Luces y sombras del mundo idol
«Un día, apareció de repente en televisión. Y aquella fue la primera vez en mi vida que sentí inquietud».
En los años ochenta, Studio Pierrot estrenó su primer anime dedicado a las magical girls, un género que nos ha dejado obras importantísimas dentro del mundo del manganime —como Sailor Moon o Card Captor Sakura, por citar solo dos de ellas—: Magical Angel Creamy Mami. La serie, que llegó a estrenarse en España con el título de El broche encantado, contaba la historia de Yû Morisawa, una niña que, después de ayudar a un duendecillo llamado Pino Pino, recibía como agradecimiento una varita mágica que le otorgaba ciertos poderes… y le permitía transformarse en una idol llamada Creamy Mami. A partir de entonces, su fama no haría más que crecer hasta ganarse el corazón de miles de fans.
Y eso fue precisamente lo que ocurrió con el anime, del que también se lanzó una versión manga a cargo de KAZUNORI Ito y KITAGAWA Yuko: se volvió muy popular entre los espectadores no solo de Japón, sino de otros países alrededor del mundo, y aún hoy esa popularidad persiste en el país del sol naciente. Creamy Mami sigue presente entre los lectores, como demuestra, por ejemplo, la publicación de Magical Angel Creamy Mami: La princesa caprichosa, en la que MITSUKI Emi —de la que también se ha editado en español el BL Él nunca dice no— revisita esta historia para hacer una nueva versión desde el punto de vista de otro de sus personajes: Megumi Ayase, la rival de la protagonista. En este manga, que cuenta con un total de siete volúmenes, la autora retoma el anime de Studio Pierrot y adapta a viñetas, desde otra perspectiva, algunos de sus capítulos. La obra, serializada originalmente en la revista Comic Tatan, nos llega de la mano de Arechi, que también se ha hecho con la licencia del manga clásico.
Megumi Ayase es la estrella de Producciones Partenón. La idol llegó a la fama gracias a Shingo Tachibana, el actual presidente de la compañía. No hay quien pueda con ella: sus discos son superventas, las entradas de sus conciertos se agotan enseguida. Sin embargo, contra todo pronóstico, parece que su reinado está a punto de terminarse. Cierto día, aparece en su camino una misteriosa muchacha que responde al nombre de Creamy Mami… ¡y Shingo considera que ha encontrado a la nueva revelación del mundo de las idols! Megumi entonces tendrá que hacerse valer frente a su rival si no quiere acabar en un segundo plano mientras trata de resolver el enigma que la rodea. ¿Quién es exactamente? ¿Por qué aparece y desaparece de repente? ¿Por qué siempre tiene que volver pronto a su casa después del trabajo?
Magical Angel Creamy Mami: La princesa caprichosa es un manga muy entretenido y ameno en el que MITSUKI Emi nos permite adentrarnos en el mundo de las idols. A partir de las vivencias de su protagonista, la autora entreteje una historia que nos mantiene enganchados de principio a fin por su ritmo ágil y los muchos obstáculos a los que Megumi tiene que hacer frente en su camino al estrellato y a la hora de mantener ese éxito que tanto le ha costado ganar. Mitsuki sabe cómo captar la atención del lector y su versión del anime clásico se disfruta mucho: fresca, divertida y actualizada, con ciertos toques de humor y drama en determinados momentos. No importa que uno no haya visto la serie o leído el manga de los ochenta: puede darle una oportunidad a esta obra y, aun así, tener un rato de lectura agradable.
Pero Magical Angel Creamy Mami: La princesa caprichosa no es solo un título que entretenga. A la vez que nos lo pasamos bien con los intentos de Megumi por revelar la identidad de su rival y sus estrategias para mantener su puesto, nos adentramos en un mundo que puede tener un lado muy cruel: el de la fama y, en concreto, el de las idols. MITSUKI Emi nos invita a plantearnos cuál es el precio del éxito, de que todo el mundo te conozca y te admire, y nos muestra también sus sombras. La prensa rosa, siempre detrás de una exclusiva o de detalles turbios sobre los famosos para ganar dinero. Los dramas que hay detrás de las sonrisas de oreja a oreja de las cantantes. Lo rápido que el mundo olvida a quien antes había encumbrado. Los tejemanejes que hay en las compañías para alzarse con el puesto número uno. Aunque el punto central del manga no sea una reflexión al respecto, Mitsuki no oculta ese lado oscuro y nos propone estos puntos de partida para que formemos nuestra opinión.
Este aspecto negativo de la fama le sirve, además, para desarrollar a Megumi Ayase, a quien vemos crecer a lo largo del manga como cantante y como persona. A través de su rivalidad con Creamy Mami y de ciertos flashbacks sobre sus primeros pasos en la industria y su relación con Shingo, va construyendo a un personaje más complejo de lo que puede parecer de entrada, que va madurando a medida que su carrera avanza y tiene que asumir lo que le sucede —lo que no implica dejar de luchar por sí misma y lo que quiere—. Este es un aspecto muy interesante que nos hace conectar con la protagonista y empatizar con las situaciones que le toca vivir, nos gusten más o menos sus reacciones o sus métodos.
Puede que, de entrada, uno de los aspectos que más llamen la atención de La princesa caprichosa sea el estilo de dibujo. Los trazos redondeados, limpios y con un toque que puede recordar a obras de los ochenta y los noventa refuerzan la frescura que destila la historia. Mitsuki combina, además, un estilo más caricaturesco para los momentos de humor con otro detallado y lleno de magia para las actuaciones de las idols o algunas de sus apariciones en el manga. Otras veces, en algunas escenas clave, imperan la sencillez en el fondo y la expresividad de los personajes para reforzar su impacto. El dibujo de la autora se amolda a lo que va contando y transmite muy bien lo que la historia comunica en cada momento.
Magical Angel Creamy Mami: La princesa caprichosa es un buen manga para aquellos que quieran una lectura entretenida, divertida y que, a la vez, tenga un trasfondo interesante, con un dibujo expresivo y bonito. Tal vez algunos lectores no se vean atraídos, de entrada, por la temática, pero es una obra a la que merece la pena dar una oportunidad. ¡Ahora queda esperar a que nos llegue el manga clásico para revivir la historia desde otra perspectiva!
Lo mejor
• A la vez que entretiene, la historia nos muestra las luces y las sombras del mundo de las idols, en el que Megumi tiene que hacer frente a diversas situaciones, lo que favorece el desarrollo de su personaje.
• El dibujo de MITSUKI Emi, bonito y expresivo.
Lo peor
• Puede que la temática no atraiga, de entrada, a ciertos lectores.
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 7.7
7.7
En Magical Angel Creamy Mami: La princesa caprichosa, MITSUKI Emi retoma el anime clásico de Studio Pierrot para ofrecernos una versión complementaria, muy entretenida y amena a través de los ojos de la idol Megumi Ayase.
