Los Vengadores: campo de batalla, el Olimpo

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Edición original: Marvel Comics – julio 1987 – abril 1988
Edición España: Panini Comics – diciembre 2012
Guión: Roger Stern, Tom DeFalco, Steve Englehart
Dibujo: John Buscema, Bob Hall, Al Milgrom, John Romita JR, Keith Pollard, Marshall Rogers, Jackson Guice, Ron Frenz
Entintado: Tom Palmer, Al Milgrom, Bill Sienkiewicz, Al Williamson, Bob Layton, Kevin Nowlan, Bob Wiacek
Color: John Wellington, Christie Scheele, Max Scheele, Gregory Wright, Paul Becton
Portada: John Buscema, Tom Palmer
Precio: 30 euros (tomo de la línea Marvel Gold de 336 páginas)

 

Se acabó lo que se daba. Con este décimo tomo Panini culmina la reedición de la etapa de Roger Stern al frente de los Vengadores, la más importante de los años ochenta del siglo pasado y una de las imprescindibles del medio siglo de historia del grupo. Más de trescientas páginas para conocer más consecuencias del asalto a la mansión por parte de los Señores del Mal y para una aventura pensada como parte integrante del apartado anterior y convertida apresuradamente en la necesaria transición hacia un nuevo guionista que tampoco duraría mucho, pero no adelantemos acontecimientos.

Esta entrega comienza con el relato del destino de Hércules, gravemente herido como consecuencia de la brutal paliza que los miembros más musculosos de los Señores del Mal le infligieron, al intentar liberar la mansión un poco achispado y cuestionar el liderazgo de la Avispa. En un delirio provocado por los daños cerebrales provocados en un cacumen ya de por sí poco dado a la reflexión culpa a sus compañeros de armas por los daños producidos, lo que su padre Zeus interpreta como una acusación. Dicho y hecho, en un afán por mitigar su dolor de padre y fiel igualmente a una tradición de mucho actuar y poco pensar, el patriarca olímpico lanzará a sus múltiples hijos contra unos desprevenidos vengadores a los que se ha incorporado un maltrecho Thor, en aquellos días víctima de maldición de Hela por obra y gracia de un Walter Simonson que un poco más adelante se convertirá en guionista de la colección grupal, pero no adelantemos acontecimientos.

Despistados ante el origen de la amenaza que se cierne sobre ellos, los vengadores van cayendo frente a unos enemigos de naturaleza divina que golpean antes de hablar, demostrando que la cerrazón mental del caído príncipe del poder viene a ser cosa de familia. Como quiera que para Zeus no hay diferencias entre miembros en activo y miembros de vacaciones o a su bola manola, la Avispa y Namor, que en esos momentos han abandonado el grupo, también caen víctimas de la vendetta de los dioses grecorromanos. La primera acaba de abandonar el equipo a la búsqueda de vacaciones, en lo que será un improvisado epílogo de su larga etapa de protagonismo gracias precisamente a la labor de Roger Stern y antes de partir para California a reencontrarse, por obra y gracia de Englehart y Milgrom, con su exmarido en la serie de la división de la costa oeste. Su presencia resulta lógica por cuanto una de las sub-tramas incluidas en la etapa Stern-Buscema ha sido el sordo cuestionamiento por parte de Hércules de las capacidades de Janet como jefa. En el caso de Namor éste venía de contraer matrimonio con Marrina, la antigua miembro del grupo canadiense Alpha Flight, y de intentar fundar un reino conformado por exiliados atlantes que no quieren someterse al yugo del usurpador Attuma. Esta idea, planteada por Bill Mantlo en la colección de los alfalfa será descartada rápidamente por Stern, que quiere al hombre pez de vuelta y que aprovecha la intervención de Poseidón para que el proyecto se vaya al garete. El señor patas aladas permanecerá en el equipo con Walter Simonson y John Byrne, pero habrá sido con don Roger con quien habrá vivido sus mejores momentos como vengador.

La historia se presenta como la ocasión ideal para que el maestro John Buscema haga lo que mejor saber hacer y dibuje lo que mejor se le da, aunque siendo justos a este inolvidable caballero se le daba bien todo. Sin embargo, la ambientación mitológica permite sacar a colación escenarios, vestuarios y bicharios que recuerdan a veces de forma más lejana, a veces de forma más cercana, los que solía aportar en las distintas colecciones protagonizadas por Conan de Cimmeria. El contraste entre la Grecia clásica y las coloridas pintas de los superhéroes marvelianos es una prueba más del nivel al que se movía este buen señor, completamente compenetrado con su entintador. Es curioso comprobar cómo John Buscema ha sido uno de los pocos dibujantes que logró que su estilo quedara patente pese a las marcadas tintas de un Tom Palmer cuyos pinceles tenían la virtud / defecto de tapar bastante, tanto lo bueno como lo malo.

