INTRODUCCIÓN
Y así llega, casi sin darnos cuenta, aunque nos lo están ya recordando desde finales de octubre… aquí la tenemos de nuevo, la Navidad, el mes de diciembre, un mes amado por muchos y odiado por otros tantos, que hace acto de presencia y de nuevo no recuerda que un año está a punto de pasar. Y con todo este llega un nuevo Magazine DC.
Un año más que hemos ido recorriendo las novedades de DC en España, con algunos meses algo áridos en novedades porque las reediciones son la dinámica de cada mes y para no dejaros sin la ración mensual de vuestra sección favorita, este mes se lo vamos a dedicar a la Navidad de forma colateral.
Hablaremos del ansiado y demasiado tiempo pospuesto regreso de Flash a las tiendas desde que dejara de ser publicado en grapa, con la publicación de la Guerra del Minuto, el final de la etapa de Jeremy Adams al frente del Velocista Escarlata y hablaremos también de la llegada a tomo de la serie de Waid y Mora, Los Mejores del Mundo.
Pero claro, también miraremos al pasado en los Clásicos DC y hablaremos de los Especiales de Navidad de DC, cuya tradición hay que ir a buscarla en año 1950 con un protagonista de los más inesperado. No os lo podéis perder.
Y como estamos en Navidad, toca hablar de Lobo. ¿Cómo? Si, así es, hablamos de Lobo y de esa extraordinaria macarrada que es Lobo Navidad Paramilitar…
Y en aniversarios rescatamos uno que hizo grande a Aquaman y que cumple la nada desdeñable cifra de 30 años.
Como podéis ver un Magazine diverso, donde también le dedicamos espacio a la figura de John Paul Leon, que nos dejó hace un tiempo, pero cuyo dibujo nos acompañará siempre.
Aprovechamos estas líneas para daros las gracias por el apoyo que le estáis demostrando a la sección mes a mes, vuestros comentarios hablando de mil y un temas relacionados con DC y los debates sanos y divertidos que nos hacen creer en esta sección y seguir trabajando para que cada mes os resulte atractiva.
Mil gracias.
Y por supuesto, Feliz Navidad. Y no olvidéis que entre viñetas se vive mejor.
TITULARES
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TOMOS DE MIL PÁGINAS
Cuando uno repasa las novedades de ECC del mes de diciembre no puede reprimir un escalofrío. Uno que recorre la espina dorsal y el bolsillo, cuando ve la cantidad de obras editadas, o más bien reeditadas, en formato monobloque, en un solo tomo, que ronda cantidades de páginas de vértigo. Tomos que van desde las 380 páginas a las casi 1300, donde el papel se mide por kilos, al tiempo que otras, de menos paginación, llevan el apelativo de Deluxe.
Mientras, al otro lado del cuadrilátero, quedan ya pocas grapas en publicación, varias de ellas son miniseries, de las cuales dos acaban este mes (Duo Mortífero y Caballeros Oscuros de Acero), dejando ya solo dos series regulares abiertas (Nightwing y Batman) y dos miniseries (Calle Peligro y Acertijo) que acabarán el año que viene en sus primeros meses. Mientras Flash y Los mejores del mundo pasan a acompañar a Detective Comics en tomo que vamos a llamar ligero.
Y con este escenario uno se pregunta si aquí prima el coleccionista o el lector, poniendo en duda que capacidad de lectura que puede tener un tomo de 1200 páginas acompañado por un anillo en un estuche. ¿O es que para poder hacer un producto viable es necesario acompañarlo de una caja? ¿Tal vez el tema es que para poder disponer de la obra completa en un solo tomo sea en realidad lo que aquí importa, porqué en la estantería luce de lujo, mientras uno espera que le llegue un atril para colocarlo y poder leerlo? No estamos ante obras nunca publicadas, sino reeditadas de forma regular y constante, por lo que parecen ser obras editadas para favorecer un regalo a un aficionado al cómic por parte de familiares y amigos al llegar una cita especial.
En realidad, no tengo ni idea. El mercado manda (y ese mercado somos nosotros, los lectores/coleccionistas que como consumidores marcamos el ritmo de ventas) y parece mandar el ir en esta dirección, por lo que no es este el sitio para da respuesta a estas cuestiones, sino solo un espacio donde solo lanzar dichas cuestiones.
Pero claro, frente a este gigantismo, a esta hipertrofia comiquera, también hay otra que se mueve justo en la dirección contraria, y es la edición pocket. Ediciones que tienen un ajustado precio y disfrutan de unas 160 páginas, en las que la obra se reduce en tamaño, para favorecer transporte y lectura, mirando de tú a tú a un super lector, a uno que prima la historia y la lectura por encima de todo los demás. Sin embargo, esta práctica, también recibe críticas, porque maltrata a la obra al verse reducida. No será aquí donde sea así, porque esta iniciativa es la que se necesita, en nuestra humilde opinión, y precisa este género para sobrevivir a la sangría de ventas que sufre.
Dos maneras de editar, dos maneras de vivir el cómic. Muy diferentes y para mercados muy distintos, o mejor, para consumidores, por no hacer distinción entre lector y coleccionista.
Mirando en perspectiva parece que la grapa, el formato por excelencia, el que hacía realidad eso de que el cómic era una forma de cultura popular, para el género de superhéroes, está viviendo malos tiempos…
Muchas son las preguntas y pocas las respuestas. Que cada cual decida como quiere leer, cuanto quiere gastar y disfrute de sus comics favoritos en el formato que desee. Al menos por diversidad que no sea.
Nacido el 26 de abril de 1972 en Nueva York, John Paul Leon es nuestro autor del mes de diciembre.
