Los Saqueadores Estelares, los piratas del Universo Marvel

El pirata ha sido, es y será una figura recurrente en el imaginario popular. Hablamos claro de la imagen que nos ha legado la literatura romántica y juvenil, y el cine de Hollywood. Los que de verdad se dedicaban a tales menesteres quedaban lejos del aspecto del que hacía gala Errol Flynn en sus películas. Éxitos tan recientes como la saga de Piratas del Caribe atestiguan que la imagen del ‘buen’ pirata se encuentra en perfecto estado de forma. Los cómics, como parte de la cultura popular, no han sido ajenos a este personaje. En Marvel, por ejemplo, decidieron fusionar al pirata aventurero con las epopeyas cósmicas. El resultado fue Corsario. ¿Y qué es un pirata sin una nave y una tripulación? Nada, de ahí que surgiera la Saqueadora Estelar. Siguiendo el modelo de la nave Enterprise de la serie Star Trek, la nave sería la base de operaciones de sus integrantes, llamados Saqueadores Estelares en su honor. Encuadrados en lo que conocemos como espacio Shi’ar, se dedican a luchar contra las injusticias. Poco a poco se fueron asociando al concepto de aventureros más que al de piratas. Eran rebeldes enfrentados al poder establecido, con fuertes lazos con la Patrulla X.

Ahora, después de un tiempo separados, la tripulación se ha vuelto a unir, y han incluido a un joven Cíclope. Haciendo realidad el sueño de nuestro niño interior, estos piratas (buenos piratas, nada de traumas infantiles) han venido para llevarnos de viaje por el espacio exterior. No lo han tenido fácil para llegar hasta aquí. La travesía ha sido larga y llena de sinsabores. Levamos anclas porque el viaje comienza aquí.

La creación, diseño y puesta en escena de los Saqueadores Estelares tiene nombre propio: Dave Cockrum. Puede parecer una afirmación extraña, dado que, por razones que luego veremos, sólo se hizo cargo del episodio de presentación, para ceder los lápices a John Byrne en el siguiente número. Pero, sin la portentosa imaginación del dibujante, hubiera sido imposible siquiera concebir el ámbito galáctico que se desarrolló alrededor de los X-men.

David Emmet Cockrum (1943-2006) era un dibujante ya consolidado cuando recaló en Marvel. Y se pensó en él para el próximo relanzamiento de los mutantes. De conceptos desechados de otras de sus colecciones surgieron algunos integrantes de la Segunda Génesis, como Rondador Nocturno, Coloso o Tormenta. Y es que uno de los fuertes de Cokrum era el diseño de personajes. A los guiones, estaba un Len Wein que, debido a su ascenso al máximo puesto editorial, únicamente pudo plantear las historias del primer Giant Size. A partir de ese momento, las labores de guión recaerían en su ayudante, Chris Claremont. El tándem Cockrum-Claremont se mantuvo unido desde 1975 hasta 1977 (X-men #94 – X-men #107), expandiendo el cosmos mutante hasta donde ningún hombre X había estado nunca.

Claremont, conocido por las simbiosis que tenía con sus dibujantes, no era ajeno a los intereses de Cockrum, que se hallaban más allá de los asuntos terrenales. Don Dave era un fanático de la ciencia ficción, en general, y de Star Trek, en particular. Naves espaciales explorando el cosmos y fantásticas criaturas y aventuras en planetas lejanos eran el tipo de historia que le motivaba. Finalmente, el guionista encontró un hueco para dar rienda suelta a la imaginación del artista.

Todo empezó con un sueño: Un desconcertante sueño donde extrañas naves surcaban el espacio, imponentes y amenazadoras. Esto ocurría en la mente de Charles Xavier, sin tener la más mínima pista de lo que podía significar (X-men #97). En este episodio aparece, además, Eric El Rojo, que luego sería parte importante de la trama Shi’ar. Así, continúan las aventuras de los mutantes, sin hacer referencia a esta subtrama (quitando alguna leve mención), hasta X Men #104.En la última página del citado número aparece por primera vez el interior de la Saqueadora Estelar, y alguno de sus integrantes. Esa página también tiene el honor de contener la primera imagen clara de la princesa Lilandra. En el siguiente episodio se produce la llegada de la extraña princesa al apartamento de Jean Grey, donde se halla el Profesor X. Descubrimos la alianza entre Eric El Rojo y un antiguo heraldo de Galactus, El Señor del Fuego. Éste había sido engañado por el rojo para atacar a la Patrulla X, mientras él se dedicaba a raptar a Lilandra y llevarla a su planeta de origen.