Después de la aventura en el Olimpo llega el turno para la aventura doble publicada en los números anuales de las colecciones de ambas costas, siguiendo la tradición iniciada el año anterior y sin que Roger Stern participe en el invento. En esta ocasión se trata de una improvisada continuación de Lucha de Campeones, aquella miniserie en la que autores y editores metieron la pata a la hora de contar el tanteo de un partido que enfrentaba al primigenio Gran Maestro (de profesión sus juegos y apuestas) y a la Muerte (de profesión ustedes ya saben). La historia viene a ser una curiosa deriva de una trama que se había planteado en la recién estrenada colección de Estela Plateada, escrita por Steve Englehart (a la sazón guionista de la serie de los Vengadores Costa Oeste) y no pasa de ser una excusa para que ambos grupos se den de piñas en la primera parte de la historia (con dibujos de un Al Milgrom que por aquellos días era el dibujante oficial de los vengatas californianos y que repartía su arte entre la colección regular y este especial) y luego hicieran equipo para enfrentarse a la recurrente alineación de héroes y villanos difuntos. Viendo la alineación de la llamada “legión de los muertos” da un poco de risa (en realidad muchísima risa) ver que más de la mitad de los presuntos difuntos anda actualmente por las series marvelianas como Pedro por su casa en base a explicaciones no muy distinta de “no estaba muerto, que estaba de parranda”. El principal atractivo de este cruce radica en su segundo capítulo, donde la narración se estructura por capítulos y cada uno de los mismos se da a un equipo gráfico distinto, algunos de ensueño. John Romita JR entintado por Bill Sienkiewicz, Jackson Guice embellecido (en sus lápices) por Kevin Nowlan, Marshall Rogers y Bob Layton, etcétera. También es un sano ejercicio para ver cómo han evolucionado algunos de los que todavía están en activo y reciben trabajitos en las empresas con mucho volumen de trabajo.

La última parte del tomo recoge la saga Heavy Metal (que en su publicación original por parte de Forum dio para un bonito chiste perpetrado por Pérez Navarro y Sempere). Aquí tenemos únicamente el argumento de Roger Stern, siendo el responsable del guión el editor Ralph “cuánto me confundieron en los ochenta con Daniel-san” Macchio, que hizo de guionista de circunstancias en unas cuantas ocasiones con resultados cuando menos aceptables. Las causas de la marcha / despido del guionista aparecen reseñadas por Raimon Fonseca en el propio tomo y por lo visto se debieron a diferencias con su editor, el difunto, llorado y en esta ocasión completamente equivocado Mark Gruenwald. La historia va de recuperar a los principales brutos mecánicos de Marvel para lanzarlos a una misión cuyas dimensiones reales solo se conocen hacia el final de la aventura. La alineación vengadora carece en este momento de pesos pesados al estar el Capitán América embarcado en la saga que le despojará de su uniforme (y que dará entrada al mismo a John “USAgente” Walker, pero ésa es otra historia) y Thor enfrentándose a Jormungand (en los últimos coletazos de la insuperable etapa Simonson). La Capitana Marvel intenta pechar con el liderazgo de un equipo donde cuenta con el apoyo de los miembros veteranos como el Caballero Negro o Hulka, pero que tiene en el recién incorporado Doctor Druida a un elemento que cuestiona su autoridad. En la siguiente etapa Simonson se encargará de que este Doctor Extraño de segunda división resulte todavía más antipático, pero no adelantemos acontecimientos. El resultado es una ensalada de robots en la que Macchio echa mano del legado de Stern y cuenta una historia sin mayor trascendencia, lejanamente emparentada con sus guiones ambientados en el Proyecto Pegaso y en la que se asoman algunos ilustres secundarios como el Hombre Máquina o Mantarraya (ambos vengadores sin etapa).

