Guión: Dennis Hopeless
Dibujo: Kev Walker y Alessandro Vitti
Edición España: Panini Cómics (2013)
Contiene: Avengers Arena 1-6 USA (Marvel Comics, 2013)
Formato: Tomo rústica con solapas de 136 páginas
Colección: 100 % Marvel
Precio: 12,00€
Valoración:
Matar o morir. Será genial»
Hace unas semanas se estrenaba en nuestro país Los Juegos del Hambre: En Llamas del director Francis Lawrence, la secuela cinematográfica basada en las populares novelas de la escritora estadounidense Suzanne Collins, una historia de ciencia ficción distópica ambientada en un futuro donde la lucha de clases ha llegado a su conclusión más lógica, con una sociedad en la que la que los pobres viven en un mundo dominado por el hambre y los ricos y poderosos tienen sometida a la población mediante el miedo y su propia interpretación del panem et circenses romano. En esta historias no son pocos los espectadores (y lectores) que han visto la influencia de la película de culto japonesa Battle Royale de Kinji Fukasaku, inspirada a su vez en el libro homónimo de Koushun Takami, aunque la premisa utilizada por Suzanne Collins y Kinji Fukasaku en sus historias viene de más lejos. En los años ochenta, por ejemplo, encontramos ya su rastro, cuando Stephen King, bajo el seudónimo de Richard Bachman, publicaba su novela El Fugitivo, llevada también al cine unos años después por Paul Michael Glaser en la película Perseguido protagonizada por Arnold Schwarzenegger. En realidad, esto no deja de ser un cliché de la ciencia ficción, la muerte y el espectáculo han estado ligados en muchas historias del género, resurgiendo con fuerza en períodos difíciles, convirtiéndose en una idea utilizada para expresar temores y esperanzas de cara al futuro y diseminándose en las múltiples formas al alcance de la cultura moderna sea a nivel literario, cinematográfico o televisivo.
En la actualidad, con la presente situación de crisis de valores internacional, vuelven a estar de moda estas temáticas, la lucha de clases, la esclavitud y nuestros malos presagios sobre el futuro, pero la viralidad de la sociedad contemporánea, internet y las redes sociales, los reality shows que han copado la televisión de principios de siglo, hacen ahora mucho más terriblemente cercanas y creíbles estas fatales premoniciones, más si tenemos en cuenta la clarividencia demostrada por la literatura distópica del siglo pasado cultivada por autores como Yevgeni Zamiatin, George Orwell, Aldous Huxley o Ray Bradbury. En el mercado del cómic estadounidense, la ciencia ficción parece haber intentado en lo que llevamos de siglo recuperar su clásico sentido de la maravilla, así lo atestiguan el éxito de propuestas como la alabada Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples o el Prophet de Brandon Graham, Simon Roy y compañía, mientras los relatos de contenido más social han pasado a un segundo plano, aunque podamos encontrar siempre honrosas e interesantes excepciones como The Massive de Brian Wood y Kristian Donaldson, Y, El Último Hombre de Brian K. Vaughan y Pia Guerra, Great Pacific de Joe Harris y Martín Morazzo o incluso la fantástica Los Proyectos Manhattan de Jonathan Hickman y Nick Pitarra.
La característica unitaria a todas estas obras citadas estriba en el simple hecho de haber sido publicadas por las llamadas «editoriales pequeñas», o en los sellos independientes de las majors como sería la moribunda línea Vertigo, porque la ciencia ficción de Marvel Comics y DC Comics está relegada casi en exclusiva a su habitual idilio con el género superheroico. No obstante, no hace falta recordar a los más veteranos cómo el cómic de superhéroes puede ser una plataforma perfecta para hacerse eco de otros géneros, la fantasía épica, el terror o la ciencia ficción, en cualquiera de sus variantes, se han paseado con asiduidad por las prototípicas historias de prodigios y supervillanos siempre atentas a las posibles influencias de la cultura pop predominante. Esto explica por sí mismo la existencia de una obra como Los Vengadores Arena del guionista Dennis Hopeless y el dibujante Kev Walker, de igual manera que todo lo comentado anteriormente aclara porque Marvel Comics no ha recibido hasta la fecha -ni recibirá- ninguna demanda por plagio a causa de una historia inspirada claramente en fenómenos recientes como los citados Los Juegos del Hambre o Battle Royale de los que toma prestados, sin ningún tipo de reparo o complejo, sus iconografías, planteamientos y giros argumentales para ofrecernos un duelo a muerte de superhéroes adolescentes.
