Edición original: Avengers #291-300 y Annual 17 USA.
Edición nacional/ España: Mayo de 2013.
Guión: Walter Simonson, Ralph Macchio.
Dibujo: John Buscema, Mark Bright.
Entintado: Tom Palmer, Mike Gustovich.
Color: Max Scheele, Gregory Wright.
Formato: Libro con solapas. 320 págs.
Precio: 29,95€.
Este tomo recupera toda la etapa de Walter Simonson al frente de la serie de Los Vengadores donde se encargó de renovar completamente al grupo. Le acompañan John Buscema y Tom Palmer en la que sería la última colaboración de este mítico dúo artístico en la cabecera de los Vengadores.
Roger Stern desarrolló una larga y fructífera etapa al frente de los Vengadores que, lamentablemente, se vio interrumpida por la injerencias del editor de la serie, Mark Gruenwald, que pretendía forzar un cambio en las filas del equipo para dar más relevancia al personaje del Capitán América, que él mismo estaba escribiendo en su serie en solitario, en detrimento de la Capitana Marvel. Por integridad artística, Stern decidió abandonar la serie y Gruenwald tuvo que buscarle un sustituto que estuviera a la altura del excelente trabajo que había realizado Stern durante los últimos años. El elegido fue Walter Simonson, un artista que en aquella época tenía la etiqueta de gran estrella gracias a la memorable etapa que había desarrollado en la serie de Thor. ¿Quién mejor que un gran artista con experiencia con los personajes principales de la serie para asumir el reto? Simonson se mostró entusiasmado con la oportunidad de escribir las aventuras de los Héroes más Poderosos de la Tierra y con la ocasión de trabajar con el gran dibujante John Buscema del cual se declaraba admirador desde hacía mucho tiempo.
Simonson aceptó parte de las sugerencias de Mark Gruenwald de cara a dar más protagonismo al Capitán América y planeó una serie de acontecimientos que llevarían a los héroes a una situación en la que sería necesaria la incorporación de nuevo del Centinela de la Libertad en sus filas. Tal era el entusiasmo y ambición con el que afrontó la tarea que planificó una extensa y compleja saga que llevaría a los Vengadores a su disolución para, posteriormente, refundarlos con un equipo hecho según sus gustos personales y las exigencias de Gruenwald. La proximidad del número 300 de la serie marcó el momento en el que sucedería tal refundación. Hasta entonces, Simonson contaría con 10 números para desarrollar la saga que conduciría al fin de los Vengadores.
La primera saga de Simonson, retoma una vieja trama de Alpha Flight sobre la naturaleza híbrida de Marrina, la esposa de Namor y actual miembro de los Vengadores, para convertirla en un monstruo marino que amenaza con destruir todo el tráfico marítimo del Atlántico. La situación será tan desesperada que algunos miembros del equipo se plantearán incluso la posibilidad de matar a uno de los suyos para intentar salvar la vida de incontables inocentes. El enfrentamiento alcanza cotas dramáticas y la victoria final del grupo supone la pérdida de casi la mitad de sus miembros en activo.
Inmediatamente después, Simonson embarca a los Vengadores en una saga que llevará a la disolución del grupo. Nébula, la nieta de Thanos, se ha infiltrado en el consejo de los Kang interdimensionales y ha descubierto la existencia de un arma con poder suficiente para destruir universos enteros. Con el fin de hacerse con el arma antes que los Kangs, manipula psíquicamente al Doctor Druida para que se haga con el mando de los Vengadores y los controle para ayudarla en su propósito. Por su parte, los Kang no permitirán que esto suceda y se lanzan en pos de los Vengadores en un viaje por el tiempo que les llevará hasta la burbuja temporal que contiene el arma definitiva que todos codician. El enfrentamiento final dañará hasta tal punto la relación entre los componentes del grupo que éste acabará desapareciendo al final de la historia.
Estas dos sagas fueron la forma elegida por Simonson para desmontar casi todo lo que Stern había dejado cuando abandonó la serie. Puede que el motivo para hacerlo fuera una injerencia del editor pero por lo menos el guionista se preocupó de construir una historia decente que justificara el cambio, además de preparar el terreno para lo que él tenía previsto en la serie. Hay algunas cosas que están un tanto forzadas, como la salida de la Capitana Marvel del grupo, pero otras están llevadas con acierto como la transformación que sufre el Caballero Negro o la caída en desgracia del Doctor Druida. Simonson juega bien con los elementos que Stern le dejó y añade otros elementos recuperados de otras series como la naturaleza monstruosa de Marrina, el pasado de Nébula o el consejo de Kangs, demostrando que es un buen conocedor de la historia de los personajes. También aporta ideas propias interesantes, como esa arma definitiva que buscan los Kangs y que no acabaremos de saber muy bien lo que es hasta le etapa que realizó el guionista al frente de los Cuatro Fantásticos. Sin duda, estas historias fueron toda una declaración de intenciones del autor y los editores para romper con el pasado reciente de la serie y prepararla para la nueva década.
