INTRODUCCIÓN
De lo que llevamos de año, con la entrada de marzo en nuestras vidas, nos encontramos con el que puede ser el mes más potente en lo que a novedades DC se refiere. No solo tenemos la llegada de tres series nuevas, Wonder Girl, Sindicato del Crimen y la nueva serie de Harley Quinn, sino que en grapa llegan nuevas propuestas como Joker Rompecabezas y Yo soy Batman, con lo que la oferta mensual de grapas de DC se incrementa. Algo que es bueno por poder poner al alcance de todo tipo de lectores más lectura y diversidad sin castigar en exceso el bolsillo.
Pero si hay que hacer foco sobre alguna de las obras que se publican este mes, hay tres que brillan con especial potencia. Estamos hablando de Superman: Exilio, La muerte de Iris West y de Wonder Woman Historia. Tres indispensables de los que damos buena cuenta en este Magazine y en la inminente entrada de Novedades Destacadas de marzo.
Pero como marzo, además, nos ha traído de vuelta a los cines a Batman, con la nueva película dirigida por Matt Reeves, toca ponernos un instante a pensar en ese Batman que nos gusta especialmente. No hablamos de etapas, sino de interpretaciones. Es cierto que en ocasiones van de la mano, pero la reflexión ha girado alrededor de ese Batman que nos atrae por encima de todas las demás interpretaciones que se ha hecho sobre la figura del murciélago. Os invitamos a dejar la vuestra en los comentarios.
Pero ya basta de tantos preámbulos. Os dejamos un mes más con el Magazine en el que no puede faltar el versus (que este mes viene guerrero), así como una ración de ventas y la encuesta DC.
TITULARES
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• Nuestro Batman…
• Juicio a…
• Novedades destacadas
• Curiosidad del mes
• Lanzamiento del mes
• No te puedes perder
• Hablamos de Clásicos
• Ración de ventas
• Es la hora de la encuesta…
EL BATMAN DE PAULO HERNANDO ES… GRANT MORRISON
Batman hay muchos, muchísimos. Creo que puede llegar a gustarme cualquiera de sus versiones, tanto si destaca más lo pulp del personaje, su faceta detectivesca y noir o la más superheroica. El murciélago es, probablemente, el héroe que más y mejor se ha adaptado a lo largo de su vida editorial, camaleónico como pocos. Por esto, no podía elegir una etapa distinta de la de Morrison. Le guioniste trata en su largo periplo de poner en valor cada una de las historias que ha vivido el Señor de la noche. Y también, por qué no decirlo, es una de mis etapas favoritas del personaje por el protagonismo que adquiere Dick Grayson, heredero legítimo del manto, que porta con solvencia, resultando mejor mentor para Damian que su propio padre y entregándonos uno de los mejores Batman y Robin que pueden leerse.
Morrison es especial. Sus cómics retrotraen a otros pasados, con guiños constantes, tebeos que probablemente no conocieras, pero que por la referencia que se hace de ellos descubres, investigas o llegas a leer. Sus tebeos enseñan sobre la historia del medio, de la editorial o del personaje que trata, algo palpable en su run con Batman. Su periplo instruye y educa sobre el cruzado de la capa al tiempo que pone en valor una buena cantidad de nuevas ideas, siempre indagando en la psicología del personaje al que aspira definir. Un ejercicio realizado con patente pasión, de enorme complejidad, que no se olvida de divertir, cuyo resultado global está lejos de ser redondo pero que resulta encomiable, muy valorable y definitivamente disfrutable.
Damian Wayne, la muerte y resurrección de Bruce Wayne, Dick como Batman, Batman de Zhur en arrh, Batman INC… el escocés siempre trató de agitar el árbol, realizando varios hitos en la historia del murciélago. Andy Kubert, Frank Quitely, Tony S. Daniel, Cameron Stewart, Chris Burnham, David Finch, Pere Pérez, Scott Clark, Yanick Paquette y multitud de artistas colaboran con Morrison en una larga etapa, indispensable para los lectores del personaje.
EL BATMAN DE ENRIQUE DOBLAS ES… WAGNER, GRANT Y BREYFOGLE
Mi Batman es el de John Wagner, Alan Grant y Norm Breyfogle, por edad, por Zinco… y por una serie que derrochaba calidad a raudales. Los dos guionistas venían de las Islas Británicas con experiencia de sobra en personajes duros y el dibujante era un americano con un estilo tan peculiar como narrativamente apabullante. Y aunque a veces el juntar tanta estrella se queda en un bluf, aquí la magia surgió desde el primer momento.
Pero se me va la olla crítica y me olvido de mi corazón y mi cerebro adolescentes, que vibraron al unísono ante semejantes historias. Me gusta el Batman de este trio porque se enfrenta a capos de la droga despiadados, a asesinos en serie que se alimentan del horror, a reyes de las alcantarillas… Porque no les tembló el pulso a la hora de revivir al Doctor Fósforo y, ya sin Wagner, a juntar a todos los Clayfaces, darle una nueva carrera a Catman, o a enfrentar a un hombre contra el Demonio Etrigan. Porque inventaron nuevos villanos para la galería que llegaron para quedarse como el maravilloso y retorcido Scarface, pero ya sólo Grant y Breyfogle también dieron con el revolucionario Anarkía.
Pero oh, oh, sobre todo, porque este Batman es detective, curioso, tiene que tirar de conocimiento y entrenamiento. Cuando pelea sientes el dolor cada golpe, el esfuerzo de cada pirueta. Si habla con Alfred su conversación es distinta que si se dirige a Robin, y cuando conversa con el Comisario Gordon se gana su confianza. Duda, aprende, rectifica, y finalmente acierta. Recurre a otros cuando necesita ayuda y aprovecha cualquier ventaja. Harto estoy ya de Batman omnipotentes.
Y que decir de Breyfogle, aparte de que lo adoro. Que era uno de esos genios humildes que al revisitarlo nunca sales decepcionado. Su contraste, sus posturas, sus perspectivas alucinantes. Los rostros serios, duros cuando hace falta, con sonriente sorpresa en otros, y algunos que parecen soportar el peso del mundo sobre sus hombros, como muchas veces reflejó al Comisario. El juego con una simple marioneta de madera que llegó a aterrarnos a todos.
Mi Batman es el de una juventud de Batmanía y absoluto amor por los comics.
EL BATMAN DE ROMÁN DE MUELAS ES… MARSHALL ROGERS Y STEVE ENGLEHART
No fue mi primer Batman pero si el primero que me atrapó. Resulta que Englehart quería volver al ambiente noir de los cómics de Bob Kane y Bill Finger.
Pues muy bien.