Pero recapitulemos un poco antes de entrar en el campo de batalla propiamente, Los Vengadores Arena nació durante la planificación del relanzamiento de Marvel Now!, sus responsables se percataron en ese momento que tenían una superpoblación de jóvenes aspirantes a héroe y multitud de supergrupos adolescentes excedentes que se habían formado principalmente en la última década: The Runaways, los Jóvenes Vengadores, los Guerreros Secretos, la Academia Vengadores… ¿Qué podían hacer con todos ellos? En principio, Mark Waid propondría una jocosa solución, encerrar a esta generación de superhéroes en una isla para verlos matarse mutuamente, pero la idea acabaría tomando forma en la maquiavélica mente del editor Bill Rosemann trasladándosela luego al guionista Dennis Hopeless, autor de Gearhead, Lovestruck o La Legión de Monstruos, y comenzando casi inmediatamente el casting de participantes y víctimas de la que ha sido la última gran (y macabra) broma de la Casa de las Ideas. La historia sería vertida en el papel en su forma más sencilla y directa, Los Vengadores Arena nos presenta a dieciséis superhéroes adolescentes secuestrados por el todopoderoso villano Arcade y abandonados a su suerte en una isla perdida llena de trampas y peligros obligándoles a matarse entre sí para poder sobrevivir y escapar a esta pesadilla.
La lista de participantes está compuesta por núbiles promesas del Universo Marvel, con alguna que otra cara nueva, a saber Cúspide, Cammi, Anacronismo, Nara, Reptil, Nico, Halcón Oscuro, Kid Britania, Bloodstone, Chase, Ryker, Juston, X-23, Tóxica, Temple y Cuervo Rojo. El experimento, aunque no original, como bien anotaba el compañero Daniel Gavilán en su reseña de Los Vengadores Arena hace un tiempo, al hablar de su parecido con las Secret Wars de Jim Shooter y Mike Zeck, si consigue sorprendernos con una inyección adrenalítica de pura e imprevisible acción, pudiendo permitirse Dennis Hopeless prescindir de las ataduras y la moderación habitual de otras cabeceras marvelitas protagonizadas por personajes de más relumbrón en las que la libertad del autor siempre se encuentra más coaccionada y limitada. La declaración de intenciones queda muy clara incluso antes de abrir el cómic, con las primeras portadas de la serie a cargo de autores como Dave Johnson, Chris Bachalo, Greg Horn o el inconmensurable Mike del Mundo homenajeando «clásicos juveniles» literarios y cinematográficos de primera magnitud: El Señor de las Moscas de William Golding, El Club de los Cinco de John Hughes, La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick o los ya sobradamente mencionados Battle Royale y Los Juegos del Hambre.
