo digo porque también se da el caso contrario, las adaptaciones al cómic de los Simpsons, por ejemplo. Tengo pendiente probar con el tebeo de Hora de Aventuras.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
28 septiembre, 2013 19:39

No, no. Es que las adaptaciones eran una mierda sin paliativos. El cambio de medio no tiene nada que ver. La película de la Flauta… Puede ser más o menos lograda, pero es una adaptación honesta. Lo de la serie era una basura casi desde el primer episodio.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 19:43

La típica basura de Hanna-Barbera.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
28 septiembre, 2013 19:52

Tal cual. Es significativo que uno de los rasgos distintivos de la serie frente a los tebeos era la absoluta falta de humor. No un solo gag en ningún episodio. Sólo discursitos bobalicones sobre la amistad y tal. A ver cómo demonios iban a adaptar entonces Los Pitufos y el huevo o El Pitufísimo.

zagel
zagel
Lector
28 septiembre, 2013 20:20

Ocioso ha comentado:
‘Imaginemos que en la adaptación televisiva de Juego de Tronos hubieran españolizado los nombres’.

Seria horrible que a ‘Winterfell’ lo llamaran ‘Invernalia’ o a ‘King’s Landing’ lo llamaran ‘Desembarco del Rey’.

Javié
Javié
Lector
28 septiembre, 2013 20:45

Ocioso
ha comentado
La típica basura de Hanna-Barbera.

Pues yo a esa tal Hanna me la tiraba, de hecho voy a ir sacando billete para valencia.

Kaulso
Kaulso
Lector
28 septiembre, 2013 22:32

A ver Ocioso y demás, la mejor traducción de «papa pitufo» ha sido el de aquel episodio de los Simpsons: GRAN PAPA SMURF! 🙂

dsastre
dsastre
Lector
28 septiembre, 2013 22:47

Ocioso ha comentado:
«Cualquier arista que pudiera tener el original se lima no sea que los niños se traumaticen y los padres dejen de comprar el merchandising.»

Lo cual parece indicar que nuestras padres eran más normales, que nosotros, los nuevos padres. Y supieron hacernos mejor.
Gran Pitufo.

Ocioso
Ocioso
Lector
28 septiembre, 2013 23:01

Kaulso ha comentado: GRAN PAPA SMURF!

Parece una traducción del gran Alex Cruz.

Ocioso
Ocioso
Lector
29 septiembre, 2013 0:04

Alejandro Ugartondo ha comentado: Esto ha hecho que me haya lanzado a la compra del resto de números y también de los tomos e Johan y Pirluit y estoy encantado porque son cómics muy buenos.

Jolines, vaya pedazo paga semanal te dan tus padres.

Khonshu
Khonshu
Lector
29 septiembre, 2013 3:51

Creo que en el tema de los nombres al final cada cual va a elegir el que conoció originalmente y le dicte la nostalgia, no el que sea más fiel al original.

Parece que a todos los que defenestráis la serie y los nombres latinos os pillo ya mayores o adolescentes y por eso renegáis de ella. En cambio a los que aún éramos niños nos daba lo mismo el cambio de nombre y es al que le tenemos más cariño (y eso que yo realmente conocía antes los cómics, pero me colaron el cambio de nombres y ni me enteré).

No veo que os quejéis de que se inventen palabras como «Pitufo» o «Barrufet» que no son fieles al original. Son modas del mundo editorial que van marcando la trayectoria del personaje en cada país.

Si lo miras fríamente, Patrulla X es un nombre poco fiel al original, pero atrévete a cambiarlo ahora.

Para mí Gally siempre será Alita, ángel de combate, por raro e injustificado que esté.

Y explícale a un yankee que a Snowie ahora tiene que empezar a llamarlo Milú.

O a un alemán que tiene que llamar a Clever & Smart Mortadelo & Filemón.

Tomás el Gafe/Gastón el Gafe; El Poli Martín/Lalo Laley; Tinieblo Lalosa/Pepe Tumbas… y cuántos nombres ha tenido la cabra de Pirluit? Son decisiones que toma la editorial que traduce el cómic. Algunos nombres se asientan y otros no.

En cuanto a lo de Bruno Díaz y Ricardo Tapias, aquí somos tan defensores de nuestras traducciones (algunas tan «creativas» como Mariposa Mental o Pájaro Burlón), que estoy convencido de que si de entrada les hubieran puesto esos nombres y los hubieran mantenido, ahora estaríamos diciendo que son geniales, parte de nuestra cultura y que no deberían cambiarlos.

