Los Nuevos Mutantes. No cabe duda de que el grupo adolescente de la mansión Xavier está ahora más de moda que en mucho tiempo. En primer lugar, porque por fin se ha estrenado su película en cines, la cual, aunque sea una visión del grupo marvelita que nunca volveremos a ver en cines puesto que pertenece a la ya extinta concepción de Fox sobre los personajes del Gen X, no deja de ser una película digna de los personajes.
Además, dado el reciente reboot de la franquicia mutante orquestado por Jonathan Hickman, en el mismo se ha incluido a los Nuevos Mutantes, que vuelven a tener colección propia, guionizada en números alternos por el propio Hickman.
Es por ello que nos ha parecido una buena idea rescatar esta obra del olvido, reeditada hace relativamente poco por Panini Cómics, y en la que los guionistas Nunzio DeFilippis y Christina Weir, se enfrentaron a la difícil tarea de traer de vuelta a los Nuevos Mutantes que en su día presentaran Chris Claremont y Bob Mcleod, y a los que diera un aspecto inolvidable Bill Sienkiewicz en la década de los ochenta.
Pues bien, lo primero que DeFilippis y Weir tienen claro, es que ellos no son Chris Claremont, y que, por tanto, de nada sirve tratar de imitar al patriarca mutante, si ello va a suponer ofrecer una colección de peor calidad.
Así, rescatan únicamente a Danielle Moonstar del grupo original, reconvirtiéndola en profesora en la Escuela Xavier, y utilizando al personaje como nexo de unión generacional entre los Nuevos Mutantes de los que ella formó parte y que ahora son adultos, y los jóvenes del Instituto Xavier a los que ella enseñaba, Instituto ahora lleno de alumnos puesto que éste era el enfoque de Grant Morrison en sus New X-Men, contexto dentro del que se engloba esta obra.
DeFilippis y Weir solo tratan de emular al maestro en un único aspecto del enfoque de su obra: La adolescencia. Y es que, lo que diferenciaba a los Nuevos Mutantes de la serie clásica de la Patrulla X era que mientras que la segunda estaba protagonizada por los personajes de siempre y por la segunda génesis mutante que vivía batallas sin fin y se enfrentaba a constantes conflictos, algunos incluso, de tipo cósmico, los primeros eran los adolescentes que asistían a clase en el Instituto Xavier y que lidiaban con problemas más propios de su edad. Y es que, hasta cuando se enfrentaba a grandes villanos, no hacían si no lidiar con los miedos y anhelos clásicos de la adolescencia.
De este modo, en esta colección se presentan poco a poco a nuevos personajes, todos ellos muy jóvenes, y cada uno con sus propias inseguridades típicas de su edad, tales como la atracción amorosa hacia sus semejantes, el miedo a hacer daño a otras personas, la dificultad de encajar, el acercamiento a ideologías extremistas que parecen muy atractivas en esos momentos tan concretos del desarrollo personal…
Ninguno de estos personajes tendría después un recorrido muy largo en el Universo Marvel, permaneciendo ahora mismo en el olvido, si dejamos de lado Academia X, aquella continuación de este tomo que resultó bastante deficiente y de la que hablaremos algún día, pero al margen de esa cuestión, esta serie no deja por ello de resultar interesante.
De este modo, no veremos en sus páginas, grandes batallas contra supervillanos, ni tampoco veremos en demasiadas ocasiones a los personajes vestidos con su traje superheroico, si no que lo que viviremos será la relación que mantienen entre ellos, con sus familiares, con los profesores, todo ello con un enfoque muy realista en el que su condición de mutantes funciona como recurso narrativo para centrar más al lector en los temores que como adolescentes viven día a día los personajes.
El tomo cierra con una historia en la que Claremont y Sienkiewicz vuelven a la colección con una historia de corte muy nostálgico en la que nos recuerdan porque seguían siendo los mejores en lo suyo a principios del Siglo XXI, siendo un placer verlos volver no solo a la colección aunque sea por un breve one shot, si no al grupo de Nuevos Mutantes que ellos mismos crearon.
Sin embargo, el gran problema de esta obra es su dibujo, llevado a cabo principalmente por Carlo Barberi, quien no es ni de lejos un mal dibujante, pero que ejecuta aquí un estilo amerimanga que le sienta fatal a la obra y que, aunque propio de una moda propia de su época, principios del Siglo XXI, no se entiende dentro de un cómic de este tipo.
Por lo demás, una obra a la que merece la pena echar un vistazo, sobre todo si el lector quiere leer algo sobre los Nuevos Mutantes y se le hace demasiado “espesa” por el paso del tiempo la estapa clásica de Claremont, la cual por otro lado, todavía no ha encontrado rival alguno que ni se le acerque en calidad.
Guión - 6
Dibujo - 4
Interés - 5
5
Experimental
Nunzio DeFilippis, Christina Weir, Carlo Barberi y otros, reintrodujeron a los Nuevos Mutantes en el Siglo XXI en esta curiosa colección.
Nunca entenderé la decisión editorial de Panini de reeditar esta etapa (¿alguien la demandaba?) pudiendo haberse ido directos al ciclo de Craig Kyle y Chris Yost (en mi opinión la única etapa de que merece la pena de los Nuevos Mutantes, Claremont aparte)
Esta fue la generación de mutantes que me enganchó a los X-men, luego los seguí leyendo cuando Kyle y Yost se pusieron al cargo. Con suerte con series como X-factor algunos de estos personajes vuelven a tener algo de relevancia.
Me gustaron estos personajes, fueron un soplo de aire fresco en la franquicia. Yo creo que cuando Morrison abrió las puertas del Instituto Xavier generó muchas posibilidades a futuro pero a la vez creó un problema, porque los estudiantes de distintas generaciones se multiplicaron, lo que derivó en que muchos fueron quedando en el olvido. Para mí el concepto de mutantes y X-Men siempre debió ser más contenido.
El problema se agravó tras Avengers vs X-men, cuando empezaron a surgir nuevos mutantes a tutiplen. Siempre que algún guionista se hacía cargo de los personajes jóvenes, lo que hacía era crear nuevos estudiantes, en vez de usar los ya existentes como los de la Generación de Academia X, y cuando ese guionista se iba, esos personajes nuevos caían en el olvido.
Los nuevos jovenes mutantes que empezaron a surgir tras AvsX son como los condones, de usar y tirar, es complicado encariñarse con ellos.