Edición original: Lune d’Argent sur Providence (Vent d’Oust).
Edición nacional/ España: Junio 2014 (Yermo Ediciones).
Guión: Eric Herenguel.
Dibujo: Eric Herenguel.
Entintado:.
Color:.
Formato: Cartoné. 136 págs.
Precio: 30€.
Yermo Ediciones amplía su catálogo de obras dedicadas al género del western con esta interesante propuesta que mezcla elementos de terror, en la que un apacible pueblo de la costa Este de los Estados Unidos se ve asediado por unas terribles criaturas que sembrarán el pánico y la destrucción. Un excelente ejemplo de la reciente BD que se está haciendo en Francia obra del interesante Éric Hérenguel y que nos llega en formato integral.
El cómic franco-belga siempre ha sentido una especial fascinación por un género tan genuinamente norteamericano como es el western. Obras fundamentales de la BD como Lucky Luke (Morris) o El Teniente Blueberry (Charlier – Giraud) son auténticas piezas de género, ambientadas en ese marco temporal y espacial al que se suele circunscribir dicho género y protagonizadas por verdaderos cowboys desde el sombrero hasta las botas con espuelas, y la presencia del western en las páginas del cómic franco-belga ha seguido firme hasta nuestro días con obras como W.E.S.T (Dorison-Nury-Rossi) o Bouncer (Jodorowsky-Boucq). Yermo Ediciones ha incorporado a su catálogo varios títulos de western, más o menos recientes, como Black Hills 1890 (Swolfs-Marc-Renier), Deadline (Bolle-Rossi) o la recién publicada El Carro de Tepsis (Rossi-Bonifay). Por esto no es de extrañar encontrarnos un título como Luna de Plata sobre Providence, un western de tintes fantásticos realizado en solitario por Éric Hérenguel, autor conocido sobre todo por la serie de fantasía Krän, aun inédita en España.
La acción se sitúa en 1880, en Providence, un pueblo de New Hampshire cuya tranquilidad ha sido rota por una serie de violentos asesinatos aparentemente provocados por una terrible bestia. El sheriff James Stuart, acompañado de una misteriosa forastera, deberá descubrir al asesino aunque no será tarea fácil ya que tendrá en su contra a Dixon, un cazarrecompensas contratado por el alcalde que se aprovechará del miedo y de los prejuicios del pueblo para lanzar una caza de brujas entre los indios de la región. Mientras las diferentes facciones se enfrentan, las muertes se suceden y amenazan con acabar con la ciudad.
Una de las primeras cosas que llama la atención de este cómic es su ambientación. Aunque nos encontremos ante un western, se sitúa en la costa Este de los Estados Unidos lo que hace que sus paisajes no sean los habituales del género ya que aquí no encontramos grandes praderas ni llanuras polvorientas sino verdes montañas y espesos bosques. La ambientación en la Costa Este también nos aleja del salvaje territorio de frontera donde habitan tipos duros y forajidos y nos lleva a territorios más civilizados donde la gente de gatillo fácil no está bien vista. El otro elemento diferenciador de esta obra es el toque fantástico del relato. No es extraño encontrar elementos fantásticos en historias del Oeste, muchas veces relacionados con leyendas indias, pero en esta ocasión el autor se encarga de dejar bien claro desde casi el principio, en una brillante secuencia de puro terror, que la amenaza que acecha a la ciudad es de carácter sobrenatural. Estos dos elementos hacen que nos encontremos ante una historia que está relacionada casi a partes iguales con clásicos cinematográficos del género como Winchester 73 o El día de los tramposos (obras citadas por el propio autor) como con las historias fantásticas de escritores como Stephen King o el propio H.P. Lovecraft.