Por otro lado, la narrativa de la obra bebe de otra referencia, la popular serie de televisión Perdidos creada por Jeffrey Lieber, J. J. Abrams y Damon Lindelof, porque salvando la obvia analogía insular entre ambas historias, Dennis Hopeless hace tripas corazón, nunca mejor dicho, para tomarse también su tiempo para contarnos la vida y obras de sus protagonistas, pero lo hace a través de flashbacks e incluso flashforwards, en los que nos revelan algunas de las motivaciones y pasajes secretos de los personajes principales y su correspondiente paralelismo con su presencia y decisiones en la isla. El resto queda en manos del dibujante Kev Walker, un artista extraordinariamente dotado para la acción, en virtud de un trazo elegante, dinámico, expresivo y no carente de un grado detalle especialmente indicado en Los Vengadores Arena para la caracterización de personajes y la creación de todo tipo de ambientes extremos y genuinamente hostiles. En estos primeros números Kev Walker sólo es sustituido en una de las estregas por el dibujo del italiano Alessandro Vitti, con un tono decididamente más sobrio y oscuro que su compañero, pero el cambio lo interpreta Dennis Hopeless de forma muy inteligente al situar la acción con nocturnidad y alevosía para favorecer el estilo del dibujante. En términos generales, Los Vengadores Arena consigue su propósito, la fórmula no engaña a nadie, pone en primera línea de fuego el cliché del enfrentamiento superheroico gratuito y lo explota hasta sus últimas consecuencias en un vibrante espectáculo de sangre y muerte.
Enlaces de interés
Reseña de Avengers Arena #1 de Dennis Hopeless y Kev Walker por Daniel Gavilán
Pues no sé cómo de adelantado irás con las lecturas USA, pero te recomendaría que leyeses la carta de despedida de Hopeless tras el número final porque resulta bastante esclarecedor y demuestra que para cuando la serie termine deberás invertir la descripción que has vertido aquí: la serie no va de enfrentamientos y muertos con ocasionales momentos de personajes, sino que la serie es un estudio de carácter de personajes adolescentes y sus personalidad en colisión, con ocasionales momentos de enfrentamiento y muerte.
En cualquier caso, toda una sorpresa de Marvel NOW! y una de las mejores series (top 10) que salieron de esa iniciativa.
Pues menos mal que has puesto la portada, Jordi, porque si no pensaría que hemos leído comics diferentes 😛
«En términos generales, Los Vengadores Arena consigue su propósito, la fórmula no engaña a nadie, pone en primera línea de fuego el cliché del enfrentamiento superheroico gratuito y lo explota hasta sus últimas consecuencias en un vibrante espectáculo de sangre y muerte».
Discrepo rotundamente. La gracia de Vengadores Arena reside, precisamente, en que uno llega con unas ideas preconcebidas en las que todos hemos caído y nos encontramos con algo totalmente diferente.
Así, lo que empezaba siendo una copia/homenaje de Battle Royale o Los Juegos del Hambre (o a La Larga Marcha, claro, que es la obra que se nombra siempre cuando alguien quiere hacerse el interesante cada vez que se habla de Battle Royale o Los Juegos del Hambre), paulatinamente va derivando en un Señor de las Moscas narrado a lo Perdidos, algo que has apuntado pero que después has obviado a la hora de valorar la obra.
Porque a diferencia de las dos referencias más obvias, ésta es una obra de personajes por encima de todo, una que engaña al lector proponiéndole un juego en el la única diversión va a consistir en quitarse lastre de encima a velocidad crucero y, al contrario y contra todo pronóstico, se nos presenta una historia que huele a «génesis de grupo» que tira de espaldas.
Una génesis de grupo absolutamente traumática y cruel, claro.
Para mi gusto, una de las mejores series que nos va a ofreciendo Marvel Now. Y sin lugar a dudas, la serie revelación de toda esta nueva hornada.
Así da gusto, que por la mañana habiendo dormido una mierda alguien lo diga todo más bonito y ordenado 😛
+1000 David for President
Lo cierto es que mi también me ha soprendido gratamente, al punto de dejar de seguirla a ritmo USA para seguir con los tomos cuando salgan, aunque como me hagan esperar mucho…
Pues todavía queda esperar un poco, sí: el segundo tomo sale en Junio y el tercero en Septiembre, si no hay cambio de planes.
http://www.paninicomics.es/web/guest/news?id=84637
Pues adiós muy buenas, me parece que no voy a esperar XD
Gracias por los comentarios 😉
Pues a ver, la reseña cómo podéis comprobar es de estos primeros números de la serie publicados en España (no es USA), por lo tanto me remito a ellos y juzgo lo que en ellos he visto y leído… Si la colección luego cambia, muta, mejora o empeora, incluye otros matices, será cuestión de sucesivas reseñas y yo, personalmente, sólo he leído estos números y no la seguiré a ritmo USA así que aún no veo eso exactamente que comentáis (veo un survival en toda regla con referencias a algunas series y películas conocidas).