La trama espacial continúa en X-Men #107 donde Cockrum, con una magnífica splash-page, nos descubre el Mundo-Trono Shi’ar, lugar donde se va a desarrollar la acción. Tenemos a la patrulla en un planeta divido por una lucha en pos del poder entre dos hermanos, el Emperador D’Ken, despótico y tirano, y la princesa Lilandra, futuro interés romántico de Xavier. El emperador tiene una Guardia Imperial, auténtico prodigio creativo de personajes a cargo del dibujante, donde destaca el pretor llamado Gladiador. También sabemos que Eric el Rojo, cuyo nombre real es Shakari, era un agente de D’Ken, cuyo objetivo era evitar que Lilandra llegara hasta los hombres X. Y vemos por primera vez el majestuoso Cristal M’Krann, cuyo poder es tan inmenso que sería capaz de destruir el universo entero.

Ya tenemos a todo el mundo en posición. El paso siguiente es que comience la pelea. El enfrentamiento entre X-men y guardia imperial se antoja complicado para los héroes terrestres, hasta que un factor inesperado les ayuda a nivelar la balanza: la llegada de los Saqueadores Estelares (Starjammers). La historia no concluye en este número, pero sí la participación de Cockrum en la serie. La resolución del conflicto correría a cargo de John Byrne en el número 108. El dibujante canadiense, colaborador de Claremont en Puño de Hierro, se hizo cargo de la colección y, con su maestría habitual, cerró la trama, logrando que la Patrulla X y los Saqueadores acabaran con la crisis del Cristal M’Krann.

El bueno de Dave había llegado al borde la extenuación. Cada vez le costaba más entregar las páginas a tiempo y su interés en dibujar fue decayendo poco a poco. Así que tras el X-Men #107 abandonó los lápices y se dedicó al diseño de personajes y portadas (por un tiempo, ya que acabó volviendo a la cabecera en Uncanny X Men #145) .Es de justicia reconocerle que fruto de su imaginación surgieron, no sólo grandes personajes, sino universos enteros. La imagen arquetípica Shi’ar, la apariencia de Gladiador y de los Starjammers han permanecido casi inmutables desde su creación.

Los Shi’ar son una orgullosa raza imperial, que rivaliza con otros pueblos del cosmos Marvel como los Kree o los Skrull. Avanzados tanto en tecnología como en desarrollo cultural, se mueven por su vasto imperio a través de portales estelares. Tienen un sistema monárquico (Majestor o Majestrix), basado en el concepto de familia real. Lilandra, D’Ken y Ave de Muerte forman parte de ella. Siempre protegida por la Guardia Imperial, integrada por los mejores guerreros de su territorio. Implacables con sus enemigos, son una raza preparada para la guerra y la expansión colonial.

La historia de nuestro grupo comienza en uno de los campos de prisioneros que tienen los Shi’ar, los Pozos estelares. Cuatro de ellos, provenientes de distintos rincones del espacio, se organizan para escapar. En su huida, consiguen robar una nave a la que bautizarán con el nombre de Saqueadora Estelar. Con ella esperan hacerle la vida imposible al entonces Emperador D’Ken. Estos cuatro personajes entablarán lazos comunes. Tendrán adhesiones o bajas, pero siempre se moverán en el espacio Shi’ar para hacer frente a las injusticias. Favorables por definición a Lilandra, ha habido épocas de clara separación entre los saqueadores y la princesa. Claremont se encargó rápidamente de crear melodrama (puro estilo Marvel) al emparentar a su líder con uno de los X-men. Conozcamos a los tripulantes de la Saqueadora Estelar:

Corsario: líder de los Starjammers. Es originario del planeta Tierra y su nombre es Christopher Summers. Por el apellido muchos habréis reconocido al padre perdido de Cíclope, líder a su vez de la Patrulla X. La historia de cómo un humano terrestre acabó en Mundo-Trono Chandilar es bastante rocambolesca. Christopher, reputado piloto, y su familia viajan en avioneta rumbo a Alaska cuando una nave Shi’ar les ataca. El matrimonio salva a sus hijos (los mutantes conocidos como Cíclope y Kaos), pero ellos son apresados y transportados al Imperio. Allí Corsario sería esclavizado y su mujer puesta al uso y disfrute del malvado D’Ken. Al no ser capaz de aguantar la situación, atacó violentamente al Majestor. Las consecuencias fueron nefastas, ya que la señora Summers murió y él fue enviado al Pozo estelar, donde sería condenado a pasar el resto de sus días. Hasta que consiguió fugarse con algunos presos. Experimentado en el arte de pilotar, se hace rápidamente con el liderazgo del equipo. Su carisma y su acertada toma de decisiones le hacen el referente a seguir.

Hepzibah: es una mefistoide (enemigos naturales de los Shi’ar, aunque ella naciera bajo las garras de su imperio). Su aspecto es una mezcla entre gato y humanoide. Aguerrida y versada en la lucha, fue condenada a los Pozos por insubordinación. Mantendrá largo tiempo una relación con Corsario, con sus tiras y aflojas. Además, también residió una larga temporada con los mutantes en la Tierra, formando parte de la Patrulla X y de los X-Force liderados por Lobezno para Complejo de Mesías.

Ch’od: es un saurido del planeta Timor. Su amenazador aspecto no debe engañarnos, ya que son científicos y filósofos. Sus impresionantes atributos físicos les hacían una de las razas preferidas para los Shi’ar, en cuanto a mercenarios se refiere. Ch’od desobedeció una orden de un oficial que le obligaba a arrasar una aldea llena de inocentes, lo que le llevó a los Pozos estelares. Al principio, se le veía acompañado de una mascota llamada Cr+eee. Este extraño animal, del que poco más se sabe, acabo haciendo las veces de mascota del grupo.

Raza: último miembro de una estirpe guerrera. En vez de encontrar una gloriosa muerte con los suyos, fue capturado y sometido a experimentos. Transformaron su cuerpo en un ciborg, lleno de implantes mecánicos. Estas mejoras, unido a su ya de por sí carácter guerrero, le hacen un adversario temible en la lucha.

Estos cuatro personajes son el núcleo principal de lo que serán los Starjammers. Junto con el médico del equipo, Sikorsky, un organismo mecánico con aspecto de insecto.

Los Saqueadores tuvieron, además, a un personaje importante del universo Marvel formando parte de los saqueadores durante una buena temporada. Carol Danvers, conocida como originariamente como Ms. Marvel (ahora es, nada más y nada menos, que la Capitana Marvel), tomó la personalidad de Binaria al enfrentarse con una peligrosa raza alienígena: el Nido. Sus poderes cósmicos (de origen Kree) fueron llevados a su máxima potencia, convirtiéndose en una heroína con un gran poder pero cada vez más alejada de su lado humano. Decidió unirse a la tripulación cuando se dio cuenta de que no había nada en la Tierra que le importara.

Todo lo referente al espacio Shi’ar (incluidos los Starjammers) quedó desde el comienzo firmemente asociado a los mutantes. Máxime cuando se descubrió el parentesco entre Corsario y Cíclope. Huelga decir que la relación entre ambos no fue sencilla. La revelación tardará un tiempo en llegar, más concretamente en Uncanny X-Men #154. En este número vemos a Chris Summers llegar a la Tierra, después de ser atacado durante una travesía estelar. Su nave se estrella en la mansión X y Tormenta y Cíclope acuden en su ayuda. Scott descubre fotos suyas y de su hermano Alex (el mutante conocido como Kaos). Al pirata estelar no le queda otro remedio que contar toda la verdad: su secuestro a manos de los Shi’ar, y el consecuente abandono de sus hijos.

Tras aclarar su situación familiar vendrá un ciclo de episodios donde los Saqueadores Estelares serán parte activa de la acción. Ya sea en lucha contra el Nido, ayudando a los hombres X en el enésimo plan de Ave de Muerte contra su hermana Lilandra o salvando vidas, con el peculiar Sikorsky haciendo lo imposible para sanar tanto a Coloso como a Xavier. Scott y Corsario van limando asperezas y consiguen normalizar la situación entre ellos. Tanto que hacen una visita a Alex Summers para hacerle partícipe de la buena nueva.

