La edición que Madman se merece
Hemos hablado mucho de la explosión del cómic independiente en la última década (y algo más). De cómo ha aumentado la cantidad, dando muchas obras de gran calidad y temática diferente que demuestran la variedad del mundo del cómic. Pero también ha habido otra consecuencia, a saber, mirar al pasado. Muchas pequeñas editoriales dieron lugar, en años anteriores, a obras de gran nivel que pasaron más desapercibidas para el público general y que hoy están siendo reivindicadas y, por tanto, recopiladas en ediciones de calidad. Muchas de estas no llegaron a nuestro país o no lo hicieron de forma completa. Planeta Cómic está poniendo la mira en esas obras, historias de ayer y de anteayer, historias que salieron a la luz cuando se producía ese boom editorial (como Chew o Proyectos Manhattan) pero también de los ochenta y noventa. Ahí es donde encaja Madman y su nueva edición.
De hecho tanto Planeta como Norma habían traído al personaje a España, casi todo lo que vemos en este integral ya había aparecido bajo estas editoriales, pero no todo, no tan ordenado y se quedó a medias, algo que viene a corregir este formato integral con el Library Edition, originalmente publicado por Dark Horse desde el año pasado, y que estará conformado por tres tomos, ahora sí, con todo, incluyendo miniseries, especiales, algún cruce e incluso otras series donde Madman tiene una importancia enorme, como The Atomics, aunque esto se queda en el tercero de ellos.
¿Qué es lo que tenemos aquí? Pues desde la primera aparición del personaje en Creatures of the Id, una antología de Caliber Press de 1990, las miniseries originales, Madman y Madman adventures (ambas editadas por Tundra y de tres números cada una), la mitad de Madman Comics (su serie más longeva y realizada para Dark Horse) hasta THEY!, una obra en tres partes que estaba inédita hasta esta edición. Todo pensado para quienes quieran disfrutar de la creación de Michael Allred sin fisuras.
Probablemente esto sea lo mejor, poder disfrutar del arte de Allred y ver cómo ha ido evolucionando a lo largo de los años. El dibujante tiene un estilo curioso, bebe del arte Pop, con reminiscencias del cómic de los cincuenta y sesenta pero modernizado. Su narrativa es muy clara, más cercana a tiempos actuales y eso teniendo en cuenta que hablamos de una obra que empezó hace ya treinta años. Con el paso de los números se ve cómo su línea se va haciendo más fina, cada vez juega más con los fondos o la falta de ellos, sabiendo dónde poner la fuerza.
Al principio se nota una fuerte influencia del cómic underground y las revistas de los ochenta, For The Record es un claro ejemplo, pero parece que con los años va retrocediendo hasta encontrar su estilo. Esto a su vez lo hace más atrevido hasta empezar a usar experimentos narrativos en las viñetas. Allred ha sido un dibujante interesante desde sus inicios, pero no siempre fue el que nos sorprendió a todos con obras como X-Force/X-Static o iZombie, ya sin meternos con su estilo mucho más pulido de Silver Surfer, como decía, esto es anterior. El autor consigue su identidad muy pronto y, aunque su evolución ha sido fantástica, aquí podemos disfrutar poco a poco de cómo ha ido cambiando. Y todo ello partiendo de una base, la primera miniserie de Madman, que ya es una auténtica maravilla. Viéndolo no es de extrañar que esto quedase en un segundo plano en los noventa, prácticamente es todo lo contrario a lo que se llevaba en las dos grandes por aquellos años.
No se puede dejar de lado el color ya que el autor ha sabido rodearse de gente de confianza. Primero Han Allred hace un buen trabajo en la miniserie original. El hijo del artista ha retomado la obra de su padre y la ha coloreado para esta edición, lo que le da ese aspecto por el que parece que no han pasado los años, pero lo cierto es que Laura Allred sabe hacer brillar más aún el trabajo de su marido, con grandes contrastes y enfatizando ese tono Pop del artista, que sin duda ella también ha heredado. Muchos premios, entre ellos un par de Eisners, la avalan y demuestra la calidad de su trabajo desde que coge las riendas en el primer número de Madman Adventures hasta las últimas series que hemos visto de la pareja.