Yo entonces no lo sabía. Solo sabía que quería saber más sobre ese héroe oscuro, implacable, anguloso y eficaz dibujado por Marshall Rogers. De hecho, los guiones suavizaban lo que intuía antes de leer las viñetas, la cruda frialdad del hombre murciélago.
Desde entonces ese ha sido mi canon.
De la misma manera que cada vez que abro un tebeo busco la sensación de evasión que tenía siendo un chaval, cada vez que leo “Batman” busco ese héroe, ese concepto, ese manto de eficiencia, esa síntesis, esa sencillez resultadista e invencible.
Y debo decir, que pocas veces he vislumbrado lo que nos dejaron intuir Marshall Rogers y Steve Englehart en los gloriosos números de Zinco.
EL BATMAN DE ÁNGEL GARCÍA ES… TOM KING Y MITCH GERADS
En un principio, mi elección iba a ser la etapa guionizada por Grant Morrison. Por edad, desde luego, lo es, y por contenido podría decirse que también. Amo Batman, he leído centenares de tebeos y he disfrutado con muchas de las distintas caracterizaciones del personaje. Comienzo diciendo que, por este motivo, mi decisión puede ser mañana otra completamente distinta. Porque así es el Murciélago, infinito en posibilidades.
Por eso, no me gusta la artificialidad de los debates acerca de qué visión es la correcta. No creo que lo sea ninguna. Muchas veces me incomoda la naturaleza del debate, por lo falsario de su origen, con lo que el único modo que me gusta hablar del mismo es como el que han elegido mis compañeros y al que yo me adscribo, simplemente referirnos a un elemento de la personalidad y etapa que nos guste, no porque sea la correcta, sino porque es la que más nos hace sentir y vibrar, sin menospreciar a nadie.
Y he tenido que volver a Tom King y Mitch Gerads. Porque un texto de Azoteas fue el que me abrió las puertas de esta gran familia que es Zona Negativa y porque, además, me remite a momentos muy bonitos de mi vida. En lo personal me toca profundamente y despierta en mí sentimientos que me gusta compartir.
Y también lo hago porque acabo de releer la historia breve de ambos para Batman Black and White, que me parece una joya. Ambos entienden la vulnerabilidad psicológica del personaje y lo ponen en relación con algo más complejo, su inteligencia y amenaza física.
Me gusta el modo que tienen de poner al personaje en relación con Catwoman, la ciudad, Gordon o los ciudadanos, como el sacerdote atrapado en el relato al que hago mención. La máscara que intenta cubrir todas sus inseguridades y problemas representando a un murciélago.
Es el héroe más contradictorio porque no se siente uno y ha de serlo. Es el detective, el hombre más peligroso del mundo. Pero también es una persona rota de dolor que no se entiende bien a sí misma. Y que puede aprender.
Un hombre eterno que se rompe a pedazos por un juramento imposible de cumplir y que, sin embargo, continúa por un camino que no tiene otro final que la muerte.
EL BATMAN DE GUSTAVO HIGUERO ES… GREG RUCKA
Con los años de lecturas uno acaba siempre creándose en su cabeza un constructo mental alrededor de ciertos personajes. Si centramos la atención en Batman, del que se ha escrito mucho a lo largo de sus más de ochenta años de historia editorial, hay trabajos de todo tipo sobre su figura. Hay un Batman casi para pada lector. Un Batman para todos. Hoy nos hemos planteado el poner cuatro líneas sobre el que se acerca más a ese ideal mental que todos tenemos, motivados por el estreno de la última interpretación cinematográfica del murciélago.
En mi caso vengo a comentar mi predilección por la construcción de Batman que hace Greg Rucka.
Greg Rucka llegó a los cómics en 1998 tras una exitosa carrera como escritor de novelas policiacas, en concreto las de Atticus Kodiak, de las que tan solo dos han llegado a nuestro país de la mano de Norma Editorial. Su talento para construir tramas detectivescas, con un fondo oscuro, le sirvió para aterrizar con Whiteout en el noveno arte, donde construyó un relato alrededor de una investigación de un asesinato en una estación de investigación en la Antártida. De ahí llegó a Batman, para aportar su granito de arena en la macro saga Tierra de Nadie, lo que le hizo valedor para hacerse de los guiones de la serie de Detective Comics, donde firmó una etapa en la que se conjugaban a la perfección sus mayores cualidades como escritor.
Su Batman es muy urbano. Un Batman terrenal, que hace foco en la figura de Bruce Wayne, enfrentándolo a tramas en las que la faceta detectivesca es el principal punto sobre el que se apoya todo su trabajo. Rucka se centra en la construcción de una sólida relación de Batman con Gordon, aportando peso específico al cuerpo policial, mientras desarrolla una serie de subtramas que llevaran a Batman a tener que desvincularse de Bruce Wayne para poder demostrar su inocencia cuando este es acusado de asesinar a su guardaespaldas.
Su apuesta por dotar de carisma a la ciudad y sus fuerzas de seguridad, al tiempo que desploma a Batman de su pedestal, hace de su trabajo un ejemplo claro que es en las sombras, entre los callejones, buscando pistas, analizando pruebas y surcando las calles con el batmovil, donde el personaje mejor se desarrolla.
En la actualidad estamos frente a un Batman casi divino, muy alejado de esta imagen tan humana, y es por eso que me aferro a esa imagen, pues es la que más se asemeja a la que en mi cabeza tiene Batman como personaje dentro del universo DC. Un ser torturado, obsesionado, muy humano, inteligente, rudo, cargado de pesar, pero capaz de llegar a sintonizar con la realidad que le rodea y no perder nunca la voluntad de hacer lo que hace por el bien de todos.
JUICIO A… SUPERMAN DE JOHN BYRNE
En contra…Iris West
John Byrne fue sin lugar a dudas, uno de los mejores autores de los ochenta. Y eso no es poca cosa. Su etapa en la Patrulla X convirtió a los mutantes en la franquicia superestrella de Marvel. Sus 4F renovaron la “sagrada familia”. Después de años un poco erráticos, Byrne les devolvió su gloria del pasado.
Pero el canadiense era un autor precoz, joven. Mucho éxito, pocos años. El ego. Byrne se peleó con Marvel y cruzó el charco. Fichó por una DC que iba a reiniciar su universo. Miller iba a renovar a Batman. Byrne renovaría a Superman.
El plan perfecto. Jugada maestra.
¿Qué podría salir mal?
EL objetivo era humanizar al kryptoniano, marvelizarlo, adaptarlo a los nuevos tiempos de angustia existencial (mutante).
DC no quería dejar nada al azar. Planificó al detalle la llegada de Byrne. No querían meter la pata como con Kirby. Para el reboot de Superman se planificaron miniseries, colecciones. Todo preparado pare reiniciar y captar nuevos lectores. Todo muy bien calculado y organizado.
Al final quedó un producto frío, con mucha introducción y presentación. Se tardaron meses en superar la fase inicial.