Autor precoz, su primera colaboración profesional fue a los 16 años, realizando ilustraciones para las revistas de uegos de rol Dungeons and Dragons.
Se formó academicamente en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York donde tuvo profesores con Eisner o Walter Simoson. En esa época realizó su primer cómic de forma profesional. Se trató de RoboCop: Prime Suspect para Dark Horse. Tenía apenas 20 años.
Al año siguiente realizó su primera colaboración con DC Comics, en este caso para el sello Milestone. Se trataba de Static. Colección en la que permaneció hasta el número nueve. Su trabajo en Static era además el proyecto de final de curso de la Escuela de Artes Visuales, tutorizado por Simonson.
Posteriormente Leon se graduó en Bellas Artes.
El dibujante empezó a recibir encargos de Marvel y DC como Logan: Path of the Warlord y The Further Adventures of Cyclops and Phoenix (1996).
Pasó al primer plano al encargarse de la Tierra X, serie limitada que narraba un futuro distópico del universo Marvel con guiones de Jim Krueger y Alex Ross
Posteriormente recaló en diferentes series de DC como Superman, Batman o Challangers of The Unknown.
Con el cambio del siglo, JPL fue “fichado” directamente por Warner Bros pare establecer guias de estilo de las peliculas del estudio vinculadas a DC.
En 2002 publicó dos números de New X-Men y dos miniseries para DC, The Winter Men con guion de Brett Lewis. Estas colecciones se publicaron bajo el sello WildStorm.
Más conocida y celebre es su colaboración con Kurt Busiek, Batman Criatura de la Noche en la que en la línea de Superman: Identidad Secreta del mismo guionista. Debido a los problemas de saludo de JPL la publicación de esta serie se alargó hasta 2019. Allí vemos la interacción de un Batman en el mundo real, pero un Batman especial, más que un personaje es el propio concepto del Caballero Oscuro.
En 2006 publicó el libro para niños Superman: Be a Hero vinculado a la película del kryptoniano, Superman Returns.
Posteriormente colaboró con Tom King para ilustrar el Batman/Catwoman Special #1. Un especial navideño centrado sobre todo en la gata en la que se hace un repaso biográfico del personaje año a año, viajando a saltos por las noches de navidad de Selina. JPL no acabó el número debido a su fallecimiento. Mitch Gerads, Bernard Chang y Tommy Lee Edwards acabaron el cómic con un estilo que pretende parecerse al de Leon, se completó el especial con una historia corta de JPL de Batman B/N y The Question.
De forma postuma también se publicó Jupiter’s Legacy: Requiem, donde Leon dibujó un flashback. Millar dedicó el cómic a JPL.
Leon falleció en 2021 de un cancer colorrectal diagnosticado en 2008. La enfermedad se inmiscuyó en una carrera más que interesante y que además del dolor a amigos y famkiliares, evitó que vieramos en todo su esplendor un artista original que amaba su profesión.
Tommy Lee Edwards creó un fondo solidario para facilitar la financiación de los estudios de la hija de JPL (los americanos y su estado del bienestar).
DC y Marvel le dedicaron sendos homenajes al dibujante, muchos artistas y profesionales del medio mostraron su cariño por JPL además de su admiración por su arte.
John Paul Leon desarrolló un estilo realista y oscuro, donde el contraste entre luces y sombras ayudaba a mostrar una humanidad y verosimilitud de sus personajes y contextos muy acorde con cómics de género negro, policiaco, realista o intimista.
Des de aquí le queremos dedicar un sentido homenaje, lamentar su pérdida y mostrar nuestro cariño a familia y amigos.
¿Os suena un personaje de corte un agresivo, inmortal, malhablado, de carácter chulesco, barba desaliñada, chupa de cuero y con un cierto magnetismo animal? Claro que lo conocéis es Lobezn… Lobo, el ultimo Czarniano, el cazarrecompensas espacial preferido de todo deceita que se aprecie.
El Lobo que conocemos hoy por hoy dista bastante de la idea original y de la versión adolescente que nos presentaron en New52. El personaje tendría su primera aparición en 1983 de la mano de Roger Slifer y Keith Giffen en las páginas del núm. 3 de Omega Men. Aquí se presentaría un personaje de tez blanca, sombra de ojos negra y montado en un scooter espacial. De carácter arrogante y egocéntrico es el último de su especie, extinción llevada a cabo por su propia mano. Este se presentaría como un antagonista de los Omega Men y tardaría unos años en empezar a conseguir fama. Años más tarde con sus participaciones en la Justice League International
El gusto por el personaje granjeado en la JLI llevaría a DC a realizar la miniserie Lobo: el último Czarniano de la mano del mismo Keith Giffen y Alan Grant, donde le cambiarían el look al personaje, dándole una apariencia de motorista y realzando esos rasgos tan característicos del personaje y adaptándolo a la época. Atrás quedarían las mallas de colores estrafalarios propios de la época Glam en la que fue concebido para dar lugar a la estética metalera instaurada en la última década de siglo, véase Zack Wilde. Ahora en sus cabeceras los autores darían rienda suelta a su imaginación y liberaron toda su testosterona con el personaje quitando cualquier filtro que se pudiera imaginar por aquel entonces.
Los noventa serian la consolidación del personaje teniendo recurrentes arcos argumentales en los que Lobo protagonizaría unas cuantas historias de carácter argumental cerrado, de corte humorístico y sobretodo violento. La sangre, los descalificativos y la acción serian recurrentes en sus páginas. Destacar el afán por cruzar al personaje con otras franquicias dentro y fuera de DC: Lobo y Mask, Lobocop, Lobo.City
Hoy en día a quedado como un carácter secundario dentro del elenco de DC, sirviendo como contrapunto a alguno de los personajes con moral más intachable. A destacar el duo que ha conformado con Supergirl en diferentes historias en las que sus caracteres chocan tirando uno del otro y el otro del uno.
