El multiverso oscuro dejó secuelas en el Universo DC. Unas secuelas que se englobaron bajo el sello The Age of New Heroes, materializándose en 8 series mensuales de lo más variopintas, entre las que destacan las tres que van a llegar a España: Silenciadora, Los Investigadores de lo Desconocido y la que nos ocupa, Los Terrifics.
Hablar de esta serie es sin duda hablar de sus protagonistas y su guionista, Jeff Lemire, que es un autor multidisciplinar, capaz de escribir y dibujar sus propias obras, con inquietudes a muchos niveles (siendo uno de sus temas recurrentes el de la soledad), que hacen que no se haya querido anclar a ninguna editorial en concreto. El guionista de Black Hammer ha trabajado para Marvel, DC, Dark Horse, Image… buscando en todo momento la más adecuada para dar salida a sus propios proyectos, o desarrollar ideas que funcionan mejor sobre personajes ya asentados. Sea como fuere, Lemire, no deja indiferente, para bien o para mal, pues no todos sus trabajos destilan el mismo nivel de calidad, notándose mucho donde el guionista canadiense se siente cómodo desde el principio y donde no.
Los Terrifics no aspiran a cambiar la vida de nadie, ni a regenerar al cómic de superhéroes, ni busca ser especialmente original en su planteamiento. Los Terrifics solo buscan atrapar de nuevo el sabor de la Silver Age y actualizarlo adecuadamente para que el lector actual pueda saborear lo de antaño con los condimentos narrativos actuales. En Los Terrifics se dan la mano las ideas más locas, los conceptos más grandes, la ciencia más cósmica, con cuatro protagonistas de enorme carisma y potencial, a fin de ir avanzando en una historia que gira alrededor de una bien definida columna vertebral con forma de misterio dimensional.
Merece la pena centrarse un momento en cada uno de sus integrantes, empezando por Mr. Terrific, valedor del nombre del grupo y líder, de alguna forma, de esta peculiar alineación de héroes.
Michael Holt no ha sido el primero en lucir el nombre de Mr. Terrific. Anteriormente, Terry Sloane, lo llevó con orgullo en el Sensation Comics #01 (1942), usando sus impresionantes habilidades atléticas y una prodigiosa memoria fotográfica para luchar contra el crimen. Su carrera como héroe acabó de forma abrupta cuando murió a manos de su principal villano, el Rey de los Espíritus. Fue entonces, en 1997, cuando en el Spectre #54, se presentó a Michael Holt como el segundo Mr. Terrific que, al igual que su predecesor, posee una inteligencia prodigiosa, así como una preparación física de nivel supra olímpico. Su historia está manchada por la tragedia, pues contempló la muerte de su esposa embarazada, circunstancia que lo tiene especialmente marcado psicológicamente. Fue miembro de la JSA, llegando a ser su presidente, logrando, durante los Nuevos 52, tener serie en solitario de muy corta duración.
Sin duda Holt es un personaje fascinante, pero no tanto como para poder operar en solitario, siendo su ecosistema natural el grupo de héroes. Lemire es muy consciente de sus posibilidades y de sus limitaciones, y hace uso de sus debilidades para añadir un componente dramático a la historia. Huraño y cortante, así es Holt con sus compañeros a los que se ve anclado gracias a un elegante ardid por parte del guionista de Descender, obligándole a abandonar su ostracismo y enfrentarse de nuevo a sus propios fantasmas.
El siguiente en la lista es uno que tiene un particular valor dentro del grupo y es uno de los grandes recuperados por Lemire para la colección, Rex Mason, alias Metamorfo.