Los últimos números de la etapa de Simonson en la serie corresponden al cruce con Inferno, el gran evento Marvel de 1989 y que implicó en mayor o menor medida a casi todas la series del Universo Marvel. La trama se originó en las series mutantes y Simonson la conocía bien porque había trabajado con los personajes implicados durante su estancia en las series Factor-X y Los Nuevos Mutantes. No es de extrañar que Simonson implicara a los Vengadores en dicha saga y la utilizara como telón de fondo para el renacimiento del grupo. La elección del nuevo elenco de héroes resulta cuando menos curiosa. Por un lado tenemos al Capitán América (bajo la identidad de El Capitán), para satisfacer los intereses de Mark Gruenwald, por otro a Thor, personaje fetiche del autor, y las nuevas incorporaciones, Mr. Fantático y la Mujer Invisible, de los Cuatro Fantásticos, y Gilgamesh, un personaje de nueva creación y desafortunado diseño. Precisamente la elección de esta alineación fue la raíz de los problemas que tuvo el guionista con su editor y que acabó suponiendo la salida de Simonson de la serie justo después de presentar el nuevo equipo, obligándole a renunciar a los planes a largo plazo que tenía para la colección.
Todos los números de esta etapa están dibujados por John Buscema y Tom Palmer, lo que ayuda a mantener cierta sensación de continuidad respecto a la etapa anterior. El dúo artístico sigue realizando un trabajo notable aunque quizás no tan brillante como en las sagas que precedieron a estas historias. Quizás se deba a cierto cansancio del dibujante o que en los últimos números se nota mucho más la mano de Tom Palmer en los acabados del dibujo. De todas formas, estos dos artistas son auténticos maestros del dibujo de superhéroes y aun son capaces de crear páginas con tanta fuerza como las de la dramática batalla final contra Marrina, las de Thor enfrentándose a un dinosaurio robótico o las imágenes que ilustran la descripción del arma definitiva que persigue el consejo de los Kang.
El tomo se completa con el Annual 17 de la colección correspondiente a otro gran evento Marvel de aquella época, La Guerra de la Evolución. Este evento tuvo lugar en los anuales de 1988 de un puñado de colecciones Marvel y presentó el intento del Gran Evolucionador de convertir a todos los seres humanos de la Tierra en seres superiores, eliminando en el proceso a todos aquellos que sean considerados dignos. Esta historia tiene lugar después de la disolución del grupo y antes de su refundación por lo que se recurre a una alineación de emergencia única en la historia de la serie: el Capitán América, Halcón, Hércules, la Bestia, Hulk, Yocasta (la novia robótica de Ultron) y la Chaqueta Amarilla femenina de los Amos del Mal. Este capítulo es el último del cruce y cumple con todo lo que debe tener un cómic de estas características: un buen desarrollo, mucha acción y una buena caracterización de los personajes, destacando especialmente la buena química entre la Bestia y el Hulk gris y cínico que había en aquella época. El dibujo del Annual corre a cargo de Mark Brigth y no pasa de ser correcto y funcional comparado con los números ilustrados por John Buscema.
La etapa que realizó Simonson en la serie fue corta pero intensa y su lectura deja con la sensación de ser un proyecto inconcluso. En los diez números que guionizó dio una buena muestra de lo que podría haber hecho si le hubieran dejado desarrollar sus ideas. Nos podemos hacer una idea de lo que podría haber sido repasando la etapa del autor en la serie de los Cuatro Fantásticos donde recuperó algunas de las tramas y personajes que tuvo que dejar colgados en esta serie con un resultado muy recomendable.
Buena reseña Alejandro. Esta etapa de la colección de los Vengatas esta bien aunque los primeros números resultan algo sosos para una etapa que, como bien dices, sabe a poco. Hubiera sido mejor que Simonson hubiera seguido unos cuantos números más para llegar a hacer una etapa para el recuerdo…
Y un apunte que he visto en tu reseña….. La Nébula que aparece en esta historia no es la nieta de Thanos, sino la «novia» que tuvo Kang que se presentó en aquel número 23 de los Vengadores: La princesa Ravonna. No me acuerdo muy bien donde se desvelo su identidad, pero seria en algun numero de los Vengadores de los noventa…. ¿en la saga «Tormenta Galactica» quizas? Es un lío frecuente ya que las dos las colorearon con el mismo color de piel, aparte del mismo nombre 😉
Por eso a esta Nébula se le suele llamar Kang Nébula o Nébula (II).