Con motivo de la proximidad de las fiestas navideñas desde este post queremos recordar el especial Lobo Paramilitary Christmas en la que el cazarrecompensas es contratado por el conejo de pascua para acabar con Papa Noel. No es el comic del siglo, tampoco lo intenta, pero no hay muchas historias en las que el anciano de rojo se enfrente a machete con un cazarrecompensas espacial.
ENCUESTA LOBO
Y ha llegado la hora de la verdad…
BATMAN Y SUPERMAN – LOS MEJORES DEL MUNDO: ELEMENTAL
Nos llega otra serie que abandona el formato grapa para pasarse al tomo y lo hace encartando todo un arco argumental completo que comprende los números 13 al 17. De nuevo se abre el debate de estos cambios de formato y si es mejor esto que la cancelación definitiva de la serie de un trabajo de Waid fresco, dinámico, divertido y con sabor a puro cómic de superhéroes.
Y como Waid es guionista de mirar en el baúl, nos trae de nuevo a la palestra a uno de los personajes más interesantes del gran elenco de superhéroes de DC, Metamorpho, el hombre elemento, al que también se le puede ver correteando en la miniserie de Tom King y Jorge Fornes, Calle Peligro.
Rex Mason, al que muchos conocimos en España cuando Zinco publicó la serie de Batman y los Outsiders, empezó su andadura editorial mucho antes de la mano de Bob Haney (también responsable de la creación de los Metal Men y la Patrulla Condenada) y la gran Ramona Fradon, en The Brave and the Bold #75 en 1965. Tuvo suficiente apoyo por parte de los lectores para tener su propia serie regular, de la cual se encargó de ilustrar Ramona Fradon sus primeras cuatro entregas, para luego hacerse cargo autores como Joe Orlando y Sal Trapani. La serie tuvo una vida corta, tan solo 17 entregas.
La historia de Mason empezó cuando fue engañado por el empresario Simon Stagg para ir en busca de un objeto arqueológico perdido en el antiguo Egipto, el Orbe de Ra. Los planes de Stagg eran muy distintos a los que le planteó a Mason, ya que su intención era asesinarlo a fin de romper la relación amorosa que estaba teniendo Mason con la hija de Stagg, Shaphire. Mason logró evitar su muerte gracias a la trasformación que sufrió al tocar el objeto perdido, sufriendo una dolorosa trasformación que le deformó el cuerpo y lo dotó de la capacidad de poder transmutarse en cualquier elemento químico de la tabla periódica de los elementos, así como combinaciones de algunos de ellos.
Como miembro de los Outsiders logró tener presencia mediática de relevancia, hasta que murió en acto de servicio al salvar a sus compañeros en una reentrada desde el espacio. Sin embargo, los rumores de su muerte fueron exagerados y regresó, pero con amnesia, para engrosar las filas de la Liga de la Justica de Europa.
Más tarde, de la mano del propio Waid, tuvo una miniserie a la que le siguió una segunda esta vez escrita por Dan Jurgens. Rex es uno de esos personajes recurrentes, que aparece y desaparece de la primera línea, para ser rescatado de manera regular en nuevas encarnaciones de los Outsiders o al reciente Calle Peligro.
Waid regresa al personaje para construir un nuevo arco argumental que hará las delicias de los aficionados a los que les guste el personaje. Un tomo que, con Mason entre sus páginas, es lectura obligada para algunos de por aquí, ¿verdad?
FLASH LA GUERRA DEL MINUTO
Flash dejó las tiendas de España el mes de julio cuando se publicó su último número en grapa. Pronto se informó que regresaría, pero en formato tomo, sin dar fecha alguna al respecto. Han tenido que pasar casi seis meses para que el Velocista regrese a las tiendas y lo haga para cerrar la etapa de Jeremy Adams con una última gran saga, La Guerra del Minuto, que empezó a publicarse en USA hace casi un año… acabó y ya hay nueva serie en curso con Spurrier al frente desde septiembre.
Un minuto, eso es lo que va a durar este enfrentamiento, este arco en la continuidad de sus protagonistas, porque los velocistas perciben el tiempo de otra forma y cuando su enemigo es tan rápido como ellos… Pues pasa lo que pasa.
Adams saca la artillería y no es otra que disponer para este arco de toda la familia Flash al completo, dándole espacio a cada uno de ellos y relevancia en la trama, de tal forma que su voz tenga sentido. Y esto no viene sino a confirmar lo bien que ha sabido entender a cada uno de los miembros de este elenco, donde el ingenio tiene más peso que la propia premisa, donde la amenaza es solo una excusa para poner un último clavo en lo que a Wally se refiere y los acontecimientos narrados en Héroes en Crisis.
Y dicho esto nos trasladamos a esa obra, muy criticada en su día, olvidada por muchos y odiada por el resto. Siempre me he mostrado defensor de esta obra por ser un trabajo muy agresivo y realmente atrevido, casi suicida, en lo que al tratamiento de los personajes implicados. King siempre retuerce a los personajes para que hagan lo que necesitan que hagan y que puedan formar parte de la historia que desea contar y Héroes en Crisis es uno de los trabajos donde más abusa de esta forma de proceder. A un servidor le gustó mucho y en la reseña de la obra al completo intente lograr separar al fan que llevó dentro… y por eso os la dejo por aquí por si alguien desea darle una segunda lectura.
