Hace prácticamente un año y medio, cuando reseñaba el primer tomo de la recopilación de la etapa de
De este modo, y aunque podamos buscarle alguna crítica o vuelta al mantenimiento del cuento en el sentido de que tenemos un personaje indudablemente bueno que gobierna sobre su pueblo por su linaje, por lo menos había autores que, como Reginald Hudlin trataban de legitimarle a través de sus actos, lo que siempre resultaba de agradecer.
En aquellos primeros trece números contenidos en el tomo anterior que viera la luz el año pasado, Hudlin además de centrarse en estos aspectos, y de comenzar con una maravillosa invasión de Wakanda que más tarde terminaría formando parte de la continuidad oficial del personaje y de su serie regular, aunque a priori estaba pensada como una mini serie ad hoc, introducía un hecho muy particular: En su juventud, T’Challa había estado enamorado de otro conocido personaje de la Casa de las Ideas… nada más y nada menos que Ororo Monroe, Tormenta, uno de los personajes más queridos y conocidos de la Patrulla X desde la segunda génesis del super grupo de inadaptados.
En un primer momento, se nos decía que aquella relación era un producto de la juventud de ambos, y que había terminado de forma abrupta, deseando T’Challa recuperar a su antiguo amor, mientras que Ororo seguía dolida por una ruptura de la que, aunque no se nos aportaban detalles, sabíamos que había sido culpa del príncipe wakandiano.
Pues bien, el presente tomo arranca con el deseo de T’Challa, una vez que es consciente y se reconoce a sí mismo que sigue perdidamente enamorado de Ororo, de recuperarla, por lo que acude raudo a pedirle matrimonio, lo que la mutante acepta sin hacerse demasiado de rogar.
Al margen de que este repentino re-enamoramiento de ambos personajes nos pueda parecer un poco artificial, la realidad es que ello se puede justificar en tanto en cuanto a partir de aquí se genera una de las parejas marvelitas más interesantes de los últimos tiempos, con muchísima química y que funcionan muy bien juntos en las viñetas, hasta el punto de que sobre la recuperación de su amor ha versado en parte la primera gran etapa de Ta-Neashi Coates al frente del personaje.
Una vez que la pedida de mano se hace efectiva, el resto de este tomo del sello Marvel Collection versa sobre todas y cada una de las obligadas etapas de los enlaces matrimoniales, a saber: Anuncio oficial del matrimonio entre familia y amigos, despedida de soltero de ambos contrayentes, la boda en sí, y la luna de miel.
De este modo se nos ofrecen unos números muy entretenidos y hasta cierto punto, entrañables, en los que Hudlin termina por hacer que nos creamos y confiemos en una relación amorosa que sea como fuere, él se había sacado de la manga pocos números antes. No obstante, la guinda del pastel se encuentra en la Luna de Miel, la cual no es si no la excusa para un verdadero viaje diplomático en el que la pareja de recién casados visitará Latveria, Atlantis y Attilan, patria respectiva de Victor Von Doom, Namor y de los Inhumanos, todo ello en aras de forjar el tablero de juego para la Guerra Civil superheroica que se avecinaba y cuyos tie ins con la colección de Pantera Negra también se incluyen en este tomo.
Así, T’Challa se presentará como un aliado de la causa anti registro, pero no tanto por afinidad con sus miembros, si no por oposición a un monstruo político auspiciado por Tony Stark que terminará por afectar inevitablemente a una Wakanda tecnológicamente muy avanzada, y bien gobernada que tendrá que terminar por tomar una postura oficial en un conflicto que versa sobre enmascarados, siendo que el Rey y defensor del pueblo wakandiano no es también si no un miembro de la comunidad superheroica.
Por su parte, el dibujo está repartido, entre otros, entre
Finalmente, serán
Un tomo imprescindible para los fans del personaje que, quizás no sea lo mejor que existe en su haber, pero que devoraréis de cabo a rabo antes de que os deis cuenta.
Guión - 6.5
Dibujo - 6.9
Interés - 7
6.8
Marital
Reginald Hudlin continúa con su andadura en Pantera Negra, esta vez regalándonos la celebración del enlace en T’Challa y Ororo