Byrne pensó la colección con números autoconclusivos en los que en casi cada número se presentara un personaje, era su introducción al nuevo universo DC. Un número se centraría en Lois, otro en Jimmy, otro en Lex, otro en Lana, otro en Etrigan, Titanes, Legion, Batman…
Se quería corregir un “defecto” de DC y “copiar” una de las señas y causa del éxito de Marvel La sensación de universo compartido.
La idea era muy buena. Pero más que una colección era una pasarela; un desfile de personajes aburrido y sin alma. Las historias eran algo ingenuas, daba la sensación de que Byrne repetía tics.
John Byrne es… fue un dibujante estratosférico, aún hoy sus dibujos de los ochenta se ven modernos. La lectura fluye, la claridad, la narración… una gozada. En los tomos de ECC se mezclan las historias Byrne con otras colecciones dibujadas por otros autores. Autores solventes como Ordway o un primerizo Erik Larsen. La comparación es desoladora. Las páginas de Byrne brillan con un talento intemporal.
Byrne, ese Byrne es uno de los mejores dibujantes de superhéroes de todos los tiempos. Esas páginas no envejecen. Están tan bien hechas, las figuras son tan poderosas que llenan toda la viñeta. Hacen que nos olvidemos de otro de los defectos de Byrne. La pereza. El truco de dibujar pocas viñetas facilita la lectura… y ahorran tiempo. El hecho de que las figuras ocupen casi toda la viñeta y por tanto no haya apenas fondos, facilitan el trabajo.
Quien leyeron las columnas de Byrne en Next Men recordaran que el canadiense no tiene ningún reparo en usar trucos y atajos para buscar una mayor eficiencia.
Como guionista ya es otra cosa. Buenas ideas, historias interesantes, pero los diálogos…
Sorprende que un dibujante tan eficaz lo sea tan poco como dialoguista. Monólogos recurrentes, innecesarios, recargados, adjetivos innecesarios… malcopiando el estilo Marvel.
La primera parte del Superman de Byrne adolece de estos problemas. Es normal al tratarse de un reboot. Pero es que esta parte es tan larga que cuando la superamos, veinte o treinta números, el autor ya parece cansado y que esté pensando en otra cosa.
Al canadiense le fue grande reiniciar un personaje titánico como Superman. No porque no se tratara de un grandísimo autor si no por querer levantar la franquicia más difícil él solo. Pero el ego…
No hay duda de que si Byrne en lugar de reiniciar hubiera tenido que renovar un personaje ya en marcha, cabalgando en una continuidad ya consolidada el resultado hubiera sido mucho mejor.
Como pasó con los autores que se encargaron de Superman después de Byrne. Una vez sentadas las bases, pudieron desmelenarse en una de las mejores etapas del personaje.
A favor…Linda Park
El Superman de John Byrne se defiende desde lo emocional comúnmente y, siendo esto normal, pues es la etapa definitoria para una generación muy importante de lectores, no deja de ser injusto.
Injusto pues, si por algo destaca, es por la profundidad de ideas en el diseño de los personajes, del poderío físico de unos a la fragilidad de otros; la ciudad de Metropolis y su personalidad extraña que no es sino la combinación de las propias de las grandes urbes americanas, sin olvidarnos de los villanos, que no siguen una línea estática, sino que van de lo cómico a lo solemne.
Algunas tramas son tan absurdas que solo pudieron ser dadas en un contexto histórico muy concreto. Y eso habla de su importancia histórica, de cara al estudio del cómic en la década de los 80.
Refleja muy bien, siguiendo con este motivo, la posibilidad infinita de conceptos de su época, de las consecuencias de la guerra de Vietnam, todavía y por siempre enquistadas en la sociedad de los EEUU a la desconfianza creciente hacia la prensa en los ciudadanos y el sometimiento definitivo a los viejos, nuevos símbolos y a la sociedad ultraconsumista y conservadora de Ronald Reagan.
La era de las luces y plenitud de los valores americanos. Todo esto está muy presente. Y si el poder de una obra estriba en el modo de reflejar el espíritu de su tiempo, el Superman de Byrne lo hace como ninguna con los ochenta.
Siguiendo con la vía de ensalzar la caracterización de personajes, siempre me ha parecido extraordinario su Lex Luthor. Hay una escena en la que el villano descubre la identidad de El Hombre de Acero, pero su vanidad le impide aceptarlo. Me parece tan bien resuelta, tan paradigmática, tan real, que se quedó para siempre conmigo y aparece cada vez que leo una historia que le involucra.
Las dinámicas entre Clark y Lois, influidas por supuesto por el cine, ofrecen algunos de los mejores diálogos que ha visto la colección en toda su historia, con el Screwball clásico y sus códigos siendo actualizados a su tiempo con maestría.
Y el dibujo recoge esta profundidad, este perfecto entendimiento de lo que puede ser el medio del cómic y cómo, a través de las emociones más sencillas se consigue trabajar otras más trascendentes, con páginas que han pasado a la historia con una fuerza descomunal. Es un tebeo que te pasa por encima y no te abandona.
Y por eso, a pesar de que entiendo que la falta de arcos largos pueda hacer mella en el resultado y su valoración para un tipo de lector, conmigo encaja y termina por constituir un conjunto muy conseguido de historias pequeñas que se vuelven muy grandes.
TIERRA 2
En 2012 tras los acontecimientos de Flashpoint el universo DC se reiniciaba por completo dando comienzo a una nueva etapa, Los Nuevos 52. La renovación de conceptos y su reorganización quiso ser total, el nuevo UDC situaba Tierra 0 como la principal de su cosmos, Tierra 1 como un lugar en el que diferenciados autores expresaran su visión de los distintos héroes sin obstáculos propios de la continuidad, quedando Tierra 2 como la designada para los héroes de la JSA. Unos protagonistas que iban a cambiar mucho, abrazando completamente el signo de la iniciativa, renovar y rejuvenecer conceptos. A pesar del rechazo que provoca la desmitificación y modernización de la Sociedad de la Justicia, la colección fue una de las más aplaudidas en los inicios del New 52. Aplausos en los que James Robinson, su guionista, tuvo mucho que ver. El autor cambió por completo a los héroes de la Golden Age, pero su gusto por la época editorial es patente (como demuestra su trabajo en la JSA, Starman o la evidente La Edad de Oro) dejando guiños apreciables por el seguidor de la editorial, pero creando algo completamente nuevo. En su día esta Tierra 2 sustituyó a la JSA, hoy se advierte perfectamente compatible con la versión clásica de Alan Scott, Jay Garrick o el resto de integrantes del grupo, porque a pesar del posible rechazo inicial que provoque el tebeo, esta versión alternativa resulta muy atractiva. Y es que Tierra 2 es un muy buen cómic.