Carol Danvers, aunque no es mutante, llevaba un tiempo asociada a los X Men, después de que Pícara -entonces en la Hermandad de Mutantes Diabólicos de su madre adoptiva Mística- le robara sus poderes. Su enfrentamiento con el Nido provoca una alteración en su fisionomía, que acaba transformándola en Binaria. Fue Claremont el que la trajo a la órbita mutante, después de que se cancelara su propia serie (cuyo escritor era el mismo patriarca mutante). Es en Marvel Fanfare #24, tras visitar la tumba del Capitán Marvel, donde nos hace partícipe de su intención de unirse a los Starjammers. El ingreso se hace efectivo en Uncanny X Men #174 y allí permanecerá hasta Operación: Tormenta Galáctica. En este mismo número Corsario le ofrece a Scott formar parte de los Saqueadores, rechazando éste su ofrecimiento al encontrarse en un momento dulce con Madelyne Prior.

La siguiente vez que vimo a los piratas espaciales será en el Juicio de Magneto. En ese mítico episodio Xavier cede el testigo al amo del magnetismo para que guíe los designios de los mutantes. Lilandra y los saqueadores aparecen para llevarse al moribundo profesor bajo su protección (Uncanny X-men #200). Cabeceras como Nuevos Mutantes o Excalibur los tuvieron como invitados especiales, ampliando su participación en el cosmos mutante. Incluso aparecieron en la última epopeya galáctica ideada por Chris Claremont antes de abandonar la Casa de las Ideas, aunque fueran Skrulls tomando la forma de los Saqueadores Estelares (Uncanny X Men #276-277).

Los años noventa representaron una leve mejoría con respecto a su estatus de eternos secundarios en las colecciones mutantes. Se dio luz verde a alguna miniserie protagonizada por los Saqueadores Estelares, aparte de dejarse ver por las cabeceras de los Vengadores. La más importante fue la que corrió a cargo de Warren Ellis y Carlos Pacheco. Antes de esto, se publicaron dos episodios de Marvel Presents con nuestros protagonistas, cortesía de Terry Kavanagh y Dave Cockrum (creador gráfico de los Starjammers), en 1990. Ya sin los X-men, aunque remarcando de donde vienen, es una historia bastante olvidable, cuyo único valor reside en el trabajo del dibujante.

El siguiente movimiento importante sería su participación en un gran crossover llamado Operación: Tormenta Galáctica. O lo que es lo mismo, la guerra entre los Shi’ar y los Kree. Involucra a todas las cabeceras que en ese momento se publicaban bajo la órbita vengadora. ¿Y qué hace que los Vengadores se interesen por el conflicto? Pues, como buenos héroes, la verdad y la justicia. Pero especialmente el hecho de que un portal estelar usado por los Shi’ar para moverse a través del espacio estaba afectando al Sol, amenazando el futuro de la Tierra. La búsqueda de una victoria rápida hace que Lilandra mande construir una Nega-Bomba, capaz de arrasar cualquier imperio hasta sus cimientos. Y para su transporte la Majestrix contrata a los Saqueadores. Christopher Summers, apelando a su condición de terrestre, se niega a participar.

El resto de su tripulación, sin embargo, se lo toma como un trabajo más y accede a transportarla con la Saqueadora Estelar. Wonder man y Visión se infiltran en la nave con la intención de que la Nega-Bomba no llegue a su destino. Los Starjammers perciben su presencia y se produce un enfrentamiento. Finalmente, los dos vengadores consiguen convencer a los saqueadores para que aborten la misión, mientras que ellos intentan desactivarla. Binaria había sido enviada por la emperatriz a buscar la Nega-Bomba desaparecida. Se cruza con Quasar (vengador muy relacionado con la vertiente cósmica) muy cerca del sol. Allí es consciente de la crisis que supondría para su planeta la pérdida de la estrella. Haciendo uso de sus poderes consigue estabilizar el Sol, lleno de antimateria contaminante. Esta será la última vez que podamos considerar a Carol Danvers como integrante de los saqueadores. Volverá a la Tierra y a formar parte de los Vengadores. El resultado del crossover será la victoria de los Shi’ar, dando lugar a un nuevo escenario interestelar.