Sé también que es una serie cerrada (y alguna otra cosa) pero aunque compartiese vuestra visión -por ahora en estos números no acabo de verla- lo que no haré es destriparle a los lectores patrios la experiencia de conocer esos matices por sí mismos (cómo habéis hecho vosotros conmigo, capullos :P).
Y de momento me seguiré mostrando escéptico porque eso de que «la serie no va de enfrentamientos y muertos con ocasionales momentos de personajes sino que la serie es un estudio de carácter de personajes adolescentes y sus personalidad en colisión, con ocasionales momentos de enfrentamiento y muerte» me parece un poco trabalenguas y darle la vuelta a las cosas para venir a decir lo mismo. 😛 Pero ya contaré cuando lea los futuros tomos.
¿Y por qué van a tardar tanto en publicar el final? La mayoría de las series regulares se publican con un desfase de tres o cuatro meses, o sea que podrían sacar el último tomo por esas fechas.
Por evitar que el final de Arena se adelante y destripe las tramas del resto de las colecciones se va a producir el efecto contrario, que veamos a algún chaval de vuelta, o algún funeral, antes de que se publique el tercer tomo.
Nos vemos en un año pues 😛 Por otro lado, dado que los cabrones que ya hemos leído la serie completa estamos en desacuerdo con tu reseña, pero no la vas a (ni debes) cambiar, ¿puedes al menos prometernos una reseña de la obra completa después de que hayas reseñado el tercer y último tomo del próximo septiembre?
Motivo: si alguien lee esta reseña va a pensar que la cosa queda aquí y que (o al menos eso he recibido de tu lectura) no parece que haya puerta para la esperanza de que esto sea algo más grande.
Y como dudo mucho (aunque quién sabe) de que Panini vaya a incluir al final de la serie la carta de Hopeless, yo te la dejo aquí, libre de spoilers, como documento a tener en cuenta 😛 Primera frase: «Yo no quería escribir Avengers Arena».
¡Ey, yo también quiero poner letras azules mágicas!
Tenga usté un cómodo tutorial de lo que he conseguido que funcione por aquí. El subrayado todavía no me sale, que lo he intentado con la «u» y nada…
Acudiendo a la expresión popular, ¡Cagunlamar, pantender eso hay que ser ingeniero!
Jordi, que conste que yo estoy igual que tú y sólo he leído este primer tomo que ha salido en España.
Pero vamos, que son simplemente percepciones diferentes de una misma obra.
Sobre el retraso en la edición española, no sólo no lo entiendo, sino que además me parece una pena. Es una forma de que la colección se «enfríe» y, además, va a ser inevitable que nos empecemos a comer spoilers a no tardar.
Y gracias al enlace de Rev me he dado cuenta de lo bien que me cae Hopeless. Espero y deseo que esa carta de despedida se incluya en el último tomo, como suele hacer Panini últimamente.
Eh, Reverend, estás dando por supuesto que cuando acabe de leer la serie compartiré tu punto de vista, pero aunque me hubiese leído todos los números también podría ser que siguiese en desacuerdo, ¿no? 😛
En todo caso, mi intención es reseñar próximos tomos, siempre que me convenza la propuesta y tenga algo que decir, porque ojo, mi reseña no es negativa, sólo que yo de momento veo otra cosa y eso no es necesariamente malo. Y la carta de Dennis Hopeless seguro que se incluye en la edición de Panini. Me extrañaría lo contrario.