Lo cierto es que con la historia pasa algo similar al dibujo, hay una evolución clara y constante. Si bien hay temas recurrentes, lo cierto es que el tono de la obra se va modificando como si estuviera buscando su propia identidad. Las influencias van cambiando aún manteniendo la esencia inicial del personaje. Eso sí, en todo momento se trata de una obra que mantiene grandes diferencias con lo que podíamos encontrar en el mercado por aquel entonces y esto se debe a que sus fuentes para el guion son las mismas que para el dibujo, solo que mezcladas de una forma tan original que, a muchas partes de este tomo, no parece que hayan pasado treinta años, parece una obra más moderna.
Si empezamos con esa pequeña historia llamada For The Record parece que estemos ante una pequeña historia de revista ochentera en la que se usa el humor para narrarnos un origen de corte terrorífico, y esta definición vale tanto para el dibujo como para el guion. Ahora que si pasamos a la miniserie las cosas han cambiado sustancialmente para meternos en una historia que mezcla el terror al estilo de los clásicos de EC con una actitud más inocente y sencilla, cercana a los guiones de superhéroes que hacía Stan Lee en, por ejemplo, las primeras aventuras de Spiderman. De ello resulta una mezcla curiosa y altamente entretenida, donde un hombre vestido como un superhéroe tendrá que escapar de la mafia para salvar a un doctor chiflado, mientras se topa con rarezas de todo tipo que se dedican a experimentar con la ciencia, dando lugar a resultados que se mueven entre lo extraño y lo monstruoso.
Aunque la primera miniserie es realmente entretenida, la chicha llega con Madman Adventures, que es donde realmente se define al personaje, sin desdecir nada de lo ocurrido anteriormente y aprovechando todos los personajes que habían sido presentados.
Esta miniserie consta de tres historias sueltas donde se meten muchos más elementos algo más pulp, pero con un protagonista de una inocencia exagerada. Madman es un hombre sin identidad al que un doctor chiflado resucita y pone el nombre de Frank, por Sinatra, y el apellido Einstein, por el famoso científico, dando lugar a la clara referencia al monstruo creado por Mary Shelley. En muchos aspectos es como un niño, caracterizado por esa inocencia que mencionaba pero con una bondad heredada de su amor por los superhéroes, concretamente por Mister Entusiasmo, un nombre que le viene muy bien.
Allred lo hila todo de manera magnífica, definiendo muy rápido su identidad y alejándose de estereotipos. Eso sí, aquí los referentes van cambiando y se deja de lado ese tono de terror para tocar temas más cercanos a la ciencia-ficción. Habrá acción y algo de romanticismo, aunque no duda en romper con tradicionalismos. Con su gracia y una pizca de humor, se añade un toque melancólico en el personaje en un conjunto de aventuras donde rarezas de circo, viajes en el tiempo, robots, aliens, hombres de negro o existencialismo se dan la mano.
Hay que tener en cuenta que entre ambas miniseries pasan tres años y uno más hay que sumar para ver lo que encontramos después, Madman Comics, la serie regular en Dark Horse cuya primera mitad se encuentra en este recopilatorio.
Con la serie regular ocurre lo mismo. Hay un salto cualitativo en el dibujo, aunque el estilo y la narrativa sigue igual, el nivel de detalle es mayor, así como el juego con la distribución de las viñetas en las páginas. Un Allred más atrevido y muy cercano a sus trabajos posteriores, sin nada que envidiar a estos. La única pega es que esto no ocurre siempre, quizás Allred se veía apurado con los plazos pues a la mitad de esta etapa, en los números intermedios de Madman Comics que se encuentran en este tomo, ese nivel de detalle disminuye considerablemente en los fondos, o simplemente intentaba cosas diferentes porque lo cierto es que es un dibujante capaz de expresar mucho sin necesitar demasiadas líneas. Menos relleno significa potenciar que el lector se fije en la narrativa, eso sí, en detrimento de la belleza que tienen los primeros y los últimos números.
El guion por otra parte continúa la línea de pequeñas aventuras que ocupan uno o dos números pero hay una mayor sensación de continuidad en tanto que va dedicando más páginas que antes a la vida de Frank Einstein en su ciudad, Snap City. Una ciudad que cobra vida cuando el autor la comienza a llenar de seres extraños de todo tipo, no sin dejar de lado su peculiar canto en favor de la diversidad que ya se atisbaba en los primeros números, así como alguna que otra reivindicación artística ligera.