Acto seguido aparecen en los Vengadores de Bob Harras (Avengers #350-351). Con la típica estructura de episodio “Vengadores VS…”, el guionista nos presenta una historia que hunde sus raíces en Operación: Tormenta Galáctica. Un oficial Kree ha contratado a Raza y Hepzibah para que maten al Caballero Negro (autor material de la muerte de la Inteligencia Suprema Kree en el citado crossover). Le promete a Raza información acerca de su hijo perdido. Éste organiza una visita rutinaria de los Starjammers a Binaria, ahora unida a los Vengadores. Aprovecha la reunión para salir en busca del Caballero Negro, lo que acaba una en lucha entre ambas formaciones. Raza y Ch’od acaban huyendo de la mansión. Se organizan grupos para su búsqueda, siendo Carol Danvers la que hace entrar en razón al saqueador. Mientras, todo el mundo parece olvidar a Hepzibah, dispuesta a envenenar al Caballero Negro. Sus planes acaban frustrados y los Saqueadores abandonan el planeta.

El momento culminante de la trayectoria editorial de los Saqueadores Estelares fue protagonizar su propia serie, fuera del ámbito de los X-men y crossovers vengativos. El equipo creativo formado por Warren Ellis y Carlos Pacheco aporta entidad, profundidad y dinamismo al grupo estelar, saliendo claramente reforzados de la experiencia. En sólo cuatro números el guionista nos introduce un propósito real para Corsario y los suyos. Trafican con refugiados Kree, a los que esconden del Imperio Shi’ar. Monta un entramado político, donde un grupo de planetas independientes se enfrentan al Mundo-Trono. Se conocen como el Puño. Aleja a los saqueadores de la Emperatriz Lilandra, distanciándolos de su imagen de gregarios. El culpable no es tanto Lilandra, sino su ministro de paz (T’Cahr). Este hecho provocará una crisis entre Chris Summers y Hepzibah. Corsario no quiere ser conocido como tal, mientras la mujer-gato se encuentra a gusto teniendo a los Shi’ar como enemigos. La confianza mutua entre ambos personajes se pone a prueba en esta serie. Además, introduce un auténtico peligro para toda la galaxia. Su nombre, los Descreados, una raza atea que persigue la aniquilación de cualquier religión en el universo (bravo Warren, bravo). Y los Shi’ar, pueblo piadoso y creyente, son su próximo objetivo. Son los Starjammers los que ayudan al Imperio a terminar con la amenaza de los Descreados.

A los lápices tenemos al dibujante español Carlos Pacheco. Y el guionista le cede momentos para su lucimiento: batallas estelares, criaturas extraterrestres y la Guardia Imperial Shi’ar. Bueno, en realidad Ellis no los tenía en mente para la historia, pero Carlos pensó que una serie en el espacio Shi’ar sin Gladiador y su guardia no sería auténtica. Por otro lado, es sabido que tenía la intención de cruzar a los Starjammers con el mundo de Starlord. No podemos saber cómo hubiera sido si se hubiese cumplidos los deseos de Pacheco. Grandes historias que se quedaron en el tintero.

La buena acogida de estos Saqueadores Estelares no tuvo continuidad. Los aventureros espaciales volvieron a su eterno rol de secundarios en colecciones mutantes. En los primeros años de la década de los 2000 se le otorgó otra oportunidad en forma de miniserie. Se contrató a un escritor versado en la ciencia ficción, Kevin J. Anderson, y un dibujante de amerimanga como Ale Garza, para que dieran nueva vida a la tripulación de la Saqueadora. Esto no es garantía de calidad (como demostró Orson Scott Card en su Ultimate Iron Man) y los seis números de la serie pasaron sin pena ni gloria.

Brubaker era un guionista de éxito cuando se puso al frente de la franquicia mutante. Su etapa en el Capitán América era considerada un referente de calidad y buenas ventas. Así que intentó repetir un truco que le había salido a pedir de boca en la cabecera del Centinela de la Libertad. Allí, vía retrocontinuidad, rescató a Bucky Barnes y llegó a convertirlo en el mismísimo Capitán. Aquí, siguiendo el mismo proceso, se sacó de la manga un tercer hijo de Christopher Summers -del que se venía hablando desde los tiempos de Fabian Nicieza en la cabecera-, complicando aún más el árbol familiar.

