Magazine DC España – Abril

Nos metemos de lleno en la primavera y para ello os traemos lo mejor de DC de este mes.

3
2788

INTRODUCCIÓN

El mes de abril llega con la explosión de la primavera ya una buena ración de comics DC con los que continuar disfrutando de nuestros personajes favoritos. A la ración mensual de grapas, se unen una buena cantidad de novedades en tomo de las que vamos a dar buena cuenta en esta entrega en la que destaca la recopilación del trabajo de Tom King en Superman (serializado previamente en la revista de ECC). Un cómic que está llamado a ser la compra obligada del mes.

La línea de cómics de Joe Hill continúa expandiéndose con la llegada de la segunda obra del sello más terrorífico de DC, bajo el título de La familia de la casa de muñecas, dónde los lectores experimentáremos el terror más visceral de la mano de M.R. Carey.

Y tenemos clásicos, reediciones y obras destinadas a un público más juvenil, pues en la variedad está el gusto. Una variedad que se ve reforzada por la entrevista que acompaña al Magazine, ya que contamos con la colaboración Álvaro Martínez Bueno, dibujante de DC desde 2014, en series tan importantes como Aquaman, Grayson, Convergencia: Booster Gold, Teen Titans, Robin War y su actual trabajo regular, la Liga de la Justicia Oscura. Todo un lujo para nosotros.

Esperamos que disfrutéis un mes más de la sección a la que le hemos añadido una encuesta final para ver que obras son las que más expectación os despiertan, así como la habitual sección de ventas en la que hacemos un viaje al pasado para ver que pasaba en DC a lo largo de la década de los años 80, mientras se fraguaba Crisis en Tierras Infinitas. Sirva esto como complemento a la reciente entrega de la serie de textos dedicados a la edición XP de ECC de esta obra.

Y sin más preámbulos, os dejamos con el Magazine de abril.

TITULARES

OÍR MÁS, ESCUCHAR MENOS

Oír está bien. Escuchar está mucho mejor. Es lo que siempre se nos ha dicho. Sin embargo, hay ocasiones en las que lo primero sería todo cuanto deberían hacer las empresas dedicadas a producir material cultural de cualquier tipo.

Los que tengan ya unos años y crecieran en la década de los ochenta recordaran como aquellos tiempos fueron precursores de algunas de las sagas más importantes del cine de acción, ciencia ficción y fantasía. También recordaran los tiempos de cambio de DC con un nuevo enfoque, experimentando sin miedo alguno en un medio que estaba en plena transformación gracias al impulso que supuso Marvel para la industria del cómic de superhéroes. La industria cambió. Los lectores evolucionaron.

Fueron tiempos distintos, no mejores, en los que estas empresas parecían realmente interesadas en revolucionar las cosas a través de una gran dosis de inventiva. Oían a los consumidores, pues hacían sus estudios de mercado y sabían que se estaba produciendo un cambio social en lo que a la cultura se refiere.

Oír es un acto reflejo, mientras que escuchar implica poner atención.

De un tiempo a esta parte se produce un fenómeno que se ha ido amplificando gracias al pedestal que construyen las redes sociales, en las que cualquiera puede verter sus ideas y opiniones. La crítica no se inventó ayer, existe desde los tiempos más inmemorables y crear implica exponerse a ella. Es necesario saber asumir lo que pueda generar esa creación. Cualquier escritor, cineasta, productor, trabaja bajo la premisa de intentar hacer el mejor trabajo posible cuando se sienta delante de un teclado o en su despacho. La crítica forma parte del trabajo, por dura que pueda resultar.

Sin embargo, ese altavoz que son ahora las redes sociales, capaces de amplificar todo tipo de movimientos, incluso los más nocivos, han provocado que estas empresas empiecen a escuchar y hayan dejado de oír a los aficionados, dando crédito a todo eso que comentan de manera absolutista. En muchas ocasiones hay peros, en otras son excusas sobre que no es su personaje, olvidando que, en realidad, no es su personaje, ni el mío, ni el de nadie, sino que vive de prestado en nuestras mentes bajo un constructo abstracto, idealizado, de cuando tomamos consciencia de su existencia y nos impresionó de alguna forma. Las historias son historias y lo son para cada generación, con sus aciertos y sus errores.

Esa oleada de opinión, que debería solo ser solo eso, opinión generalizada, positiva o negativa, argumentada (sería lo ideal), sin argumentación alguna (la que menos debería existir) que es la que más genera posicionamientos extremos y un enfrentamiento de si no estas conmigo estás contra mí, son los que llegan a oídos de los creadores que trabajan en esas empresas que generan contenido, cultura, productos de todo tipo con los que entretenernos en un mundo en el que el ocio parece tener ya más peso que la vida real.

Y escuchan seriamente y buscan contentar a todos, cuando es algo imposible, porque siempre se van a dejar a alguien fuera. Pierden la confianza en su creación, en sus personajes, buscando adaptarlos para que sean capaces de gustar a todo el mundo por igual, porque así creen que lo queremos, cuando en realidad no se trata de darnos lo que queremos, sino lo que necesitamos… y pocas veces estos dos parámetros van de la mano.

Oír más ayudaría a que regresaran a sus raíces en las que querían fascinarnos con sus creaciones, no contentarnos. Se centrarían en sus fortalezas y muchas veces se equivocarían, otras acertarían, pero la diversidad sería enorme, libre, y todos ganaríamos con ello. Ahora se centran tanto en crear de forma que todo sea satisfactorio que se olvidan de la parte fascinante de todo proceso de creación. Cuidado, piensan, esto puede sentar mal, ojo, aquello que sacamos en esa película levantó las iras de mucha gente… ¿Qué gente? La sociedad cambia, la cultura cambia, todo evoluciona, el arte se adapta a las nuevas sensibilidades y lo hace de manera progresiva, sin que sea necesario retorcerlo de tal forma que muchas de las grandes creaciones de los últimos años han quedado aplastadas por el tsunami de movimientos impersonales de presión que acaban con las buenas ideas de grandes profesionales que, de alguna forma, han logrado que muchos de esos personajes que tanto nos gustan lleven más de ochenta años insertados en la cultura popular de muchas generaciones.

Oír más, escuchar menos.


CAPUCHA ROJA Y LOS FORAJIDOS – SEGUNDA TEMPORADA

Vuelve la Trinidad Oscura de DC, Capucha Roja, Bizarro y Artemisa en su segunda temporada. Un tomo que pone algo de orden en la publicación del Robin resucitado. La primera de las temporadas publicada fue Capucha Roja el Forajido, con Jason Todd en solitario que comenzaba con el capítulo número 26 de la colección iniciada al inicio del Renacimiento. El motivo de comenzar a publicarla en ese punto probablemente se viera influenciado por El Año del Villano, iniciativa con la que Jason Todd se cruzaba mínimamente. Contrariamente a lo que se pudiese pensar, ECC no continuó esta serie, sino que comenzó con el inicio de Rebirth. Ahora, siguiendo ese camino se enlaza con el primer tomo publicado pues esta segunda temporada culmina en el capítulo 25. Desordenado, pero al final nos han entregado la serie desde el comienzo, por fin podremos descubrir qué separa al extraño trío y seguir próximamente las aventuras del Forajido sin que el TOC del lector/coleccionista silbe cada poco tiempo en la oreja.