Una vez leído este último tomo queda la sensación de que el equipo Stern-Buscema-Palmer ha sido uno de los mejores de cuantos se han reunido en la franquicia vengadora. Una ojeada a la etapa de don Roger realizada desde la perspectiva que da un cuarto de siglo de distancia permite comprobar cómo ha ido cambiando la industria del tebeo y cómo el planteamiento negocial ha influido irremisiblemente en la forma de fabricar el producto. Stern tuvo que escribir una serie prescindiendo de algunos de los personajes centrales de la franquicia, según la máxima de que éstos no podían ser ubicuos. Después de todo la capacidad para estar un poco en todas partes aún tendría que desarrollarse para Lobezno durante los noventa, para luego extenderse a cuanto personaje podía salir o había salido en una película. Por otro lado, la idea de que un mismo equipo se mantuviera en una serie durante unos cuatro años y que un guionista pudiera planificar su trabajo con una perspectiva de medio plazo resulta ahora impensable, embarcados como están en Marvel en la tarea de fabricar un evento sacaperras anual seguido del consabido relanzamiento. Con todo, y a pesar de la distancia, estos tebeos pueden ser disfrutados como antaño y la colección tendría que esperar a la llegada de Bob Harras un par de años después para tener una etapa de trascendencia similar. A nivel de personajes Stern supo jugar según las reglas de entonces, en base a las cuales había que plegarse en los casos de personajes con colección propia a lo que en ella aconteciera y había libertad para jugar con el resto. Como hicieran otros autores antes y después de él, don Roger trabajó con sus favoritos y los iluminó con los mejores focos del escenario. Su trabajo con la Avispa aún está por superar y el mimo con el que cuidó a su creación la Capitana Marvel contrasta con el poco uso que se le ha dado posteriormente. El olvido al que parecía condenada Monica Rambeau sirvió a Warren Ellis para moldear un personaje diferente en Nextwave, convirtiendo a la heroína de Nueva Orleans en alguien muy distinto de la concepción de su creador literario, pero ésa también es otra historia.

Por lo que respecta a la edición de Panini hay que indicar que se encuentra en la línea de los tomos precedentes, aunque en esta ocasión el número de páginas arroje un precio que no está al alcance de todos los bolsillos.

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Alejandro Ugartondo
Autor
8 enero, 2013 8:52

Una gran reseña Luís Javier. Para mi esta es la mejor serie de los Vengadores que está publicando Panini en la actualidad. Es una pena que la etapa de Roger Stern terminara de forma tan abrupta.

Estaría bien que Panini recuperara ahora otras grandes etapas de los años 80 como los 4F de Byrne o el FactorX de Claremont y Simonson. 

@Mister_Air
@Mister_Air
Lector
8 enero, 2013 9:27

Que tentaciones me da la maldita Marvel Gold.
Por otra parte,que ridículo que era ese traje de Thor.

Raúl Gallardo
Raúl Gallardo
Lector
8 enero, 2013 9:33

Pues si, yo sigo erre que erre con lo mismo. Aunque ahora pueda haber muy buenos guionistas (y eso irá por gustos), es imposible planificar una colección cuando aparecen personajes nuevos que se unen al grupo en cada número, que aparecen y desaparecen sin explicación alguna, que los personajes molones de la editorial se reproducen como Jesucristo, y luego está el «sacaperras» evento, como dice Luis Javier.
Antes los eventos saltaban de una a otra colección, y si, es cierto, te tenías que comprar números de colecciones que no seguías, pero en tres meses se acababan y seguías con tu vida en las colecciones que seguías. Ahora, te tienes que comprar la colección sacada expresamente para el evento (q 

Raúl Gallardo
Raúl Gallardo
Lector
8 enero, 2013 9:38

continúooooo… (que en ocasiones son varias, aunque no cuenten nada nuevo, y si quieres no te las compras), pero al menos, te tienes que comprar los números de las colecciones que compras habitualmente, y que para ser honestos…no valen para nada!!!, con lo que el gasto es superior al de hace unos años.

Me da pena que la colección se acabe. Podían haber seguido mientras la colección tuviera buenas ventas. El librero/comisquero me decía que se vendían muy bien. En junio saldrá otro tomo que es la continuación y que dejará la reedición en las puertas de la magnífica «Actos de Venganza», pero más allá quedarán 30 números perdidos en mi biblioteca que dudo mucho que pueda conseguir en poco tiempo si es que alguna vez…..

Snif, snif, que dura es la vida del coleccionista…

Lemmytico
Lemmytico
Lector
8 enero, 2013 13:39

 ¿Y Shooter?, ¿es que nadie va a pensar en Shooter?

Lemmytico
Lemmytico
Lector
8 enero, 2013 14:16

 Lo que pasa es que muchas historias que aparecían como guionizadas por Mantlo o Micheline (becarios en aquel entonces) eran en realidad planteadas por el gran Jim y desarrolladas por estos, que también son unos fieras que duda cabe. Aquellos vengatas son los mejores vengatas y son hijos de la gran J.

marcus
marcus
Lector
8 enero, 2013 14:49

La Saga del Olimpo es la mejor historia que he leído de Los Vengadores. Y en el Contest of Champions metieron la pata al contar victorias/derrotas? Es que no recuerdo haber caído en ello cuando lo leí. En todo caso supongo que La Muerte no tuvo necesidad de estudiar mates para ser quien es. 

