Los Vengadores: Sin Camino de Vuelta numeros 1 al 6

Edición original: Marvel Comics
Edición nacional/ España: Panini Comics
Guión: Mark Waid, Al Ewing, Jim Zub
Dibujo: Paco Medina,
Entintado: Juan Vlasco, Paco Medina, Sean Izaakse y Carlo Barberi.
Color:.Jesus Aburtov, Marcio Menyz, Erick Arciniega y Jay David Ramos.
Formato: Grapa, color.
Precio:.

3,50€ (#1, #4), 4,00€ (#2-3, #5), 5,25€ (#6).

Al leer los números que comprenden esta saga, en concreto Avengers 708 al 717, uno se encuentra ante la dicotomía de estar frente a un camino que se bifurca en dos diferenciados modos de entender a los Vengadores. Por un lado, nos encontramos la colección regular liderada por Jason Aaron, y por otro lado, en esta miniserie se haya el anterior director de orquesta, Mark Waid, junto con Al Ewing y Jim Zub.

Con la lectura integral de la saga, se puede apreciar un regusto a sabor clásico que se percibió en los números en los que Mark Waid estuvo al frente, si bien no con el mismo éxito que con esta “miniserie” pese a sus intentos; puede ser que se viese lastrado por eventos que, impuestos por Marvel Comics, trabasen su hilo argumental, y autores como Mike del Mundo que no encajan con este tipo de superhéroes; si bien ahora, junto con Al Ewing y Jim Zub, el encaje de bolillos, al margen de sagas y eventos, queda perfecto para lectores que buscan algo más que comics ciertamente más “palomiteros” como algunos los denominan.

Esta opinión no supone defenestrar la labor de Jason Aaron, pero el actual guionista de la serie principal, no encaja con este tipo de series; ya nos dio muestras en “Pecado Original”, y durante su estancia en Star Wars, sus números no fueron lo que se esperaba. Sin criticar su encomiable labor, sus Vengadores no lo esperado, tras la marcha de Mark Waid.

La estructura de la Saga es sencilla; una rápida presentación, una exhibición de la trama, un desarrollo lineal donde la amenaza es expuesta como titánica, y un desenlace. Parece sencillo, ¿verdad?, bueno pues no lo es, vistas sagas y sagas donde no se cierran las mismas y los desenlaces se tornan casi como algo difuminado. Puede ser que se pretenda desde una óptica que podríamos denominar “óptica Hickman” establecer una novela rio donde se abran multitud de líneas argumentales, pero esta labor titánica, debe ser fuertemente controlada o al final quedará un “bluf” final que agota al lector, cosa que no ocurre en estos 10 números. Una obra sencilla de planteamientos, no tiene por qué ser pobre, cuestión distinta es el fondo, aspecto que será analizado a continuación, que puede encumbrar a una saga o hacerla olvidable. En este punto debemos tener en cuenta que estamos con tres magníficos guionistas. Entre los tres nos encontramos una mezcla de sangre joven y de experiencia, la cual Waid deja impresa con su amplio conocimiento del Universo Marvel. Cada uno de los tres aportan su parte y su labor encaja a la perfección.

Jim Zub, el cual sería un perfecto heredero de Conan el Barbaro, cuando finalice Aaron, o bien un futuro autor de Sagas de «La Espada Salvaje de Conan«, denotó ya en Los Campeones, su conocimiento de Hyboria, del mundo de la espada y la brujería, que hace que el número de introducción de Conan en el Universo Marvel actual sea maravilloso. Igualmente, Al Ewing nos trae al actual Hulk, el cual está constryuendo una época mítica, tiempo añorada, del Gigante Esmeralda. Al respecto de lo anotado, memorable son diversas frases de Hulk: “¿Sabes qué, Barton? Estas solo. Es hora de saldar cuentas.” y “La noche es mi momento”.

Siguiendo el hilo de esta reseña, en cuanto a la importancia o no del fondo, ahí debemos manifestar, que nos encontramos ante una aventura sencilla, sin grandes ambiciones, pero con una clara línea a seguir. La amenaza se torna de casi imposible resolución, cuando vemos como Nyx y sus hijos vapulean al Olimpo, si bien, queda claro que el verdadero peligro son Nyx y el propio Hulk (al respecto en el número 5 de la edición española en su segunda parte, se ven claras las intenciones de nuestro llamemos “héroe”, y sus intenciones nada halagüeñas).

Por lo tanto, ¿siendo una obra sin un trasfondo social, de calado, o con un contenido complejo, es por ello una obra olvidable?, la respuesta es no; y ello puede ser expliacod con una analogía: no por ser “La Princesa Prometida” una película de un contenido sencillo, es peor que “Interestellar”, muy al contrario, dentro de sus géneros y con la finalidad buscada por sus guionistas son dos obras magníficas. Con esta comparación podemos concluir que “Vengadores Sin camino de vuelta” es una aventura con “A” mayúscula, bien planteada y bien resuelta, que supera y mucho, al planteamiento de la serie principal. No olvidemos que todos los comics que la forman son numerados dentro de la serie principal, por lo que su importancia tiene o tendrá.

Siguiendo con la reseña, debemos entrar en el apartado gráfico. Al igual que en la parte de guion, aquí el equipo se conforma con Paco Medina, Sean Izaakse y Carlo Barberi. Los tres dibujantes son más que solventes, si bien Sean Izaakse sobresale sobre el resto, el cual podría recordarnos a Mark Bagley o Leonard Kirk, que, sin ser “Hot Artist” son muy buenos artistas, como lo es Izaakse. No se pretende considerar que Paco Medina sea pero dibujante, pero en conjunto Izaakse es más completo y constante. Un ejemplo de lo dicho respecto a este autor se aprecia en el número 5 de le edición Panini Comics, su trazo es rápido, debido a la premura de entregas, muy posiblemente, y por ello Sean Izaakse en más completo y constante en su obra. En cuanto a los fondos de las viñetas no existe comparación posible entre la labor de Medina e Izaakse; y el dibujo de «Conan El Bárbaro» con el que acaba la entrega 3 de la edición Panini, con Wanda apoyada en él, nos hace soñar con que sea el sustituto de Mahmud Asrar.

Como conclusión, estamos ante una obra notable, superior a la media de grandes Sagas de Marvel, e incluso que la serie principal de Vengadores, en cuanto a guion. Igualmente, nada tiene que desdeñar respecto al aspecto gráfico respecto a la serie de Aaron. Un gran “pero” que podemos reseñar de esta serie, aunque sea de modo colateral, es el hecho de que, si bien es una exigencia de los mandamases de Marvel, la inclusión de Conan, en esta Saga, debería haberse quedado en este punto, habiéndose convertido en la “caja de Pandora”, permitiendo, incluso un especial de «Conan 2099«, sin saber si se extenderá a más números, ¡Crom no lo quiera!!!.

Y cerrando el círculo con el cual hemos empezado esta reseña, debemos tener claro que, si bien se abre una bifurcación entre la manera de entender a los Vengadores de esta miniserie, y la seguida por Jason Aaron, no tenemos por qué elegir, sino complementar, y entender que el mundo del comic sigue tendencias, y momentos, y que siempre quedará el regusto por aventuras de corte clásico, como la que tenemos ahora entre manos, pudiendo también, y ¿por qué no? leer series actuales de corte “bestseller”, como divertimento distinto y que busca otro sector de lectores.