A los Thunderbolts la edad les está sentando bien, muy bien. En la edición americana alcanzan el mítico número 100 desde su aparición, sumando los distintos volúmenes que ha protagonizado el grupo, y por ese motivo se ha decidido desde Marvel recuperar esa longeva numeración que por otro lado aporta prestigio al título porque no tantos alcanzan tan alta cifra.
Los actuales encargados de narrar las historias de éstos villanos metidos a superhéroes son el guionista Fabian Nicieza y el dibujante Tom Grummett, ambos dos veteranos profesionales del cómic que son expertos precisamente en la elaboración de series de corte superheroica.
Pero hay otro responsable más del éxito creativo de Thunderbolts, alguien que ha estado ahí desde su concepción de la mano de Kurt Busiek y Mark Bagley , se trata del editor Tom Breevort, auténtico Marvel Zombie y partícipe del retorno a la numeración original como homenaje a los fieles lectores que apoyan al título.
La serie no lo ha tenido fácil, porque fue víctima de un radical cambio de estilo (y de reparto y autores) que buscanba un aumento de ventas, pero fue tan rotundo su fracaso que no tardamos en volver a encontrarnos con los T-Bolts de siempre en una miniserie compartida con Los Vengadores.
Tanto esa miniserie como la nueva cabecera mensual nos van llegando de la mano de Panini a través de tomos recopilatorios, y esperemos que dure porque es una de las series de la editorial con un regusto más clásico, un toque bien apreciado por un amplio sector del público que disfruta con series que exploren en estado puro la dinámica superhéroe/supervillano sin necesidad de oscurecer gratuitamente a las tramas y personajes.
Haciendo un uso exquisito de la continuidad que atesora La Casa de las Ideas, Thunderbolts no tiene reparos a la hora de recurrir a personajes perdidos en el fondo de archivo de la editorial como pueden ser Joystick o El Hombre Radiactivo, algunos nuevos miembros del equipo. Eso no implica que se olvide del resto de miembros más habituales, como Atlas, Pájaro Cantor, Piedra Lunar, Mach o el perverso Barón Zemo.
Nicieza comenta al respecto que no siente la necesidad de crear a nuevos personajes disponiendo Marvel de tantos maravillosos villanos de tercera o cuarta división aún por desarrollar. Además apunta que es un lujo disponer de un dibujante tan eficiente como Grummett, que es capaz de acudir sin problemas a su cita mensual , algo muy inusual en el mercado actual. De hecho cuando ha requerido algún dibujante de relleno ha sido porque los editores vista su capacidad le han encomendado otros encargos extra aparte de Thunderblots.
Los que hayan leído la serie sabrán que el pan de cada día que encontramos en ella son giros, sorpresas, sobtramas e interacción entre personajes a raudales, y es precisamente esa línea la que seguirá predominando en el número 100, en donde justamente se sacudirán una vez más los cimientos de la colección con cambios drásticos e inesperados.
Ni que decir tiene que ante este panorama la serie goza de una salud excelente, y que la edad no sólo no la lastra , sino que irónicamente la revitaliza.