Erik Lensherr
Erik Lensherr
Lector
8 enero, 2013 20:00

Lo del annual ese era de puta pena….lo que pasa es que tenía su gracia….pero el guión era muy flojo…

anderson
anderson
Lector
8 enero, 2013 20:18

 Gran reseña para la mejor etapa vengadora de todos los tiempos…chúpate esa Bendis

Lemmytico
Lemmytico
Lector
8 enero, 2013 21:35

  Gran reseña para la mejor etapa vengadora de todos los tiempos…chúpate esa Bendis

Buff, hay tantas… Para mí la de finales de los 70 es la mejor, aunque esta sea también la cañísima.

DonaldBlake
Lector
8 enero, 2013 22:23

Lo que ocurre con Shooter es que escribió algunas historias memorables al llegar a la franquicia pero luego, ay dios lo que escribió luego, de los peores comics que he leido en en mi vida.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
8 enero, 2013 22:29

 ¡Pero si escribió Secret Wars!

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
9 enero, 2013 0:23

Precisamente.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
9 enero, 2013 9:29

Pues yo las acabo de releer y me lo pasé bomba de nuevo. Será que ante tanto deconstructivismo y alargamiento, un tebeo de superheroes lleno de peleas y cliffhangers me sigue molando que te cagas. Eso o que no tenéis ni puñetera idea, que también puede ser.

Eso sí, yo tampoco trago ni a Zeck ni a Layton.

DonaldBlake
Lector
9 enero, 2013 9:37

Secret wars nos volvió a todos locos por su concepto inicial pero esconde algunos números de pena, de todas formas yo no me referia a las guerras secretas, incluso estas le dan mil vueltas a la etapa mas larga de Shooter en Vengadores, que si no recuerdo mal es justamente la que precedió la llegada de Stern, y que era olvidable del todo.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
9 enero, 2013 9:50

 Esa sí, los vengatas de los primeros 80 eran muy sosetes. 

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
9 enero, 2013 12:07

Tío, Secret Wars no hay por donde cogerla… ¿que es divertida? Hombre, sí, pero no tiene pies ni cabeza, los personajes están estereotipados hasta decir basta, y en algún caso ( Lobezno, la Avispa…) pasando por completo del desarrollo que venían teniendo durante años en manos de los guionistas que venían trabajando con ellos; situaciones increíbles que se suceden una tras otra hasta niveles ridículos; y, sobre todo, lo mucho que se nota que se hizo aprisa y corriendo. Que no me gusta, vamos.

 

Del material recogido en este Marvel Gold, decir que cuando lo leí por primera vez, flipé. Despues del ataque a la mansión no parecía posible seguir sorprendiendo al personal, pero esta saga no sólo no bajó el nivel de su predecesora, sino que lo mantuvo en todo lo alto. Seguramente, esta etapa sea mi preferida de la colección, no sólo por la calidad que tiene (sobre todo desde que a Stern se le unió Buscema), sino también por el factor nostalgia. Ya había leído números anteriores, pero los de ésta época fueron de los primeros tebeos que me compré con mis dineritos.

El annual, bueno, sí, vale, en fin… la gracia de algunos emparejamientos de dibujante y entintador y poco más. La saga de Heeavy Metal a mí me gustó bastante, aunque sí que está por debajo de la historia del Olimpo. Desconocía, hasta que lo leí en  la inntroducción, que Stern hubiese sido fulminado de esa forma. Una auténtica pena. Pero al menos, Buscema se quedó hasta el # 300, y ya que panini ha anunciado la próxima pubicación del material pendiente hasta ese número, estoy que aplaudo hasta las orejas.

NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
9 enero, 2013 12:12

 Joder, pues a mi Secret Wars también me flipa: un tebeo de superhéroes, malos contra buenos, un enemigo imbatible, el Dr. Muerte en su salsa… Pues si, igual  no es una obra profunda, pero como tebeos de pijamas a mi me parece estupendo.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
9 enero, 2013 12:58

En lo único en lo que estamos de acuerdo es en lo de que se «olvida» de la evolución de Lobezno y La Avispa. Por lo demás, tú antes molabas Retran.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
9 enero, 2013 13:02

Y por cierto «Secret Wars» le da siete millones de patadas a cualquier crossover marveliano posterior quizá a excepción de «Civil War».

