REPRESALIAS
«Todo está preparado y voy a decirlo para que lo oigamos todos: ¡Adelante!»
Seguimos adelante con nuestra cobertura de la etapa actual de Los Vengadores, encabezada por el guionista Jed Mackay. En los arcos que preceden al que hoy nos ocupa, y como he ido comentando en las reseñas correspondientes, encontramos una serie que no da un respiro al lector pero que al mismo tiempo no termina de arrancar y en la que los acontecimientos se suceden precipitadamente sin dar oportunidad al equipo de ser, pues eso mismo, un equipo. Los números que reseñamos hoy actúan como una especie de tie-in del evento Caída de X que nos cuenta la caída de Krakoa y la conclusión de la lucha contra Orchis, veremos si mejora sobre las entregas previas de la serie.
Este cruce entre la sección vengadora y la mutante de la editorial llega justo antes de que Mackay pase a encargarse también de la cabecera insignia mutante, la Patrulla-X y también actúa como despedida de Tom Brevoort de los Héroes más Poderosos de la Tierra. El editor estadounidense deja Los Vengadores después de 26 años de trabajo, que alcanzan desde la etapa de Busiek y Pérez hasta la etapa que tratamos hoy, pasando por Hickman, Aaron, Bendis, Waid… y que llegan a su fin al tiempo que Brevoort se muda, convenientemente, a la oficina mutante donde seguirá trabajando con Mackay. La conexión entre ambas franquicias parecía obvia e inevitable, pero el motivo es otro hombre dentro de la editorial: Gerry Duggan que ya había enredado a Iron Man en el entramado de Krakoa siendo guionista de su cabecera al mismo tiempo que se encargaba de la Patrulla-X. El resultado fue la boda entre Tony y Emma Frost y la construcción de centinelas con la tecnología de industrias Stark después de que la empresa le fuera arrebatada a Tony. Esto enmarca el cruce que nos ocupa dentro de la historia del universo Marvel.
La relación entre Iron Man y la Patrulla-X es el punto de partida de la trama, que tendrá a los vengadores enfrentándose a una serie de centinelas Stark al tiempo que desmantelan las infraestructuras de Orchis. Además del cruce, en el número que lo precede, correspondiente a la undécima entrega USA y a la décima española, encontramos una historia más pequeña en la que la Ciudad Imposible, actual sede de los vengadores, se ve amenazada por el retorno del Pensador Loco mientras que Edwin Jarvis intenta enseñarle a la Ciudad la mejor manera de servir al equipo cuando necesitan descansar de salvar el mundo.
Esta undécima entrega es, en mi opinión, la más disfrutable hasta ahora siendo capaz de mostrarnos al equipo luchando juntos y de dejarnos entrever cómo es su vida más allá de la lucha contra grandes villanos. Este número incluye su dosis de acción, pero el foco está en el aspecto más humano de los personajes, algo que se sentía excesivamente abandonado en los dos primeros arcos de la serie. En cuanto al cruce con Caída de X, el guion de Mackay vuelve a tropezar con una simpleza en demasía, que se mantiene entretenido pero que me habría gustado que aspirara a ser algo más.
El primero de estos tres números está dibujado por Ivan Fiorelli, el italiano hace una labor notable, con personajes muy expresivos y un alto nivel de consistencia que se extiende desde las conversaciones hasta las viñetas mostrando acción espectacular. Los números 12 y 13 están dibujados porFrancisco Mortarino que ofrece un despliegue visual lleno de acción y de efectos que convierte el arte en el punto más fuerte de la obra. El color de Federico Blee, una constante en esta etapa, eleva el arte de todos los artistas con los que colabora y tiene muy claro cuál es la paleta de colores que le da identidad a esta etapa.
En definitiva, tres números con un arte que garantiza el disfrute de la lectura que acompaña una historia servicial aunque muy simple. Mackay abusa del flashback para constatar que los hechos y acciones que nos cuenta no han aparecido mágica y repentinamente en la cabeza de los personajes pero que no soluciona la apariencia de que llegan de forma repentina a la serie. Estos tres números son posiblemente las mejores entregas hasta ahora pero también han dejado de lado la trama general referida a los Eventos de Tribulación. Una vez más considero que la cabecera no sufre por falta de ideas u originalidad sino por la ejecución de sus conceptos.
Estos números ya están disponibles en España de la mano de panini cómics.
Lo mejor
• El arte de Fiorelli, Mortarino y Blee.
Lo peor
• Mackay no logra construir una historia que haga de hilo conductor y acompañe a la serie y evolucione arco a arco.
Llevadero
Guión - 5.5
Dibujo - 8
Interés - 6
6.5
Tres números con un arte que garantiza el disfrute de la lectura que acompaña una historia servicial aunque muy simple.