Simonson estuvo a punto de conseguirlo. Enfrentó al grupo a una de sus mayores crisis llevándolo a la disolución hasta que el capitán américa decide en medio de otra crisis que es hora de volver a juntar a los chicos. De aquí sale unos nuevos vengadores que incluyen dos pesos pesados del antiguo equipo, dos personajes muy populares que nunca habían sido vengadores y un personaje de nuevo cuño con enormes poderes. Lástima que su gran error fue elegir a la familia Richards en vez de a spidey y logan, hubiese acabado con la hegemonía mutante dos décadas antes que Bendis.
Yo creo que este tomo, pese a que tenga valor por sí mismo y cuente una historia sólida dado los nombres implicados, simboliza en cierta forma el fin de una forma de hacer tebeos; a partir de ahí se contratan a grandes nombres, sí, pero para que escriban los designios del mandamás de turno y hagan un tour de forcé de evento tras evento tras mega evento…
Hace poquito me compré esta etapa en grapa Forum y al leerla no me hizo mucha gracia, no sé si porque Kang es un personaje que no me gusta nada o porque lo de Marrina y la Capitana es un poco por echarlas del grupo, aunque ahi estoy en desacuerdo con Alejandro, me parece una buena forma de deshacerse de la CM.
Para mi con la historia de la disolución del grupo con lo de los Kangs, se cierra la mejor etapa de Los Vengatas en su historia.
A mi esta etapa de Simonson nunca me acabó de gustar…sólo se salva por los geniales dibujos de John Buscema…..la obsesión de Simonson por deshacerse de los personajes que Roger Stern lanzó a la fama (Caballero Negro, Capitana Marvel) hizo mucho daño a la serie, porque sin duda esta fué una de las mejores y más memorables etapas de la historia de los Vengadores…..
@Kaulso Ese cambio en la identidad de Nébula lo debieron hacer a posteriori porque en el número 296 USA Simonson la identifica como la nieta de Thanos. No he leido la Tormenta Galactica por lo que no sé qué Nebula aparece allí.
@Erik, Simonson sólo tuvo tiempo de desmontar lo que había hecho Stern pero creo que hubiera hecho algo decente si hubiera seguido en la serie
Nah… Alejandro, era un detalle sin importancia. Pero aún con todo he remirado el 296 y en ningún momento la ponen como nieta de Thanos… ¿? Por otro lado que desastroso es el colorista del tomo, porque en el 296 Nébula es azul y el siguente número se vuelve color carne de forma «mágica», anda que…….
Y lo de su identidad me remito a lo que ponen a las fichas de Universo Marvel, que es cuando me entere del asunto: http://www.universomarvel.com/fichas/usa/av291.html. Y también se puede ver en su ficha del DB: http://www.comicbookdb.com/character.php?ID=33397
Sinceramente, Simonson la cagó con la nueva alineación.
Seguramente, hizo un decente traspaso de «poderes» hacia el Capi, pero meter de repente a tres nuevos integrantes en un equipo de cinco, fue una apuesta muy arriesgada. Desastrosa en mi opinión.
Si además le sumas que repitió a Thor poniendo a Gilgames y que metió a los 2 integrantes de los 4F más 4F, desnaturalizando a los vengatas y a los 4f, pues ¡la cagó!
Es que una serie con Sue y Richard es una serie de 4F, por más vengadores que le acompañen.
Y Gilgamesh es muy redundante con Thor. O uno u otro. En los X-men aprendieron la lección y no mezclaron nunca a las Grey madre o hija en el mismo equipo. Y nunca hubieron juntos más de un latas a la vez en los vengatas. Incluso las etapas de Thor con Hércules son contadas y tangenciales.
Muy interesante el artículo.
La etapa Simonson genera reacciones muy opuestas. La verdad es que uno de los fallos que yo veo, fue la inclusión de los 4F en la alineación. Si quería guionizar a los 4F que hubiese ido a esa colección. La patata caliente la despachó Larry Hama, si no recuerdo mal. El caso es que esta etapa es normalita, aunque tiene momentos muy dramáticos como muy bien apuntaba el articulista.
Nébula no sale en Operación Tormenta Galáctica. Lo de las Nébulas es algo complicado, a ver si lo explico bien.
La primera aparición de la piratesa espacial de piel azul llamada Nébula fue en la etapa de Roger Stern. Allí ella misma decía ser la nieta de Thanos. En estos números de Simonson aparece una señora de piel azul que se llama Nébula, así que todo el mundo la identifica con la Nébula de Simonson. No recuerdo si en el tebeo ella lo llega a decir, pero sí sé que mientras lo leía yo pensaba que era la misma Nébula de antes.