En este tomo, Lobdell sigue la buena línea que exhibe con el personaje en el Rebirth, un Jason Todd que cede algo de protagonismo a sus compañeros, la carismática amazona de Bana-mighdal y Bizarro, el monstruo que quiere ser Superman. Esta ambición jugará una mala pasada al engendro viéndose inmerso en una difícil situación de la que sus compañeros harán todo lo posible por rescatarle. Lex Luthor, Batwoman o el Escuadrón Suicida se dejarán ver por el tomo, en un cómic de acción con dibujantes como Dexter Soy, Phil Hester, Trevor Hairsine o Sergio Sandoval. El Robin que nadie quería está en buena forma, junto a la saga Bajo la Capucha y la reciente Tres Jokers son los mejores cómics sobre él que puedes leer. Sin excesivas pretensiones su lectura sacia por entretenida para el común de lectores, resultando destacable para seguidores del personaje.

HARLEY QUINN – LAS PRUEBAS DE HARLEY

Harley Quinn la rubia loca expareja del Joker y cada vez más antiheroína que villana goza de una gran popularidad. Su imagen y excéntrica personalidad resulta terriblemente atractiva para el gran público (también para los autores) y es explotada en todos los ámbitos posibles por DC Cómics. En multitud de ocasiones la calidad de sus historias no se corresponde con la fama del personaje, teniendo un pasado inmediato no demasiado brillante. Hablando siempre de su serie regular, los trabajos de Black Label, Harleen del autor completo Stjepan Sejic, Joker/Harley Cordura Criminal con Kami García saliendo de su registro juvenil o la premiada Cristales Rotos de Mariko Tamaki y Steve Pugh, demuestran el cariño que se pone en que la expsiquiatra tenga buenos cómics en su haber.

Con Sam Humphries y Mark Russell en el guion de este tomo de temporada completa, la editorial busca emular la calidad que otorga el resto de sellos con la inteligente loca. Russell ya tuvo un excelente trato de Harley en la cuarta grapa de El año del Villano y debido al carácter crítico de muchas de sus obras y al personaje que escribe, dado a juzgar y satirizar cualquier situación, la conjunción puede dar más de una alegría al aficionado.

Este tomo vuelve a estar ligado al Año del Villano, con Lex Luthor otorgando poderes a todos los villanos que, según la opinión del megalómano calvo, sean dignos de ellos. Por extraño que pueda parecer, Harley Quinn, entra dentro de estos baremos, pero la mujer no es fácilmente manipulable. Además nuestra protagonista realiza una serie de pruebas que le confieren un gran poder y no es buena idea enemistarse con ella. Un nuevo y divertido tomo de Harley Quinn, esta vez, concerniente a su serie regular.

DEATHMETAL – METAVERSO #01

Después de meses de espera llega a España el evento DC más importante de los últimos años, a modo de secuela de aquella polémica obra, Metal, que dividió a los fans hace unos años, con Scott Snyder y Greg Capullo llevando a las últimas consecuencias sus disparatadas ideas tanto de guion como estilo. En paralelo al evento principal, Death metal, nos llega un spin-off plagado de historias cortas (y de resultado desigual, atendiendo a lo importante), en el que destacan autores como Marguerite Bennet, o Chip Zdarsky en el guion , Daniel Warren Johnson o Becky Cloonan en ambas facetas y Riley Rossmo al dibujo. Como en la mayoría de creaciones surgidas de la mente del escritor de La muerte de la familia, las mismas transitan entre dos mares que, bajo la apariencia de ser distintos, no lo son en absoluto. Hablo de la genialidad y el caos, dos términos que aquí se ven potenciados por contar con terreno yermo y libre sobre el que verter todo un conjunto de filias, terrores, intereses y macarradas varias sin consecuencia real para el futuro. Por ello, siempre de la mano de su hermana mayor, este complemento resulta un acompañante interesante sobre la línea principal, especialmente por ver el modo en el que autores de renombre actúan (o reaccionan) ante todo esto. Locuras absolutas que tienen que ver con un montón de ideas relacionadas, entre otras, con dinosaurios, menores psicópatas y sacrificios a dioses.


BATMAN UNIVERSO

Dentro de las muchas estrategias comerciales que se pueden seguir desde una editorial, la que más se suele explotar es la de diversificar y acercar el producto a posibles nuevos lectores en lugares donde uno no espera encontrar cómics. DC Comics apostó fuerte por la iniciativa Gigant, con comics de 100 páginas, precio ajustado y distribución exclusiva en los Wallmart de todo Estados Unidos. Una fórmula que busca aumentar la base de lectores, acercando sus personajes a los compradores asiduos de la cadena de hipermercados y por tanto ser más visibles para un público mucho más general.

Dentro de las muchas obras que se publicaron, serializadas dentro de cada número, aparecieron trabajos de King (también recopilada este mismo mes por ECC) y la que nos atañe, como obras gancho, inéditas, pues el grueso de cada entrega estaba destinado a reimpresiones de Flash, La Cosa del Pantano, Titanes, etc.

La propuesta de Bendis lleva a Batman a intentar resolver un enigma planteado por el Acertijo, en un serial en doce partes (cuyo inicio hay que buscarlo en 2018), que lleva la Caballero Oscuro a emprender un viaje por el espacio y el tiempo, con el que Bendis construye un relato de corte sencillo y eficiente, con el que abrir todo un muestrario de situaciones que dan pie a la inserción de la nutrida galería héroes de DC.

Este trabajo es la primera toma de contacto del guionista con Batman, pues su trabajo en el Detective Comics #1000 es posterior, y demuestra que Bendis siempre es capaz de aportar un toque fresco a sus trabajos, sin desdeñar el guiño a los lectores más veteranos. No en vano su historia emula sin disimulo alguno a la célebre cabecera de DC, The Brave and the Bold, en la que Batman hacía equipo con algún otro destacado personaje del Universo DC, a fin de resolver un caso. Su estrategia no puede ser mejor. Si la obra va destinada a un lector ocasional, lo mejor es que en la trama aparezcan múltiples personajes, con los que poder seducirlo y pueda convertirse en un lector asiduo de la editorial.

Para acompañar a Bendis en este periplo estan los lápices de Nick Derrington, conocido por todos por su trabajo en la Patrulla Condenada del sello Young Animal, que con su reconocible estilo limpio y conciso, donde se apuesta por la economía en la línea y en el detalle, desarrolla un trabajo solvente que apuntala a la perfección las intenciones de Bendis.

Un trabajo que aleja a Batman de la imagen de Caballero Oscuro y lo lleva a ese Batman Pre-Crisis, más luminoso, inocente, donde la clave es ese sentido de la maravilla de la aventura por encima de todo. Una obra ligera, fresca y dinámica, que no pierde fuerza y se convierte en un vehículo perfecto para adentrarse en la figura de uno de los pesos pesados de la editorial.