La figura de este héroe es la de un hombre obligado a ser lo que no quiere ser y como consecuencia de ello acaba atrapado en un cuerpo deforme, con poderes que no desea tener, mientras su vida se ve manipulada constantemente por la figura de su suegro, Stagg, que parece disfrutar lo indecible ridiculizándolo. Una relación complicada para un personaje que ha tenido un intenso recorrido editorial que empezó en 1965 en el Brave and the Bold #57 de la mano de Bob Haney y la gran Ramona Fradon, al que crearon con el fin de seguir la estela de éxito de los Metal Men y la Doom Patrol. Un héroe marginal, con extraordinarios poderes, pero amargado por un pasado que nunca acaba por asumir.
Si hubiera que nombrar dos momentos claves del personaje, el primero sería el de formar parte de los Outsiders de Batman y el segundo el de formar parte de la Liga de la Justicia de Europa. Aunque ha protagonizado un par de miniseries en solitario, nunca ha tenido colección en solitario siendo, al igual que Holt, un héroe nacido para formar parte de un grupo… aunque no es lo único que comparte con Holt, ya que ambos murieron y fueron devueltos a la vida más tarde. ¿Alguien ha dicho patrón?
Plastic Man no empezó su andadura en DC, sino en Quality Comics, editorial en la que debutaría en el Quality Comics #01 (1941), de la mano de Jack Cole, donde se narró el origen de Patrick O´Brian, un bandido de tres al cuarto, que ve como su vida cambia por completo al quedar expuesto a un ácido que le da poderes extraordinarios. Unos poderes que le permiten poder estirarse y adoptar cualquier forma que pueda imaginar, sin parecer existir un límite para ello, además de poder cambiar de densidad, ser inmune a la telepatía, regeneración, cambiar de color… añadiendo a la lista algo que podría denominarse inmortalidad. Un ser de extensos poderes que lo catapulta a la cima de la lista de héroes más poderosos de DC. Cuando la editorial cerró en 1956, DC adquirió los derechos sobre sus personajes, integrando a Plastic Man dentro de su Universo de ficción con una serie en solitario en 1960 de corta duración.
Plastic Man es un personaje muy curioso puesto que, sin alcanzar grandes cuotas de popularidad, es uno de los personajes más queridos por infinidad de profesionales del medio actuales. Morrison, Baker, Spiegelman, Miller, Ross o Sciver, han trabajado en algún momento con el bueno de O´Brian, siendo Gail Simone la más reciente en unirse a esta lista, manifestando su devoción por el personaje.
Y sí, Plastic Man también murió durante los acontecimientos de La Noche Más Oscura cuando Linterna Negra le arrancó el corazón. Afortunadamente sus peculiares poderes hicieron que solo fuera algo temporal.
Tres miembros de este equipo han muerto en un momento u otro de sus carreras como héroes. Curioso.
Y, por último, pero no por ello menos importante, está Phantom Girl, una antepasada de la Phantom Girl de la Legión del siglo XXXI. Una alienígena entre humanos, con la habilidad natural de ser intangible y que añade un componente extra de misterio al conjunto. Una figura que equilibra la disfuncionalidad de sus otros tres miembros y que arrastra tras de si su propia carga de drama personal. Un drama que vive con estoicidad sin dejar que la aplaste, siendo la esperanza que el grupo necesita. Un miembro muy valioso que está atrapada en si misma al no poder volver a ser tangible, aislándola del mundo táctil.
Un cóctel dispar, que en manos de Lemire se erige como una frmula ganadora, con visos y reminiscencias a otras propuestas del género, pero con suficiente carisma como para encontrar su propio espacio editorial y el favor de los lectores. Lemire tiene una historia en mente y recientemente ha anunciado que por su parte está llegando a su fin, así que tan solo queda disfrutar de la colección mientras dure. Una obra que parece siguir el camino de ser autocontenida y que nos ha devuelto a grandes personajes olvidados para regocijo de muchos.
DIversión pura.
Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 8
7.7
Un trabajo fresco, lleno de posibilidades, con sabor a Silver Age, donde la aventura más clásica, la ciencia ficción más loca y el género de superheroes se dan la mano sin vergüenza alguna. Un cómic homenaje de tiempos pretéritos.