«¿Por qué pensé que era un sueño?»
Han pasado casi ocho años desde la retirada de Ai Yazawa de la primera línea manga. La autora de Historia de un vecindario, Paradise Kiss o Nana, había sido entre finales de los noventa y principios de este siglo un referente para el shōjo. Eran su obras las que habían ayudado a exportar un tipo de historias más adultas enmarcadas en la demografía josei. Solo el grupo CLAMP había logrado anteriormente alcanzar unas cotas de popularidad similares a las suyas, tanto dentro como fuera de Japón. Su propuesta se basaba en relatos de corte romántico que sin embargo desmantelaban los clichés habituales del género. Sus premisas se enfocaban en la manera en la que sus personajes adolescentes lidiaban con sus relaciones y emociones personales en su conquista, no del «amado», sino de su propia vida. Eran obras que hablaban de las pasiones humanas, las convenientes al amor pero también los relacionados con las opciones y metas del crecimiento personal.
Pero Ai Yazawa tuvo que abandonar la viñeta debido a una enfermedad que no le permitía seguir al pie del cañón. La tradicional discreción japonesa no nos ha permitido saber más detalles al respecto. Los reiterados anuncios de su regreso no se han materializado hasta el momento. Dado que no podemos seguir adelante Planeta Cómic ha decidido este año echar la vista atrás y recuperar una de las primerizas historias de esta autora:
Marine Blue es la historia de Haruka Tachibana, una joven camarera que trabaja en un local en la costa propiedad del padre de su amigo Ippei. Entre sus aficiones está la de pasear a su perro Dolphin por la playa y observar a sus amigos cabalgar las olas con sus tablas de surf. Pero todo cambia cuando regresa a la ciudad Tooru Arikawa, un antiguo amor de la infancia que ha estado unos años fuera viviendo en Estados Unidos. La culpabilidad por el trato que le había dispensado a Tooru cuando eran pequeños y la nueva relación a tres bandas que surge entre ellos y su amigo Ippei, provocará un vendaval de emociones y desencuentros con un final impredecible. Una sinopsis en la que Yazawa deja entrever su admiración por la cultura estadounidense, con una trama que parece deudora del éxito televisivo de Los Vigilantes de Playa, la serie con la que David Hasselhoff y compañía hacían furor en la época.
Los surfistas y la música de los Beach Boys son referencias que nos transportan a un tipo de historia más cándida y sencilla que los trabajos a los que nos ha malacostumbrado su autora. Hay rasgos en esta que veremos amplificados y tratados con mayor acierto en otras obras de su currículum, pero que en Marine Blue todavía están demasiado unidas al estilo y el tono de los relatos propios de la época. Es esta la obra de una autora que todavía está encontrando el camino pero que ya da muestras de su talento, como en su retrato de personajes que pese a ser excesivamente melodramáticos también atesoran una psicología diferente y llamativa. La condición de drama adolescente y el contexto de Marine Blue son los verdaderos puntos débiles de un manga que se siente desfasado y no logra transmitir la sensación de clásico. El paso del tiempo no ha favorecido a esta historia.
Este es un título que recopilado en cuatro tomos que Planeta Cómic está editando en nuestro país, en un formato diferente y más modesto que el de las últimas obras de Ai Yazawa editadas por la compañía. La menor confianza en este producto y el actual estatus de su autora puede que hayan alimentado esta decisión. En definitiva, Marine Blue es un shōjo que ejemplifica los primeros en el medio de una autora imprescindible. Esta obra nos permite conocer los orígenes de esta influyente mangaka que nos deslumbró a principios de este siglo. Es el valor histórico de este el manga el que suple sus posibles carencias, las de ser una historia plana y de matices más disimulados. Una Ai Yazawa «a medio hacer» que nos intenta enamorar sin acabar de lograrlo con un relato inocente y sobreactuado.
Valoración Final
Guión - 5
Dibujo - 6.5
Interés - 7
6.2
Primeriza
En