NOCHES OSCURA – DEATHMETAL #01

El gran evento de Scott Snyder llamado a cambiar el universo DC para siempre, fuente inagotable de merchandising, por fin llega a España. ECC se vuelca de lleno en su publicación, poniendo en el mercado varias opciones para hacerte con el deseado ejemplar, grapa, rústica y cartoné, con portadas dedicadas a míticos grupos musicales de, por supuesto, heavy metal.

El multiverso oscuro, con un Batman que ríe más potenciado de lo habitual por Perpetua es dueño y señor de la tierra. Unos héroes muy cambiados deberán hacer frente a los enemigos oscuros. Snyder da rienda suelta a toda su imaginación y locura sin medida ninguna y entrega un cómic heredero de la primigenia Metal, pero mucho más (aún más) excesivo que la primera entrega con múltiples versiones de Batman cada vez más insólitas que harán las delicias de su público objetivo. Greg Capullo se muestra magnífico en su labor otorgando toda la espectacularidad necesaria para que luzca la historia planteada, sin un dibujante como este, el cómic carecería de todo sentido. Es de esperar que los primeros capítulos del croosover sean los mejores, pues Snyder suele perderse en el mar de ideas que plantea, costándole a menudo cerrar todas las tramas dejando cabos sueltos. El protagonismo de Wonder Woman en este inicio resulta agradable y el extraño mundo que es ahora la tierra despierta interés. Death Metal el gran evento del año ya está aquí. Ahora solo tienes que decidir por cuál de las diferentes opciones que tiene en su catálogo ECC vas a optar.


SUPERMAN: ARRIBA EN EL CIELO

Es terriblemente complicado escribir Superman. Como consecuencia de ello, uno asiste año tras año a desviadas concepciones del héroe de todos, centradas en poner el acento en un pretendido componente de poder, de sometimiento al resto, inferiores ante el infinito poder del Dios kriptoniano. Tan cansino como inadecuado, tan falaz como errado. Superman es algo más. Es Kal-El, claro, pero sobre todo es Clark Kent, un chaval de Kansas con la educación y formación de una familia humilde. Ama la Tierra y a los que la habitan pues no mira a la humanidad desde un altar sacrosanto, sino desde el barro, el trigo y el esfuerzo de los hombres y mujeres de a pie. Es esta humanidad la que le empuja a ser su protector, no por obligación, sino porque su experiencia y referentes le llevan a entender que eso es lo correcto. Superman es uno de nosotros, aunque su viaje le lleve más allá del cielo, y Tom King lo sabe. Tomando plena conciencia de todo esto, da comienzo a un interesante estudio sobre la figura del superhéroe de Smallville, de sus inquietudes, principios y sentido de la justicia, especialmente cuando estos, tan elevados e inaccesibles en la práctica, le lleva a debatirse sobre qué es lo correcto. ¿Vale la pena cruzar el espacio para salvar una vida si para ello se renuncia a hacerlo con la de miles y miles de personas? Resulta, en este sentido, tremendamente atractivo como lector atender a estas cuestiones, el modo inocente pero consecuente que le llevan a acometer un nuevo viaje. El dibujo de Andy Kubert (con el que, honrando la verdad, el propio King afirma haberse sentido muy cómodo) funciona de un modo desigual, nunca en términos absolutos o con errores importantes, pero sí con un estilo muy deudor de su carrera. Es, no obstante, en el guion donde la obra alcanza un nivel notable.

El punto de la acción se ve compensado por la habilidad por presentar nuevos desafios para el héroe, ya sean estos nuevos (encuentros con una familia alienígena o el combate contra el peor enemigo del ser humano, la burocracia), otros que remiten a momentos históricos del personaje (ese combate de boxeo que recuerda, y de qué manera, a aquella disputa entre el Hombre Acero y Muhammad Alí) o personajes secundarios sorpresa que dan al relato una fuerza y vigor muy conseguido, ahondando en el estudio de Superman de un modo no excesivamente novedoso, sino con mimetismo con aquellas conductas asumidas por décadas de historias firmadas por los propios ídolos del joven Tom, aquellas que como esta hablaban de un héroe humano, con un aspecto emocional único y un sentido de la justicia incorruptible. El héroe que aspiramos a ser, el que nos convence de que hay bondad en el mundo y que merece la pena luchar por ello.


LA FAMILIA DE LA CASA DE MUÑECAS

Ya comentamos cuando se publicó el tomo que recopilaba la miniserie del sello Hill House, Un cesto lleno de cabezas, que se trataba de un sello dedicado en exclusiva al género de terror, monitorizado por Joe Hill, escritor y guionista de obras tan relevantes como Locke & Key y NOS4A2, con el que reinventar el género a los nuevos tiempos.

Para continuar con este desembarco, Hill deja los mandos a M.R. Carey (Lucifer) y a Peter Cross (The Unwritten) a fin de narrar una historia alrededor de una de las figuras más recurrentes de la literatura terrorífica: las casas de muñecas.

Carey es un viejo conocido de los lectores recurrentes de Vertigo, pues desde su Inglaterra natal, y más concretamente desde la revista 2000 AD, dio el salto a DC entrando en Vertigo para desarrollar la exitosa serie de Lucifer. Por supuesto no fue su único trabajo en el sello, ya que se diversificó de manera apreciable con obras como Las Furias, Creo en Frankie, Neverwhere, sin olvidar su exitoso paso por Hellblazer, entre otras, hasta que unió fuerzas con Peter Cross (su dibujante fetiche con el que también trabajó en Lucifer) para desarrollar otro de sus éxitos en Vertigo, The Unwritten, donde daba rienda suelta a su pasión por la literatura.

La historia que Carey y Cross construyen gira alrededor de la figura de Alice, una niña a la que le regalan una casa de muñecas, algo inesperado, pero que pronto se convierte en su juguete favorito, pues no es sino la puerta de entrada a un mundo nuevo y extraño, donde puede visitar a los moradores de su vieja casa de muñecas del siglo XIX.

El terror es un género que siempre sabe reinventarse. Los temores nos son comunes a todos y ahí están, ocultos para que, a través de las hábiles manos de escritores y dibujantes, se filtre de nuevo en nuestro interior. El terror es como el picante en la comida. Desagrada, pero engancha. Arde, pero añade algo especial a la lectura de unas historias que de alguna forma apelan a lo más primigenio de nuestro ADN. Algo enraizado muy dentro que despierta con oscura furia cuando damos con la obra adecuada.


GREEN LANTERN/GREEN ARROW -HÉROES ERRANTES DEL ESPACIO

Después de un parón de 4 años y una de las etapas más famosas y admiradas de todos los tiempos, Green Lantern y Green Arrow volvieron de la mano de aquel estimado guionista, Denny O’Neil y un gran dibujante capaz de substituir a la leyenda, Mike Grell. La serie no se renumeraría y pretendía re-captar a los antiguos lectores con nuevas e interesantes historias… pero ya nada era lo mismo.

