Aunque no muchos lo recuerden y a día de hoy sea uno de los nombres fuertes de DC Comics, el principal precursor del resurgir de muchas de las colecciones señeras de dicha editorial como Green Lantern, JLA, Action Comics o The Flash e incluso uno de los personajes clave en las adaptaciones cinematográficas de sus personajes Geoff Johns militó durante dos años, de 2002 a 2004, en las filas de Marvel Comics. Su etapa más larga en la Casa de las Ideas la vivió escribiendo varios arcos argumentales a lo largo del Volumen 3 de la serie de Los Vengadores y durante ese run compartió trabajo con el protagonista del día que nos ocupa, el brillante ilustrador francés Olivier Coipel, pero a eso volveremos más tarde. La historia en la que los autores de El Día Más Brillante y Thor, respectivamente, colaboraron codo con codo fue aquella Avengers: Red Zone que se publicó entre febrero y octubre de 2003 y la misma que Panini Cómics recopiló, junto a otros números previos que servían de antesala a dicho relato, en uno de los números la primera etapa del coleccionable Marvel Héroes, aunque lógicamente su primera edición en España se produjo en la versión en grapa de la colección de los Héroes Más Poderosos del Planeta.
A los Vengadores, ahora bajo la supervisión de las Naciones Unidas por medio de la intervención como enlace de Henry Gyrich, se les encomienda una complicada misión consistente en detener un letal arma biológica liberada y localizada en las inmediaciones del Monte Rushmore que está cobrándose la vida de miles de personas. El grupo de superhéroes formado por Hombre Hormiga, Bruja Escarlata, la Visión, Pájaro de Guerra, Hulka, Sota de Corazones, Iron Man, Halcón y Pantera Negra así como liderado por el Capitán América deberán, por un lado, detener la nube tóxica antes de que se extienda por todos los Estados Unidos y de esta manera erradique toda señal de vida a lo largo y ancho del país, y por otro enfrentarse con el Secretario de Defensa del gobierno americano, Dell Rusk, que parece ser, junto a los hombres I.M.A, el ejecutor de dicho ataque bacteriológico contra norteamérica. Finalmente cuando los superhéroes comandados por Steve Rogers se enfrentan al ideólogo de la situación extrema a la que se enfrentan descubren que detrás de su identidad se encuentra un viejo conocido de su galería de villanos como Cráneo Rojo que ha decidido abrazar por fin el «Sueño Americano» para adaptarlo a su ideologia nazi en la que las minorías étnicas no tienen cabida y deben ser eliminadas de la ecuación.
De manera bastante inteligente y con la sana intención de localizar espacial y temporalmente lo que más tarde vendrá a ser la miniserie Zona Roja Panini Cómics decidió incluir en el tomo del coleccionable de Héroes Marvel que nos ocupa lo números previos a dicho arco argumental para hacer más comprensibles algunas situaciones como el estatus en el que por aquel entonces se encontraban personajes como Sota de Corzazones, una bomba nuclear andante si no pasaba catorce horas diarias confinado en la Sala Cero, Scott Lang, que luchaba en los tribunales por la custodia de su hija Cassie, Henry Gyrich, que pasaba a colaborar activamente con los Vengadores ejerciendo la labor apuntada en el párrafo anterior o presentar al personaje de Dell Rusk que más tarde copará un protagonismo capital, por razones lógicas si tenemos en cuenta que detrás de su rostro se encuentra Craneo Rojo, al convertirse en el villano de la velada. Estos dos números que están escritos por Geoff Johns y dibujados con oficio por Gary Frank e Iván Reis sirven para poner las piezas en el tablero y plantear los puntos de partida que más tarde se harán relevantes en las entregas que el guionista de Batman: Tierra Uno compartirá con el dibujante de Dinastía de M.
Ya en lo referido al arco argumental Zona Roja en sí nos encontramos con un extraño híbrido cuya peculiar naturaleza está justificada por la época en la que fue gestado. Por un lado nos encontramos con un relato 100% Geoff Johns en el que pone en funcionamiento sus vastos conocimientos de la imaginería superheróica ejecutando una pieza que desde un punto de vista estructural es eminentemente clásica, en este caso en ocasiones hasta con una derivación de Serie B que lo emparenta con la literatura pulp, muy deudora de los maestros del género como Chris Claremont o el mismo Stan Lee, pero envolviendo la historia con un acabado estilístico rabiosamente contemporáneo o al menos deudor del que imperaba en aquellos primeros 2000 en el que pararemos más tarde a la hora de hablar de la labor de Olivier Coipel. Por otro lado nos encontramos con un producto de ficción diseñado en pleno fervor patriótico como respuesta por parte de los Estados Unidos a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, a lo que habría que sumar una guerra de Iraq en pleno apogeo, y eso por desgracia se deja notar en algunos aspectos del proyecto, no por la sobredosis de proselitismo, algo indivisible a la personalidad del Capitán América desde su nacimiento como personaje, sino porque la importancia de la misma en la serie parece solapar la coherencia de su conjunto.