Resulta interesante ver como Flash se las apaña para estar, de alguna forma relacionado con muchos de los grandes acontecimientos del Universo DC. Es más, incluso trasciende sus comics, para ser portador también de cambios a nivel editorial. Héroes en Crisis es un ejemplo de ello, como lo es Crisis en Tierras Infinitas, Flashpoint, Flash #123 y la llegada del multiverso, Showcase #4 de 1956, sin olvidarnos del concepto de legado, de introducir la Fuerza de la Velocidad como un elemento más de la propia realidad del Universo DC… Leer a Flash es leer la propia historia de DC como editorial y como Universo de ficción y por eso mismo La Guerra del Minuto es tan relevante, porque es un nuevo cambio de ciclo, un nuevo rumbo para un personaje que no se cansa de correr y que nunca lo hará.
EFÉMERIDES Y CUMPLEAÑOS…
EDUARDO BARRETO (1954- 15 de diciembre de 2011
Este gran profesional del lápiz vio la luz en Montevideo, Uruguay, en 1954, ciudad en la que se crio y en la que decidió que sería dibujante. Empezó a trabajar para llegar a serlo con el ahínco que siempre le caracterizó en vida en todo aquello que emprendía. Su formación fue autodidacta y con tan solo 15 años se puso su portafolio bajo el brazo y salió a encontrar trabajo en alguno de los diarios de la ciudad. Y lo consiguió. Fue en el suplemento del diario El Día, denominado El Día de los niños, donde se encargó de adaptar el Cantar del Mio Cid a las viñetas con tan solo 16 años. Desarrolló su trabajo en distintos diarios, con su propia creación, El Poderoso Halcón, que llegó a publicarse hasta en 17 diarios de Latinoamérica en 1975.
Fue en este punto cuando empezó su periplo para acabar trabajando en USA, trasladó su residencia a Buenos Aires, dejando muestras en la editorial Columba (la misma donde trabajaba José Luis García López), para volver a Montevideo, compaginando su trabajo en los diarios con el arte publicitario.
Tras unos años con esta dinámica, en 1979 dio el saltó a USA y lo hizo en Marvel, aplicando tintas en el Marvel Team Up #88, para recalar en DC, editorial donde realizó el grueso de su trabajo americano, narrando el origen de Hawkman en World´s Finest Comics #261, para regresar de nuevo a su país, para volviendo de nuevo en 1983 a USA y permanecer tres años en el país de las hamburguesas.
Y fue en los años 80 cuando su lápiz se puso el servicio de Superman, Batman, Atari Force, los Nuevos Titanes, en una larga estancia que comprendió 4 años, mientras realizaba otros trabajos esporádicos en otras series, como Green Arrow, Flash, la Legión de Superhéroes, Martian Manhunter…
Al llegar los años 90 su actividad prosiguió centrada en DC, con trabajos en Batman y Superman, firmando algunos Otros Mundos muy relevantes, para ya con el cambio de siglo empezar a diversificar su talento por diversas editoriales. En 2011 se empezó a encargar de la realización de las tiras de prensa The Phantom y ese mismo año nos dejó, víctima de problemas de salud no revelados públicamente. Un dibujante único, hecho a sí mismo, que supo plasmar y dejar huella en DC en trabajos que siguen en el recuerdo de muchos aficionados.
MATT FRACTION (1 de diciembre de 1975)
El primer cómic que Matt tuvo entre sus manos, porque fue el primero que compró y recuerda, es el Batman #316. Pero, aunque su primera toma de contacto fuera con DC, no marcó su camino dentro de la industria, sino más bien solo fue un punto de partida de una carrera llena de distintos trabajos en distintas editoriales, sin hacerle ascos a distintos medios audiovisuales. Su última incursión se puede encontrar en la serie Monarca para Apple TV. Y es que fue tras la lectura de Crisis en Tierras Infinitas, lectura que encontró extraña e impenetrable, se dejó arrastrar por el campo gravitacional de Marvel, hasta convertirse en todo un fan de Spiderman.
Empezó en esto de los cómics en editoriales pequeñas, como AiT/Planet, IDW, a la que había conocido gracias al foro de Warren Ellis. Un foro en el que cambio su verdadero apellido, Frichtman, por Fracción, y que decidió mantener porque era el que le había dado cierta reputación con la creación de The Five Fist of Science y Casanova, antes de dar el salto a Marvel.
En Marvel se asoció con Ed Brubaker, en The Inmortal Iron Fist y luego en Uncanny X-Men, serie que llegó a escribir en solitario hasta que la abandonó en el año 2011. En Marvel su actividad fue saltando de una serie a otra, pasando por Thor, el Invencible Iron Man, algo que lo llevó a ser consultado para la realización de Iron Man 2, que le llevó, incluso, a encargarse de escribir el videojuego que se lanzó paralelamente a la cinta. Su éxito en las series Marvel le hizo hacerse cargo de Ojo de Halcón, firmando una gloriosa etapa, para luego hacerse cargo de los guiones de los 4 Fantásticos con Marc Bagley a los lápices y que generó una serie en paralelo, FF, con Mike Allred.
En 2013 puso en marcha la serie de creación propia, junto a Chip Zdarsky, Sex Criminals en Image. También su nombre está detrás de una de las historias más interesantes de hace unos años, Noviembre, en 2019.
¿Pero aquí no se habla de autores que hayan trabajado para DC? Pues sí, así es, y es que Fraction sí que ha realizado un trabajo para la editorial de Burbank y lo hizo con su particular estilo, marcándose una miniserie peculiar de un personaje secundario de Superman, Jimmy Olsen. En colaboración con Steve Lieber, firmó un trabajo fresco, cargado de humor, muy en la línea de las historias clásicas de Olsen en solitario. También se puede encontrar su firma en historias cortas de diversas antologías de DC dedicadas Superman o Batman.