Así Madman pasará más tiempo con sus allegados y otras nuevas incorporaciones mientras cruza sus aventuras con otros personajes de la editorial, Dark Horse en esta parte de la serie, como son Hellboy (como mero figurante) o Big Guy, el robot de Frank Miller y Geof Darrow, con el que comparte un par de números y para el cual el propio Miller escribe sus diálogos. Todo muy bien encajado con ese estilo retro potenciando la estética de los cincuenta. Imita tan bien los rasgos de la época que incluso se hace con esos diálogos en ocasiones inocentes y en ocasiones sobrenarrativos, que quizás llegan a lastrar un poco la obra para quienes no gusten de este estilo, lo cual no deja de ser un defecto muy subjetivo, por poner alguno porque ciertamente es un tomo que se disfruta desde la primera página. Lo cierto es que esta repetición, el indicar en los diálogos lo que Allred ya estaba diciendo con las imágenes, va menguando hasta casi desaparecer en los últimos capítulos del tomo, lo que da pie a pensar en un aumento en la confianza del autor hacia su narración, algo totalmente justificado.
Queda tan solo alabar la decisión de Planeta Cómic. Esta es una obra que debía estar completa en nuestro país y la library edition de Dark Horse, aquí renombrada a Bliblioteca Madmaniverso de manera muy acertada, contiene una selección, un orden y un completismo digno de los mejores elogios. Ilustraciones variadas que unen a artistas tan diferentes como Seth, John Byrne, Matt Groening o Todd McFarlane, páginas cómicas por Paul Pope, Frank Quitely o Peter Bagge y muchas portadas, tanto de Allred como variantes (Alex Ross, Jaime Hernández, Frank Cho… los nombres son interminables) hacen de esta edición una absoluta maravilla.
Se puede echar de menos algún texto introductorio, sí, aunque contiene uno que se hace imprescindible para comprender la inclusión de los tres números de They!, pues se trata de una serie inédita que realizó Michael con su hermano Lee, ahora coloreada por su esposa Laura y su hijo Han, la cual decidieron meter más por una cuestión sentimental que otra cosa. El mismo autor lo admite, por lo que su calidad dista mucho de Madman, pero lo cierto es que se antoja interesante precisamente por ver la evolución del autor y su inmenso cambio con respecto a su primer trabajo, que no hubiera visto nunca la luz si no fuera por esta edición.
Planeta nos lo presenta en un tomo de grandes dimensiones con un papel que no es todo lo grueso que nos gustaría pero sí lo suficientemente bueno para que su lectura sea agradable sin que pese en exceso. Una buena edición que viene acompañada de una buena traducción. Ya somos conocedores que en ocasiones las traducciones de la editorial contienen errores que estropean la experiencia, algunos muy visibles y otros que se captan al comparar con las ediciones originales, pero por suerte este no es el caso. Además hay que tener en cuenta que el lenguaje que utilizan los personajes sigue esa línea retro que Allred da a la historia, con lo que traducirlo no es una tarea recta y sencilla, dando como resultado una ambientación muy buena. En definitiva, a pesar de su elevado precio, merece la pena hacerse con este pedazo de historia del cómic independiente, así como conocer la evolución de uno de los grandes dibujantes de las últimas décadas. Eso sin contar la diversión que nos ofrece.
Lo mejor
• Disfrutar del dibujo de Allred y ver su evolución a lo largo de los noventa.
• Es 100% diversión.
• Es una historia que bebe mucho de cómics clásicos pero que consigue tener identidad propia y originalidad.
Lo peor
• They! está bien como mera curiosidad, ya que no está al nivel de calidad del resto del tomo.
• Algunos diálogos de los primeros números son demasiado explicativos, sin que esto sea necesario. Pero Allred, en su crecimiento, lo va corrigiendo con el tiempo.
Guión - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 9.7
9.4
MAD!
Ya iba siendo hora de que todo un referente del cómic independiente, como es Madman, tuviese una edición completa y cuidada en nuestro país. El trabajo de un autor como Allred debe ser disfrutado de principio a fin.
Obra maestra
Soy al único al que no le gusta Allred?
Eso parece, sí.
Es una pregunta retórica
«Ya iba siendo hora de que todo un referente del cómic independiente, como es Madman, tuviese una edición completa y cuidada en nuestro país.»
Hola DREADSTAR, Holaaaaa? , -kjjjjks- ¿me recibe? -kjjjjjks- ¿Hay alguién vivo ahí fuera? ¿Se me escucha? -kjjjjjks- ¿DREADSTAR?