ECC recupera en dos tomos omnibus (ya sabemos el formato del que estamos hablando) el primer volumen completo de Tierra 2, que ya publicara en cartoné en 2013, siendo este mes su primera entrega. Nombres como James Robinson, Matt Kindt, Tom Taylor, Nicola Scott (sublime, especialmente en los primeros números) CAFU o Javier Fernández, entre otros, dan forma a esta nueva Tierra. Los tomitos de hace casi una década son muy difíciles de encontrar, menos aún a un precio razonable. Resulta un acierto traer de vuelta una colección de una calidad contrastada que no ha gozado de toda la atención merecida por parte del lector. El principal valor de la serie reside en el desarrollo de personajes y la sucesión de acontecimientos definitivos, sin vuelta atrás, Tierra 2 no es el universo principal donde los hechos impactantes dejan de serlo por la consabida vuelta al statu quo cíclica de los cómics de superhéroes. Aquí lees un universo DC donde lo acaecido persiste y cuyo desarrollo no tiene ningún miedo al fracaso de los héroes, como se podrá comprobar conforme avance la trama. Una buena muestra de ello es el impactante primer capítulo, puede parecer una pequeña trampa, es fácil ser valiente cuando la colección lo requiere para comenzar la historia, pero la serie abraza ese ímpetu con fuerza, llegando a ser osada, y lo lleva por bandera durante todo su periplo editorial. Uno de los mejores cómics del reinicio masivo de DC Comics, si te interesa lo más mínimo, lánzate a por él.
YO SOY BATMAN #0
Estado Futuro terminó, con menos consecuencias para el Universo DC de las que podrían haberse extendido y con un principal aspecto positivo en lo que entraña a los creadores, dando voz a dibujantes y guionistas a los que apenas se le había dado posibilidades hasta entonces. Si bien lo primero no deja de ser cierto, en las colecciones de Batman se dio impulso a la nueva encarnación de Jace Fox como cruzado de la capa.
De los muchos mantos difíciles de recoger, destaca el de Batman. Es lógico y real, desde luego, por la importancia que siempre ha tenido para la editorial. Bruce es algo más que la simple identidad secreta de un héroe y la máscara dirige directamente al trauma del pequeño de los Wayne. Por eso, el planteamiento de esta nueva colección es tan adecuado.
No destaca por originalidad o por despertar interés por una posible vigencia a futuro en la trayectoria del personaje. No es un paso de legado en sí. Sino algo más rebajado, con sus autores centrados en disponer de una simple historia de superhéroes.
Travel Foreman es un dibujante interesante, con un talento depurado para la acción que, sin ser espectacular, sí funciona en el cómputo global. En la Gotham del Magistrado se construye un ambiente particular en los que el artista se luce a través de persecuciones y escenas en moto y carretera. Una ciudad infinita, destruida, nueva, maligna, gobernada por monstruos a los que combatir.
John Ridley acierta en la caracterización de su protagonista, alejado del carácter clásico de los que han portado el traje, con un acercamiento vivaz, simple y sincero que deja con ganas de seguir leyendo.
WONDER GIRL #01
ECC ha decidido publicar Wonder Girl poco después de que se anuncie su próxima cancelación en Estados Unidos.
Parece que Joelle Jones, que hace de autora completa en esta ocasión, no “llega” como guionista. El trabajo en la colección no desmerece a la de sus compañeros/as de profesión, sin embargo parece que su capacidad para producir ideas que den continuidad a la serie es menos frondosa de lo necesario.
Este primer número es una mera presentación de Yara Flor. Vemos el regreso a su Brasil natal y como nada más aterrizar debe realizar un acto heroico. En paralelo las clásicas intrigas olímpicas.
Un número muy introductorio. Pasan muy pocas cosas y es difícil “mojarse” sobre la calidad del guion. Es cierto que tenemos algunos tópicos y fluye con facilidad pero poco más a valorar.
Lo más destacado es el trabajo gráfico. Joelle Jones hace una exhibición de dinamismo y soltura. La caracterización de los personajes los hace perfectamente identificables y les dota de una expresividad ajustada a la situación y el momento. Aunque en alguna ocasión se le notan las costuras (documentación).
La narrativa fluye con una facilidad pasmosa y es fácil seguir la historia solo con el dibujo. La composición de página es original sin caer en experimentos raros que dificulten la lectura. Todo encaja y tiene un ritmo trepidante. El dibujo de Jones te lleva en volandas.
Además, está la exquisitez en el dibujo de la figura humana. Precisión y características distinguibles. La belleza con la que representa a Yara Flor, aunque cae un poco en un exotismo eurocéntrico, es incuestionable.
Se trata de un cómic muy bueno en el aspecto gráfico y algo más sencillo en la historia. Adolece de lo que lastra a la mayoría de números iniciales.
Quedamos a la espera de ver como continúa pero merece mucho una oportunidad.
SINDICATO DEL CRIMEN
El Sindicato del Crimen es un grupo recurrente en DC, desde su primera aparición en el Justice League of America #29 (agosto de 1964). La versión malvada y tiránica de la Liga de la Justicia tiene un fuerte atractivo y ha sido usada en multitud de ocasiones, siendo del gusto de algunos de los grandes nombres de la editorial. Un buen ejemplo lo tenemos en Grant Morrison que los tratara en su JLA:Tierra 2 junto al impresionante Frank Quitely o en Geoff Johns que situara a los personajes como los antagonistas principales de Maldad Eterna, uno de los primeros eventos del New 52. Con la nueva aventura editorial que nace bajo Frontera Infinita, los poderosos villanos obtienen miniserie, publicada en nuestro país en un único tomo en formato rústica.
Tierra 3 es un planeta muy diferente, por ejemplo, los Estados Unidos fueron fundados por Benedict Arnold, pero no solo los acontecimientos son distintos, también el propio funcionamiento del planeta es contrario, aquí el sol se pone por el este y se alza por el salvaje oeste. Un espejo distorsionado y perturbado donde se mira Tierra 0. Metrópolis, por supuesto, vive bajo el yugo del poderoso super hombre. No falta la imagen icónica del clásico Superman adaptada a los similares villanos de esta Tierra, Ultraman y un camión son una buena muestra de como se retuerce el concepto. En Arnold D.C, la capital del país, el presidente Queen recibe la visita de Superwoman. John Stewart ajusticia a un ladrón y a un policía, instigado por la sádica voz de su anillo de poder. Quick y Atómica también se dejan ver, con el velocista usando una palanca ensangrentada. En Gotham, Owlman deja claro lo parecido y distinto que es un búho de un murciélago. Pronto un alienígena enemigo de la editorial los ataca, el mismo que une a la Liga de la Justicia según continuidad, lo hace en esta ocasión con el Sindicato del Crimen.