Siendo un cómic que se lee con agrado y con bastantes aciertos en cuanto a retrato de personajes y planteamiento inicial no es el de Zona Roja una de los mejores guiones Geoff Johns. Mientras en sus primeros compases el devenir de acontecimientos fluye con oficio y el autor de Green Lantern: Origen Secreto va construyendo las bases que sustentarán el argumento una vez se desenmascara del villano las decisiones arbitrarias, los agujeros de escritura y los deus ex machina comienzan a desfilar sin mesura ante nuestros ojos desmontando varios de los hallazgos que el arranque de la saga había expuesto con bastante acierto. A esta serie de deficiencias se une el trazo bastante grueso con el que el autor trata de realizar paralelismos con la situación de Estados Unidos por aquel entonces acentuando la idea de convertirse en un país fuerte contra enemigos externos que vinieran a atacarles, pero haciendo oídos sordos a los problemas dentro de sus fronteras que en no pocas ocasiones son los catalizadores de dichos ataques, por otro lado, del todo reprobables. Como previamente hemos mencionado este discurso no es ajeno a Steve Rogers y sus colaboradores, pero en esta ocasión pareciera como si Johns le diera más importancia que a la adecuada estructuración del libreto que tiene entre manos y que no es todo lo efectivo que debiera.
Su etapa en la colección de los Vengadores supuso la primera colaboración oficial de Olivier Coipel en Marvel Comics y su estilo todavía estaba bastante lejos del que adquirió con los años y que actualmente se puede considerar uno de los mejores del medio. La labor del francés en Zona Roja muestra a un ilustrador primerizo con un trazo todavía tosco, grueso en ocasiones y con tendencia a un feismo que choca frontalmente con el línea normalmente limpia y clara con la que se identifica al grupo de superhéroes más famoso de la Casa de las Ideas. Aunque su trabajo a lo largo de los números que componen la saga es realmente estimable todavía necesitaba buscar su camino como artista, despojarse de la influencia de los autores que le inspiraron en sus inicios, porque entre un diseño de personajes algo exagerado en cuanto a expresividad facial y corporal y un tono tenebrista que, aunque congeniaba bien con el matiz oscuro de la historia de Johns al guión, se antojaba en no pocas ocasiones algo forzado ya se vislumbraba al dibujante superlativo que todos conocemos hoy y que dejaba pequeñas perlas como la delineación de varios de los fondos que sirven como localizaciones y una visión estética del Capitán América que transmite épica y rotundidad física en todas las viñetas que protagoniza.
Los Vengadores: Zona Roja es una historia correcta que a pesar de sus fallos y carencias mantiene el interés del lector gracias a un argumento adictivo y una historia bastante más dura y visceral de lo habitual en los Vengadores, así como un dibujo no del todo perfecto, pero sí harto interesante por parte del encargado de su apartado gráfico. Johns todavía continuaría durante unos números más en la colección realizando otros dos arcos argumentales, La Búsqueda de Hulka y Confianza Mundial, aunque ya con otros ilustradores como Steve Sadowuski, Scott Kolins, Kieron Dwyer o de nuevo Iván Reis para poco después partir definitivamente hacia DC Comics y allí construir la mayor parte de su carrera editorial. En lo referido a Olivier Coipel siguió cimentando su porvenir entre las paredes de Marvel Comics interviniendo, sobre todo, en eventos como Civil War II, Asedio, Vengadores vs. X-Men o el ya mencionado Dinastía de M y en colecciones como la de Thor de J.M. Straczynski en la que dejó grabada su impronta y una evolución como artista que lo ha llevado a convertirse con el paso de los años en una de las personalidades más relevantes del cómic comercial contemporáneo con una obra no demasiado prolífica de la que siempre esperamos con avidez y altas expectativas su último proyecto a los lápices.
¿En serio un 6’7? Fumáis algo extraño en la redacción, sino no se explica que a lo de Orlando el otro día se le de un 7’7 y a Zona Roja, una de las mejores sagas vengadoraa y una de las mejores obras de Johns (y de Coipel!) un miserable «Bien».