En la limitada Génesis Mortal descubrimos que los integrantes de la Segunda Génesis no fueron los primeros en acudir al rescate de la Patrulla X original, que se encontraba en manos de la isla mutante Krakoa. Xavier preparó a un grupo de jóvenes mutantes para intentar ese rescate. Ninguno sobrevivió. Solo el Profesor X y Moira Mactaggert, a cuyo cargo estaban estos chicos, fueron testigos de la situación, por lo que cayó en el olvido. Entre los integrantes de aquel grupo se encontraba Vulcano y un curioso mutante conocido como Darwin, cuyo poder era adaptarse a cualquier situación para sobrevivir. Y gracias al poder de éste, Vulcano pudo sobrevivir en las entrañas de la isla. Ciego de ira, regresa a la Tierra en busca de venganza.

Después de un enfrentamiento con los hombres X, Xavier aparece para contar la verdad. Lo que nadie espera es la bomba que está a punto de sacar a la luz el profesor. El nombre de Vulcano es en realidad Gabriel Summers, y es, por tanto, el hermano perdido de Cíclope y Kaos. No nació en nuestro planeta, eso sí, sino en el Mundo-Trono Shi’ar. Su madre murió cuando estaba embarazada de él. Fue criado de forma artificial para convertirse en un esclavo, y enviado como tal a la Tierra donde acabó siendo rescatado por Moira. Ante tal revelación, el objetivo de Vulcano pasan a ser los Shi’ar. Se dirige hacia ellos con la firme intención de hacerles pagar por todo lo que ha sufrido.

Después de esta presentación, el guionista se embarca en una auténtica epopeya espacial que removerá los cimientos del espacio Marvel, a través de ya la serie regular de la Patrulla-X. Gabriel, camino de su objetivo, va arrasando todo lo que encuentra a su paso. Charles Xavier, sabedor del poder de Vulcano, teme por su antiguo amor, Lilandra, que se encuentra en Chandilar. Decide organizar un pequeño grupo para ir tras él y evitar mayores desastres. Los elegidos son Rachel Grey (portadora de la fuerza Fénix), Rondador Nocturno, Darwin y Sendero de Guerra, a los que se une el hermano de Gabriel: Kaos, y la enamorada de éste, Polaris. El drama familiar parece servido. Los Saqueadores Estelares se cruzan en el camino de los hombres X. Alex decide contarle toda la historia a Corsario, que no da crédito a lo que oye. Deciden unirse al grupo para intentar parar los pies a su despótico hijo.

Vulcano consigue fácilmente vencer toda la resistencia Shi’ar y acaba prometido con Ave de Muerte, de la familia real Neramani. La boda se está celebrando frente al cristal M’kraan cuando aparecen los X-men y los Saqueadores para lanzar un último ataque. Corsario intenta razonar con su hijo perdido. Craso error porque Gabriel no tiene ningún escrúpulo en acabar con su vida. Se produce así la muerte del líder de los Starjammers.

Este suceso no va quedar sin consecuencias. La primera es que no todos los hombres X retornan a la Tierra. Rachel, Polaris y Kaos, como nuevo líder de los saqueadores, se quedan en el espacio Shi’ar para luchar contra el malvado de los Summers. Raza y Ch’od continúan en el grupo pero no Hepzibah. Sus años de relación con Corsario no le permiten continuar. Decide irse a la tierra con Xavier y su pupilos. Se integrará en la actualidad mutante como una más. Incluso tendrá una nueva oportunidad amorosa con Sendero de Guerra. Scott, acostumbrado a dirigir los designios de los mutantes, apenas tendrá un momento para llorar a su padre. Y lo realmente importante es que tenemos a Vulcano como Majestor, con toda la fuerza de un imperio. Con el fin de “Ascensión y caída del Imperio Shi’ar” Brubaker abandona la faceta cósmica para centrarse en el día a día mutante.