Martin
Martin
Lector
29 septiembre, 2013 8:24

Muy de acuerdo con el último comentario. Algunos españoles se quejarán de las traducciones latinas y yo me quejo de tener que leer un comic de la «Patrulla x» o que le digan «Lobezno» a Wolverine.
Yo soy un gran defensor de dejar los nombres en su idioma original aunque se que en algunos casos es difícil y seguramente menos comercial.
En fin, el tema de las traducciones y los doblajes sería eterno. Una vez me subí a un avión de Air Europa y escuchar a Clint Eastwood diciendo «Oye, tío, que te lo montas!» fue una de las experiencias mas traumáticas de mi vida!

Saludos!!
(Estoy vivo!!!)

Pikodoro
Pikodoro
Lector
29 septiembre, 2013 8:57

Hombre, Khonshu, sí y no. Por ejemplo, en el caso de Tomás Elgafe, las protestas vinieron en sentido contrario: ¿por qué demonios no habían dejado el nombre original, Gastón, por el que le conocen la nayoria de los aficionados y por el que la propia editorial le llamaba en la recopilación de Spirou.
En los nuevos tomos de Jojan y Pirluit, por ejemplo, mi nostalgia hubiera preferido que el villano siguiera llamándose Zicutín, pero entiendo y respeto una decisión que respeta el original. Otto gallo cantaría si le llamasen villanín. Incluso agradezco que hayan eliminado la nostálgico denominación de los Tomoylomo. Ninguna protesta ha habido por el nombre de la cabra está vez. ¿Por qué? Porque al margen de la nostalgia o el acierto, son decisiones coherentes. En el caso de Gastón, por ejemplo, no fue muy difícil entender que en la traducción de los nombres había mucho más capricho que criterio, pues varios iban pasando del español al francés sin venir a cuento.

Y luego, manda huevos: el nombre de PITUFOS se yomó adaptando al personaje popular catalán PATUFET (garbancito). De ahí lo de «pitufita» (schtroumphette); pitufina, son embargo, sólo recuerda al ridículo «putifina», mientras que papitufo es una cacofonía vulgar.

Por cierto, en los 90 los únicos que publicaron algo de los Pitufos fueron Ediciones B… Manteniendo la traducción de Bruguera. Por tanto, repito: no nostalgia ni tradición, es una decisión tomada en 2007. Hasta ese momento, todos los tebeos en España hablaban del Gran Pitufos y de la pitufita, igual que los originales.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
29 septiembre, 2013 12:48

Siempre he creído que alguien debería hacer un comic maduro y realista con los Pitufos, de esos de gran profundidad psicológica. Una distopía totalitaria, en la que un dictador que se cree beningo domina con puño de hierro a su comunidad basándose en su monopolio de los conocimientos mágicos y científicos. Donde cada miembro de la comunidad ha de aceptar un rol impuesto por el sistema sin poder salirse de lo que se ha pensado para él durante toda su vida. Por no hablar de la frustración sexual de vivir en un sitio donde sólo hay un ejemplar del sexo opuesto (vivir en setas: clarísimo indicador de su deseo de introducirse en un chichi).

¿Dónde están Alan Moore y Grant Morrison cuándo los necesitas?

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
29 septiembre, 2013 13:01

Alan Moore y Grant Morrison se comerían las setas y dejarían a los Pitufos sin casas.

Pikodoro
Pikodoro
Lector
29 septiembre, 2013 13:26

La de años que llevamos escuchando ese comentario, lemmytico. Casi tantas como los que desean ver a Batman y Robín jugando a médicos y enfermeras.

Louontherocks
Louontherocks
Lector
29 septiembre, 2013 13:49

Al final tras tantas recomendaciones he conseguido la publicación de Olé y ahí sí que era Gran Pitufo.

Spirit
Spirit
Lector
29 septiembre, 2013 14:54

Yo no creo que haga falta una revisión adulta y seria de los Pitufos; ya son adultos y serios tal y como están. Sin duda, una de las grandes obras del cómic.