Y es que las comparaciones son odiosas y la sombra de ese clásico, al que muchos reclaman el mismo inicio de la edad de bronce de los cómics, era realmente alargada. Por lo cual vamos a tratar de no contrastar y analicemos la obra tal cual es. Una hija de su época con temáticas aparentemente mundanas y unas alocadas ideas setenteras.

De hecho, O’Neil y Grell ya habían comenzado a tratar con Green Lantern por separado. Aunque ahora la mencionada etapa previa sea venerada, en sus tiempos las ventas no acompañaron y la serie acabó cancelada en el número 89. Arrow siguió con sus aventuras en Action Comics y Lantern como complemento de Flash. Fue allí donde la nueva pareja de artistas se hizo con el personaje y comenzaron algunas de las tramas y personajes que veríamos a partir del nuevo número 90 de la serie, en la etapa que nos ocupa.

En esta, hay mucha menos crítica social que la predecesora. Pero la fértil imaginación de O’Neil nos brinda igualmente grandes ideas, como el primer atisbo de los futuros Manhunters. Aunque su primera aparición oficial se debe a Englehart en la liga un año después, en el número que abre la recopilación, O’Neil ya había anticipado que existían versiones previas a los Green Lanterns en una historia de lo más ligerito. También le vuelve a dar un poco de protagonismo a John Stewart o incluso recupera otros Lanterns como Katma Tui. Y por supuesto inventa poderosas razas alienígenas a diestro y, nunca mejor dicho, siniestro. La mayor innovación es que, poco a poco, el guionista va rompiendo el estilo de historia por capítulo y va sembrando semillas para estirar las tramas en pequeñas sagas.

Eso no quita los continuos Deus ex machina, las casualidades más locas y las ideas de andar por casa. Pero si el contexto de la anterior saga no hubiera sido tan crítico y profundo, veríamos que los recursos de aquella eran exactamente los mismos. Cierto es, sin embargo, que impresiona más un anciano afroamericano espetándole a Hal Jordan su falta de lucha racial, que Siniestro vestido de bufón y haciendo malabares en un planeta de maneras medievales (suspiro).

Los capítulos son muy cortitos, de entre 17 (principalmente) y 19 páginas, fruto del costo del papel y restricciones de precio en la época. Lo que también contribuye a la simplicidad de las tramas. Aunque alguna de ellas ocupe dos o hasta tres comics distintos. Entre ellas la del Burlón, un poderoso alienígena que marea a nuestros héroes para arriba y para abajo y pone en bastantes aprietos. En ella ya se menciona el futuro oficio del polivalente Hal, que no es otro que de camionero. Otra curiosa trama es la de Itty, especie de mascota de Lantern presentada en su época como complemento de Flash, que llega a resultar un poco pesadita. Por ello, el propio guionista se encarga de ella en los compases finales del tomo.

Mike Grell, para los que le guste su estilo o lo recordaran de su época de Superboy y La Legión de Superhéroes, está espectacular. Me imagino que en el momento sería un bajón tras una de las obras más redondas de un Neal Adams en estado de gracia. Pero aún así nos entrega un tebeo tras otro de superhéroes por encima de la media. Ya de por si era un detallista y su trazo de musculaturas y cabellos tenían cierta semejanza con el gran Adams. Pero además tiene marcas de la casa propias como unas impresionantes splash pages o el dominio de rostros y conversaciones sin necesidad de la “sobreactuación” que a veces sometía el maestro a sus personajes. Y todo sea dicho, da cierto morbo ver a Grell por primera vez manejando los hilos del que sería su personaje fetiche en el futuro. La última trama, sin embargo, está dibujada por Alex Saviuk. Éste no es manco y cumple con creces, pero si el pequeño fallo de Grell era cierta rigidez en las figuras, en Saviuk es su mayor defecto. Es cierto que durante todo el tomo ayuda el maravilloso entintado de Vince Colletta en la mayoría de las ocasiones.

En resumen, son cómics de otro tiempo, otra manera de hacer las cosas, pero no tienen nada que envidiar a muchos de la época e incluso de los actuales. Aunque pasaran desapercibidos ante la innegablemente magnífica etapa anterior, la oportunidad de hacerse con unos comics inéditos en España por dos grandes autores como O’Neil y Grell vale mucho la pena. De hecho, ECC ha seguido la también reciente edición americana de DC, que era la primera a color desde su publicación original (aunque ninguna de las dos incluye toda la etapa, que acababa realmente en el número 122). Una pequeña joyita ante el diamante que la precedió, pero joya igualmente.


LAS AVENTURAS DE BATMAN Y SUPERMAN: LOS MEJORES DEL MUNDO

En diciembre de 1997 se publicaba en USA la adaptación de los tres capítulos de la serie de animación de Superman, titulado World´s Finest, que narra el primer encuentro de estos dos icónicos personajes del Universo DC. La adaptación ganó el premio Eisner de 1998 a Mejor álbum nuevo.

Puede parecer un ejercicio baladí el de adaptar una historia ya serializada y contada en un medio audiovisual. Sin embargo, dicha tarea no es algo simple, pues se trata de llevar a un medio muy distinto una historia construida para ser contada a través de una pantalla, que no es sino un medio pasivo, y llevarla a un medio activo. Es por ello por lo que el trabajo de Paul Dini, Alan Burnett y Joe Staton, debe ponerse en valor, aunque haya algo de trampa, en el mejor de los sentidos, en ello.

En la segunda temporada de la serie animada de Superman, concretamente los episodios 16 al 18 (octubre de 1997), se narraba el primer encuentro entre Batman y Superman cuando el segundo perseguía al Joker hasta Metrópolis, para descubrir que haba hecho equipo con Luthor, lo que obligaba al Caballero Oscuro a solicitar la ayuda de Superman para hacer frente a esta doble amenaza.

La trampa a la que antes aludíamos se esconde en que son el propio Paul Dini y Alan Burnett son los escritores de los episodios mencionados, por lo que en su adaptación al noveno arte jugaban con cierta ventaja que aprovechan para añadir algunos extras al cómic no vistos en la serie de animación.

Este trabajo, tanto en la pequeña pantalla o su adaptación, no responde a algo nuevo. Ya John Byrne, entro otros, buscó dicho primer encuentro en su miniserie El Hombre de Acero con la que se relanzó al personaje tras Crisis. En ella ya se plató la semilla de una relación tensa, áspera incluso, basada en el respeto, pero también en la incomprensión sobre los métodos usados por cada uno de los protagonistas. Y es que no hay nada más antagónico que Superman y Batman. La luz y la noche en lo que se refiere hacer el bien.

Staton es un viejo conocido del los lectores e DC, pues su lápices formaron tándem con Steve Englehart en Green Lantern a mediados d elos años 80 y fue también el encargado de dar forma a el tercer evento de DC tras Crisis, el denominado Millenum, así como otros muchos trabajos dentro de la editorial

Y es por ello por lo que, aunque esta obra pueda estar dentro de la línea Komodo de ECC, su enfoque y tratamiento por parte de sus autores, dista mucho de quedar encerrada a ese nicho juvenil. Así que al igual que ocurre con la serie de la Aventuras de Batman, que no os haga ignorar esta obra que sea publicada dentro de Komodo, pues su valor y estilo esta más que abierto a todo tipo de lectores.

