EL SUEÑO CREPUSCULAR
«¡Corte Crepuscular, a las armas!»
Continuamos reseñando la etapa de Jed Mackay al frente de los Héroes más poderosos de la Tierra. En el primer arco vimos como esta alineación de los Vengadores se reunía y se enfrentaba a los habitantes de la Ciudad Imposible, tras su victoria, los Vengadores toman la Ciudad Imposible como nueva base de operaciones dispuestos a utilizarla para proteger el planeta. Hoy le echamos un vistazo a la segunda aventura planeada por Mackay para el equipo, veremos si en este arco de cuatro números el guionista logra superar el inicio que ya reseñamos aquí.
Este arco comienza con los Vengadores misteriosamente derrotados mientras una enorme bestia destroza lo que queda de una Manhattan ya en ruinas. Mientras los héroes, y el lector, descubren la razón de esta situación, La Ciudad Imposible es atacada por La Corte Crepuscular. Esta invención de Mackay, que reimagina a la corte del rey Arturo, hace su primera aparición en la serie después de su debut en el especial Intemporal donde se encontraron con Kang durante los eventos que provocan su llegada malherido al primer número de Los Vengadores. Aquí son presentados haciendo mayor énfasis en sus personalidades y las relaciones entre ellos y en establecer un paralelismo entre sus miembros y los miembros del equipo vengador.
Este segundo arco comparte las mismas virtudes que el primero, acción espectacular sin tregua, nuevos personajes e ideas interesantes, pero también comparte sus defectos. En la reseña anterior comenté algunos de los problemas que presentaba la serie en su primer arco, tales como la falta de interacción entre sus protagonistas y la descompresión temporal de la trama. En estos números de nuevo encontramos pocos instantes en los que los Vengadores colaboran activamente entre sí, y al igual que en las entregas anteriores la naturaleza de la amenaza a la que hacen frente lleva a enfrentamientos individuales. Como cubrí en la reseña anterior, la separación espacial de los personajes conlleva la necesidad de dedicar más páginas a la acción y menos a avanzar la trama o presentar dinámicas entre los personajes, y esto significa que los cuatro números abarcan únicamente este enfrentamiento. Todo esto hace que el ritmo de la obra se resienta, y aunque Mackay continúa presentado nuevos desarrollos del argumento y conceptos interesantes para el futuro de la etapa no es suficiente para soportar el peso de todas las páginas.
En el apartado artístico tenemos el regreso de C.F. Villa, con su trazo grueso y tintas sólidas y mucho énfasis en comunicar la acción. Su estilo favorece la expresividad por encima de otros aspectos, el resultado es un arte dinámica, pero en la que se nota un simplismo en cuanto al detalle y la anatomía. Su arte está siempre acompañada de los colores de Federico Blee, que hace uso de una paleta atractiva y viva. Blee también se encarga de los colores en el noveno número, cuya tarea artística recae sobre Francisco Mortarino, que a diferencia de Villa usa un trazado de línea más fina aunque sigue manteniendo el uso de tintas sólidas. El italiano presenta un trabajo más que correcto, aunque en contraste con el estilo de Villa y situado a mitad del arco.
En definitiva, el segundo arco de Los Vengadores de Mackay no soluciona los problemas del anterior, y los momentos impactantes que caracterizan los guiones del canadiense quedan demasiado opacados para brillar. El arte se mantiene a buen nivel, pero en un arco tan corto extraña la necesidad de un artista invitado, sobre todo teniendo en cuenta la aparente simpleza del estilo de Villa. Veremos si en las próximas entregas Mackay levanta lo que de momento ha sido un comienzo complicado.
Estos números ya están disponibles en España e incluyen los últimos números de Avengers Inc. De Al Ewing.
Lo mejor
• Los conceptos que presenta Mackay y su dedicación a crear personajes originales.
Lo peor
• El arco cae en los mismos errores que el anterior.
Entretenido
Guión - 6
Dibujo - 6.5
Interés - 7
6.5
El segundo arco de Los Vengadores de Mackay no soluciona los problemas del anterior, y los momentos impactantes que caracterizan los guiones del canadiense quedan demasiado opacados para brillar.
Qué insulsa se me está haciendo esta etapa, y eso que había empezado bien. A ver si con el cambio de dibujante la cosa mejora.
Empezado bien? Pues a mí me pareció bastante malo el comienzo, y con un Villa dibujando con los pies… A mi juicio, la serie recién levanta un poco con el cruce de Blood Hunt
No sé, igual es que después de los últimos números que leí de Aaron todo me parecía una maravilla y quizá según avanzaban los números he empezado a verlo con más objetividad
A mi la comparativa con Aaron me sigue valiendo. Esto es Moore comparado con los últimos años
Pues sinceramente estos dos arcos son lo mejor hasta el número 16. El #11 es un autoconclusivo tontorrón y punto, el cruce con Fall of X es horrible en mi opinión, el de Blood Hunt es la típica historia de vengadores raros que aparecen durante los eventos, herencia de aquel grupo en la Guerra de la Evolución que tan buen par de cómics nos dio.
Pero, en definitiva, son 6 cómics que nada tienen que ver con la trama principal y que rompen la dinámica. Que puede que fuera demasiado acelerada y sin desarrollo de personajes pero al menos tenía un trasfondo complejo del estilo de los que Hickman empleó en su etapa. 6 meses después ¿quien se acuerda de los eventos esos tan chungos que anunciaba Kang?
Pero luego llega el #17. Y son 24 páginas de personajes dialogando, entendiendo cómo piensan (aunque solo por parejas, curioso). Quizá McKay era consciente de sus defectos en los dos primeros arcos y pretende corregirlo en el que viene (por simplona que parezca la amenaza), o quizá le ha venido bien el parón de los cruces para cambiar el enfoque.
Pero al final son casi 20 números para haber contado poco o nada. Hickman en 20 números de New Avengers narró una historia inolvidable. Aaron en 20 números narró muchas historias inolvidables si cometiste el error de leerlas. Mackay en 20 números no ha contado practicamente nada.
Un comic decente, el guión como el arte me parecen correctos, tal vez el mayor problema es que veo al autor muy acartonado, no termina de despegar o plantear para donde va el grupo.
Cuesitón aparte, que mala costumbre que tiene Panini de incorporar otro comics a esas grapas.
Se que falta todavía, pero el tema del cruce con Blood Hunt me parece lo peor que lei hasta ahora de este título.