Abrimos la sección con las novedades de Norma Editorial, que no son pocas. Volvemos al mundo de los integrales con Ciencia Oscura, eso nos da esperanza para ver otras series pronto. El Massive-verse ve otro tomo con un personaje nuevo, el creado por Melissa Flores y French Carlomagno, The Dead Lucky, estaremos atentos a ver si cumple con la frescura del resto de sus series. Vuelve la versión de Frankenstein que vimos en Hellboy en un mundo post-AIDP. Por último tenemos tres obras llegadas de otros medios y que son habituales de la editorial, un especial de Stranger Things, una nueva serie limitada de Blade Runner y un nuevo tomo adaptando Dune.
–The Dead Lucky 1, de Melissa Flores y French Carlomagno, 23 €, Image Comics
–Ciencia Oscura Edición de Lujo 2, de Rick Remender y Matteo Scalera, 39,50 €, Image Comics
–Frankenstein: Nuevo Mundo, de Mike Mignola y Varios Artistas, 19,50 €, Dark Horse
–Stranger Things: Especial Vacaciones, de Michael Moreci, Chris Roberson y varios artistas, 20 €, Dark Horse
–Dune: Las aguas de Kanly, de Brian Herbert, Kevin J. Anderson y Francesco Mortarino, 25 €, BOOM! Studios
–Blade Runner 2039: Luv 1, de Mike Johnson, Mellow Brown y Andrés Guinaldo, 23 €, Titan Books
Y seguimos con la mismo editorial pero su sello juvenil, Astronave, dentro de su ración mensual de obras destinadas a un público infantil y juvenil tenemos la tercera parte de Jonna y los megamonstruos,un trabajo de Chris Samnee, con Laura Samnee y Matt Wilson, que finaliza en este tomo, y El pez mágico, del premiado Trung Le Nguyen, sobre lenguaje e identidad.
– Jonna y los megamonstruos 3, de Chris Samnee, Laura Samnee y Matt Wilson, 15,50 €, Oni Press
– El pez mágico, de Trung Le Nguyen, 21,95 €, Random House
Sorpresón de Moztros que ya nos habían insinuado en nuestro podcast, empiezan con la publicación de Bad Idea en España, y lo hacen con Tankers, la serie limitada de Venditti, Ryp y Dalhouse, nombres bien conocidos por la mejor época de Valiant. Además llega la segunda parte de la noventera Vanish, el exitazo de Cates y Stegman, el séptimo y último tomo de Mighty Morphin Power Rangers y un recopilatorio de Hot Paprika, la versión más explícita de la premiada Sweet Paprika de Mirka Andolfo
– Tankers, de Robert Venditti, Juan José Ryp y Andrew Dalhouse, 18,90€ Bad Idea
– Mighty Morphin Power Rangers 7, de Ryan Parrot y varios artistas, 24€ BOOM! Studios
– Vanish 2, de Donny Cates y Ryan Stegman, 20,90€ Image Comics
– Hot Paprika, de Mirka Andolfo, 16,50€ Image Comics
La gente de Astiberri llega con dos obras para noviembre. Por un lado tenemos la continuación de La ciudad sin nombre, una interesante obra de corte juvenil que constará de tres tomos. Por otro tenemos una nueva historia del Mitos del Huerto de los huesos, Diez mil plumas negras, el nuevo proyecto de Lemire y Sorrentino.
– La ciudad sin nombre 2. El corazón de piedra, de Faith Erin Hicks, 24€, First Second
– Diez mil plumas negras, de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino, 19€, Image Comics
ECC apuesta por el indie en grapa este mes con tres series mensuales en marcha. La primera es Amor Eterno, la obra de Charretier y King llega a su noveno número y sigue adelante. Los años perdidos de El último Ronin pasa de la mitad de la serie mientras que las Tortugas Ninja estrenan una nueva colección, ni más ni menos que un cruce con Street Fighter. Con respecto a los tomos tenemos dos, el quinto de la adaptación del videojuego Dragon Age y el cuarto de la nueva edición deluxe de The Walking Dead.
– Dragon Age: Fortaleza Oscura de Nunzio DeFilippis, Christina Weir y Fernando Heinz, 15,50€, Dark Horse
– The Walking Dead 4 de 9 (Edición Deluxe) de Robert Kirkman y Charlie Adlard, 80€, Image Comics
– Las Tortugas Ninja vs. Street Fighter núm. 1 de Paul Allor y Ariel Medel, 3€, IDW
– Las Tortugas Ninja: El último Ronin – Los años perdidos 3 de Kevin Eastman y varios artistas, 3,50€, IDW
– Amor eterno núm. 09 de Tom King y Elsa Charretier, 3€, Image Comics
Estos dos últimos meses Planeta Cómic ha bajado notablemente su cantidad de cómic independiente USA. Esperemos que sea solo algo puntual, pero este mes solo tenemos el segundo número de Scorched, la serie grupal del universo de Spawn.
