El poder de la magia
«Entonces se declaró que la magia era demasiado peligrosa para dejarla únicamente en manos de los magos»
El universo fantástico de las Tierras de Arran es uno de los fenómenos más significativos de la BD actual, con un conjunto de series ambientadas en el mismo marco geográfico y con acontecimientos y personajes que aparecen o se mencionan en diferentes tramas. Sin duda se trata de una experiencia casi única en el cómic franco-belga que ha cosechado un éxito notable como atestigua el creciente número de series que forman esta iniciativa. Ahora le ha llegado el turno a la cuarta serie, Magos, que Yermo Ediciones nos ha presentado tras un notable esfuerzo de sincronización y puesta al día de todas las cabeceras.
Jean-Luc Istin y Nicolas Jarry son los máximos responsables de construir y expandir este universo. El primero como director editorial, creador y guionista de muchos de los álbumes de las series Elfos y Orcos y Goblins. El segundo como creativo principal y guionista de numerosos álbumes de las series Elfos, Orcos y Goblins y Enanos, esta última guionizada completamente por él. Ambos son los primeros guionistas de esta nueva serie que tiene como protagonistas a los practicantes de la magia en las Tierras de Arran.
La magia es un elemento común en los mundos de fantasía y como tal estaba presente en las series que forman este universo. Habíamos visto como los elfos poseían poderosos artefactos mágicos y como los enanos usaban las runas para dar poder a sus armas, incluso habíamos visto a humanos lanzando hechizos pero hasta la fecha no se habían explicado las reglas de la magia y precisamente para esto nace esta nueva serie.
Siguiendo el modelo de otras series de la franquicia, la magia está organizada en cuatro vías: el elementalismo, la nigromancia, la magia rúnica y la magia alquímica, y cada álbum está protagonizado por un practicante de cada una de ellas.
El primero de los álbumes recogido en este tomo es Aldoran, de los elementalistas, escrito por Istin y dibujado por Kyko Duarte, el mismo equipo creativo encargado de narrar las aventuras de los elfos azules (por lo que se les puede considerar el equipo principal de la franquicia). La protagonista es Shannon, una adolescente que vive en la Castlelek, una ciudad estado orgullosa de su autonomía. La muchacha se hace amiga de Tyrom, un ermitaño que sufre amnesia y del cual intenta descubrir su pasado. Cuando un rey vecino amenaza con anexionarse la ciudad, Shannon y Tyrom se convierten en sus defensores gracias a la aparición de un poder mágico. ¿Pero quién de los dos es el poseedor de dicho poder?
Istin y Duarte optan por una historia muy contenida para presentar los principios que rigen la magia en el universo de Arrán. No estamos ante una obra de gran épica sino ante una historia de descubrimiento dirigida por dos personajes que se adentran en el mundo de la magia de la misma forma que podría hacerlo el lector. Estamos ante una historia sin demasiadas sorpresas (salvo algún giro del guion algo previsible) que funciona bien por la construcción de los personajes protagonistas. Como en otros capítulos escritos por Istin sobresale más el buen oficio por encima de la innovación. En el apartado visual tenemos a un Kyko Duarte que ofrece un arte ligeramente diferente al visto en Elfos, un poco más caricaturesco en el retrato de los personajes, pero igual de efectivo en la narrativa, las escenas de acción y la ambientación.
El segundo de los álbumes es Eragan, de los rúnicos, con guion de Nicolas Jarry y dibujos de Stéphane Créty. Eragan es un aprendiz de mago rúnico que tiene serios problemas para controlar sus hechizos. Junto a su maestro y otros magos se dirigen a un monasterio aislado en las montañas para perfeccionar sus habilidades. Pero una vez allí una serie de extraños sucesos y de asesinatos podrán a todos en jaque contra un mal ancestral que amenaza con destruirles a todos.
Jarry aprovecha que no ha de presentar los principios de la magia y se lanza a una historia más jugosa que la de su compañero. Sigue sin ser el summum de la originalidad pero está narrada con energía y juega bien las cartas del misterio, presentando un elenco de personajes más amplio que le permiten ofrecer una visión más amplia de este tipo de magia. El trabajo artístico de Créty también es notable, con un excelente trabajo de ambientación y espectaculares escenas de acción en el último acto de la historia
La edición de Yermo sigue el mismo formato de la series hermanas, incluyendo las portadas originales de cada álbum. Lo que cabe destacar es el esfuerzo realizado por la editorial por poner al día las diferentes cabeceras para que los personajes y eventos que aparecen o se mencionan estén coordinados y se pueda hacer una lectura de todas las cabeceras respetando el orden en el que fueron concebidas.
Esta cuarta serie no supone una ruptura respecto al resto de series de la franquicia por lo que podemos decir que esta nueva propuesta hace crecer el universo de Arran de una forma orgánica, proponiendo nuevos temas pero manteniendo las señas de identidad que han caracterizado todas esta iniciativa desde sus comienzos.
Lo mejor
• La forma de plantear la magia.
• El dibujo de Duarte y Créty.
Lo peor
• La repetición de esquemas vistos en las otras series.
• El arranque a medio gas del primer capítulo.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
Expansión
Los máximos responsables de las series de las Tierras de Arran amplían este universo de fantasía y el número de series de la franquicia con una propuesta centrada en la magia y sus diferentes vertientes, abriendo nuevos caminos que explorar pero manteniendo las señas de identidad de la marca