PEQUEÑOS TITANES

Si antes hablábamos de una obra con mayor amplitud a la hora de llegar a todo tipo de lectores, ahora si hay que decir que los Pequeños Titanes va enfocada a los lectores más jóvenes de la casa, pues por tono, fondo y forma, así están diseñados de manera extraordinariamente certera por parte de Baltazar y Franco.

La propuesta ya fue publicada previamente por ECC en tres tomos que tal vez no supieron llegar bien al público al que iban destinados debido al precio de cada entrega. 13,50 euros por 88 páginas, en tapa dura, pudo generar cierto recelo entre los compradores potenciales, los padres, que apostaron por otras fórmulas más asequible con las que poder acercar la lectura a sus pequeños vástagos.

Estos tres tomos publicaron las doce entregas de los que consta tan divertida propuesta, que este mes recibe una segunda oportunidad en un formato más asequible, que invita a la prueba, pues llega en grapa, a 2,25 euros, a todas las tiendas.

La propuesta de Baltazar y de Franco con este trabajo no puede resultar más tentadora. Su estilo, desenfadado, con una reducción al mínimo de cada personaje, con historias cortas, centradas en el humor, sin por ello desdeñar el rico fondo editorial de los personajes, hace de esta lectura algo ameno y cercano a los más pequeños. Trigon, Deathstroke, los múltiples Titanes que han formado parte del grupo, sus mascotas, todo cabe en este cómic en el que se dan la mano los chistes fáciles y unos adorables diseños.

Esperamos que esta segunda oportunidad si llegue a hacerse un hueco en el mercado, pues por calidad así lo merece, al proponer un formato y precio más popular para un lector que precisa de la financiación externa para poder acceder a ellos.


LA COSA DEL PANTANO DE ALAN MOORE DELUXE 2º EDICIÓN

Después de una accidentada edición por parte de Zinco, una de Planeta en solitario y otra junto a ECC, y hasta 3 ediciones diferentes más por parte de ECC ¿Era necesaria una segunda tirada de la edición deluxe? Bueno, pues si, las que hagan falta ¡Hablamos de La Cosa del Pantano de Alan Moore!
Hablamos pues de la llegada de Moore al cómic americano en general y a DC en particular. Hablamos por tanto del inicio de una relación que llegaría a lo más alto creativamente y a lo más bajo editorialmente. Hablamos entonces de una saga intrincada, preciosista y rompedora que es ya historia de los cómics.

Moore no era un novato por entonces, ya había comenzado a fascinar a unos pocos con sus pequeñas maravillas para 2000AD, sorprendido a muchos con su Capitán Britania para la Marvel Británica y dejado boquiabiertos a todos los que habían conocido sus obras maestras en Warrior. Pero recibió la llamada de las sirenas (representadas por Len Wein) en el momento oportuno, ya que el escritor estaba deseando poder guionizar historias más largas. Y se lanzó a escribir un personaje oscuro que viajaba sin rumbo y sin muchas ventas por la editorial estadounidense.

Lo cogió, lo estrujó, le sacó jugo, lo hizo parte del universo DC como nunca lo había sido. Lo llevó a viajar por todo el mundo, lo llevó a la muerte, al limbo y al infierno, lo llevó al espacio y más allá. Lo hizo sufrir, reír, amar, llorar, odiar… y a nosotros por el camino, igual. Lo hizo semilla, planta, árbol y hasta montaña. Lo hizo mágico y nos dio magia a raudales.

Es este primer tomo empieza esta odisea atando “cabos sueltos”. Moore, como siempre, comienza ya jugando con las palabras y aunque en el propio capítulo usa la frase con acierto y sentido para la historia, el mensaje metalingüístico es claro: vamos a dejar lo previo arreglado, que la voy a liar. El lío llegaría con el capítulo siguiente, el que cautivó a toda una generación, “la lección de anatomía”. El guionista decide eliminar de la ecuación la eterna huida hacia delante del monstruo en busca de su humanidad. Ya no es un humano convertido en monstruo, es un monstruo que soñaba con ser humano. No hay vuelta atrás, hay que aceptarse. Con motivo de su resurrección aprovecha al Hombre Florónico y le da más poderes que nunca, parece imparable hasta para una trasnochada JLA, pero no para el nuevo “superhéroe” con poderes que solo comienza a imaginar. Mientras, comienza a juguetear con los secundarios que había disponibles, los Cable en especial, y un recientemente defenestrado Arcane.

Se dan los primeros coqueteos con Abby, la maravillosa Abby. Pero sobre todo coquetea con el terror más clásico de la colección (incluso un poquito más lejos, el demonio que asemeja un simio blanco da bastante repelús). Y de paso salen nuevos invitados, como Etrigan. El vistoso personaje parece desentonar en la colección, pero todo estaba pensado para funcionar. El miedo más ancestral se manifiesta con la vuelta de Arcane y sus terroríficos planes. Tanto, que la serie pierde por fin el sello de la Comics Code Authority, con el atrevido beneplácito de DC, y se gana el “Sophisticated Suspense”. La venganza del archienemigo desemboca en un anual para el recuerdo, con el viaje a los infiernos para salvar a la amada. Y encima, tenemos triple epílogo: Primero un homenaje nada velado al Pogo de Walt Kelly. Después un trabajo “Thomasiano” al dar explicación al doble origen de la Cosa del Pantano insinuando por primera vez la idea del campeón del Verde (y regalando a la editorial la vuelta de dos personajes clásicos para que posteriormente Gaiman hiciera con ellos obras de ensueño). Y por último con ese sensual número, “el rito de la primavera”, que describe el polvo perfecto, enmascarado para la censura como una unión lisérgica.

Luego vendrá Constantine, las Crisis made in Moore, y el viaje al espacio imposible como colofón sensacional.

Todo esto además con Stephen Bissete y John Totleben en estado de gracia y simbiosis perfecta, dibujando y entintando respectivamente, y a veces participando en el guión. Además del constante apoyo de Rick Veitch, el primer episodio por el gran Dan Day y alguna que otra sorpresa. Y no podemos olvidar el gran color de Tatjana Wood.

En resumen, si no tienes ninguna de las 6 ediciones anteriores, no lo dudes, hazte con esta. Al menos los acuerdos entre DC y Alan Moore estaban claros cuando firmó para esta obra, ni siquiera te tienes que sentir mal, date el gustazo.

PROMETEHEA

Y seguimos con Moore de lujo, en todos los sentidos. Y también con las reediciones; dos de Planeta, una de Norma y, ahora, dos de ECC, esta última Deluxe, que viene a ser el Absolute americano. Y de nuevo, la pregunta ¿Merece la pena? Como ya he sido demasiado reiterativo, deducid vosotros mismos esta sencilla fórmula: Alan Moore + J. H. Williams III + Magia.
(¡IS¡ :nóiculoS)

Todo empieza en From Hell, donde Moore expone, a través de la boca del Dr Gull: “El único sitio en el que es indiscutible que los dioses existen es en nuestras mentes, donde son indudablemente reales con toda su grandeza y monstruosidad”. Autoconvencido por esa máxima se hará mago a los 40 años y, con el tiempo, querrá explicar todas estas teorías en una obra personal, única e irrepetible. Promethea es por tanto mucho más que una reinvención de Wonder Woman o el feminismo en los cómics, es un viaje educativo sobre el ocultismo y un honesto tour de force de cómo ser consecuente con lo que se piensa y escribe.