Toda una reimaginación del cosmos DCeíta realizada con gracia y acierto que interesa más allá del guiño, siendo una buena historia sobre los míticos enemigos que recientemente no han recibido el mejor de los tratamientos, con un Ultraman desquiciado y más desequilibrado que nunca o la versión de la Young Justice de Tierra 3 (en ambos casos con Bendis implicado) o maniatados y sumisos por Perpetua, Snyder mediante. Este nuevo Sindicato del Crimen se adapta al nuevo universo DC surgido tras Death Metal con una historia propia, de la que se hace mención pero no enseña, algo de lo que incluso se burla con la clásica referencia comiquera incluida en cuadros de texto.
Pequeñas historias de orígenes dibujadas por Bryan Hitch son incluidas en su edición USA, también contenidas en el tomo. Resultan interesantes, sugestivas y añaden trasfondo al cómic. Un tebeo muy consciente de sí mismo, entretenido, gamberro y divertido.
JOKER ROMPECABEZAS #01
La consecuencia lógica a la importancia que ha tenido en el cine el Joker está en la excesiva utilización del mismo en el cómic. En meses recientes, nos han ido llegando proyectos como la serie individual, que más allá de su prometedor comienzo no ha sabido encontrar el camino para contar su historia, u otras que relacionaban al personaje con otros grupos del Universo como el Escuadrón Suicida para Black Label.
La vía que se está utilizando, y que también está presente en este Rompecabezas, es la del misterio y género policiaco, acercando al villano a este tipo de dinámicas y de argumentos, en los que, por otra parte, siempre se ha sabido mover a lo largo de los últimos ochenta años.
Matthew Rosenberg es un autor que ha destacado con personajes urbanos, apegados al mundo criminal de baja entidad en los mundos infinitos que proponen DC y Marvel, desde el Castigador y Ojo de Halcón a lo correspondiente a Urban Legends en la primera. Un estilo trabajado a partir de la crudeza de la calle y los héroes y villanos que la pueblan, en el círculo vicioso de violencia y expiación que es este tipo de vida.
Por sus propias características, el Joker se presta a un tratamiento así, que sepa exportar las mejores virtudes del género negro, juntándolas con un villano que trasgrede cualquier vía moral y todo tipo de explicación ética. No tiene límites.
Con dibujantes de la categoría de Jesús Merino va a optar por el misterio cocinado a lo largo de siete entregas, con mucho interés por los pequeños detalles. ¿Qué nos deparará? De momento, tenemos una primera aproximación que deja un gusto extraño, para continuar el mes que viene.
HARLEY QUINN #01
Stephanie Phillips ya ha escrito a la rubia loca por excelencia del mundo del cómic. La guionista fue la encargada de los números de Harley incluidos en la iniciativa Estado Futuro (su historia pudimos leerla en nuestro idioma incluida en el tomo Futura Gotham) una miniserie de dos capítulos meramente entretenida que no terminaba de augurar una representación atractiva de la ex psiquiatra, pero era pronto para evaluarla, 48 páginas inmersas en un cruce no es baremo para valorar a nadie. Tampoco es el primer acercamiento al personaje de Riley Rossmo, que ya trabajara con él en el anterior volumen, participando en el Harley Quinn #75 o en la antología Harley Quinn: Black, Withe and Red. Juntos entregan una novedosa Harley Quinn en una de las más alabadas colecciones nacientes bajo la iniciativa Frontera Infinita.
Una Harley más madura y con nuevas motivaciones regresa a Gotham dispuesta a ayudar a la ciudad tras la barbarie de La Guerra del Joker. Un nuevo estatus para la villana, prácticamente ya asentada como antiheroína, que luce toda su locura en los muy diferentes lápices de Rossmo. La narrativa y el desenfadado estilo del artista vienen como anillo al dedo a la gimnasta doctora. El color de Plascencia es la guinda perfecta al pastel de un arte muy sugestivo y dinámico. Harley emulando a Earl de, Mi nombre es Earl, trata de subsanar los errores cometidos con distintos agraviados, quieran o no quieran su ayuda. Su pasado como psicóloga y su inteligencia se dejan notar en la caracterización, sin que por ello deje de estar loca o no sea una serie cómica, sin los alardes de antaño, eso sí.
Un nuevo inicio, fresco y con un halo distinto para la payasa, que muy probablemente satisfaga a sus seguidores al tiempo que es muy capaz de adherir nuevos lectores. El tomo es ideal para leer al personaje si no lo has hecho nunca. La última publicación de Harley Quinn fue en formato de temporada completa, con Sam Humphries al guion, entregando un buen trabajo que pasara un poco desapercibido por estos lares. Con esta nueva etapa, agraciada por el público y los medios especializados con muy buenas críticas en su país de origen, ECC vuelve al tomo rústica más común al personaje, continente de 4-5 capítulos, un nuevo impulso para el icono del merchandising de DC Comics, no tan seguido en los cómics.
WONDER WOMAN HISTORIA
Phil Jimenez es un autor de los que “crean afición” (disculpad el tópico). No me refiero a su calidad gráfica que es destacada, ni a los cómics en los que fue autor completo, que los hay muy buenos.
Lo es por eso y mucho más.
De Phil Jimenez destaca su etapa en Wonder Woman, una de las más sobresalientes del personaje.
Ahora en Black Label, DC se plantea publicar una colección de tres números para explicar el origen de las amazonas y cuentan con el autor californiano.
El autor no es que “se copie a si mismo”, no es que mantenga el nivel, no.
Phil Jimenez hace una auténtica exhibición. Un ejercicio gráfico apabullante de un impacto que te deja mudo.
Vivimos en una época de gran originalidad y experimentación gráfica. Hay autores actuales sobresalientes.
Pues bien, Phil Jimenez revienta cualquier tipo de canon y expectativa y ofrece un dibujo muy pero muy por encima de la media. Un dibujo top, de lo más destacado de los últimos años.
No se trata solo de grandes ilustraciones, del realismo, el detallismo, las texturas o los brillos.
No, es que hay más.
El diseño de personajes, el enfoque no solo diverso en lo étnico si no en lo orgánico, ese vínculo entre los mitos y la naturaleza.
Pero es que hay más.
La composición de página, la narrativa, el enfoque de las viñetas, el realismo de las escenas menos “divinas”. El contraste entre lo cotidiano y lo olímpico.
Se trata de una demostración titánica y de una muestra de amor al personaje, al medio y a los fans.
Sí, también hay un guion. Kelly Sue DeConninck escribe una historia más orientada a lo mítico y al feminismo con un enfoque menos superheróico pero que queda claramente eclipsado por el trabajo de Phil Jimenez.