Aquí una mini-reseña más acorde al cómic. Zona Roja es uno de las mejores sagas que se han escrito sobre «Los Héroes Más Poderosos de la Tierra», por construcción, por interés y por calidad. Viene precedida por dos números autoconclusivos centrados en Sam Wilson y en Scott Lang y Jack Heart que son gloria, en especial el segundo. Y las consecuencias se harán notar en «La búsqueda de Hulka», dónde vemos de dónde ha sacado sus influencias Mariko Tamaki. Zona Roja trata sobre el terrorismo en un momento crucial en la historia de los USA (después del 11S) y usa para ello una especie de pandemia en forma de humo, causada por un agente biológico, que se extiende alrededor de un lugar tan emblemático como el Monte Rushmore, y la historia no se corta un pelo con las muertes, por lo que vas a ver parejas, niños y madres morir. Por no hablar del villano, para no spoilear. Cada vengador tiene su momento, siendo para mí los favoritos Pantera Negra, Ms Marvel, Hulka y el Capi. Y es la única saga en la historia que hace que te intereses un poco por ese absurdo personaje que era Sota de Corazones (Jack Heart) y que sólo Geoff Johns pareció entender.
Siendo fan de Johns y habiendo leído prácticamente todo lo que ha escrito, sitúo Zona Roja entre sus obras TOP, junto al Flash con Kolins, La Guerra de los Siniestro Corps y ciertos momentos de la JSA. Vamos, Geoff en su mejor momento, y haciendo una saga que si la llega a firmar Bendis, con lo que le gusta el calvo a Clemente, la tendríamos reeditada en Marvel Deluxe, HC, encuadernación holandesa y demás. Si esta saga no lo petó más en su momento fue porque convivió con los X-Men de Morrison y el Spidey de JMS, entre otros, tuviendo que hacerse el hueco entre los últimos ramalazos de la fiebre mutante.
De verdad, tenéis el deber de informar, y de un tiempo a esta parte desinformáis.
Gracias a Dios que te tenemos a ti como adalid de la verdad.
Detrás de un follón te metes en otro. No dudas en faltar a quien no opine como tú, bien sea lector o redactor. Por otra parte, cuando alguien comparte opinión contigo le comes el ojete. Tienes un grave problema earbudds.
Muy buen análisis, hay que destacar que Johns también se manda una critica velada a la idiosincracia estadounidense, cuando Craneo Rojo habla de abrazar el sueño americano no hay que olvidar que el nazismo de donde tomo varios de sus preceptos.
Lo lei hace bastante tiempo y no lo recuerdo demasiado bien , si que recuerdo que no me dejo buenas sensaciones y que me costo acabar el tomo. Acostumbrado al Jonhs de dc lo vi muy poco inspirado en marvel, sin parecerme un comic suyo, la reseña si lo reconoce,quizas tenga que releerlo . Tambien historias ,con preocupacion evidente por el contexto comtemporaneo que las rodea , me dan pereza. A otro nivel , el sheriff de King ,de sus grandes obras ,es la que menos me gusta por este motivo aunque precisamente lo mas interesante sea la manera de tratar el dia a dia en zona de guerra.
Tendría que volver a leérmela, pero en su día no me pareció nada del otro mundo, y Coipel, como bien decís aún no había «solidificado» su estilo. Pero sospecho que si la leyera hoy la disfrutaría más, por aquel entonces acababa de terminar la etapa de Busiek y Johns supuso un cambio de estilo que me chocaba mucho, pero ahora mismo creo que sabría verlo con mejores ojos.
Yo la he releído hace poco y me ha gustado muchísimo más que cuando la leí por primera vez recién publicada en España.
Y respecto a esto: «no se explica que a lo de Orlando el otro día se le de un 7’7 y a Zona Roja, una de las mejores sagas vengadora y una de las mejores obras de Johns (y de Coipel!) un miserable “Bien”», la etapa de Jones en Vengadores le da mil vueltas a su misma etapa en JL y a la etapa de Orlando en JLA.
Concuerdo con Pau, no tengo buen recuerdo de esos cómics. Me gustó el dibujo y poco más. Historia poco interesante y resolución que no me convenció. Quizás mejore en una relectura.
Con esta reseña estoy en desacuerdo, en mi caso sigue siendo una gran historia de los Vengadores, me parace un estupendo trabajo el realizado por Johns aquí, puedo decir en realidad que me gusta toda su etapa, logra recuperar personajes que hacia rato no pasaban por la colección y lograr jugar con sus conflictos y virtudes de una manera muy inteligente.