ERIK LARSEN (8 de diciembre de 1962)
¿Quién no conoce a este autor, de lengua afilada, trazo nervioso y que fiel a sí mismo, sigue publicando historias de su creación para la Image primigenia, The Savage Dragon. Su obra en Image se ha publicado de forma irregular en nuestro país, pero sus otros trabajos, tanto en DC como en Marvel si han visto la luz (hay uno inédito de DC que nunca verá a luz por nuestras tierras).
Larsen nació en Minnesota, aunque no se crio allí y fue saltando por la geografía de los Estados Unidos hasta recalar en California. Entre sus primeros trabajos renumerados están Sentinels of Justice para AC Comics, y DNAgents para Eclipse Comics. Pero fue en DC donde su lápiz se desarrolló para luego poder dar el salto a Marvel y de ahí a Image. Entre esos trabajos en DC, destaca uno en particular, más allá de pequeños trabajos en los Titanes, los Outsiders y las Aventuras de Superman, y es La Patrulla Condenada. Un trabajo que se editó en España de la mano de Zinco y que se completó por parte dee sta editorial.
Al llegar a Marvel fue el encargado de sustituir a Todd McFarlane en el Amazing Spidrman #329, aunque ya había hecho el lápiz de algunos números anteriores, junto al escritor David Michelinie. Las ventas subieron y Larsen dejó la serie en el 350, para ser sustituido por Bagley, porque saltó a otra serie de Spiderman, la que había realizado en solitario McFarlane y que había sido todo un éxito de ventas. Su entrada fue en el número 15 y se mantuvo en la colección hasta el 23, actuando tanto como dibujante y guionista de esta. Números que sirvieron para empoderar a Larsen y colocarlo en la misma rampa de salida en la que ya estaban Jim Lee y el propio McFarlane, con rumbo a crear Image donde lanzó a The Savage Dragon, de la que siempre se ha encargado en persona de sacar adelante (y de la que ya se han publicado más de 250 entregas), y llegó a ser editor en jefe de Image, cargo que aún ostenta.
Pero entre medio, también sacó tiempo para poder hacerse cargo de algunas colaboraciones en Marvel y en DC, concretamente en la serie de Aquaman, cuando asumió sus guiones al dejarla Peter David. Un material que, como ya adelantamos al principio, esta inédito en nuestro país. Y aquí podéis leer más al respecto y de paso ir calentando motores para la llegada de la segunda película de Aquaman.
PIA GUERRA (2 de diembre de 1977)
Pia Jasmin Guerra es sobre todo lo demás una artista, una artista que se ha hecho a sí misma, pues durante sus años académicos nunca recibió formación expresa sobre artes gráficas y en la que el noveno arte formó parte de su vida desde muy tierna edad. Fue con 10 años cuando pudo leer su primer cómic, The Uncanny X-Men #129, que dejó abandonado en su casa su primo mayor, al que siguieron otras lecturas de forma regular. Guerra no tenía pensado dedicarse profesionalmente a dibujar comics, su meta más inmediata era la de estudiar medicina, pero el destino, ese que no existe, pero en ocasiones parece guiar a la vida, determinó que poco a poco esa idea se fuera diluyendo. A finales de los años noventa Pia Guerra empezó a dibujar storyboards para los videojuegos de Microsoft Studios, ilustrando también manuales, hasta que llegó el primer gran proyecto para la dibujante. Un proyecto que se fraguó con mucho esfuerzo y que cincelaría su nombre en mármol para los aficionados: Y, el último hombre. Pia Guerra y el escritor Brian K. Vaughan dieron forma a esta última gran obra de Vertigo cuya principal cualidad es que trasciende las restricciones normales de la mayoría de los comics. La obra no se amedrenta a la hora de abordar temas que en otro tipo de comics ni se atreven a insinuar.
Pia Guerra intentó en numerosas ocasiones trabajar en el sello y recibió siempre la negativa de Karen Berger, hasta que conoció a Heidi McDonald (editora de DC en aquel momento) a la que sí le gustaba el trabajo de la dibujante. Sorprendida de que Guerra no tuviera un trabajo en la editorial la convirtió en su proyecto personal, su protegida, por denominarlo de alguna forma, con el objetivo de conseguirle algún trabajo. Las pruebas y muestras de trabajo empezaron a fluir por las oficinas de DC y Vertigo, pero los rechazos seguían llegando hasta que Karen Berger se convenció de que realmente Guerra podía afrontar un proyecto de cierta envergadura. Pero con el proyecto Names of Magic de nuevo llegó el no a su vida y tras seis años de batalla en Vertigo, Pia Guerra, estaba dispuesta a renunciar de forma definitiva. Sus intentos para entrar a través de Shade, de la mano de Shelly Bond o de trabajos de ciencia ficción de la mano de Stuart Moore, nunca acababan de fructificar. Era como chocar con una pared de ladrillos insalvable, una y otra vez. Pero Heidi McDonald acabó llamándola para preguntarle si podía hacerse cargo de un trabajo que implicaba dibujar a muchas mujeres. Pia Guerra volvió a intentarlo, pensado que volvería a recibir otro no editorial desde las altas esferas, un no que no llegó nunca y que fue el primer paso para que Y, el último hombre acabara por ver la luz. Durante su trabajo en Vértigo también encontró tiempo para ilustrar Heroes Anonymous (2003-Bongo editorial) y una aventura de Spiderman para el Spiderman Unlimited #10 (2005-Marvel Comics). En 2008 para la editorial IDW ilustró un cómic del Dr. Who, escrito por Tony Lee, titulado Doctor Who: The Forgotten. Sus otros trabajos comprenden un número para la serie en solitario de Canario Negro, Las Aventuras de Superman, así como portadas para otras colecciones.