La serie, para ponernos en contexto, es una de las puntas de lanza de America’s Best Cómics, sello bajo el ala de la WildStorm de Jim Lee en Image, junto con La Liga de los Hombres Extraordinarios, Tom Strong, Top 10 y Tomorrow Stories. Un sello que, con todos los acuerdos firmados, fue comprado por DC para horror de Moore, el cual había ya roto todos los lazos con la traicionera editorial. Entre el compromiso con el resto de autores y la responsabilidad manifiesta de Lee, al autor no le quedó más remedio que aceptar el trato, por suerte para todos los aficionados.

En este primer tomo, que abarca del 1 al 12 de la colección, nos encontramos con la parte más convencional de la historia. Si es que se puede calificar así la idea de una súper-heroína que se manifiesta a través de la capacidad creativa de sus alter-egos, un grupo de súper-héroes científicos y elitistas, un alcalde de 42 personalidades al que poseen los demonios, el Gorila Llorica, un archienemigo que todo lo que desea es sexo tántrico, etc. Y es que en realidad se puede, si pensamos en lo que vendría después. Un auténtico viaje por la cábala, las esferas de la realidad, la divinidad, la creación…

Durante estos primeros números descubrimos el rico universo que Moore ha desarrollado, incluyendo algunas de las previas encarnaciones que ha sufrido el personaje. Esta presentación la realiza haciendo constantes homenajes a la historia del cómic. En esta ocasión sobre la propia creación del medio desde la mitología, a la literatura, el pulp y finalmente los propios tebeos. Culminado la primera trama con una batalla final y apoteósica con un conclave demoníaco. Y, de regalo, enemigo tecnológico en la sombra que se derrota con la ciencia más pura, haciendo guiños constantes a la unión entre los distintos tipos de conocimiento. Entre medias un nuevo (véase reseña anterior) acto carnal maravilloso, premio Eisner mediante. Y para el número 12 la ración lisérgica. Una explicación de las 22 cartas del tarot en viñeta continua con los correspondientes 22 anagramas de la palabra Promethea.

El artista capaz de acompañar a Moore en semejante maratón gráfico sólo podía ser Williams III. Por entonces un novato con una estupenda carta de recomendación de Alex Ross. Williams comenta su predilección por las composiciones de doble página y Moore le daría rienda suelta a su petición durante toda la obra, complaciendo como lo hace con todas sus parejas artísticas. El dibujante hace un trabajo que ha quedado en los anales del cómic, acompañado durante todo el camino por Mick Gray a las tintas y por una serie de coloristas hasta la llegada de Jeromy Cox, que hace suya la serie. Además, en el primer tomo tenemos la ayuda del siempre agradable Charles Vess y el artista gráfico José Villarrubia.

¡Y las portadas! Mientras que las tres primeras son más convencionales, a partir de la tercera el artista principal se suelta la melena y nos ofrece un homenaje tras otro a grandes ilustradores estadounidenses, cultura pop, iconografía religiosa…

En los próximos tomos no se pierdan la visita guiada a través de las 22 dimensiones de la Cábala y la explicación de toda nuestra realidad, cortesía del mencionado equipo. La reconquista de la heroína y el fin del universo ABC. El viaje merece cada edición.

GREEN LANTERN VOL. 5 – LOS PECADOS DE ZAFIRO ESTELAR

Avanza, un mes más, la recopilación de material relacionado con Green Lantern por parte de ECC Ediciones, con el conjunto de dos arcos El ojo del observador y Los pecados del Zafiro Estelar. Acompañado de fantásticas portadas, con una premisa de pura ciencia ficción y entretenimiento, resulta una obra interesante para el aficionado lantern. Lo principal en una buena historia de GL Corps es conseguir un equilibrio correcto entre lo visual y la mecánica de grupo, que siempre ha ser el corazón de la cabecera. La camaradería que existe entre ellos y que ha de transmitirse a través no solo de las escenas de acción sino sobre todo de los diálogos. No es tarea sencilla, fundamentalmente por la dificultad que estriba dar cohesión a una multiplicidad de voces distintas, dándoles protagonismo y categoría a todos ellos. Por ello además de un buen dibujo (y aquí lo tenemos, de la mano de Luke Ross y Patrick Gleason, a pesar de ciertas composiciones y diseños de página herederos de su tiempo) se necesita a un buen guionista que sepa complementar todo esto. Para estos números, Peter J. Tomasi (alguien que no necesita presentación y autor importante en la trayectoria del grupo) ofrece una trama sin excesivas complejidades, poniendo la atención en las labores de equipo, a la altura de la historia y las necesidades de la misma.


COLECCIONISMO DC

Bienvenidos un mes más a las novedades del coleccionismo DC de figuras y estatuas. Este mes está marcado por Snyder. Prácticamente todos los lanzamientos tienen que ver con Zack y su esperado corte o con Scott y sus eventos Death Metal o Metal.

Como siempre comenzamos por las figuras de acción, Mcfarlane Toys no desaprovecha la ocasión y saca al mercado todas las figuras de la nueva película de la Liga de la Justicia. Optan por la primera versión de Darkseid vista en la cinta, sin la armadura completa incluida. Es de esperar que la versión con armadura salga en algún momento de este año.

Siguiendo con Mcfarlane Toys y Snyder, en este caso Scott, salen al mercado las figuras representativas de Death Metal, con Robin King incluido.

Mezco One:12 también se anima con la Liga de Snyder y anuncia un set de personajes con Superman, Batman y Flash.


Hot Toys
la reina del coleccionimo a escala 1/6 no pierde la oportunidad y se suma a la fiebre del Snyder corte con Batman de pesadilla y Superman traje negro.

En cuanto a las estatuas, la compañía brasileña Iron Studios nos muestra su versión del Superman traje negro.

Al igual que Prime 1 Studios, la marca premium de estatuas, que refleja con gran detalle el rostro de Henry Cavill.

Prime 1 no se olvida del otro Snyder, en este caso se fija en la saga Metal, que no Death Metal, las grandes estatuas suelen ir por detrás con respecto a los cómics y las marcas de escala pequeña, siguiendo todavía con la primera saga del multiverso oscuro. Sin duda, ya habrá tiempo para el resto. En esta ocasión nos muestran las versiones de Batman como Flash, Red Death y como Green Lantern, Dawnbreaker.

Tras este empacho, las marcas apuestan fuerte por la visión de Snyder, damos paso a los pocos anuncios diferenciados de esta temática. Hot Toys relanza la figura de Batman Begins, Batmóvil incluido, en su habitual escala 1/6. Una pieza que ya comerciaran en 2008 relanzada ahora, es de esperar que con mejoras en las articulaciones y esculpido.