–Spawn: Scorched 2, de Todd McFarlane, Sean Lewis y Stephen Segovia, 17,95 €, Todd McFarlane Productions/Image Comics
Este mes en Panini es mes de Omnibus. ¡Y vaya dos! La editorial se decide por recopilar en un solo tomo una de las últimas series de Brubaker y Phillips, la imprescindible Kill or be killed, pero también hace lo propio con las tres miniseries de Kick-Ass, la más famosa colección del Millarworld completa en un integral. Pero no es lo único que sale este mes, tenemos una nueva obra de Mark Millar, con el dibujante español Juanan Ramírez en Night Club.
–Kill or be lilled Omnibus, de Ed Brubaker y Sean Phillips, 60 €, Image Comics
–Kick-Ass Omnibus, de Mark Millar y John Romita Jr, 60 €, Millarworld/Image Comics
–Night Club, de Mark Millar y Juanan Ramírez, 25 €, Millarworld/Image Comics
¡El frío ya está aquí! Las temperaturas bajan y nos empujan a quedarnos bajo la mantita ojeando las novedades que llegan al otro lado del charco. DSTLRY sigue haciendo crecer su floreciente catálogo con lo nuevo de Becky Cloonan y Tula Lotay, aunque para crecimiento el de Skybound, con esa incorporación de G.I. Joe que retomará su publicación por el número 301. Proyectos interesantes los que vemos este mes, como lo nuevo de Michael Dyalinas como autor completo tras su trabajo en Wynd, o lo nuevo de Darcy Van Poelgeest, guionista de Little Bird. También cosas marcianas, como ese Holy Roller que junta al protagonista de Brooklyn Nine-Nine, al bajista de Fall Out Boy y a Rick Remender. Pero nuestros ojos están puestos por supuesto en lo nuevo de nuestra querida Maria Llovet (que estamos seguros de que veremos por aquí muy pronto), la peculiar Rebelión en la granja de Tom King y Peter Gross y la nueva historia de terror de James Tynion IV junto al talentoso Joshua Hixson. ¡A por ellos!
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Muy pocos autores de primera línea quedaban por subirse al barco de BOOM! Studios, pero aún quedaba espacio para uno más. Tom King, el celebérrimo guionista detrás de Visión y Mr. Milagro, entre muchos otros pelotazos, se apunta a la editorial de la onomatopeya junto a Peter Gross (American Jesus) y la colorista Tamra Bonvillain para traernos Animal Pound, una serie en la que los autores pretenden realizar una versión libre de Rebelión en la granja, la legendaria novela alegórica de George Orwell.
Para los que no la conozcan, la historia nos cuenta el alzamiento de los animales de una granja contra la tiranía y la opresión de su amo y el posterior levantamiento de un sistema político en el que, sin embargo, los cerdos terminan haciéndose con el poder y repitiendo los mismos crímenes y abusos que su antiguo dueño humano. Orwell realizaba así una dura crítica contra el sangriento estalinismo que tomó el poder de la Unión Soviética tras la Revolución rusa. King, sin embargo, adaptará el relato a la realidad estadounidense del siglo XXI y abordará las sombras del bipartidismo de su país.
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Cual decoración de El Corte Inglés, James Tynion IV se nos pone navideño con antelación. Y nosotros tan contentos, claro. El guionista de moda del mercado estadounidense continúa con su infatigable racha de efervescencia creativa, pero sin cambiar su fijación por el mismo género de siempre: el terror. El autor de Hay algo matando niños se junta con Joshua Hixson, artista al que hemos podido ver en las inéditas The Plot y Children of the Woods, para formar un tándem que promete traernos de la mano de Image Comics una historia tan oscura como una nevosa noche de diciembre.
The Deviant nos lleva hasta Milwaukee para ponernos en los zapatos de un joven escritor que se encuentra sumergido en una complicada entrevista con un infame asesino en serie, uno que hace 50 años se dedicó a torturar y matar jóvenes enfundado en un disfraz de Santa Claus. Un preso que lleva desde entonces defendiendo su inocencia en un caso que, por culpa de su entrevista, el joven periodista podría estar agitando y despertando de su letargo tras medio siglo. En fin, otro relato de terror del niño bonito del cómic yanqui que no nos podemos perder.