Posteriormente se aclaró que ni la Nébula de Stern era nieta del Titán Loco (lo aclaró el propio Thanos cuando volvió en el Silver Surfer de Starlin) ni la Nébula de Simonson era la Nébula de Stern. Esta Nébula era, en realidad, Ravonna. Eso se reveló no en OTG, sino en una saga infame que afectó a cuatro Anuales de colecciones vengativas de los noventa y que se llamó «Ciudadano Kang», que continuó en una miniserie llamada «The Terminatrix Objective» y luego en «Avengers Forever».
En resumen: Lo que dice Kaulso es cierto, pero en el momento de publicarse originalmente estos comics no se sabía. La versión oficial es la que dice Alejandro en la reseña.
Muchas gracias por la aclaracion, Er-murazor. Por lo que veo el tema es complicado como casi siempre que hacen un retcon de un personaje
Quizá fuera un error de Simonson incluir a Reed y Sue en los Vengadores, pero desde luego no «desnaturalizó» a los 4F de ningún modo. Recordemos que entonces estábamos en plena etapa Englehart, y ambos ya estaban fuera del grupo. Simonson se limitó a poner en primera fila a unos personajes ciertamente importantes dentro del Universo Marvel, que en aquel momento no aparecían en ninguna serie.
Una vez más, el problema es que Simonson nunca tuvo la oportunidad de desarrollar sus ideas, como por ejemplo este uso de dos personajes en principio nada adecuados para el grupo.
Alfeizar: «Y Gilgamesh es muy redundante con Thor. O uno u otro. En los X-men aprendieron la lección y no mezclaron nunca a las Grey madre o hija en el mismo equipo.»»
Ahora comprendo porque nunca (o casi nunca) han estado juntos Cíclope y Kaos en la misma alineación de X-Men…. Y eso que tienen poderes distintos….
– De este tomo solo he leído el número de Inferno donde debuta la nueva formación (de complemento a cachitos en la Patrulla X) y el especial de la Guerra de la Evolución.
– Siempre he oído referencias muy malas de esta etapa, pero parece por la reseña y comentarios que no es tan horrenda, así que le daré una oportunidad.
– La historia de Stern y Grenwald es bastante triste. Cuando una la lee no puede sino pensar que Grenwald se comportó como un auténtico gili, pero también creo que Stern se encabezonó demasiado con un personaje que básicamente solo le flipaba a él y al que cada vez le daba un protagonismo más exagerado. Si se hubieran hablado bien las cosas creo que se podría haber hallado una solución más digna para el tema de la Capitana Marvel que hubiera dejado satisfechas a ambas partes.
– La nueva formación fue una buena cagada, la verdad. Reed y Sue no pegaban mucho por ahí y, puestos a hacer el experimento extraño, al menos les tenían que haber quitado el 4 del pecho, que cantaba mucho.
– En cambio a mí Gilgamesh era un personaje que no me parecía que desentonase tanto. Su traje era tan raro que resultaba hasta entrañable, pero a nivel de poder no era una mala adhesión. Quizás, como ha dicho Alfeizar, el problema era que era muy redundante con Thor. Si la idea era hacer una formación raruna yo habría preferido que sacaran al asgardiano y dejaran al eterno. Por cierto, que Gilgamesh no era un personaje de nueva creación, Alejandro, sino que había nacido de la mente del Rey Kirby en los Eternos.
– En cambio, el equipo provisional que se forma para la Guerra de la Evolución sí me parece un equipo muy interesante y balanceado. Consigue mucho mejort el efecto que pretendió Simonson para el 300.
Quiero reivindicar y reivindico esa historia de los Vengadores de emergencia en La Guerra de la Evolución. Ese Hulk gris apartando a los demás para colocarse un trasto potenciador diciendo «si alguien se va a endiosar aquí soy yo» no tiene precio. Y sí, Sue y Reed no pegaban ni con cola pero es que además parecía que el autor quería hacer hincapié en el tema. Supongo que pretendía contar un conflicto en el liderazgo interesante, pero no le salió.
Esta etapa de Simonson resulta un tanto decepcionante. Sobre todo si se la compara con la de Stern (que es una de las cimas de toda la historia de la colección), pero estaba mejor que los números de Macchio que hicieron de puente entre Stern y Simonson.
La historia, sin ser la octava maravilla, está bien. Y hacia el final va ganando en dramatismo. De todas formas, lo mejor de estos números es el dibujo, a pesar de que Buscema vaya a medio gas y se limite en ocasiones a poco más que abocetar las viñetas. Pero es John Buscema; para mí el dibujante por excelencia de Los Vengadores.