Pero si algo caracteriza a Pia Guerra es su forma de ser y su compromiso con la realidad que vive, centrando su actividad en las tiras que dibuja para la revista The New Yorker. En 2016, tras ganar las elecciones Trump, comenzó a publicar una serie de caricaturas en las que arremetía duramente contra la figura del presidente y las más que evidentes muestras de racismo y misoginia de su administración.
ESTE MES ES EL 30 ANIVERSARIO DE… AQUAMAN: TIEMPO Y MAREA
Aquaman ha estado en aguas turbias los últimos años, la editorial no le ha estado dando mucho cariño y son pocas las historias que hemos tenido donde podamos encontrar las bases de este gran héroe clásico de la editorial. Quizás, entre los autores más destacables históricamente encontramos a John Ostrander al que ECC este mes recoge en un tomo integral; y a Peter David, quien ha realizado una de las etapas más aclamadas y que comenzó con Las Crónicas de Atlantis. Fue justamente en una de estas, Aquaman: Tiempo y Marea, la que hoy venimos a felicitar por su cumpleaños. Este mes es el trigésimo aniversario de una de las miniseries que cimentó la historia actual de Arthur Curry.
La miniserie pretende resumir la trayectoria vital de Aquaman, desde su nacimiento hasta su primer enfrentamiento con Ocean Master. Esto lo hace en paralelo con dos líneas temporales: una en el presente, donde Aquaman debe enfrentarse a un misterioso asesino que está acabando a sus antiguos compañeros; y otra en el pasado, donde se revelan los momentos clave de su vida, como su primer encuentro con los atlantes, su relación con su padre humano, el romance con Mera y su rivalidad con su hermanastro Orm.
Peter David demuestra que conoce a la perfección el tono del hijo de Atlantis, siendo cada número un momento importante en la vida de Arthur y donde el autor demuestra su capacidad de síntesis, algo no muy recurrente en su obra, y su amor por la historia de este personaje. Además, esta miniserie sirvió como un preludio para la legendaria etapa al frente de la cabecera principal.
El arte de Jarvinen es espectacular y detallado, y crea un mundo submarino lleno de vida y color, donde se destacan las expresiones y los movimientos de los personajes. Sabe crear y diferenciar muy bien los distintos contextos temporales y consigue que no se haga nada pesado el guion de David. Estamos ante una lectura imprescindible para los fans del héroe de los mares, y una excelente introducción para los que quieran conocer más sobre este fascinante personaje.
Si os gusta el personaje y os habéis leído sus historias clásicas está claro que esto ha pasado por vuestras manos, ya sea de la tirada de las grapas de Zinco o de los tomos recopilatorios de ECC en donde venía como los cuatro primeros números del primer todo de Aquaman de Peter David. Si sois nuevos y os interesa una pieza fundamental para la mitología e historia del verdadero rey de Atlantis os invito a haceros con esta maravillosa lectura que no os defraudará.
SUPERMAN – LA CREACIÓN DE UN SUPERHÉROE
Los cómics de superhéroes son un género en el que prima la acción y la intensidad. Cierto es que al ser protagonizados por personajes con décadas a sus espaldas y muchas series diferentes (el mismo Superman ha protagonizado más de 14.000 grapas) la base del personaje, su entorno, sus secundarios, su amor, su familia son importantes. Nadie entendería a Batman sin Alfred, a Flash sin Linda o al propio Superman sin los Kent.
Sin embargo, a veces las tramas más apasionantes y dramáticas ocurrían al otro lado de las viñetas.
La creación de Superman por parte de Jerry Siegel y Joe Shuster es un apasionante relato lleno de injusticias de una emotividad extrema. Es imposible sentirse indiferente ante el abuso de una poderosa corporación frente a dos autores incipientes de éxito moderado que cambiaron la editorial, el género (lo crearon, de hecho), la industria y la cultura popular. Puede que no fueran especialmente talentosos como otros titanes de la historieta (Tezuka, Caniff, Foster, Hergé o Eisner) pero ellos inventaron un icono cultural del siglo XX. Casualidad o no, el mérito era suyo.
El libro de David Hernando explica la historia de Superman más allá de sus creadores. Repasa autores, etapas, decisiones editoriales, adaptaciones a otros medios, hace pequeñas biografías de otros protagonistas como directores de cine, actores, dibujantes y guionistas, pero siempre como hilo conductor la lucha heroica de Siegel y Shuster por reclamar el reconocimiento por la creación del primer superhéroe y los aspectos más importantes de su entorno.
Hernando explica la historia editorial de Superman de forma concisa, con una redacción ajustada, detallada, ágil y sintética. El autor no busca exhibir florituras ni experimentos, sino simplemente exponer los hechos mediante testimonios y una documentación minuciosa y exhaustiva.
El aspecto débil del libro (al menos para un redactor viejuno como el que esto escribe) llega con los años más recientes donde el peso de las franquicias cinematográficas es mayor casi que el de los cómics (la pela es la pela). Lo que no deja de reflejar la abducción que ha hecho el medio audiovisual sobre los tebeos llegando a influir no solo en lo que se publica si no cómo se publica, como por ejemplo las versiones de los personajes que cada vez son más cercanas estéticamente a las de los actores. Además, está última parte parece menos detallada y mñas apresurada, posiblemente porque las fuentes de información sean menos personales e informales y vengan cada vez más de gabinetes de comunicación.