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Zoe Thorogood
No, no nos hemos confundido. Sabemos perfectamente que Zoe Thorogood es una autora y, pese a ello, hemos decidido hablar de ella en la sección de personaje. ¿Por qué? Quienes hayan leído alguna de sus dos obras como artista completa ya se lo podrán imaginar. Para quienes no, se resume en que tiende a imprimir sus historias de un marcadísimo carácter autobiográfico… lo cual no significa que no contengan ficción.
Pongamos el ejemplo más evidente del fenómeno que describimos: su soberbia It’s Lonely at the Centre of the Earth; una obra de la que, por cierto, ya hablamos en esta misma sección hace unos meses y que llegará próximamente al mercado español de la mano de Norma Editorial.
En It’s Lonely at the Centre of the Earth, Thorogood nos sumerge en un recorrido por su vida que abarcará seis de los meses más difíciles a los que jamás se haya enfrentado. Por supuesto, a lo largo del relato nos toparemos con multitud de datos y situaciones que reflejan su realidad de forma fiel. Descubrimos detalles de todo tipo, desde la disposición de su habitación hasta cómo convenció a unos editores de que apostaran por su primer proyecto. Sin embargo, al mismo tiempo, nos encontramos constantemente con elementos más etéreos y escenas menos cotidianas con los que nos queda claro que no todo lo que vemos tiene por qué corresponderse a los hechos tal y como sucedieron.
Siguiendo esa línea, la propia naturaleza de la obra, en la que se busca una narrativa estructurada y satisfactoria, también podría percibirse como un factor de inherente artificialidad. Aunque claro, esto bien podría decirse de muchas otras historias de carácter biográfico, incluso las más asentadas en lo mundano.
Por eso mismo, en los años 80, el sociólogo Pierre Bourdieu propuso la idea de que toda obra biográfica dota a los sucesos de un sentido posterior que no tuvieron en primera instancia, pues la vida es una concatenación de eventos en gran parte incontrolables que no responde a intenciones armonizadas. La visión de Bourdieu resulta interesante porque, de manera general, sí que se podría decir que la vida es una cadena de tropiezos casuales y eventos caóticos en los que, con frecuencia, poco o nada tenemos que decir.
Al mismo tiempo, resulta bastante innegable que nuestras vidas sí dependen hasta cierto punto de nuestros actos. Cada día está repleto de pequeñas decisiones que nos afectan tanto a nosotros como a aquellos que nos rodean. Sí, en muchos casos acabamos a merced del destino, sumidos en un océano de caos cuyas olas nos arrastran a voluntad. Pero no todo el mundo se resiste igual a la marea. Hasta en el caos puede surgir cierto orden. Una serie de patrones de reacción que se repiten.
La labor de una obra biográfica a menudo consiste, precisamente, en identificar esos patrones, ese orden en el desorden, y aprender a interpretarlos. Aprender a desentrañar la forma en que esa persona decide hacer frente a las olas.
Puede que no todo lo que Thorogood expone en su obra se corresponda al completo con la realidad, pero el propósito de todas las escenas es, en esencia, el mismo. Las escenas más terrenales presentan patrones, mientras que las más esotéricas solo enfatizan esos mismos patrones, que se mantienen constantes. Por mucho que estas últimas puedan parecer un ejercicio hiperbólico a primera vista, lo cierto es que parten de la misma o mayor honestidad que las primeras para responder a una pregunta común: ¿quién es Zoe Thorogood?
En ese momento, la cuestión de si los eventos que se nos narran en la obra son más o menos ficticios pasa a un plano secundario. Lo único no ficticio de una persona son los hechos puros, su página de Wikipedia, su apartado dentro de un libro de historia. Pero hace falta ir más allá para conocer al ser humano que se esconde tras el nombre, lo cual siempre conlleva cierto ejercicio de interpretación; una visita a una mente ajena. Y todos sabemos que la mente, con más frecuencia que infrecuencia, tiende a ser de todo menos coherente, ordenada y terrenal.
Con It’s Lonely at the Centre of the Earth, Thorogood se expone a sí misma ante el más violento de los temporales, esos son los hechos. Sin embargo, lejos de acobardarse, ella nos muestra cómo decide enfrentarse al huracán de la forma más valiente, incluso temeraria: atravesándolo por todo su centro.
Como reza con el título de su historia, ese centro, ya sea el del huracán o el de la Tierra, es un lugar solitario; pero a veces es solo allí donde se puede domar el viento, domar el océano, superar el temporal.