Raúl Gallardo
Raúl Gallardo
Lector
9 enero, 2013 14:07

El «maximum» de comportamientos forzados de personajes lo puedes ver en Vengadores vs Patrulla X. Parece que al Capitan América le han cambiado por el USAgente. Quizás Secret Wars podía ser mejor, e igual, lo leemos con nostalgia de entonces, pero creo que le da mil vueltas a Miedo Encarnado, por ejemplo.

Por lo demás, estoy prácticamente de acuerdo con TODOS.

Omar Little
Omar Little
Lector
9 enero, 2013 14:39

 Prefiero «La masacre mutante» a las «Secret Wars». Y eso que en su día el Prof. Loki hypeó la masacre hasta niveles indescriptibles. Unos malos de verdad, al estilo de los del Robocop de Verhoeven.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
9 enero, 2013 14:43

Bueno, es que la mayoría de crossovers posteriores también son dignos de recibir esos siete millones de patadas…

jojojajo
jojojajo
Lector
9 enero, 2013 14:54

 «Y por cierto “Secret Wars” le da siete millones de patadas a cualquier crossover marveliano posterior quizá a excepción de “Civil War”.»

Y Complejo de Mesías.

marcus
marcus
Lector
9 enero, 2013 16:49

Ahora que mencionáis al Prof. Loki… nunca se supo quién se escondía tras ese nombre, igual que con el Dr. Átomos no? ¿Será algun redactor de esta web?…!Qué tiempos los de Forum!

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
9 enero, 2013 18:25

Yo no descarto que el profesor Loki sea Ocioso.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
9 enero, 2013 18:58

 Átomos no sé, pero Loki se sabía incluso en tiempos de Forum.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
9 enero, 2013 19:03

Joder, pues yo no me enteré… ¿Quién era?

Lemmytico
Lemmytico
Lector
9 enero, 2013 19:13

Francisco Pérez Navarro. Lo desveló Miguel G. Saavedra en Zinco, menudas puyas se tiraban en aquel entonces.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
9 enero, 2013 20:33

Por cierto, nuevo teaser de Marvel Now!, otra serie para Aaron:

http://marvel.com/news/story/19924/the_future_of_marvel_now_is_birth

De esta no puedo ni especular.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
9 enero, 2013 21:03

«… menudas puyas se tiraban en aquel entonces.»

Y tanto. A veces te entretenías más leyendo el correo que el tebeo en sí.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
Lector
9 enero, 2013 21:30

 los viejos correos de Forum eran superdivertidos…..las diatribas del Prof, Loki eran míticas….y cuando llegó Zinco, como sacaban muy buen material, las Crisis, el Supes de Byrne, etc…Loki atacó a Zinco con cosas como que Byrne no era tan bueno en DC

Erik Lensherr
Erik Lensherr
Lector
9 enero, 2013 21:33

 

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Los viejos correos de Forum eran superdivertidos…..las
diatribas del Prof, Loki eran míticas….y cuando llegó Zinco, como sacaban muy
buen material, las Crisis, el Supes de Byrne, etc…Loki atacó a Zinco con
cosas como que Byrne no era tan bueno en DC como lo fue en Marcel y cosas así,
y claro el Saavedra (que menudo friki era, yo lo conocí en persona y era todo un
personaje) se lió a responder…total que al final se tuvo que “firmar” un
armisticio entre Sergio Pradera (Sergi Gras) de Zinco y Antonio Martin de Forum
para que las aguas volvieran a su cauce…..

marcus
marcus
Lector
9 enero, 2013 22:26

Joder que me tenga que enterar de esto a estas alturas. Por cierto, con el Super Retorno te echas unas buenas risas.

Jerónimo Thompson
Lector
9 enero, 2013 23:20

 Pues yo la identidad del Prof. Loki la deduje «solito» leyendo los primeros correos de Excalibur, que firmó como Francisco Pérez Navarro. Después de 3 números o así me di cuenta de que el tal Pérez Navarro escribía con el mismo estilo que el Prof. Loki. Eso sí, de que también era Atomos y Skull no tenía ni idea, ni siquiera a estas alturas…

JohnDoe
JohnDoe
Lector
11 enero, 2013 0:59

 Lo que yo no me explico es cómo Bendis lo hace tan mal en «Vengadores ¡Reuníos!» a diferencia del resto de series de los Vengadores, como manifiesto en las reseñas de esta semana: http://cronicasfrikis.blogspot.com.es/2013/01/los-nuevos-vengadores-v2-23-los.html . A la primera le doy un 1, por darle algo, pero a la de Nuevos Vengadores, está bastante bien, es original.