Un guion destacado, reivindicativo, culto, con un subtexto potente sin caer en un tono aleccionador, rechazando el paternalismo y dando un paso adelante, dando voz a las mujeres que tomen lo que les pertenece y lo que les ha sido negado.Un guion que merece mucho la pena.
En definitiva, una gozada.
BATMAN: EL LARGO HALLOWEEN ESPECIAL
El de Tim Sale y Jeph Loeb es un caso digno de estudio. A través de sus colaboraciones, unas mejores y otras peores, han sabido construir una colaboración muy rica, particular y que ha cambiado el modo en el que muchos lectores ven a ciertos personajes. La importancia de sus tebeos en común contrasta con el modo que tenemos de valorar aquellos otros que han desplegado por separado.
Destacan sobre los primeros, por supuesto, sus trabajos con Batman, en la que desarrollan una atmosfera excepcional, de género negro, con la correspondiente traslación a los códigos del personaje. Y entre ellos, por encima de todo, está El Largo Halloween.
Doce escenas y un año para resolver un asesinato, con las trampas correctas y el ritmo adecuado para ir desvelando los secretos, los propios del hecho y los de los distintos personajes. Con un final a la altura que invitaba a la continuación inmediata que, por supuesto, tendría con Victoria Oscura.
Con el interés renovado por la obra con la película, DC Comics anunció por sorpresa este especial. Una vuelta a los orígenes del mito, de un tebeo influyente y atractivo para el público actual.
La obra original dejaba los suficientes cabos sueltos para potenciar posibles nuevas historias, precisamente por algo que destacábamos en el primer párrafo, como es sus personajes. Muchos contaban con un papel reducido en la original, que no irrelevante, y ya entonces demandaban un nuevo tratamiento en nuevos guiones.
En ese sentido, esta nueva aproximación escapa de lo rutinario que podría haber supuesto un especial de estas características. Lo habitual sería haberse quedado en nada, en un envase vacío que apenas supiera sostener el buen nombre de sus autores. Pero, a pesar de que todo parecía indicar que así sería, va más allá. Y sorprende profundamente.
SUPERMAN: EXILIO VOL. I (SUPERMAN LEGENDS)
Atención con el tomaco de Superman Legends que publica ECC este mes porque continúa con lo publicado hasta ahora en El Hombre de Acero de la misma colección. Es decir, si tuvieron bien en publicar todos los títulos que acompañaron a la saga de Byrne, por fin vemos publicados de nuevo los que la continuaron, que no habíamos catado desde los tiempos Planeta (2007), en una modesta colección de tomos después de las grapas de Zinco (1989). Por lo tanto, aunque sólo lo llamen “Exilio”, incluye todo el previo a este y, ya que efectivamente anuncian dos tomos, veremos como se asientan las tramas tras la vuelta. En resumen, un lujo.
Mientras que Jerry Ordway al guion y dibujo sigue haciendo maravillas desde que Wolfman dejara la colección en Adventures of Superman, en Superman damos la merecida bienvenida a Roger Stern y Kerry Gammill. Ordway mejora número a número a pasos agigantados, no sólo a los guiones sino al dibujo (incluso va reduciendo la mandíbula de nuestro Kal). Mientras que el refinado arte de Gammill permite, no olvidar, pero al menos no llorar la pérdida del famoso canadiense. Pero aparte de todos estos artistas y otros que les ayudaron entre entintadores (Dennis Janke, John Beatty, Brett Breeding…) y coloristas (Petra Scotese, Glenn Whitmore…), quien se gana la mención es el editor, Mike Carlin, que coordinaba a la perfección ambos títulos (recordemos que Action Comics, tras la marcha de Byrne, se había convertido en un experimento semanal no obligatoriamente enfocado en Superman) para que el aficionado no perdiera el rumbo en esta saga río en que se habían convertido las aventuras del hombre del mañana.
Y vaya río de aguas turbulentas, al releer estos tebeos disfruto rememorando cuantos argumentos había en curso a la vez. El principal que guiará estos números es el golpe en el estómago dejado por John Byrne como despedida, el asesinato por parte de Superman del Zod y compañía de la dimensión de bolsillo de Superboy (si, dicho así suena lioso, aunque… vale, es lioso, pero se disfruta mucho). Ordway recoge el guante y afronta un Superman dolido y taciturno por la decisión que se vio obligado a tomar, que de hecho le hará perder en parte el rumbo llevándolo al exilio que da título al tomo. ¡Pero hay mucho más! Entre Brainiac, José Delgado y Gangbuster (no necesariamente relacionados, jejeje), Cat Grant, Intergang… y Luthor metiéndose en todo. Aderecémoslo con el proyecto Cadmus, Guardián y compañía y agitar bien. Stern comienza más comedido y sus episodios son medianamente autoconclusivos, trayendo de nuevo a Rampage o usando a Brainiac como enemigo más que como peso argumental, además de inventar sosias nuevos como Baron Sunday. Por si fuera poco, ambas series se verán envueltas en el evento del momento, ¡Invasión!
Muchas de estas tramas terminan alineándose para concluir en el exilio de nuestro protagonista fuera del planeta, aunque algunas continuarán sin la estrella de la serie. Aunque ahora no sea un recurso sorprendente, para un héroe tan significativo para la editorial como Superman, resulta cuanto menos refrescante y bastante valiente ofrecer tantos argumentos y personajes en desarrollo sin el hombre de acero. Mientras, éste comienza su periplo dando muchos tumbos, quizás demasiados, pero que tienen el propósito de mostrarnos a un héroe desvalido y cuya escala ha pasado a ser infinitamente más grande, y por tanto él mucho menos capaz de llevar las riendas. En estas llega Dan Jurgens a la colección ¡guionizando y dibujando un par de episodios, nada menos! Bajo la tutela de Ordway, eso si. Stern aprovechará al nuevo talento para iniciar una serie de complementos interesantísimos en los que vemos la sagacidad predatoria de Luthor a nivel empresarial, que no os pasen desapercibidos.
A la vez que en la tierra siguen pasando cosas interesantísimas y que darán para mucho a la vuelta de Superman, nuestro héroe se verá enredado en la saga de Mongul. Aquí se acaba el vaivén para no sólo enfrentar al protagonista con unos de sus más clásicos enemigos, sino también para introducir un objeto que dará mucho juego ahora y en el futuro, el erradicador. La presentación de éste se hace en el segundo anual de la serie, un especial en el que George Pérez se une por primera vez al equipo de guionistas, mientras que en el dibujo tenemos de estrellas invitadas al clasicazo Curt Swan y al por entonces joven y rompedor Mike Mignola. Pese a semejante mezcla, un número muy disfrutable y que marca unas cuantas bases del pasado kriptoniano del protagonista. Al final de estos números, Superman asume por fin su culpa respecto a los hechos que le forzaron a exiliarse y decide que ha llegado el momento de volver.