Christopher Yost, guionista habitual de Marvel, recogió el testigo y siguió contando el devenir del reinado de Gabriel en una serie conocida como Emperador Vulcano. Los nuevos saqueadores, a los que se unen Lilandra y Korvus (un shi’ar portador de la espada fénix), se enfrentan una y otra vez con Vulcano y su Guardia Imperial sin éxito. Todos sus intentos de hacer mella en Gabriel son baldíos. Hasta el punto de que llegan a ser apresados por el mismo emperador. Vulcano cree de verdad que puede conquistar el universo entero. Tiene poder y la maquinaria de un imperio. Y se dispone a intentarlo.

El nuevo escenario surgido del ascenso al trono de Vulcano provocó un continuo movimiento de los distintos imperios que forman el cosmos Marvel, desde hacía años controlado por Dan Abnett y Andy Lanning. Los diversos enemigos de los Shi’ar empiezan a ser conscientes del poder que puede atesorar Gabriel Summers. Así nace veremos una alianza entre los Kree e Inhumanos (que toman el trono al que siempre estuvieron destinados), para fortalecerse frente un posible ataque. Todo ello desembocará en un enfrentamiento directo entre ambos imperios, con una épica lucha final entre Rayo Negro y Vulcano.

¿Y nuestros saqueadores? Pues habían quedado presos en manos del Majestor, por lo menos la mayoría. Sólo Lilandra, Korvus y Rachel permanecen libres y planean el recate de sus amigos. Éstos se encuentran en el planeta Kr’Kn, que hace las veces de prisión. Allí Vulcano tortura a su hermano y al resto de saqueadores, sin conseguir nada de valor. Gabriel crea otra Guardia Imperial con criminales (entre ellos, el último Descreado) para que le ayuden en la búsqueda de los saqueadores que se encuentran en libertad. Finalmente consiguen escapar de prisión. Todos reunidos de nuevo se enfrentarán a la Guardia Imperial (o mejor dicho, a las dos Guardias Imperiales) y formarán equipo con Los Guardianes de la Galaxia. Cada vez más la preocupación de Vulcano pasará a ser los Inhumanos y su unión con los Kree. Tanto que Lilandra aprovechará para poner a Gladiador de su parte, además de presentarse en Chandilar para reclamar el trono. Desgraciadamente, sufre un ataque a traición y muere en brazos de Gladiador. Tras la muerte de la princesa, la función de los saqueadores pasa a un segundo plano. Paso a paso todo se va preparando para el enfrentamiento final entre Rayo Negro y Vulcano. Gladiador se convierte en Majestor Shi’ar y los mutantes vuelven a casa.

Después de la tempestad viene la calma. Aparente, pero calma al menos, podríamos llamar a la continuación de Guerra de Reyes. Son tiempos de paz y toca estabilizar el convulso universo Marvel. La saga Reino de Reyes también tiene aparición de lo que queda de Saqueadores Estelares. Debido a la lucha entre Vulcano y Rayo Negro, se ha producido una quiebra dimensional. Gladiador (y muchos otros) está preocupados por lo que pueda ocurrir. Para una misión de reconocimiento hace llamar a Ch’od y Raza, los dos últimos tripulantes de la Saqueadora Estelar, nave preparada para este tipo de misiones. Los fieles integrantes de la Guardia Imperial se unen a ellos. Es la última aventura hasta que el grupo original se vuelve a reunir de nuevo, desde las cenizas.

El guionista Greg Rucka es el responsable de que Scott se vuelva a encontrar con su padre. Tendrán muchas cosas que contarse. Porque si Corsario tiene que explicar cómo ha vuelto de entre los muertos, la papeleta del joven Cíclope también es de aúpa. Él no es el Scott de siempre, sino una versión adolescente traída del pasado por cortesía de Brian Michael Bendis para sus All-New X-Men. El ‘viejo’, por su lado, sigue defendiendo la causa mutante y haciendo cada día más evidente aquello de que ‘Cíclope tenía razón’. Junto al resto de saqueadores, Scott está dispuesto a acometer este viaje espacial para descubrir nuevos mundos, pero también para recuperar una relación padre-hijo largamente perdida. Probablemente, el trayecto no dure mucho. Los cinco originales tendrán que volver tarde o temprano a su época, si no quieren hacer saltar por los aires el ya maltrecho tiempo Marvel. Sea cual sea su duración, la Saqueadora Estelar y su tripulación están preparados para surcar los cielos. Esperemos que no por última vez.

Autor: Arturo Porras