El trabajo de guión de Hérenguel destaca sobre todo en la primera mitad del relato en la que se encarga de presentar el escenario y los personajes principales. El autor teje con cierta habilidad el misterio sobre los asesinatos, dejando claro quién es el responsable de los mismos pero ocultando los motivos y la relación con los habitantes del pueblo. El escenario que plantea el autor resulta interesante y lo adereza con unas cuantas secuencias de acción sobrenatural que sin duda son lo mejor de toda la obra. En esos momentos Hérenguel sabe trasmitir perfectamente el nivel de amenaza que suponen los responsables de los asesinatos gracias a un potente apartado gráfico y una excelente narrativa. Mientras que la labor del artista para plantear la historia resulta excelente, no se puede decir lo mismo en lo que respecta a su resolución, para la cual Hérenguel se pierde en excesivas explicaciones y referencias internas que no llevan ningún sitio (la relación de Dixon con los indios, por ejemplo) y en la que falta cerrar algunos cabos sueltos planteados durante el relato. Aun así, en ese tramo final de la obra, el autor aun se reserva algún que otro giro argumental sorprendente y unas cuantas imágenes terroríficas (me gusta particularmente la de la criatura encarándose contra una locomotora a toda velocidad).
Donde la labor de Hérenguel no flaquea en ningún momento es en el apartado gráfico, donde el artista realiza un trabajo excelente con un dibujo detallado y expresivo, de líneas dinámicas en el que contrasta el trazo claro de las escenas diurnas con el trazo más oscuro y salvaje de las escenas protagonizadas por los seres sobrenaturales. Un excelente trabajo que destaca tanto en la ambientación como en el diseño de personajes y, sobre todo, en la recreación de los elementos fantásticos y en las escenas de acción. Todo ello rematado por un gran trabajo de coloreado donde se mezcla el color directo con acabados por ordenador que ayudan a potencias la atmósfera sobrenatural del relato.
En resumidas cuentas, estamos ante un excelente (y maravillosamente dibujado) ejercicio de combinación de géneros en el que el autor consigue un acertado equilibrio entre los diferentes elementos de la trama y que ejecuta con elegancia y un fino sentido del humor a pesar de que resulte más interesante su planteamiento que su resolución.
Pues tenía mis dudas y no me decidía a pillarlo. Pero me has convencido, Ugartondo.
Además, el que esté ambientada en la costa este hace que me interese más. No sé por qué; supongo que le da un matiz distinto al de la mayoría de westerns. O no, yo que sé, si no me lo he leído, pero, boh, yo ya me entiendo…
Retranqueiro: Pero me has convencido, Ugartondo.
¿Por qué siempre os dirigís a los redactores por el apellido? ¡Que son personas humanas con su nombre de pila!
Hombre, es que hay nombres de pila que da apuro decir en público. El mío, por ejemplo, es Alcalino.
Y, no sé, la verdad, supongo que es en parte el no querer tomarse demasiadas confianzas (al menos hasta que notes que te las permiten), en parte porque es menos común Ugartondo o Gavilán que Alejandro o Daniel.
El caso es que no sé muy bien por qué. XDD
Lo he leído ya dos veces y he disfrutado como un enano con este cómic, el dibujo es impresionante pero es que el color es una pasada, el guión es interesante con personajes de todo tipo, guiños a los cómics de terror, el diseño de los monstruos increíble, totalmente de-acuerdo con la reseña y muy recomendable si os gustan las mezclas de genero, hay acción, aventura, intriga, terror y hasta humor.
Yermo no deja de sorprenderme se ha convertido ya en mi editorial prioritaria en apenas unos meses, espero que tenga éxito y siga así muchos años.
Pues lo de que me llamen Ugartondo no me resulta extraño. Donde crecí había más Alejandros que días de la semana y en el cole y con los colegas me acostumbraban a llamar por el apellido. De todas formas, podéis llamarme Alejandro, que aquí hay confianza.
Respecto al cómic, la ambientación en los bosques de New Hampshire le da un toque especial y no he podido evitar pensar en autores como Poe y, sobre todo, Lovecraft por ese rollo de libros prohibidos y deidades ancestrales.
Yermo también se está ganando mi aprecio con la selección de BD que está haciendo y por traer las obras recientes de John Byrne.