En la misma escala, Tweeterhead presenta una estatua del Black Adam más clásico.

Sideshow también se desmarca (al menos por ahora) de la tendencia y destaca con dos excelentes estatuas, sobre Power Girl y Superman The Movie.

Para terminar, Prime 1 lanza una inmensa estatua de Batman inspirada en el Detective Comics 1000 y en el arte de Jason Fabok.


ÁLVARO MARTÍNEZ BUENO

El mes pasado se anunciaba una nueva serie DC (bajo el sello Black Label), The Nice House on the Lake. Toda una concentración de talento, con guion a cargo de James Tynion IV, color por parte de Jordie Bellaire y dibujo en las manos de Álvaro Martínez Bueno. Uno de los mejores dibujantes en plantilla en la actualidad deceíta, nos habla de un proyecto tan esperado, al que ha dedicado este último año, así como de dos colecciones tan maravillosas como son Liga de la Justicia Oscura y Detective comics en las que trabajó con el propio Tynion. Acaba, además, de poner a la venta una colección de páginas originales y láminas en edición limitada como la siguiente, a través de su newsletter.

Distéis comienzo a Renacimiento con Detective Comics, una de las grandes series DC de los últimos años. ¿Cómo entraste en la colección y qué retos se te presentaron a la hora de dibujar en una cabecera tan legendaria? ¿Cuáles dirías que son tus influencias principales en lo que respecta al diseño de Batman?

¡A ver si me acuerdo, hace cinco años de aquello! Supongo que entré en la serie porque ya venía trabajando en diversos proyectos asociados a la franquicia de Batman y que habían sido escritos por James Tynion IV y editados por Chris Conroy… de modo que, cuando ellos pasaron a encargarse de la serie, me llevaron de la mano. Yo afronto todos mis proyectos con la misma energía y el mismo compromiso pero quizás en este tuve que poner un extra, sabía que mucha gente seguía la cabecera y, al estar dentro de la iniciativa Rebirth, había una especial atención. Mi Batman es bastante canónico, no creo que me saliera demasiado del molde… Neal Adams, Jim Lee, Marshall Rogers, Tim Sale, Alan Davis, Greg Capullo… Un batman que me gusta muchísimo es el de Michael Golden. Por otro lado tampoco quería que se desviara mucho de la vision de Eddy Barrows (el otro artista de la serie) y ésta era muy “de la casa”.

Con varios años de distancia, ¿Cómo valoras aquella etapa? ¿Qué te aportó personalmente como artista y qué aprendiste de cara a futuros trabajos?

Fundamental para mi carrera. Me considero muy afortunado ya que, antes y después de Detective Comics, he ido enlazando proyectos que me hacían verdadera ilusión y para los que, en ningún caso, sentía estar preparado. Pero este creo que fue el que me puso en el mapa tanto dentro de la editorial como fuera. Antes de TEC no había tenido una etapa larga en una serie DC y, desde entonces, esa ha sido la tónica. Creo además que James dio con la tecla con el enfoque del relanzamiento, para el lector habitual la idea de un bat-grupo fue muy refrescante y, gracias a eso, a la trama que tejió y a su excelente tratamiento de los personales la serie obtuvo un prestigio y visibilidad entre los aficionados de las que creo que me beneficié mucho.

Tanto en esta como en Liga de la Justicia Oscura, has trabajado con James Tynion IV, ¿Cómo es colaborar con él? En lo relativo al guion, ¿Te deja espacio para que puedas crear en libertad o suele desarrollar en profundidad lo que espera ver trasladado al dibujo?

Muy satisfactorio. Supongo que hemos desarrollado una simbiosis que funciona. No es especialmente quisquilloso con los guiones…casi siempre que le he propuesto algo lo ha valorado y, si no lo ha incluido, al menos me ha argumentado por qué no le cuadraba. Me deja un gran espacio en el diseño de personajes, entornos, composición de página..incluso en el ritmo, puedo añadir o quitar viñetas siempre que crea que ese movimiento puede aportar algo y ha habido secuencias enteras que he podido narrar yo. Supongo que esta libertad se debe a la confianza que me he ido ganando por su parte y a que él es consciente de cuales son sus puntos fuertes como guionista y prefiere dejar lo gráfico en mis manos.

Liga de la Justicia Oscura es, a su vez, una de las grandes series de la temporada. En el apartado artístico, me recuerda en ocasiones a La Cosa del Pantano, de Steven Bissette y John Totleben. Aquellos diseños atrevidos de página y viñeta. ¿Tenías esto presentes en tu dibujo y estudio previo? ¿Qué influencias principales destacarías sobre tu trabajo en esta colección?

¡Claro! No me suelo sentir cómodo hablando de influencias, en mi caso son más bien aspiraciones…¡cuando no directamente material para fusilar! Pero, las llame como las llame, esa sería una de ellas, sin duda. Hellblazer, los cómics de Vértigo o de terror de los 70…incluso las cosas que leía a escondidas en los Zona 84 y Cimoc de mis hermanos mayores. Pero también diría que hay mucho terror japonés y series independientes…y mucha parapsicología, soy bastante freak del tema.

Me interesa tu diseño para John Constantine, un personaje con tanta historia y encarnaciones tan distintas. ¿Cuál es tu visión del personaje y qué elementos de su diseño te atraen más como artista?

Bueno, ha tenido muchos autores, muchas historias y muchos vaivenes pero gráficamente, en estos últimos treinta y pico años no ha dejado de ser el cosplay más fácil del mundo, un tío con gabardina y pitillo. Me tiré el triple de ofrecerles sin que lo pidieran a DC un rediseño muy superficial. Digamos que toqué tablero porque tres números después me pidieron desde arriba que volviera a la gabardina. Aunque él es Sting, yo me basé en el último David Bowie, el de Blackstar.

La galería de personajes de la colección es inmensa, algunos como Bobo, de no ser dibujados con interés pueden caer en la comicidad no buscada. ¿Cuál destacarías como principal quebradero de cabeza para ti en lo que respecta a tu trabajo en la serie? ¿Con cuál disfrutaste más como dibujante?

El peor, sin duda, es Swamp Thing… aunque mi rediseño del personaje es uno de los que más me suelen mencionar al referirse a la serie. Es terrible para un obseso como yo, mi mente enferma me exige dibujar todas esas raices, nudos y hojas. Pero hablando menos en particular, supongo que el reto de la serie era el de cualquier cabecera de grupo, que tenga fluidez y sentido narrativo cuando tienes a muchos personajes en la página, que estos tengan lenguajes corporales diferenciados, que las composiciones sean equilibradas…todas esas cositas que hacen de este tipo de series un auténtico galimatías. Encima, en otras series de grupo quizás puedes tirar con el mismo modelo para distintos personajes y así ahorrar tiempo y problemas pero en esta era imposible, hay un mono, un hombre murcielago, una amazona, un elemental…Cada uno requería de su propio enfoque.