No entiendo esa discusión sobre GRAN PITUFO o PAPA PITUFO…partiendo de que LOS PITUFOS es un término inventado del intraducible SCHR…como se escriba. A modo de anécdota, en Cataluña son traducidos como ELS BARRUFETS y durante unos años se publicaron en el TBO y se tradujeron como LOS TEBEITOS. Ignoro a quién se le ocurrió la palabra PITUFOS, pero no está lo suficientemente reconocido.

No me acuerdo de las traducciones de Brugera, pero esos inútiles eran capaces de llamar PAPA PITUFO y GRAN PITUFO al mismo personaje en la misma frase.

A mi la edición de NORMA, al contrario que casi todo lo que hace esta editorial, me parece estupenda; 11 euros por 64 páginas en álbum y, aunque es cierto que el papel es demasiado satinado, también lo es que no queda mal…me alegro que por fin una obra como ésta esté disponible de forma habitual.

Tronak el Karbaro
Tronak el Karbaro
Lector
29 septiembre, 2013 18:07

¡Los Pitufos por Garth Ennis y Kevin O’Neill ya!

Sith
Sith
Lector
29 septiembre, 2013 18:25

Hece demasiado tiempo que lei este comic, pero es cierto lo que mencionan, siempre lo asocie con esta obra el inicio del tema de los zombis y bichos similares.

Louontherocks
Louontherocks
Lector
29 septiembre, 2013 19:07

A mí me parece muy entrañable, la verdad que nunca había leído nada de los pitufos hasta ahora… no se si comprar más aunque sea para el niño. ..

Sierra
Sierra
Lector
29 septiembre, 2013 19:22

Lo de gran papá smurf en los Simpson me recuerda a otra gran traducción de esa misma serie: Lucy Sin Ley http://www.youtube.com/watch?v=iGKroJ5oBDM

Louontherocks
Louontherocks
Lector
29 septiembre, 2013 21:51

Deben ser los mismos que en Bruguera los que traducen los Simpsons…

Khonshu
Khonshu
Lector
29 septiembre, 2013 22:56

Pikodoro, aunque en el tema de los nombres no me parezca para tanto, lo que me ha quedado claro es que eres toda una eminencia en el tema de los pitufos. Sabes más que Pitufo Filósofo, digo Gafitas.

De todas formas, los que molaban de verdad eran los Astrosniks, que además eran cómics patrios…

…Nah, es coña. Estaban bien para ser una copia, pero ni punto de comparación.

Superman95
Superman95
Lector
29 septiembre, 2013 23:57

Haciendo un viaje en el tiempo, hace 30 años, la desaparecida Ediciones Colombianas «Edicol» publicaba de manera semanal la revista, hasta que agotaron los àlbumes y se dedicaron a adaptar los guiones de la televisiòn con fotogramas de la serie y a publicar historias cortas hasta que la serie cerrò en 1984. Precìsamente la historia de los Pitufos Negros fue con la que abriò dicha colecciòn.

Luis Javier Capote Pérez
Autor
30 septiembre, 2013 2:29

Hay por ahí publicado el argumento de unas Smurfs Wars que son lo más aproximado que habrá a unos pitufos adultos.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
30 septiembre, 2013 10:54

Hey, que quede claro que mi chanza no iba contra los pitufos, a los que guardo el mayor de los respetos, sino para chotearme un poco de los que piden que cada tebeo tenga profundidad y realismo, cosa con la que no estoy de acuerdo 😉

Pikodoro
Pikodoro
Lector
30 septiembre, 2013 15:54

Además, los astrosniks eran publicidad de unos muñequitos (creo que) alemanes. Y de experto para nada: sencillamente me encantan Johan y Pirluit y sí que he seguido todas sus ediciones en España (aunque ni punto de comparación con el tipo que ayuda a Dolmen en su reedición).

Pikodoro
Pikodoro
Lector
30 septiembre, 2013 15:56

Por mí, los pitufos terminan en el número 10 (Sopa de pitufos), y en un día bueno acepto hasta Los pitufos Olímpicos. Luego ya paso, que Peyo se limitaba a firmar y punto.

Khonshu
Khonshu
Lector
30 septiembre, 2013 16:17

Los Astrosniks eran unos muñequitos alemanes que imitaban a las famosas figuras de pvc de los pitufos, pero no me acuerdo por qué le encargaron los cómics a Españoles.

No son tan buenos como los Pitufos, pero a mí me encantaban por ser más «violentos», con armas, naves, robots… además, el comandante astrosnik era más guay que papá pitufo, con su máscara y su identidad secreta.