A su regreso se encontrará, entre otras cosas, con que otro Superman a tomado su lugar mientras que sus mejores amigos se encuentran bajo la amenaza de Intergang. Pero la ansiada llegada a la tierra, precisamente en la rescatada Action Comics para disfrute y protagonismo de Pérez, no la veremos en este tomo en concreto, que acaba dejándonos con la miel en los labios, ¡deseando por tanto el siguiente!
FLASH: LA MUERTE DE IRIS WEST (DC ICONS)
Hace poco más de dos años llegaba a las tiendas un tomo que recopilaba los números 337 a 350 de la serie de Flash, en el que Barry Allen era juzgado por los acontecimientos narrados entre los números 320 y 330. En aquel arco, el Velocista Carmesí mataba al Flash Reverso motivado por lo sucedido entre los números 270 y 285, donde el villano acababa con la vida de Iris West. Y si nos ponemos puntillosos aún sería necesario un paso atrás adicional, hasta los números 160 a 170, en los que en mitad de estos se produce el enlace matrimonial entre Iris y Barry.
En resumen, cuatro partes, la boda, el asesinato, la muerte del villano y las consecuencias del acto de Barry, sería lo que permitiría a los lectores tener la visión global de un camino que empezó en 1965 y llegaría a termino en 1985 con la despedida de Flash que se marchó a vivir al siglo treinta, antes de volver a verlo sacrificarse en Crisis para salvar el Universo del arma de destrucción multiversal del Antimonitor.
Lo que se publica hoy nos traslada a los años 1978 y 1979, años complejos dentro de DC, debido a la implosión sufrida por la editorial, que veía como sus ventas se desplomaban, sus títulos se veían reducidos en un 20 por ciento y no había intención alguna de añadir ninguna serie nueva regular al calendario de lanzamientos. Ni el estreno de la película de Superman de 1978 había servido de mucho, aunque si se intentó rentabilizar el éxito de la cinta de Donner lanzando miniseries alrededor del personaje y su microcosmos, como la conocida Mundo de Krypton.
Pero no dejemos de lado a Flash que es el protagonista de este tomo y es de él del que toca hablar.
En este recopilatorio se encartan los números 270 al 285 de la serie de Flash, lo que no solo narra los acontecimientos previos a la muerte de Iris West, sino también los días posteriores a este. Como ya es fácil de ver el viaje que estamos recorriendo con ECC en la recuperación de estos clásicos Precrisis, inéditos en nuestro país, salvo algunos números visto en la primera serie de Flash publicada por Zinco en 1984, del final al principio de esta tretalogía no oficial que se inicia en 1965 y culmina en 1985.
Pero no solo viajamos hacía atrás, sino que nos saltamos los números donde Flash cruza la línea, matando a su enemigo cegado por la ira, lo que lo pone a la misma altura de todos aquellos a los que los que persigue de manera incesante para proteger a los inocentes. Esto hace que la publicación de este te tomo genere una sensación agridulce en los lectores que aplauden la llegada de este material, pero que han de lidiar con este orden de publicación y la no inclusión de uno de los puntos de inflexión más relevantes del personaje en su carrera editorial.
Un tomo con el arco de la boda de Iris y Barry. 160-170 USA.
Un tomo con el arco de la muerte de Iris West. El que llega este mes. 270-285 USA.
Un tomo con el arco de la muerte del Flash Reverso a manos de Flash. 320-330 USA
Un tomo con el juicio de Barry Allen asumiendo las consecuencias de sus acciones. Publicado hace dos años. 337-250 USA.
Y si nos ponemos puntillosos sería necesario, además, añadir a uno de estos tomos el arco en el que Iris regresa de su muerte para que al final se pueda tener todo bien establecido y entender las razones por las que Iris y Barry acaban retirándose al siglo XXX, que tanto valor le sacaría Mark Waid en su etapa en Flash. ¿Hablamos de Impulso?
Es momento de alegrarse por la publicación de estos números y solo queda esperar que se continúen recuperando números que permitan tener disponible en España todo el material comentado. Toca apoyar en ventas a este tomo, superar la desazón del orden de publicación, y desear más fuerte que aparezca un tomo donde podamos leer en el idioma de Cervantes, la muerte del Flash Reverso.
Disfrutemos por tanto de esta pequeña victoria tebeistica, dejémonos llevar por la alegría de ver este material editado en España y no olvidéis apoyarlo para que las ventas permitan la llegada de más tomos con los que poder seguir conociendo más al Barry Allen Precrisis.
CATWOMAN: EL GRAN GOLPE DE SELINA ((BATMAN LEGENDS)
Que no se os pase este tomo de Catwoman dentro de la serie Batman Legends que publica ECC este mes. Si bien “El Gran Golpe de Selina” ha tenido la suerte de ser reeditado varias veces, la serie que Brubaker guionizó sobre la gata en 2002 no ha tenido tanta suerte. Nos llegó gracias a Norma y Planeta al alimón y luego la segunda la publicó en un solo tomo que ahora cotiza a precio de oro, aunque sus inicios (incompletos) fueron reeditados más recientemente en la colección Novelas Gráficas DC. Todo apunta a que éste es el primer tomo de una digna reedición.
Todo empezó con unos complementos de la cabecera Detective Comics (759-762) dedicados al ya legendario Slam Bradley (que ya apareció en el primer número de la colección, allá por el 1937). En ellos el rey del noir mainstream Ed Brubaker y Darwyn –Kirby lo conserve en su gloria– Cooke nos introducen en el más puro género negro para ser testigos de la búsqueda de Catwoman/Selina Kyle por parte del duro detective privado. A estas alturas no hará falta destacar el dominio del guionista sobre tales historias. Digamos pues, al menos, que el dibujante es el complemento perfecto con su trazo grueso, su narrativa magistral y, por supuesto, sus claroscuros de película. Tan entretenidos fueron estos entremeses, que un inspiradísimo Cooke decidió tirar del hilo argumental detrás de éstos y se sacó de la chistera una novela gráfica genial. Esta es ese Gran Golpe, que utiliza las mejores claves del harboiled para sumergirnos en una trama en la que no faltan robos espectaculares, mafia, tipos duros como el acero… todo llevado con el arte en estado de gracia del recordado genio. Releerlo me ha hecho confirmar que sólo por este material vale la pena hacerse con el tomo, no lo dudéis.
La obra de Cooke en solitario es editada al principio del tomo y la búsqueda de Slam después, lo que da bastante coherencia a la historia. Pero la cosa siguió, Brubaker también había disfrutado retratando a esa Selina independiente y oscura, que no necesitaba de un traje de licra (lo cambian a un espectacular atuendo de cuero) para practicar heroicidades. El volumen 3 de Catwoman vio por tanto la luz (con portadaca de Cooke, la misma que luce el tomo de ECC, realmente cautivadora) consiguiendo la regularidad por primera vez en la vida editorial de la gata. Sin embargo, hay que admitir que los primeros números son más renqueantes y le cuesta encontrar el tono. Pero en cuanto se acomoda con los personajes y comienza a mezclar las tramas con su querida Central de policía de Gotham la serie despega como un cohete.