Sin embargo, el libro es un apasionante viaje por la historia del siglo XX, por uno de los mayores iconos pop de nuestra era y por la biografía de dos víctimas del capitalismo descarnado y sin alma. Es terrible el momento en el que Shuster regresa a las oficinas de DC, después de que fuera “despedido”, trabajando como mensajero.
El libro está descatalogado en su versión en papel, pero es fácil encontrar ediciones digitales a muy buen precio. Muy recomendable para aficionados al cómic que quieran profundizar en uno de sus mayores símbolos y para cualquier otro tipo de lector que quiera conocer la historia oscura que hay a la sombra del héroe.
ESPECIALES DE NAVIDAD
Hace nada se nos ocurrió hacer un artículo sobre los números de DC dedicados a Halloween, pero si hicieramos eso para la Navidad la lista sería absolutamente inabarcable (comprobado; unos 240 y pico, de los cuales casi 60 son sólo de Superman y Batman). Así que, aunque os colemos algún clásico de esa lista, me concentraré principalmente en los especiales propios de tal época.
El primero de todos no podía estar protagonizado por otro que por Supes. El Superman’s Christmas Adventure (1940) es un auténtico hijo de su tiempo, guionizado por su creador, Jerry Siegel, y dibujado por uno de los trasuntos de Shuster, un Jack Burnley que imita el estilo del maestro como mejor puede.
Os ahorro la trama, pero tiene mensaje moralizante descarado, malosos que fastidian a Santa Claus, y un Supes más plano que el cerebro de un terraplanista.
Tuvo un segundo especial titulado exactamente igual en el 1944, pero no se conocen ni sus autores (en estos tiempos no iba muy firmada la cosa, que digamos) ni he podido localizarlo por medio alguno (ejem), pero al menos tenemos la portadaca añeja donde las haya que os presentamos en munnndo viejuuuno (oioioiiiii).
Pero no es el emblema de la editorial el que se lleva la palma de especiales precisamente, sino el bueno de Rodolfo, el reno de la nariz brillante. Rudolph the Red-Nosed Reindeer fueron una serie de especiales navideños que se publicaron sin interrupción, atención, de 1950 a 1962.
Sy Reit a los fantásticos (por irreales) guiones y Rube Grossman a los dibujos abarcarían la autoría de todos ellos (salvo en 12, guionizado por Bob Oksner). Incluso en el anual que tuvo, pero claro, estaba compuesto de reediciones. El caso, eran las aventuras del famoso reno acompañado, cómo no, de Papá Noel, abarcando clásicos como “La nariz más rápida del Oeste” o “Santa necesita botas nuevas”.
Por cierto, no os lo perdáis que el mundo de Rudolph y compañía existía en el multiverso DC pre-Crisis, exactamente en la tierra 12.
Todo tiene un final, y el de Rudolph le costaría a la editorial 10 años sin especiales. La sequía acabaría gracias a la serie compilatoria llamada Limited Collectors’ Edition. En todo caso, en sus números #C-20 (1972), -24 (1973) y -33 (1974), el protagonista de los especiales seguiría siendo el mismo reno. Todos son reprints salvo en el último, que contenía una historia nueva por el clasicazo Sheldon Mayer.
A partir del Limited Collectors’ Edition #C-34 (1974) aparece el subtítulo de “Christmas with the Super-Heroes” y se dejan de Rodolfo de una vez (que para eso estamos en la editorial que inventó los superhéroes ¡por Rao!). En este caso las reimpresiones son extraídas de esos cientos de historias de números suelos que mencionaba al principio.
Así, tenemos una moralizante y tierna historia de Batman por un trío de lujo, Dennis O’Neil, Irv Novick y Dick Giordano (y atención que la portada original era de Adams); el típico homenaje a Dickens con los Titanes originales de Bob Haney y Nick Cardy; Superman, Capitán Marvel, etc.
En el Limited Collectors’ Edition #C-42 (1975) se nos cuela otra vez el Rudolph, aunque son nuevas aventuras de Mayer, mucho más habituado a los cómics infantiles. Pero tenía truco, el mismo mes sale el #C-43 dedicado a los Super-Heroes, que, entre otras de Wonder Woman o Batman, incluye el primer especial que describimos al principio de Supes.
En este LCE, la calidad de los artistas sube enteros con talentos como Neal Adams, Len Wein, Bernie Wrightson, la clasicista dupla de William Moulton Marston y Harry G. Peter y nada menos que Jack Kirby como autor completo.
En el 1976 y en el 77 (LCE #C-50 y 53) nos quedamos solo con el Rudolph de Mayer y acabaría la tradición, que se saltaría un año para volver con fuerza en el 1979 con sendos especiales. En el primero, The Best of DC #4, de nuevo encontramos reediciones del insufrible reno.
Pero en el segundo, por fin, encontramos historias superheroicas… ¡nuevas! El DC Special Series #21, subtitulado Super-Star Holiday Special, traía a Jonah Hex, Batman, Sgt. Rock, La Legión… Todos de gran calidad, con artistas como Dick Ayers, Romeo Tanghal o nuestro José Luis García-López (que también se encargó de la portada).
Aunque si hay que destacar alguna es la de Batman. Con el atractivo título de “Se Busca: Santa Claus… ¡vivo o muerto!”, Dennis O’Neil nos ofrece una típica pero entretenidísima historia a la que da vida nada menos que Frank Miller, dibujando por primera vez al caballero oscuro.
