Luuna. Volumen 1

 

Edición original: Luuna 1: La nuit des totems, Luuna 2: Le crepuscule du lynx, Luuna 3: Dans les traces d’Oh-Mah-Ah (Soleil).
Edición nacional/ España: Abril 2015 (Yermo Ediciones).
Guión: Didier Crisse.
Dibujo: Nicolas Keramidas.
Color: Bruno García.
Formato: Cartoné. 176 págs.
Precio: 34,00€.

 

Yermo Ediciones recupera la edición de Luuna, la serie juvenil escrita por Didier Crisse (La Espada de Cristal) y dibujada por Nicolas Keramidas, en la que una joven india tendrá que hacer frente a la maldición de poseer dos totems, uno de los cuales le hace cometer maldades las noches luna llena. Crisse nos ofrece un entretenido relato de aventuras fantásticas construido sobre la mitología amerindia y con muchos toques de humor.

Aunque Didier Crisse es más conocido por su faceta de dibujante, sobre todo gracias a su participación en el clásico de aventuras fantásticas La Espada de Cristal, también ha ejercido como guionista en más de una ocasión. Sus inquietudes como escritor siempre han estado orientadas al ámbito fantástico y rara vez ha cambiado de género, aunque si ha explorado muchas variantes del mismo. Con un estilo muy característico en el que el humor juega una parte fundamental y con predilección por personajes protagonistas femeninos, en Luuna nos encontramos un ejemplo perfecto de lo que podríamos considerar una obra cien por cien del autor, aun no estando dibujada por él. En esta ocasión Crisse se decanta por una obra orientada a un público joven con un tema tan básico como es la dualidad entre el bien y el mal que reside en el corazón de todas las personas. Aunque esta no es la única temática de la obra, ya que el guionista también toca otros temas como el respeto por la naturaleza o la amistad.

La historia comienza cuando Luuna, una joven perteneciente a la tribu de los paumanok debe afrontar su rito de iniciación a la edad adulta. Los paumanok son una tribu única cuyo papel es ser el vínculo entre los dioses, la naturaleza y los hombres. Ellos pueden hablar con los animales y también ver a todo tipo de duendes y espíritus que habitan este mundo. Durante su rito, Luuna espera que se le revele su animal totémico, pero la intervención del dios maligno Unkui hará que reciba dos tótems, dos lobos, uno de los cuales es bueno y el otro no. Éste último, las noches de luna llena, se apoderará de la voluntad de Luuna y desatará su lado maligno por lo que la joven se verá obligada a abandonar a su tribu y emprender un viaje, acompañada de sus dos tótems y tres dicharacheros pipintus (espíritus de los bosques), en busca de los hechiceros de las tribus de más allá del desierto del sur con la esperanza de librarse de su maldición.

A primera vista, Luuna recuerda poderosamente a la Pocahontas de Disney, tanto por su ambientación como por el diseño de los personajes de Keramidas así como por el uso abundante de secundarios más o menos cómicos. También coincide en algún tema tratado como el mencionado respeto por la naturaleza aunque parezca ser un tema inevitable siempre que los protagonistas son indios americanos. A pesar con sus semejanzas con el producto Disney, la propuesta de Crisse tiene suficientes elementos propios distintivos como para tener entidad propia. Pese a que el planteamiento del guionista no es excesivamente original, el primer álbum de la serie resulta entretenido y plantea un escenario que puede dar bastante juego. No ocurre lo mismo con los dos siguientes álbumes de la serie, en los que la premisa establecida (el viaje al sur en busca de los hechiceros que librarán de la maldición a la protagonista) se ve relegada a un segundo plano por otras tramas con poca relación con la principal. Es precisamente esta falta de foco, y lo cargante de alguno de los personajes secundarios, el principal problema de estas entregas y el guionista sólo consigue recuperar el interés del lector al final del tercer álbum con un sorprendente cliffhanger.

Al contrario de lo que pasa con el guión de Crisse, el dibujo de Keramidas va de menos a más y en el tercer álbum su trazo está totalmente consolidado. Su pasado como animador del Studio Disney se deja notar en los diseños de todos los personajes y en la expresividad y fluidez de sus figuras. Con tendencia a la exageración de las proporciones en los personajes humanos, su trabajo en los secundarios es notable, especialmente en todas las variedades de pipintus (espíritus de la naturaleza) que van apareciendo y que resultan de lo más entrañables.

La serie fue publicada por Norma Editorial hace unos cuantos años pero quedó inconclusa. En este primer volumen integral, Yermo recoge los tres primeros álbumes de la serie (los mismos que publicó Norma) y ha anunciado que la completará con dos integrales más que recojan los seis álbumes restantes que componen la serie. Este primer tomo, además, incluye un completo dosier elaborado por Keramidas y Bruno García, el colorista del álbum, donde se puede apreciar el trabajo preparatorio de la serie a través de gran cantidad de bocetos y de los estudios gráficos para las portadas.