Y supongo que el retraso de la colección -cuando otras han acortado tanto la distancia- se debe simplemente a una menor confianza en el producto, obviamente llevar todas las cabeceras es un esfuerzo en el que algunas propuestas tienen que salir perdiendo y la prioridad son las grapas.
Yo sólo he leído el tomo publicado en España y tengo que decir que estoy de acuerdo con David y Reverend. Ha sido una grata sorpresa. Y para mi es una serie de personajes. Los retos están ahí pero lo que me tiene enganchado es el desarrollo que le ha dado Hopeless a perfectos desconocidos, por lo menos para mi. Tanto que a raíz de leer AA me lancé a por colecciones como Academia Vengadores o Runnaways, que había obviado en su momento
He leído la serie por encima y creo que hay carnaza y hay estudio de personajes en una proporción bastante lograda. A unos les interesará mas una parte y a otros otra, pero les ha quedado una historia que se puede disfrutar de ambos ángulos. Vamos, como se hacía cuando los tebeos se hacían bien.
Lo que me jode es que lo leía ya resabiado de experiencias anteriores y me negaba a cogerle cariño a los personajes sabiendo que la gran mayoría van a ser carne de cañon en algún evento futuro. Peor aún, desaparecerán de escena y nunca mas se sabrá. ¡Incluso lo peor de todo, reaparecerán con personalidades completamente distintas!
Hombre, Oci, algunos ya sabemos que tienen futuro garantizado y con los mismos autores de este cómic… (¿spoiler?)
Por usar las obvias referencias, y por supuesto salvando las distancias, fuimos esperando Battle Royale y nos topamos con El Señor de las Moscas. Y yo encantado de la vida, hoygan.
Espero que le den alguna serie más a Hopeless aparte de Undercover(pintaza de esta, por cierto). Estoy bastante satisfecho con su labor, especialmente en esta, pero también en Cable y X-Force.
Suscribo la opinión de los que señalan que la serie ha brillado más por los personajes que por el survival horror. De hecho, lo que más me ha decepcionado es que no hubiera sido más cabrona en el último aspecto
«Suscribo la opinión de los que señalan que la serie ha brillado más por los personajes que por el survival horror.»
Y yo digo, ¿no se supone qué «el estilo Marvel» precisamente es supeditar la acción al tratamiento de personajes? Esto ya lo patentaron Stan Lee y Jack Kirby. Por ello, para mí que haya flashbacks a lo Perdidos y un desarrollo de personajes, lo haga mejor o peor Dennis Hopeless, no me resulta especialmente llamativo en esta historia, para mí la serie destaca por su premisa, tampoco original pero sí con más mala leche de lo habitual.
Aunque también puede ser, en mi caso, cómo me ocurre muchas veces en el cine con el terror teenager, que de este elenco de dieciséis personajes ninguno me caiga precisamente bien… Se podría entender la situación pero, por uno u otro motivo, los personajes están escritos para ser odiosos y acabar empatizando con el villano. Mi favorito, a priori, era el que acaba muriendo primero…
Mi problema Jordi, es que lejos de los claro-oscuros que tan bien definen las sagas en los que la humanidad de los héroes se ha visto puesta a prueba por lo insólito de las circunstancias que abordan, en Vengadores Arena veo los perfiles de los protagonistas perfectamente delimitados desde el principio.
La actitud y el caracter de los chavales nos deja claro quienes son los buenos y los malos desde primera hora, y no veo que haya una evolución en la que se difumine esa frontera como pueda verse en otras series de superhéroes juveniles que no necesitan enfrentarlos a situaciones tan extremas para hacerlos cambiar (lease Runaways como cualquiera de las de Bendis o Gillen).
Es esa falta de miedos a la hora de dejar mella a los personajes mediante la circunstancias lo que me hace falta para creerme su humanidad como una caracterización poliédrica y humana más allá de la enésima historia de buenos y malos.