Hemos de hablar de WW, pues tu dibujo para ella es espectacular, ¿Cómo fue para ti trabajar con un personaje tan relevante para DC Comics? ¿Cómo conseguiste trasladar al dibujo la majestuosidad y coraje de la amazona?

¡Muchas gracias! Es, probablemente, el personaje DC que más me gusta dibujar…y no lo sabía hasta que empecé a hacerlo. Me inspira muchisimo y siento una verdadera conexión con ella como dibujante, estoy muy orgulloso de eso. Ojalá algún día pueda encargarme de su serie regular. Estuve a punto una vez, pero eso es otra historia.

Me gustan especialmente los números 18 y 19, el modo en el que consigues que un guion con muchos personajes y escenarios se mantenga vivo en todo momento. ¿Qué retos supone dibujar largas escenas que involucran a la magia y largos enfrentamientos entre superhumanos?

Pues a los que te enumeraba en la pregunta anterior sumaría el de encontrar maneras de representar la magia propia de cada personaje, su “signatura energética” característica y los efectos especiales…por suerte tenía a Raúl Fernández y a Brad Anderson a las tintas y al color que me ayudaron enormemente en ese sentido. En cambio, diría que cambiar de escenario con frecuencia no es algo que me moleste, me da mucha vida a la hora de trabajar. Creo, incluso, que los mejores comics que he hecho han sido en los que los personajes se movían mucho. Aunque también le tengo cariño a alguno por precisamente lo contrario, al estar fijos en una localización, tenía que echarle extra de imaginación. ¡Supongo que encuentro saborcillo donde puedo!

De cara al futuro, ¿Qué proyectos tienes de los que puedas hablar?

Acaba de anunciarse The Nice House on The Lake, el proyecto en el que llevo trabajando más de un año. Es una serie de terror para el sello Black Label de DC de la cual soy co-creador junto con Tynion y que saldrá en Junio. Prefiero no hablar mucho de la trama pero comienza con una casa junto a un lago remoto y un grupo de amigos treintañeros que se reúnen ahi tras mucho tiempo sin verse. A partir de ahi, empieza la locura. Estoy trabajando en el cuarto número y los WTF se suceden sin parar. La idea es que esta sea la primera temporada de la serie y, si funciona, vengan más. Tenemos puestas muchas expectativas en el proyecto y, en lo que a mi respecta, me ha servido para experimentar mucho en un nuevo estilo de dibujo. He empezado a trabajar en digital y entintarme yo mismo, además de encargarme de las portadas a color de la serie. Además, he hecho mucho trabajo de diseño e investigación y he podido involucrarme en aspectos de la serie en los que nunca había podido meter mano, como el diseño gráfico. Tengo muchísimas ganas de que llegue el verano y podáis leerla, la verdad.

Para acabar, ¿Qué personaje y cabecera te gustaría dibujar?

Flash, Wonder Woman, volvería con mucho gusto a hacer algo con Batman. Y en Marvel mil cosas también.


MARZO DE 1985

Con motivo de la publicación hace poco de la primera parte del Especial Crisis, hemos creído adecuado poner este mes una gráfica que haga una foto fija de las ventas de algunas de las series de DC ese 1985. Una gráfica que muestra lo lamentable de la situación y como ni siquiera Crisis podría ser la primera en ventas ese mes. UN escenario que venia a demostrar que en DC era necesario cambiar de estilo y apostar por una nueva forma de hacer y entender el cómic. Hemos dejado las ventas de Secret Wars II como referencia ya que fue el cómic más vendido ese mes según Capitol.

Para ver la imagen en grande, hacer click sobre ella.

ES LA HORA DE LA ENCUESTA…

¿Qué novedad esperas con más ganas? Solo puedes elegir una.

View Results

Cargando ... Cargando ...

Y esto ha sido todo por este mes. ¡Nos vemos en mayo que va a ser un mes muy especial!

Subscribe
Notifícame
3 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
hammanu
hammanu
Lector
6 abril, 2021 12:35

Muy buen comentario con lo del oir en vez de escuchar que comentais. Aunque soy de vieja generacion y no me gusta nada esta «imposicion» de la correcion politica. No es culpa en si de la supuesta calidad de los comics o que no nos llame como antes. Es que las grandes editoriales han conseguido espantar a los buenos autores con politicas mas restrictivas con los personajes (sobre lo que hacen y no) amen de que las mejores ideas se las guardan para sus creaciones propias porque sacaran mas redito de ellas. Lo unico que vemos por lo general son refritos de historias «best-sellers» de la propia compañia: Gotham es de nuevo destruida, Superman tiene crisis de identidad y bla bla. No se aporta nada nuevo y lo unico que hacen y que realmente odio es abusar de la retrocontinuidad. Para asi igual que un culebron solapar las tramas que le interesan al autor. No son capaces de mirar para adelante y enriquecer la mitologia de los personajes… y si sacan algo original lo exprimen al cabo de pocos años incidiendo en ello en innumerables comics. Como las lucecitas de Lantern de Jonhs, que hasta que Morrison dio un vuelco a eso las series de los linternas orbitaban constatemente en esta idea. Hay muy pocos autores que realmente generen conceptos para enriquecer a los personajes, ya sea por falta de imaginacion o cautela para guardarse estas para sus propias IP’s como dije antes. Luego ha bajado tambien algo la media en el dibujo en las series regulares, las cuales no se miman lo suficiente en beneficio de los Black Label o series limitadas. Aunque reconozco que en DC son mas comedidos que sus rivales de Marvel en ese aspecto.

Yo ya me retiro del UDC tras Death Metal y solo me comprare proyectos autocontenidos que reflejen a los personajes de toda la vida. Ya que no me interesan los nuevos sustitutos que han puesto para el lavado de cara de la compañia. Ni los autores o dibujantes me hacen mucho tilin, y eso no significa que sean malos ni mucho menos… pero no es para nada mi DC y como ya hice hace años con Marvel deje de comprar sus comics. Antes habian leyendas trabajando en muchas series y etapas hoy miticas… ahora me extraña que estos remplazos pasen a ser recordados como lo fueron sus antecesores.

Drury Walker
Drury Walker
Lector
En respuesta a  hammanu
6 abril, 2021 15:45

Lo del abuso de la retrocontinuidad (que es la enemiga acerrima de la continuidad) y las ganas de que cuenten cosas con los personajes en el presente (aunque sea fallido) nos pasa a todos. Porque entre futuros distopicos alternativos, refritos y crossovers se van pasando los años…

Death Metal puede ser un buen punto de salida, si. El nuevo evento de turno no parece muy excitante y nos coge un poco cansados ya. Pero yo no seria tan pesimista. Lo que si parece es que los puntos de interes van dirigidos mas a series perifericas (Catwoman, Cosa del Pantano, Nightwing) o complementos (Justice League Dark) que a las series principales (Batman, Liga de la Justicia).

hammanu
hammanu
Lector
En respuesta a  Drury Walker
6 abril, 2021 16:53

Casualmente parte de los personajes que dices suenan para series de tv o peliculas, y asi darles una oportunidad y dar con la tecla del exito.