Con la vuelta de The Best of DC #22 (1981) volvemos a los reprints, pero también a Rudolph los Christmas with the Super-Heroes. Batman y Robin acaparan títulos entre aventuras propias, con la Liga o los Titanes. Aunque la de la LJA es una de mis debilidades llamada “¡El hombre que asesinó a Santa Claus!”, gracias a Len Wein y Dick Dillin.
Curiosamente, en el siguiente TBoDC navideño (el #58 de 1984) es diferente. Aunque casi todo son reimpresiones de los Sugar & Spike de Mayer, la primera historia es una sorpresa de Vince Squeglia dedicada a los ¡Super Juniors! Bat-Guy (Carlos), Flash-Kid (Rembrandt), Kid-Robin (The Shrimp), Super-Kid (Casey) y Wonder Tot (Deedee).
Para colmo, en el mismo año tenemos especial doble, pero con el mismo tono infantil, para el Funny Stuff Stocking Stuffer. Jim Engel y Mike Tiefenbacher ofrecen un relato algo salvaje y muy divertido con funny animals inventados para la ocasión.
Lo mejor de todo esto es que al año siguiente Keith Giffen se saca de la manga el Ambush Bug Stocking Stuffer (1985). Un delirante y tronchante especial con homenajes, burlas, carcajadas y hasta una guía de cómo escribir cómics. Desatado, hasta las cartas de los lectores se inventa y destroza.
Y si Ambush Bug había sacado el tono más salvaje, Elvira se pasa de tono en el Elvira’s House of Mystery Special (1987). Un retablo de historias macabras por, entre otros, Joey Cavalieri, Frank Springer, Jack Sparling o Barbara Kesel, y hasta un pin-up del inigualable Paul Gulacy.
De los Christmas with the Super-Heroes #1 y 2 (1988 y 1989) ya os hablamos justo hace un año, así que nos ahorraremos más rollo que debéis estar cansados ya. De hecho, acabamos la navideña lista aquí, pues el siguiente sería el Lobo Paramilitary… que ya hemos homenajeado en este mismo Magazine… y porque ya no puedo más de espíritu navideño ¡ho ho ho!
(D):
Doctor 13: Architecture & Mortality es un cómic escrito por Brian Azzarello y dibujada por Cliff Chiang, publicado en tapa blanda por DC Comics en 2007. Es una obra que reúne a varios personajes olvidados o marginados del universo DC, como el propio Doctor 13; J. E. B Stuart que es un fantasma conocido por G.I. Combat; Infectious Lass de La Legión de Superhéroes; Anthro que es un hombre del paleolítico que hace su aparición en Crisis Final siendo un trasunto del titán Prometeo; Yo… Vampiro que es el vampiro clásico creado por J. M. DeMatteis y que ya apareció en el anterior Magazine; Fero que es un pirata al que su tripulación se volvió Zombi en las historias del Espectro de Ostrander; Genius Jones un niño superinteligente de la Golden Age y Traci 13, la hija del protagonista, que es la única que se mantiene vigente en los cómics actuales. Juntos se enfrentan a una conspiración de los arquitectos de la realidad, unos seres que quieren borrarlos de la existencia para hacer más espacio a los superhéroes más populares y rentables.
Allá por 2007 con Crisis Infinita recién acabada y con una DC con ganas de seguir su estructura relacional en su universo, relanzaron Relatos de lo inesperado, una cabecera clásica que servirá de continuación a El día de la venganza. Es en Relatos de lo inesperado que se publicó originalmente esta historia como un añadido de la grapa americana, pero que en la edición que nos llegó no venía incluida. Esta decisión ocurrió para justificar el aumento de precios de las grapas, donde empezaron a añadir historias breves como anexos, como fue el caso también del añadido de Destructora en Jóvenes Titanes, la cual, si se mantuvo en la edición de Planeta al venir también en formato grapa.
La historia es una sátira y una crítica al mundo del cómic y a la industria editorial, que suele priorizar las ventas ante la innovación y la diversidad, dando fuelle al mercantilismo y la uniformidad. Azzarello se burla de los clichés, las modas y el devenir narrativo del género superheroico, al mismo tiempo que rinden homenaje a los personajes de fondo de armario y el pasado de DC. Es una obra con tono humorístico, irreverente y absurdo, pero también tiene momentos de emoción y reflexión sobre las convicciones morales y la identidad. Cualquier parecido que encuentres entre los villanos y los guionistas más populares del momento de DC es pura casualidad, ninguno es Geoff Johns ni nada por el estilo.
Cliff Chiang al dibujo y Patricia Mulhivill al color hacen un trabajo de diseño y composición increíble. Es normal que si hablamos de Cliff Chiang alabemos su lenguaje visual, porque siempre es excelente, pero los rediseños de todos los personajes tienen una atención al cuidado que deja boquiabierto. Hace poco pudimos disfrutar del nuevo diseño de Traci Thirteen en Renacimiento en cabeceras como Superwoman, o más recientemente por parte de Adrián Gutiérrez en Blue Beetle pero, Cliff Chiang en el DC Pride de 2022 volvió a usar este diseño más clásico de Traci ajustándolo a la narrativa actual del personaje, donde demuestra que los diseños de este cómic estaban a otro nivel.
Estamos ante una obra que celebra la libertad artística y el respeto por el legado de los cómics, al mismo tiempo que cuestiona las decisiones editoriales que limitan o eliminan las posibilidades narrativas. Una historia que no deja indiferente a nadie ya sea por su humor, su mensaje o su estilo visual. Un cómic que merece ser leída y disfrutada por todos los amantes del universo DC y el noveno arte.
Y LA ENCUESTA FINAL…
Nos vemos en 30 días en un nuevo Magazine DC y ser buenos siempre, pero este mes un poco más.