En principio seguimos gozando de los lápices de Cooke, acompañados a las tintas por un, cuesta decirlo, desorientado Mike Allred, que no consigue encontrar la manera de aportar su estilo sin estropear el del maestro. Aunque desde luego echaremos de menos a ambos cuando el equipo de artistas da paso a Brad Rader a los lápices y Cameron Stewart a las tintas, que intentan seguir con el tono sin éxito. Pero ojo, que en sólo un par de números encuentran el propio y la serie vuelve a ser una gozada. Todo esto acompañado por los colores de lujo del gran Matt Hollingsworth, tanto en esta serie regular como en los complementos y novela gráfica mencionados anteriormente.
¿He nombrado a Batman? No, ni falta que hace. En la historia de Cooke no es ni nombrado, en los complementos de Detective sólo tiene avistamientos fugaces, y en la serie regular sus apariciones son contadas. Por fin el personaje de Selina vuela realmente en solitario, sin necesidad de ser la enemiga o aliada de nadie ni depender, como nunca fue necesario, de caballero que la salve de apuros. Bienvenidos a la Gotham noir de Brubaker, bienvenidos a Catwoman.
Tenemos nueva película de Batman y es por ello que hoy miramos al pasado, a hace una década, para traer las ventas de las series relacionadas con el murciélago el mes de marzo de 2012. Recordar, haciendo click en la imagen se puede ver ampliada.
ES LA HORA DE LA ENCUESTA…
En la producción de DC hay mucho material que se queda inédito por su viabilidad cuestionable. A finales de los años 80 y a principios de los 90, en España existían serie contenedor que era usadas para publicar arcos argumentales de esas series, o series limitadas de personajes menos comerciales, pero que permitían que vieran a luz en nuestro país. Hoy os preguntamos sobre vuestra opinión al respecto de la existencia de este tipo de colecciones.
Excelente sección como siempre.
Lo de ECC y el material clásico de DC es impresionante. Una de cal y otra arena. Y este mes de marzo es tremendamente representativo de su forma actuar. Primero la Saga de Ra’s Al Ghul en formato deluxe y en blanco y negro (bueno). Después Superman Exilio parte 1 jibarizado y a 45€ (más o menos). Y la Muerte de Iris West, dos años despues del Juicio de Flash y sin mencionar siquiera La Boda de Iris y Barry (malo).
Tampoco entiendo el afan de publicar en tapa dura cada número de las series más destacadas de Black Label. Lo hicieron con Tres Jokers, la mini de The Question y ahora con Wonder Woman Historia, y lo más probable es que tambien lo hagan con La Otra Historia del Universo DC (si es que llegan a publicarla).
Tambien es extraño lo de Tierra 2, porque estan anunciados los 2 tomos con la serie completa pero sin mencionar la serie semanal Earth 2: World’s End, que complementaba la historia de la serie mensual. Y que dicho sea de pasó, Tierra 2 fue una idea bastante original.
En fin.
Por otro lado, me llamó la atencion la ausencia de O’Neil y Adams en la sección de Batman, pero es una opinión personal.
Gracias Willi! Es cierto que falta la dupla clásica, pero quisimos tirar de sentimientos y ahí no elige uno con la razón… y si nos cuentas tú porqué ese es tu batman?
La política editorial de ECC es peculiar,incluso me atrevería a decir que es la editorial más peculiar del panorama nacional.
Es muy peculiar el orden que tienen de publicar el Flash precrisis. Empezando por el final,sacar después un segundo tomo que es anterior pero dejando a su vez un hueco a mitad. Esperemos que saquen otro tomo más rellenando ese hueco.
Ya de las ediciones jibarizadas a precio de lujo ni me voy a molestar a hablar.
Como algo positivo a resaltar agradecer que editen de nuevo(al menos eso parece)la Catwoman de Brubaker,obra que siempre debería estar disponible.
Con respecto al juicio al Superman de Byrne no estoy ni totalmente a favor ni en contra.Es una etapa necesaria, fue imprescindible para poner orden en la caótica y extravagante continuidad del Superman precrisis,sin embargo en mi opinión es mucho mejor etapa la que va a continuación de Byrne con Stern,Gammill,Ordway, Jurgens,Pérez…,pero esta última no existiría sin la de Byrne.
Gracias por la sección, saludos.
A ti por leernos! Opino igual con Byrne y creo que esa es la conclusión del debate. Sin unos buenos cimientos no se construye ninguna casa, ahora, esta puede ser incluso mejor
Quisiera destacar que he votado a favor de las series contenedor aunque en mi opinión los coleccionables DC Novelas Gráficas y Héroes y Villanos ya cumplen esa función. Se alternan los bestsellers de la editorial con obras algo más arriesgadas, aunque sí que es verdad que se agradecería un paso más en ese sentido.
Ha mirado con atención el catálogo de Panini Brasil (para qué, se preguntarán ustedes), porque ellos tienen la licencia de DC (y Marvel) para su país.
Y me llama la atención un formato que tienen para editar esos clásicos que siempre se piden. Bajo el título de «A saga do» publican tomos de 6-7 issues (alrededor de 160 páginas), de las etapas icónicas de Superman (partiendo con lo de Byrne) y Batman (series de finales de los 80, Mike W. Barr). Van en el tomo 14 de cada serie.
https://loja.panini.com.br/panini/solucoes/busca.aspx?t=a%20saga%20do
Además, hay dos colecciones más del mismo estilo: «Liga da Justiça J.M. DeMatteis & Keith Giffen» y «Os Novos Titãs». Estas series se llaman «Lendas do Universo DC» y son del mismo formato de tomos tapa blanda, que además usan papel bond (o no sé exactamente como se llame, el papel poroso delgado, tipo papel usado en fotocopias).
https://loja.panini.com.br/panini/solucoes/busca.aspx?t=Lendas%20do%20Universo%20DC
Claro, es otro mercado, con otras costumbres de compra/lectura… pero, sería interesante que ECC innovara con algo así, quizás tendría más éxito que sacar tomos «jibarizados» caros o seguir pegados con el tapadurismo. Es una especie de coleccionable, cómo los que sacaba antes Forum/Panini, para etapas largas. Siento que cumple 2 objetivos importantes: tener disponibles estos comics que siempre son demandados y permitir que muchos más los compren por el precio atractivo y el formato más cómodo (me imagino que los tomos grandes y caros solo los compran los coleccionistas, no alguien que quiera leer por primera vez estos comics).