Toma cosas de Busiek como es intentar acrecentar el número de miembros y hacer rotación constante e incluso se anima a reciclar conceptos y traer a colación viejos dilemas sin la necesidad de hacer absurdos retcons como otros autores de la actualidad.
Cuando uno lee sus posteriores trabajos en Flash o Green Lantern se da cuenta que él emplea un sistema para contar sus historias que facilmente uno lo puede identificar aquí.
Tal vez el único número que lamento de toda su etapa fue la forma en que acabó con Jack of Hearts, hasta el día de hoy pienso que si hubiera seguido no hubiera hecho falta recurrir a Bendis en forma posterior.
¡Gracias a todos por comentar!
Leí por primera vez Zona Roja hace años cuando me encontraba comprando el coleccionable de Héroes Marvel en mi kiosko habitual. Por aquel entonces me pareció una buena historia de los Vengadores, bien escrita y con un dibujo destacable de Coipel. No me volvió loco, pero me agradó.
Mientras preparábamos el Olivier Coipel Day decidí participar reseñando Zona Roja y para ello releí el arco argumental años después de la primera vez y mi impresión fue más negativa porque en esta ocasión al relato le he notado mucho las costuras. En la segunda mitad de la saga Johns empieza a tirar balones fuera o a justificar de manera bastante pobre el por qué Cráneo Rojo ha llegado tan alto en el gobierno de Estados Unidos o a utilizar endebles excusas narrativas como que dentro de la información falsa que Henry Gyrich le pasó al villano había «alguna verdadera» que le ayudó a sacar adelante su plan. Todo un cúmulo de arbitrariedades que desarman la buena construcción inicial de la miniserie.
Sigo manteniendo que es una historia que se lee agradablemente y que Coipel hace un buen trabajo a los lápices, aunque lejos del que más tarde ejecutó en Thor que es muy superior, pero me parece un arco argumental que palidece irremisiblemente ante las verdaderas grandes sagas de los Vengadores como Asalto a la Mansión, La Guerra Kree-Skrull o Vengadores Para Siempre.
¡Un saludo!
No hay casi ninguna saga vengadora que se acerque a las tres que acabas de mencionar.
Personalmente pongo a su altura o llegando cerca: La guerra Kree-Shiar, La saga de Proctor de Harras y Epting (un culebrón a siete bandas en los que los Vengadores secundarios son más interesantes que los principales), la saga del Olimpo y… esas son las que me vienen a la memoria ahora mismo
La Saga de Korvac y la Madonna Celestial, en mi opinión, se quedan bastante cerca del Top 3… Por lo demás, totalmente de acuerdo con La Saga del Proctor, y no tan lejos pondría sagas como Ultrón Ilimitado, la etapa de Hickman o incluso los Nuevos Vengadores de Bendis hasta Asedio, salvo momentos puntuales…
Pero Zona Roja bien arriba y cerca del TOP.
Ultrón ilimitado es excelente, bien nombrada ahí.
La de Proctor… fue la época que dejé de coleccionar grapas de vengadores (al poco abandoné también los X-men y casi todo lo que se publicaba en forum). Recuerdo unos giros de personalidad en personajes como el caballero negro que no me cuadraban y unos protagonistas siempre enfadados. Además en algunos momentos estaban intentando imitar la estética y estilo narrativo de los X-men post Claremont y la verdad no me cuadraba nada de nada en los vengatas.
De hecho volví a coleccionar cuando comienza el volumen 3 (Busiek!) y diría que casi todo lo que narra en esos primeros 56 números me gustó más que la etapa de Johns en su momento. Pero después de leer tantos comentarios positivos voy a darle una relectura (siempre que lo he hecho me he detenido en la saga de Kang, no paso de ahí) y lo valoraré con mente abierta.
No es de las mejores etapas de Johns, estaba demasiado verde aún, pero no está mal esta etapa.
Este Coipel «verde» es mejor que el 90% del resto de dibujantes de la época, incluso de hoy día
Zona Roja fue un muy buen arco, me lo pasé muy bien leyéndola. Cráneo Rojo tenía una vuelta de tuerca muy arriesgada al poner frente al espejo la hipocresía del conservadurismo (en este caso americano) y sus paralelismos con el fascismo, además de que sigue un hilo muy clasicote que a los vengatas les sienta como un guante. Además, ver a T’Challa partiéndole los morros a Cráneo Rojo me dio más placer que ver al Capi mil veces hacer lo mismo. Para ser que fue una etapa de transición, larga y con muchas incógnitas, GJ lo hizo bastante bien, al menos con este arco en particular, que por algo es el que más recuerdo. Y Coipel está genial, me gusta ese equilibro entre cartooniano y estilizado