Encontrar el orden en el caos. Tu propio patrón. El personaje tras la persona.
La verdad que, quizás, solo se pueda hallar entre un poco de ficción.
Black Terror: Dark Years
El cómic más curioso de Project Superpowers, la franquicia de Dynamite Entertainment de superhéroes de dominio público. En este volumen de Black Terror, el personaje más llamativo de toda la franquicia, el guionista Max Bemis y los dibujantes Matt Gaudio y Ruairi Coleman diseccionaron y satirizaron los cómics de superhéroes modernos en cinco historias autoconconclusivas ambientadas en la convulsa década de los 70.
En el primer episodio tenemos lo que podría ser el comienzo de un relanzamiento moderno de Black Terror, una oscura historia que nos habla de las enfermedades mentales y la lucha diaria de quienes las padece. Acto seguido, los autores nos cuentan una historia de terror sobre una secta que tiene prisionero a Black Terror. En el tercero episodio, posiblemente el mejor de la serie, los autores se cachondean de los retcons en la continuidad de los superhéroes, así como de la violencia en las series de superhéroes adolescentes. Termina la serie con un episodio sobre el trauma de los veteranos de la Guerra de Vietnam y una historia que puede presumir de lograr lo inlograble: darle un siniestro giro de tuerca a los reboots de superhéroes.
Esta descripción de la serie deja entrever por qué permanece inédita. No sólo tiene la serie un personaje que el público hispanohablante reconocerá en el mejor de los casos por su aparición en el sello America’s Best Comics de Alan Moore, sino también un premisa un tanto idiosincrásica en comparación con el cómic Marvel medio. Y leyendo la serie, queda claro por qué es tan impublicable como interesante: todas las historias tienen una mala leche y aspectos perturbadores que rozan el mal gusto. Éste no es un cómic para todos los paladares. Al contrario, exige al lector una alta capacidad para reírse de lo absurdo que pueden llegar a ser las desgracias ajenas de un superhéroe con síndrome de estrés postraumático en una época tan loca en la historia americana como los 70.
Los guiones de Bemis reflexionan sobre la pérdida de la inocencia de la sociedad americana y sus superhéroes, y lo hacen con un poco de psicodelia y sin prácticamente un atisbo de esperanza, metiendo el dedo en la llaga en temas como la depresión o el acoso. Por contradictorio que suene, estas historias tan duras las narra con el estilo de escritura de un cómic de superhéroes y sin escatimar en clichés del género. Se nota que los referentes de esta serie son nombres como Steve Englehart o Steve Gerber. Desde luego no Alan Moore, la gran inspiración de toda deconstrucción del cómic de superhéroes. En opinión de Bemis, la obra del cocreador de Watchmen es insuperable, de modo que no tiene sentido imitar su análisis realista de los superhéroes.
El dibujo de Gaudio y Coleman también se recrea en las miserias de su protagonista, mostrando un mundo tan grisáceo y exhausto como sólo podría la América de los 70, ilustrado con el lenguaje de un cómic de superhéroes. Ni pretenden ni quieren ser realistas extremadamente realistas. No voy a negar que como muchos dibujantes de Dynamite, ambos están demasiado limitados por el estilo de dibujo que la editorial favorece, pero aquí este estilo casa fenomenal con las intenciones del guion. Coleman se muestra especialmente apto para ilustrar las locuras del guionista.
Decía Bemis que su objetivo en esta serie era pervertir un cómic convencional de superhéroes, hacerlo tan extravagante y perturbador que espante a los lectores más conservadores, al igual que analizar el cómic de superhéroes desde una perspectiva diferente a la habitual. Él y sus colaboradores han cumplido su promesa. No hay ninguna otra sátira como ésta en el mercado indie actualmente. Las hay mejores (Bemis no sabe ponerle frenos a su indulgencia, un problema que alcanzó su cenit en su siguiente serie) pero pocas tan interesantes y únicas como ésta.
El equipo recomienda…
– José María Vicente: Tankers, de Robert Venditti y Juan José Ryp, Moztros.
– Igor Álvarez Muñiz: Tankers, de Robert Venditti y Juan José Ryp, Moztros.
– Mariano Abrach: Diez mil plumas negras, de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino, Astiberri.
– Edu Sesé: Diez mil plumas negras, de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino, Astiberri.
– Sergio Fernández: Amor eterno 09, de Tom King y Elsa Charretier, ECC.
– Alfonso del Pino: Amor eterno 09, de Tom King y Elsa Charretier, ECC.
